Origen
Base zombi
Vecindario troncos
2:51 a.m.
Cerca del lugar se encontraba un zombi corriendo con una pequeña seta con él. Este zombi entró a la base por una puerta del lugar.
Dentro del lugar, se encontraban muchos zombis, unos heridos por la guerra, otros cuidando o refugiándose en el lugar.
Dicho zombi se dirigía hacia un lugar de la base, hasta toparse con una puerta de una oficina; abrió la puerta y entró a la oficina. Dentro de la oficina se encontraba un zombi sentado en una silla de oficina dándole la espalda a cualquiera que entrara.
- J-jefe - dijo tímidamente - ca-capturé a esta... seta que huía de nosotros - el jefe dio medio vuelta con la silla y quedó cara a cara con su soldado.
Este zombi no era uno común y corriente, era un zombi de elite, uno que cualquiera que no fuera su amigo debía tener mucho cuidado con él.
- Je - soltó una risa burlona - Creo que sobre exageramos el asunto - dijo al ver a la pequeña seta indefensa - Igualmente, mientras más plantas capturemos mejor. Zomboss estará contento si le llevamos muchas plantas sin importar cuan inútiles sean jajaja - continúo burlándose de la pequeña seta.
- Jejeje... si, tienes razón... jajaja - se sentía nervioso por una muy buena razón que no le iba a gustar al jefe.
- Bien hecho, Uno - felicitó con una sonrisa - No perdamos más tiempo en tratar de capturar a sus amigos, mejor capturemos plantas que si sean útiles. - se paró de su asiento y comenzó a rodear a Uno - Uno, iras con Dos a capturar plantas indefensas y tráelas aquí ¿de acuerdo?
- S-si señor - su jefe notó su nerviosismo, en especial cuando mencionó a su compañero.
- Uno... - se colocó cara a cara con el mencionado.
<<Ay no>> pensó
- ¿Dónde está Dos? - solo esa pregunta fue suficiente para intimidarlo.
Uno se sentía muy nervioso e inconscientemente apachurro a la pobre seta que estaba en sus manos.
- S-señor - no podía mentirle, tenía que decirle la verdad sin importar que - Dos est-ta m-muert-to.
El jefe se enojó y mucho. Se volteó y golpeó el escritorio con mucha fuerza provocando que se escuchara un fuerte sonido y asustando a un nervioso Uno.
- ¿Quién fue? - preguntó dándole la espalda al pobre zombi.
- Fue s-su amigo. La ca-calabaza, señor - esperó lo peor de su jefe.
- Mierda. Quería mucho a Doz - lamentó su perdida - No importa, Dos no era muy útil de todas formas - no del todo lo lamento - Uno.
- ¿Si señor?
- Cambio de planes, irás con Trez ¿entendido?
- Entendido señor - Uno abrió la puerta a punto de irse.
- Uno - lo llamó.
Uno se detuvo para escuchar lo que su jefe tenía que decir - ¿Si señor?
- ¿Desde cuando hablas tan bien? - preguntó con curiosidad.
- Oh, hace unos minutos cuando comí unos deliciosos hot dogs.
- Jaja recuérdame conseguir unos y dárselos a los que no saben hablar.
- Por supuesto, señor - salió de la oficina a buscar a tres.
Por otro lado, el jefe regresó a su asiento, agarró un lápiz y continúo armando lo que sería una estrategia para un próximo ataque.
Avancemos en el tiempo, solo unos cuantos minutos, pero en un lugar completamente distinto.
Base T.R.E.E
Vecindario troncos
3:57 a.m.
En dicho lugar podemos ver una guisantralladora limpiando sus gatillos con un trapo. Hasta que una repetidora llega dónde se encontraba, se le veía un poquito nerviosa.
- Teniente - dijo la repetidora.
- ¿Si, soldado? - preguntó mientras continuaba limpiando sus gatillos.
- El general ya viene. Estará aquí en 5 minutos.
Inmediatamente la guisantralladora dejó de limpiar sus gatillos y pasó de estar tranquilo y relajado, a estar alarmado y preocupado.
- ¿QUE? ¡No es posible! - aún no lo creía - ¡Se suponía que estaría aquí como en una hora o media hora! - paró en seco al darse cuenta de su actitud y volvió a relajarse o lo mejor que pudo - No en cinco minutos.
- Lo sé, teniente, pero nos llegó este Fax diciendo que hay un cambio de planes y el general con su ejército atacará por las espaldas a los zombis - mostró dicho documento a la guisantralladora.
- Déjame ver - precedió a tomar el fax y a leerlo.
El teniente no se tomó el tiempo en leer el fax de manera eficiente y leyó lo más importante para sus ojos.
- Asi que planea un ataque sigiloso y por la espalda... - se tomó un tiempo para pensar en dicha estrategia - Creo que sería un buen plan - no confiaba en el cambio repentino de estrategia.
- Corrección, es un gran plan, teniente - el mencionado y el soldado se exaltaron al escuchar la voz de su superior.
Inmediatamente voltearon hacia la entrada y vieron entrar a su general de ejército junto con el resto de su ejército. El general era una hipnoseta, solo vestía un gorro militar.
- No que en cinco - susurró el teniente al soldado.
- Pues llegó antes - devolvió el susurro.
- ¿Saben que puedo escucharlos? - se sintió un poco ofendido al respecto.
- Por supuesto que sí, señor - contestó la guisantralladora.
- ¿Entonces porque susurran?
- Uuuuh... Ese no es el asunto, señor. - cambió de tema, cosa que funcionó - El asunto es ¿por qué cambió de estrategia? ¿Que no el ataque sería atacar al ejército zombi por todos lados? - cuestionó
- Así iba a ser, hasta que me di cuenta que los zombis saben defender muy bien. No podemos hacer un ataque de fuerza bruta en el que perdamos muchas vidas. Por eso atacaremos por dónde estén más vulnerables, así dirigirán sus defensas a la zona vulnerable creando otra zona vulnerable en el que otro ejército atacará esa zona.
- Suena a un gran plan, pero ¿qué hay de los demás ejércitos zombis dispersos por todos los vecindarios? - preguntó el teniente mientras que la repetidora seguía siendo testigo de la conversación.
- No me he olvidado de ellos - el general se acercó a un mapa de Villa Fungi que estaba en una mesa y agarró un marcador - Hay 10 vecindarios en toda la villa y en cada vecindario hay un ejército zombi, cada uno más fuerte que otro - encerró cada vecindario que había en el mapa - El vecindario del centro, ósea el vecindario solar, tiene al ejército zombi muy poderoso y fuerte - encerró muchas veces ese vecindario - Si queremos dar un golpe duro a los zombis, hay que acabar con este ejercito lo antes posible.
La guisantralladora entendió mejor el plan, tenía sentido después de todo.
- Aún tengo una pregunta, general - dijo la repetidora quién por fin habló - ¿Por qué vino aquí?
- Ah, eso, lo había olvidado. Vine por tropas de aquí y por dos en específico, por el sargento y por el cabo, Chill y A.K.E.E. - mencionar esos nombres hizo recordar al teniente que ninguno de los dos estaba en el lugar - ¿Dónde se encuentran? - preguntó mientras los buscaba con la mirada.
- No están, señor - dijo el teniente.
- ¿En dónde están? - preguntó.
- Se fueron a ayudar a un par de niños que querían rescatar a su amiga, señor - explicó.
- Oh ya veo - entendió perfectamente el asunto - ¿Pero si sabes en dónde están?
- Negativo, señor - contestó.
- Hmm ya que. - lo aceptó así sin más - Entonces solo tomaré unas cuantas tropas. Tú - llamó a la repetidora - vendrás conmigo y con otros más.
- Si, señor.
- Odio eso, solo llámenme por mi nombre. - no le agradaba que le dijeran señor - Y por si lo olvidaron, me llamo Hipo.
- Si, señor Hipo - contestaron al unísono el teniente y el soldado.
- ... Está mejor - se dirigió a reclutar más tropas.
La soldado repetidora no se iba a quedar atrás y lo siguió - Seño- digo Hipo ¿A dónde iremos? - preguntó.
- Iremos por el sargento y el cabo - esto confundió al soldado - Necesito a un planeador brillante como el cabo, y alguien con un carácter fuerte como el sargento para liderar - se notaba una confianza en sus palabras.
- Pero no sabemos en dónde podrían estar - el soldado estaba en desconfianza.
- Pues los buscaremos. No ha de ser tan difícil.
- Si usted lo dice...
El general y el soldado comenzaron a reclutar más tropas para su ejército y una vez acabada esa tarea, comenzarían a buscar al sargento y al cabo.
Volvamos al presente, justo donde estábamos.
Base zombi
Vecindario troncos
4:17 a.m.
Nuestro sexteto se encontraba escondido en un arbusto viendo la base rodeada de zombis.
- Bien A.K.E.E. tomate tu tiempo - dijo Chill para que A.K.E.E. comenzara a planear una estrategia.
- ¡Necesitamos una gran estrategia- Bap y Colt fueron interrumpidos por una mirada penetradora de Chill.
- ... ahora - susurraron.
<<Volvieron a la normalidad>> pensó Magnus.
- Sabía que venir aquí sería peligroso, pero no pensé que tanto - dijo Zin al sentirse intimidado por la cantidad de zombis protegiendo la base.
- Hemos enfrentado cosas peores, niño - trató de calmarlos Chill, cosa que no funcionó del todo bien.
- Eso espero.
- Eureka - A.K.E.E. ya tenía el plan para salir victoriosos - Escuchen, son muchos zombis los que están rodeando el área, por lo que será más difícil acabarlos y no solo eso, sino que los zombis que están adentro saldrán a luchar haciéndolo aún más difícil. Lo mejor es entrar y comenzar a atacar desde dentro, así será más fácil de acabar con todos.
- ¿Y cómo planeas que acabemos con ellos desde dentro? - preguntó Chill.
- Sencillo. A excepción de Colt y Magnus, todos atacamos en área y al ser un espacio reducido será mucho más fácil juntar a los zombis y dañarlos en área.
- ¿Y cómo entraremos a la base? - esta vez el que preguntó fue Magnus.
- Nos escabulliremos en los arbustos hasta estar lo más cerca de una entrada despejada, así no llamaremos la atención.
- Estoy comenzando a creer que no eres un gran estratega como todos dicen - dijo Zin al no estar convencido del plan de A.K.E.E.
- Todas las estructuras de sus bases son diferentes y esta no es la excepción, por lo tanto, no me dio tiempo para hacer un mejor plan - explicó molesto por el comentario de Zin - además, si dices que mi plan no es bueno ¿por qué no haces el tú el plan? - confrontó a Zin.
- No gracias; no quiero; es mucho trabajo - contestó con indiferencia.
A.K.E.E. solo se quejó al respecto.
- Calma. No hay que perder más tiempo. En marcha - ordenó Chill para dar inicio a su plan.
El grupo se escabullía por los arbustos con el propósito de no llamar la atención del enemigo. Los profesionales se escabullían bastante bien, mientras que los novatos hacían su intento como las veces anteriores. Chill iba dirigiendo el grupo; el buscaba una entrada que no pusiera en riesgo a todo el grupo y, entonces se detuvo y por consecuente los demás también. Chill había encontrado una entrada segura, de no ser porque habían dos zombis resguardándola. Chill se encontraba analizando la posibilidad de entrar por esa puerta.
- ¿Qué estará pensando? - susurró Magnus a Zin.
- Ni idea - contestó.
El sargento seguía pensativo hasta que finalmente se le ocurrió una idea - A.K.E.E. ¿tienes algo en tú mochila que no uses para nada? - preguntó en voz baja para que los zombis no lo escucharan.
- Déjeme ver - abrió su mochila y comenzó a revisar si utilizaba objetos - Hmm esto lo uso, esto también, esto definitivamente si - y siguió revisando - no, lo siento, pero todo me sirve
Chill no se iba a quedar con los brazos cruzados, así que agarró un marcador que tenía en su mochila y lo lanzó lejos, pero en el rango de visión adecuado para los zombis. Estos inmediatamente notaron el marcador y fueron hacia el dejando la entrada libre.
- Podías simplemente agarrar esa roca y lanzarla - dijo A.K.E.E. haciendo notar la roca que estaba a la derecha del sargento.
- No importa. Muévanse - el sargento junto los demás corrieron hacia la entrada, la abrieron y entraron a la base.
La entrada los ubicó en el centro inferior de la base y una vez dentro, uno por uno comenzaron a esconderse detrás de unas cajas de madera que estaban a un metro de distancia, no era el mejor escondite, pero era lo mejor que tenían al alcance.
Magnus comenzó a observar el lugar. La base tenía tres pisos de alto, cada piso tenía una forma rectangular, aunque los pisos superiores solo contaban con los pasillos dando a entender que la base era chica; había muchos zombis, demasiados, más de lo que ellos creían. Magnus observó con más detalle y se dio cuenta que había muchas habitaciones y cada habitación tenía una función específica.
<<Tal vez en una habitación este Sol>> pensó.
- Esto me está dando miedo - susurró Zin.
- Tranquilízate - dijo Bap - Finge estar emocionado, realmente funciona.
- Hazle caso, Zin - dijo Colt.
- Bien A.K.E.E. ¿alguna idea? - preguntó Chill - no tenemos... - unos zombis pasaron cerca de dónde estaban - mucho tiempo.
A.K.E.E. tenía asomada la cabeza buscando una manera eficiente de atacar y salir vivos - Aguarda, estoy pensando - dijo mientras aún observaba las posibles opciones.
El akee seguía buscando hasta que encontró unos contenedores de gasolina en la esquina derecha superior, eso fue suficiente para armar otro plan grandioso.
- Ya lo tengo - regresó a darles la cara a sus compañeros - Nos separaremos. Colt, Bap y Zin ustedes irán a la derecha y subirán por esas escaleras; Magnus, el sargento y yo hremos lo mismo solo que por el lado izquierdo. Niños ustedes serán la carnada - esto asustó mucho a Magnus y a Zin
- ¿Que? - dijeron al unísono exaltados, si por ellos fuera habrían gritado.
- ¿Nos planeas vender? - dijo Zin con enojo - No pensé que fueras así de resentido.
- No, para nada - A.K.E.E. negó con el rostro - Su trabajo es llamar la atención de los zombis y llevarlos hacia su respectivo equipo para que ellos los eliminen ¿de acuerdo?
- No me sigue gustando la idea - confesó Magnus.
- Es lo que hay - dijo Colt.
Ahora ¿ven esos contenedores de gasolina? - todos comenzaron a buscar dichos contenedores hasta encontrarlos.
- Los veo - dijo Chill.
- Yo también - dijo Magnus.
- También los vemos - dijeron Colt y Bap.
- Yo no - Zin aún los seguía buscando - Ah no, ya los vi.
- Ya sé lo planeas hacer - dijo el sargento con una sonrisa.
- Exacto. Una vez que llamemos la atención de los zombis los reuniremos cerca de los contenedores para que hacerlos explotar.
- No he cambiado de opinión - Zin seguía firme con respecto a sus planes.
- Pues te aguantas - A.K.E.E. seguía molesto con el comentario anterior de Zin.
- Pero ¿qué hay de los rehenes? ¿cuándo los rescataremos? - a Magnus solo le importaba un rehén.
- Todo a su tiempo, Magnus. - dijo Bap - La rescataremos, pero ahora concentrémonos en una sola tarea. - Magnus solo asintió a sus palabras.
- Nosotros podemos, equipo - dijo Chill tratando de motivarlos - Ahora, en marcha.
El sargento y el cabo cambiaron de escondite hacia el lado izquierdo; Magnus estaba dudoso, pero no tenía más remedio así que los siguió. Los tres restantes se quedaron en el mismo lugar viendo como los otros tres avanzaban sin ser descubiertos.
- Creo que llegó el momento - dijo Zin - ¿Es así como se sienten ustedes cada vez que hacen algo como esto? - se sentía nervioso.
- Bueno, al principio si - Colt contestó.
- Pero te acostumbras - agregó Bap - Acabemos con esto pronto - Bap y Colt cambiaron de escondite para no ser descubiertos, Zin por otro lado se quedó ahí gracias al temor.
- Solo... tranquilizate, no pasará nada malo - respiró profundamente para calmarse. Acto seguido alcanzó al dúo que lo estaba esperando.
Avanzaban sin ser descubiertos, usaban cualquier cosa que sirviera como escondite, cajas, paredes, sillas, lo que fuera, y esperaban el momento oportuno para continuar. Continuaron así hasta esconderse detrás de cajas suministros zombis; faltaba muy poco para llegar a las escaleras, sin embargo, no había algún escondite cerca, además de varios zombis cerca de ellas.
- ¿Ahora que haremos? - Zin no tenía idea de cómo poder continuar.
- No lo sé - Bap tampoco tenía alguna idea.
- Yo tengo una - dijo Colt - Aunque es arriesgada, más que nada porque tendremos que improvisar y adelantar el plan.
Zin y Bap escucharon atentamente el plan de Colt, un plan que no agradaba mucho a Zin.
- Tú puedes. Confía en ti, Zin - Bap animó a Zin.
- Que no te de miedo - Colt también animó a Zin.
<<Yo puedo, yo puedo>> era lo que se repetía Zin en su mente. Tomó una bocanada de aire y entró a la acción. Salió de su escondite e inmediatamente los zombis lo vieron y enseguida lo apuntaron con sus armas.
La calabaza se congeló no tenía idea de que hacer. <<Yo puedo>> volvió a repetirse. Tragó saliva; y comenzó a hacer un baile ridículo confundiendo a los zombis. Se miraron entre sí hasta que un zombi se acercó a Zin para llevarlo con los demás rehenes, Zin al sentirse amenazado, escupió fuego de su pedúnculo por simple inercia; el fuego cayó directo en el zombi y los demás al ver esto iban a abrir fuego de no ser por una explosión debajo de sus pies.
- Bien hecho, Bap - dijo Colt.
- Pensé que moriría - Zin estaba que se moriría del susto.
- Rápido que vienen por nosotros - apresuró Bap a los demás.
De repente una alarma comenzó a sonar dando la señal de que estaban siendo atacados, a su vez que los zombis iban tras el trío. Ninguno lo pensó dos veces y subieron a las escaleras.
- Genial, vienen a hacernos ensalada - Zin soltó un chiste en forma para tranquilizarse.
- Es sencillo. Solo hay que retenerlos lo más que podamos - Colt alistó sus lechugas para atacar.
- Así es. Atacar inteligentemente - Bap alistó sus bombas de arroz.
- Supongo que los ayudaré para hacer esto más fácil - Zin cerró su boca y dio un grito interno provocando que su flama se agrandara.
Los tres se prepararon para atacar, así iniciando la batalla.
Mientras tanto la otra mitad se encontraba escondida, viendo como los zombis se dirigían a atacar a sus compañeros.
- Tal parece que se nos adelantaron - rió un poco A.K.E.E. por su comentario.
- Y parece que van enserio - Chill en cambio se notaba más serio - Niño, es momento de que llames su atención.
- ¡¿Qué?! ¿Ahora? - se exaltó por el cambio de plan repentino.
- Si, ahora; ellos no podrán con todos.
- P-p-pero
- Ve. Te estaremos protegiendo - dijo A.K.E.E. eso fue suficiente para que Magnus entrara en confianza.
Tragó saliva y salió del escondite gritando para llamar la atención de los zombis.
- ¡AAAAAAAAHHHHHH! - era imposible ignorar tal grito cosa que funcionó - ¡Listo! ¡Ya tengo su atención! - volvió a gritar, esta vez con pequeñas lagrimas a punto de salir de sus ojos producto del miedo que sentía.
- ¡Niño, sube las escaleras! - ordenó Chill ya que se encontraban él y A.K.E.E. en las mencionadas escaleras. En un santiamén, Magnus ya estaba con ellos y con él llegaron los zombis.
El sargento y el cabo atacaron inmediatamente. No paraban de caer zombis; se hacía una multitud de puros cuerpos y lo peor de todo es que los zombis no podían contestar el ataque de las dos plantas.
La magnetoseta se encontraba bastante agitada después de la gran dosis de adrenalina que recibió en tan poco tiempo. Le costaba conciliar la calma y la horda de zombis a un lado de él no ayudaba.
- Niño - llamó Chill - Una manita no nos vendría mal - acto seguido lanzó un chile quemando a los zombis que estaban cerca.
- Y-yo no sé q-que hacer - contestó timidamente.
- Te vimos levantar esos cubos cuando los atraparon a ti y a Zin un grupo de zombis en el vecindario troncos - A.K.E.E. lanzó múltiples proyectiles revotando en las cabezas del enemigo.
- Ni siquiera sé que pasó ahí - dijo Magnus con confianza.
- Maldición. El niño no sabe lo que puede hacer - susurró Chill a su compañero.
- Y más maldición. Vienen más zombis - comenzó a atacar más rápido.
- Niño, de verdad necesitamos tu ayuda - los zombis comenzaban a juntarse más rápidos.
- Les digo que no tengo idea de lo que hablan - Magnus insistió - Nisiquiera sé levantar una simple cubeta de metal.
- Agh. Mierda. Vienen más - se quejó Chill al respecto.
De pronto los zombis pudieron contraatacar, obligando a las dos plantas a retroceder y bajar la velocidad del ataque.
De la otra cara de la moneda, Zin, Bap y Colt tenían una intensa batalla; Zin quemando el suelo, Bap pegando a los zombis con sus bombas de arroz y Colt lanzando lechugas en toda la cara.
- Nunca antes me sentía así de cansado - dijo Zin volviendo a recuperar fuerzas en su pedúnculo para volver a escupir fuego a través de él.
- No te detengas - dijo Colt - Tus flamas son de muchísima ayuda.
- No creí que fueran a haber tantos - Bap seguía arrojando bombas de arroz.
Zin volvió a cansarse y esta vez fue muy rápido; el escupir tanto fuego durante un buen tiempo no era lo mejor para una calabaza iluminada de su edad.
Miró hacia atrás en caso de cualquier peligro asechara y vaya que hizo bien. Zin se dio cuenta que comenzaban a salir tropas zombis hacía su dirección y en dirección contraria, pero solo un zombi le llamó la atención, uno que llevaba un arma larga y que se escondió para no ser visto. Zin no era tonto, sabía exactamente lo que tramaba ese zombi.
- ¡Francotirador! - alertó a sus compañeros los cuales inmediatamente se echaron boca abajo.
"Bang" un potente disparó rozó a Colt. La coltapulta volteó a dónde provenía el disparó, pero no logró ver algo.
Zin escupió fuego al suelo para ganar tiempo y encontrar un sitio seguro.
- ¡Muévanse! - ordenó Bap mientras seguía lanzando bombas de arroz.
Los tres retrocedían lentamente, Bap lanzando sus bombas de arroz y Zin quemando el suelo. Tenían a punta de pie a los tres; si dejaban de atacar para deshacerse del francotirador la horda de zombis avanzaría y estaría en grave peligro, pero mantener a raya a la horda los dejaba vulnerables al francotirador.
Colt buscaba con la mirada al francotirador, era muy peligroso y tenian que deshacerse de él lo más pronto posible <<Vamos ¿dónde estás?>> pensó.
Bap y Zin dejaron de atacar. Era el momento para retroceder.
- ¡Ahora! - los tres retrocedieron, pero no por mucho tiempo, tenían que volver a controlar a los zombis.
Al detenerse, otro disparo volvió a rozar a Colt, si seguía avanzando habría sido su fin. <<Me tiene de objetivo>>. Colt volvió a buscar al francotirador, esta vez ya tenía una idea de dónde podría estar.
- N-no c-creo p-poder seguir atacand-do - Zin se encontraba realmente exhausto.
- Solo un poco más, Zin - dijo Bap. La ayuda de Zin era demasiado útil, en especial en este momento.
Colt dejó de atacar para tener toda su atención al francotirador. <<Solo una vez más>> deseó que el francotirador saliera de su escondite para poder encontrarlo. Su deseo se cumplió. Colt encontró al francotirador; al verlo sus ojos se abrieron como platos.
- ¡Cuidado! - Colt empujó a Bap así rozando otro disparo del francotirador por tercera vez.
- Y-ya no... aguanto - Zin cayó al suelo rendido por el cansancio.
- ¡Zin! -
Al tener una calabaza agotada y un arroz bomba pegajosa con la guardia baja, los zombis ganaban terreno. Y para empeorar las cosas, zombis con armas se posicionaban desde el primer piso para abrir fuego al trío.
- ¡Vamos! - Los tres retrocedieron. Colt esperaba el momento para acabar con el francotirador mientras que Bap arrastraba a un Zin acabado.
Un golpe de suerte cayó. El francotirador volvió a salir <<Te tengo>> pensó Colt. El francotirador ya sabía que Colt sabía de su posición, así que era su principal objetivo.
Todo estaba acabado. La horda de zombis avanzaba con gran velocidad; zombis desde el primer piso los tenían en la mira; un francotirador los tenía justo en dónde los quería; Zin estaba muy cansado para siquiera hacer algo; Bap apenas podía atacar; solo quedaba Colt quién no iba a darse por vencido.
Era ahora o nunca. Colt dio un gran salto, preparó una potente lechuga y la arrojó con mucha fuerza. Colt estaba en la mira del francotirador, era un disparo perfecto, preparó el gatillo y...
La lechuga impactó... y el francotirador disparó. El impacto de la lechuga fue tal que acabó con el francotirador al instante. El golpe desvió el disparo dándole a un objetivo muy importante... los contenedores de gasolina.
La bala perforó un contenedor de gasolina, así naciendo una gran explosión.
Dicha explosión comenzó a consumir a todos los zombis que estaban cerca. La explosión comenzó a destruir todo lo que estaba alrededor. Para peor, Colt, Bap y Zin se encontraban cerca de la explosión. Los tres salieron disparados en diferentes direcciones.
En dirección contraria a la explosión, Magnus, Chill y A.K.E.E. presenciaron lo sucedido. La otra parte de la base estaba consumida en fuego y destrucción. Los tres quedaron impactados ante tal suceso.
- ¡ZIN! - Magnus se preocupó al instante por su amigo.
- ¡Carajo! ¡Los contenedores de gasolina explotaron! - Chill estaba frustrado por el fracaso del plan.
- ¡Hay que hacer algo! - A.K.E.E. estaba preocupado por sus compañeros.
- ¡ZIN! - Magnus no se iba a quedar ahí sin hacer nada. Saltó el barandal cayendo al primer piso y salió disparado.
- ¡Niño! - llamó para que regresara - ¡Con una mierda! - Chill estuvo a punto de irse de no ser por A.K.E.E.
- ¡La vista al frente, sargento! - los zombis aún seguían atacándolos sin descanso. Chill no tuvo más remedio que quedarse ahí.
Magnus corría en dirección al caos con la esperanza de encontrar a su amigo sano y salvo, o al menos no tan grave.
- ¡Zin! - pronunciaba su nombre - ¡Zin! ¡Zin! ¡¿Dónde estás?! - preocupado, empezó a buscar a Zin con la mirada y buscando en los escombros.
- Gran árbol, te pido que Zin este bien - se decía a sí mismo.
Siguió y siguió buscando, siguió gritando su nombre sin ningún éxito.
De repente, en el fuego apareció una silueta de un zombi, una silueta alta que conforme se acercaba se hacía más grande, dicha silueta se acercaba cada vez más a la magnetoseta.
Magnus la notó enseguida y retrocedió. No pensaba huir, no ahora que no sabía el estado de Zin.
La silueta se acercaba más y más hasta revelar a alguien conocido. Era un zombi, específicamente el líder del escuadrón cinko. Dicho zombi salió del fuego y se detuvo al ver a Magnus, ambos se miraban fijamente.
- No sé porque, pero tenía el presentimiento de que eran ustedes - habló el zombi teniendo su mano derecha detrás de su espalda. - Aún que falta la calabaza ¿dónde está? - preguntó mientras miraba a los alrededores. - Ah es cierto, no lo sabes - escuchó los gritos de Magnus.
- No es de tu incumbencia - dijo Magnus firmemente.
- ¿Que no es? - regresó su mirada a Magnus - Esa calabaza mató a Doz - levantó su tono de voz - Tiene una deuda y hay que cobrarla.
- No tiene nada que pagar - Magnus se enfureció - Los que deben de pagar son ustedes por llevarse a mi amiga - Magnus alzó su tono de voz.
- ¿Te refieres a ella? - el zombi descubrió su mano derecha revelando que tenía a Sol amarrada con una cuerda.
- ¡Sol!
- ¡Magnus! - Sol forcejeaba sin resultados.
- ¡Suéltala! - bajó su tono de voz al sentirse intimidado ahora que tenía a Sol en sus manos.
- Ja, ja, ja ¿dónde quedó la actitud feroz? ja, ja, ja - se burló de Magnus.
- ¡Dije que la sueltes! - sus palabras no funcionaban en lo más mínimo.
- Te soy sincero, pensaba votarla en algún lugar del bosque. - dijo con indiferencia - Ni siquiera sirve como llavero, por eso tiene esta cuerda.
Dicho comentario hizo hervir a Magnus.
- Pero es importante para ti y la... calabaza - hizo énfasis en calabaza - Así que... - el zombi sacó de su cintura una M18 y apuntó con ella a Sol.
- ¡NO! - gritó Magnus en desesperación.
- Oye, no me culpes; la calabaza no está aquí para pagar su deuda, y si la calabaza no está, alguien más debe pagar - preparó el arma y puso su dedo índice en el gatillo.
- ¡DETENTE! - en su desesperación, las chipas azules de Magnus volvieron a brotar de su cabeza. Las chispas se convirtieron en una luz azul que cada vez se hacía más y más intensa.
El zombi se quedó apuntando a Sol durante varios segundos, hasta que de la nada cambió la dirección del arma y le disparó a Magnus en su pie, todo en un abrir y cerrar de ojos.
- ¡MAGNUS! - Sol gritó su nombre al ver la bala en el pie de su amigo.
El pobre Magnus no sintió cuando había sido alcanzado por la bala; cayó al suelo sin saber él porque hasta que comenzó a sentir un enorme dolor en su pie. No emitía ni un grito, solo quejidos.
- Nah, la verdad es que tu amiga no sirve siquiera para eso. - guardó su arma en su cintura - En cambio, tú tuviste el coraje para venir aquí a pesar de que también seas un inútil. Aún que no te guste, eso te da más valor para ser asesinado.
Magnus además de un inmenso dolor, sentía una gran colera por las palabras del zombi.
- En fin. Tú y tus amigos causaron un enorme desastre; los rehenes están tratando de huir y si alguno llega a escapar será su culpa. Por eso debo acabar con este desastre lo más pronto posible. ¡KUATRO! - llamó a un integrante de su escuadrón.
El mencionado apareció de arriba enfrente de su jefe. Kuatro era un zombi robusto y muy fuerte. Bastante temible. Cualquiera que lo viera correría del miedo.
- Ahí estas, Kuatro. Ven, ayúdame con acabar a estos tipejos - Kuatro solo asintió - Oh, casi se me olvida. El teniente Cinko no puede luchar con las manos ocupadas - acto seguido lanzó a Sol hacia los barandales del segundo piso. Sol chocó con ellas y cayó al suelo noqueada. - Vámonos - avanzaron para acabar con el sargento y el cabo.
Los dos zombis se fueron dejando a un Magnus en agonía, sufriendo de dolor. Presenció como su amiga era lanzada brutalmente hacía unos barandales. Su herida era tan grave que le impedía moverse o siquiera decir algo.
<<Esto no es posible>> aún no creía que este sería su fin <<Debo hacer algo>>
Buscó a Sol con la mirada, le resultaba difícil buscarla ya que se encontraba boca arriba. Después de varios segundos la encontró, Sol estaba boca abajo; no daba alguna señal de que estuviera consciente o de que estuviera viva. Se movió un poco para ir con ella y solo ese pequeño movimiento fue suficiente para que un inmenso dolor apareciera. Lo intentó de nuevo, pero fue inútil.
Magnus respiraba agitadamente, tratando de poder hacer algo; entonces recordó la bala, la bala estaba hecha de metal o al menos eso creía. Comenzó a tratar de quitar la bala con sus poderes magnéticos que cualquier magnetoseta tenía, le resultaba muy difícil gracias al inmenso dolor, sin mencionar que no podía ver la bala y al no verla no podría sacarla.
Eso no lo detuvo para buscarla y lo logró, la encontró; ahora tenía que enfrentar otro problema, sacarla. Una vez con el control de la bala, Magnus intentó sacarla, pero sus esfuerzos eran en vano; sus poderes debilitados por la herida, además de que no era alguien que practicara con sus poderes, hacía muy difícil el trabajo.
Mientras movía la bala, se lastimaba accidentalmente lo que provocaba más dolor. El dolor era demasiado para él, no podía aguantarlo todo. Se detuvo en seco. Solo empeoró el estado de su condición y el dolor se había intensificado a tal grado que sentía que ya eran sus últimos momentos.
- L-lo sient-to - con sus últimos esfuerzos logró hablar un poco - P-perdónenm-me p-por lo que c-cause - y con último aliento pidió disculpas por todo lo que había causado, partiendo así de este mundo.
Magnus murió.
*Cof* *Cof* se escuchó a lo lejos. Unos escombros comenzaron a moverse del lugar saliendo de estos una planta conocida, una planta con una flama color verde, era Zin la calabaza iluminada. Zin no tenía idea de lo que había ocurrido, trató de recordar y mientras lo hacía observó los alrededores del lugar; el fuego vivo consumiendo lo que podía; los cuerpos de los no muertos sin vida otra vez; el lugar destrozado gracias a la explosión; y el cuerpo de su amigo sin vida, Magnus.
- ¡Magnus! - inmediatamente corrió hacia él.
Lo que vio Zin fue algo que se lo llevará por el resto de su vida. Primero vio su rostro con los ojos sin vida, se imaginó lo peor, pero no quiso creerlo; luego dirigió su mirada al pie de Magnus, lugar en dónde se encontraba la herida de bala.
- Ay no, no, no, no, no - se repetía a sí mismo. No quería creer lo que veia - Ma-Magnus, por favor no - lágrimas comenzaban a brotar de los ojos de Zin - Esto no es posible - comenzó a sollozar - Despierta por favor - lo sacudió con la esperanza de que despertara - Lo siento, amigo - lamentaba el hecho de que no pudo estar con él en sus últimos momentos.
Se quedó con él durante unos momentos, sollozando y lamentando la partida de su amigo. Este tipo de situaciones son comunes en tiempos de guerra y, sin embargo, era la primera vez que Zin presenciaba un momento así.
No podía quedarse así todo el día así que levantó la mirada dispuesto a irse, no sin antes ver a la razón por la cual vinieron al lugar. Sol. Rápidamente fue con ella y la volteó. No solo su amigo estaba muerto, sino también Sol tenía una gran herida en la frente. Zin revisó su respiración para saber si seguía con vida y afortunadamente lo estaba, cosa que alivio a la calabaza. Aun así, Sol requería atención médica, de lo contrario sufriría el mismo destino que su amigo.
En eso una pequeña explosión es causada en el segundo piso, lugar en dónde se encontraban Chill y A.K.E.E.
Zin sabía que debía estar ahí para ayudar y lo iba a hacer no sin antes esconder a Sol para que estuviera sana y salva, y cuando todo acabara iría por ella.
Dio un grito interno haciendo más grande su pedúnculo y se dispuso a ir a la batalla.
Ahora no había una pisca de actividad por el lugar salvo por el fuego vivo. Todo se encontraba desolado.
De pronto chispas azules comenzaron a salir del cuerpo de Magnus en todas las direcciones. Dichas chispas empezaron a atraer pequeños trozos de metal que se acercaban poco a poco a Magnus y se unían a él. Apareció una luz azul intensa rodeando a Magnus la cual seguía atrayendo trozos de metales.
El peligro continuaba. Chill y A.K.E.E. se encontraban peleando contra Kuatro y Zinko en una habitación grande en el segundo piso; cabe mencionar que el encuentro estaba muy reñido.
- Maldición. Ya habíamos acabado con esos sucios zombis y ahora están estos dos - Chill esquivó un potente golpe de Kuatro.
- Es una lástima - dijo Zinko mientras le disparaba a A.K.E.E. y este las esquivaba - Pero no se preocupen, el día de hoy descansaran eternamente.
- No lo creo - A.K.E.E. disparaba sus semillas rebotadoras sin éxito.
- RAAAAGH - Kuatro soltó un grito hartándose de que Chill siempre esquivara sus ataques.
- Que molesto - Chill lanzaba chiles a Kuatro los cuales siempre acertaban - No se muere.
- Kuatro, mantenlo así - ordenó Zinko mientras recargaba sus armas.
A.K.E.E. aprovechó la oportunidad y preparó varias semillas más grandes para lanzarlas. Una vez listas, disparó todas las semillas rebotando en cada lado de la habitación. Kuatro recibía varios impactos de las semillas mientras que Zinko apenas lograba esquivar unas cuantas.
- Auch - se quejó al recibir una en la frente - Tus estúpidas semillas me están sacando de quicio - comenzó a disparar esta vez con más velocidad.
El akee apenas podía mantener el ritmo de las balas y cada vez se cansaba más.
- ¡Muérete de una vez! - Chill acertaba todos sus ataques, pero Kuatro seguía luchando sin mucha dificultad.
- GRRROORG - Kuatro preparó una embestida que Chill pudo esquivar sin dificultad.
- Ya me tienes harto - Chill cubrió de fuego un chile haciéndolo mucho más fuerte de lo normal - ¡Toma esto! - lanzó el chile dando un impacto directo a Kuatro tirándolo al suelo.
Era todo. Después de dicho ataque que le dolió mucho, Kuatro se enfureció - ¡AAAAAARRRGGGG! - con mucha velocidad embistió a Chill.
- ¡Mierda! - Chill por muy poco logró esquivarlo, pero Kuatro iba directo hacia alguien - ¡A.K.E.E.! ¡cuidado! - advirtió a su colega.
A.K.E.E. volteó y se le heló la sangre al ver al zombi robusto corriendo hacia él. Dio un pequeño salto que apenas duras pudo esquivarlo, pero Kuatro se detuvo justo en el lugar dónde estaba A.K.E.E. y con sus dos enormes puños golpeó el suelo con mucha fuerza mandando a volar al cabo. El cabo chocó con una pared quedándose ahí durante segundos, segundos muy valiosos.
- Ya te tengo - Zinko apuntaba a A.K.E.E. listó para disparar.
- No lo permitiré - el sargento lanzó un chile dando en la mano de Zinko y desviando el impacto de la bala.
- ¿Por qué tienen que hacer esto más difícil? - dijo fastidiado - Solo hagan su parte, no es tan difícil - ahora su nuevo objetivo era Chill a quién le comenzó a disparar sin cesar.
A.K.E.E. estaba recuperando el aliento hasta que Kuatro apareció dispuesto a aplastarlo con sus enormes puños. Sin mucha dificultad logró esquivar el ataque; lanzó una semilla rebotadora al techo la cual rebotó e impacto en la cabeza de Kuatro, dicho ataque lo hizo retroceder.
Kuatro no iba a dejar las cosas fáciles. Empezó a lanzar una ráfaga de puñetazos con una admirable velocidad directo a A.K.E.E.; el pobre estaba agotado que apenas lograba esquivar los puñetazos.
- ¡Deja de correr! - Zinko seguía disparando sin dar un respiro al lanzachiles.
Chill solo se limitaba a huir de los disparos hasta que se hartó y lanzó un chile que dio en el pecho de Zinko.
- Agh, maldito - el teniente apretó el gatillo de la pistola, pero no salió ninguna bala - ¿Qué? ¿Sin municiones? Bah, da igual. Es hora de sacar estas bellezas - de su bolsillo sacó tres canicas.
Kuatro seguía lanzando su ráfaga de puños mientras que A.K.E.E. se cansaba más al esquivarlos. Parecía que Kuatro finalmente iba asestar un golpe, pero no fue así. Chill llegó y lanzó un chile en la cara a Kuatro, el cabo aprovechó la oportunidad y lanzó una semilla que rebotó en la cara del zombi dos veces dejando a Kuatro un poco aturdido.
De repente, tres canicas rebotaron rodeando al dúo. No tuvieron tiempo de reacción ya que las canicas explotaron en seguida, dichas canicas crearon una cortina de humo que rodearon al sargento y al cabo sin dar alguna posibilidad de ver a los enemigos.
- Mantente a mi lado - ordenó Chill. A.K.E.E. simplemente asintió.
El dúo daba vueltas en círculos como una manera de protegerse, después de todo estaban en una posición muy vulnerable.
- Saben, podría dispararles ahora mismo y acabar con ustedes - dijo Zinko detrás de la cortina de humo - pero ustedes no se merecen eso. No. Ustedes merecen un destino peor al de su amigo magnetoseta.
- ¡El niño! ¡¿Qué le hiciste?! - dijo Chill furioso.
- No te preocupes. Está descansando. Lo importante aquí es acabar con ustedes dos; crearon este desastre y no voy a permitir que se salgan con la suya. Sufrirán.
- Vaya que rencoroso - dijo A.K.E.E. con ironía.
- Ja. Eres gracioso. - también dijo con ironía - Como sea, basta de charla. Es hora de que MUERAN.
En eso, Zinko se abalanzó hacia las dos plantas con dos cuchillos en ambas manos. Por suerte nuestro dúo esquivó a tiempo el ataque, pero fueron embestidos por Kuatro quién se encontraba muy furioso.
Al quedar vulnerables, Kuatro agarró con sus enormes manos a cada uno, corrió hacia una pared y los estrelló con ella creando pequeñas grietas en la pared.
- AAAAARRRRGGGGGG - emitió un fuerte rugido de furia.
- Detente. Les dije que sufrirían, no que serían papilla - Kuatro se calmó - Bien ¿quién está listo para ser torturado?
Zinko estaba listo para apuñalarlos, pero de repente una llamarda de color verde claro aparece rodeando a Kuatro. Por instinto soltó a las dos plantas para apagar el fuego de sus piernas las cuales huyeron inmediatamente.
El teniente volteó a ver de dónde provenía el fuego y vio a la planta que se llevó a uno de sus integrantes de equipo.
- Tu... - Zinko dio pasos pequeños acercándose a dicha planta - Creí que ya no estabas aquí, calabaza.
Era Zin quién tenía un rostro de furia. No decía ni una palabra, solo miraba fijamente a su objetivo.
- Es tiempo de que pagues tu deuda - rápidamente se acercó a Zin, pero fue interceptado por Chill que lo hizo retroceder.
- Agh. Kuatro encárgate de esos dos, yo me quedaré con la calabaza.
Enseguida Kuatro fue por Chill y empezó a corretearlo dejando camino libre a Zinko.
- Eres todo mío.
Y así comenzó una nueva batalla. De un lado el sargento y el cabo luchando contra Kuatro y del otro Zin luchando contra Zinko.
- Chill, tenemos que ayudarlo o sino morirá - esquivaba los puños de Kuatro.
- Lo sé, pero si no nos quitamos a este bicho no podremos hacer nada - Chill atacaba con más debilidad debido a los golpes previos de Kuatro - Si que me debilitó. Tenemos que acabar con él lo más pronto posible y que no nos dé ni un golpe o podrías salir muy lastimados.
- Entendido - A.K.E.E. estaba un poco más débil que su compañero.
Podemos ver a un Zinko atacando a Zin con sus cuchillos. La calabaza apenas podía atacar y esquivar los ataques al mismo tiempo, sin mencionar que se encontraba débil gracias a sus esfuerzos previos.
Zinko sabía que solo era cuestión de tiempo para que Zin se cansara y pudiera acabar con él, solo debía ser paciente y seguir atacándolo.
<<Debo seguir... peleando>> poco a poco Zin se cansaba más y más.
- ¿Sucede algo? - preguntó Zinko de forma bromista - ¿Te estas cansando? - continuaba atacando.
Zin no dijo ni una palabra.
- Lo siento, pero no podemos parar; es la gran final y no te la puedes perder.
Al escupir esas palabras, Zinko no se concentró bien lo que aprovechó Zin para contraatacar lanzando una llamarada un poco más grande lo habitual, sin embargo, eso cansó a Zin.
El teniente recibió todo el ataque, pero no hizo mucho daño, solo le dejó un par de leves quemaduras.
- Que lastima. Creía que eras más fuerte - dijo con una decepción notoria.
Zinko se abalanzó a Zin y le metió un corte bajo dejando una herida larga.
- AGH - Zin se quejó.
- Vaya, finalmente dices algo. Tal parece que te devolví la lengua jaja.
- Eres muy malo contando chistes - Zin estaba enojado además de adolorido.
- Cada día me vuelvo mejor. Es una lástima que no escucharás mis asombrosos chistes - volvió abalanzarse a Zin y nuevamente metió un corte esta vez más corto que el anterior.
Zin emitió quejidos y retrocedió; no podía permitir que lo volvieran a herirlo.
- No huyas - empezó acercarse lentamente a Zin con una mirada despiadada.
El pobre solo retrocedía. Necesitaba tiempo para recuperarse, tiempo que no tenía. Retrocedió hasta chocar con una pared.
- Te tengo - ajustó sus dos cuchillos y alzó sus manos para enterrarlos.
Cerró sus ojos esperando el impacto. Pasaron segundos que se sentían horas y no pasó nada, lentamente abrió los ojos y lo que vio lo dejó sorprendido.
Ambos cuchillos estaban rodeados de un aura azul que parecía que impedían el avance para chocar con Zin.
- ¿Qué demonios? - preguntó Zinko muy confundido. Volteó hacia su costado derecho y se topó con quien creía que estaba muerto.
Era Magnus. Su figura estaba bordeada de un color azul fuerte, en su pie, lugar en dónde fue herido, tenía varios trozos de metales unidos que funcionaban como soporte para hacerlo levitar.
- Magnus... - Zin quedó en shock por lo que veía, pero no por mucho tiempo - ¡SI! - dio un grito eufórico y de alegría.
Zinko cambió su estado de gozo a uno de enojo. Soltó sus cuchillos que aun seguían bajo el control de Magnus - Tsk como sea. Acabaré con ustedes dos - y corrió hacia Magnus dispuesto a golpearlo.
Magnus no decía ni una sola palabra. Tenía una mirada neutra como si no tuviera emociones.
Zinko se acercaba rápidamente a Magnus, pero fue golpeado por un trozo de metal de un tamaño un poco grande y con una forma circular un tanto peculiar controlado por la magnetoseta.
El golpe lo hizo retroceder, pero no se iba a dar por vencido, volvió a acercarse para golpearlo, pero nuevamente el trozo de metal lo detuvo.
<<Mierda>> pensó <<No puedo acercarme, debo cambiar de estrategia>> entonces fue cuando recordó a Zin quién aún se encontraba débil, entonces fue hacia el para acabarlo.
Con mucha velocidad fue por Zin. Lo que no se esperaba es que el trozo de metal volvería a golpearlo interponiéndose entre su camino.
- ¡Deja de golpearme! - exclamó furioso y frustrado.
Magnus aún no emitía alguna emoción o sentimiento.
<<Que debo hacer, que debo hacer>> se repetía a sí mismo. Estaba en completa desventaja al no tener alguna arma o sus cuchillos. Entonces se le ocurrió una idea <<Y si... ¿uso el juego en su contra?>>
Empezó a buscar metales para atacarlo, no había nada cerca más que un barrote de metal tirado en el suelo. Corrió por él, lo agarró y lo arrojó hacia Magnus.
Obviamente Magnus no iba a dejar que el barrote lo golpeara así que con sus poderes lo agarró.
Zinko se sintió frustrado y estúpido por tal acto; ahora se sentía más vulnerable que antes, pero un pequeño rayo de esperanza apareció, se dio cuenta que sus dos cuchillos ya no estaban bajo el poder de Magnus así que corrió por ellos.
Magnus se dio cuenta de esto y levitó ambos cuchillos fuera del alcance del enemigo.
Eso hizo enojar a Zinko hasta que se dio cuenta de que el barrote de metal estaba en el suelo. Zinko hizo una pequeña pausa para procesar lo que veía y se dio cuenta de que descubrió la debilidad de Magnus.
- Bingo - sonrió de forma victoriosa.
Corrió por el barrote de metal, lo agarró y metió un duro golpe que fue bloqueado por el escudo de Mangus. Zinko retrocedió para poder respirar un poco.
A pesar de que descubrieron su debilidad, Magnus seguía sin demostrar alguna emoción.
De manera rápida, Zinko volvió a lanzar otro golpe con el barrote de metal que nuevamente fue bloqueado por Magnus. La seta no se iba a quedar atrás. Usó los cuchillos de su contrincante y los lanzó directo hacia él.
Con el barrote en sus manos y con cuchillos dirigiéndose a él; avanzó con determinación esquivando el par de cuchillos. Otra oportunidad para dar un golpe y otra oportunidad bloqueada. Magnus nuevamente utilizó su escudo para bloquear el ataque.
- ¡Pelea como un hombre! - grito frustrado.
Con la guardia baja, sus dos cuchillos fueron clavados en su espalda baja.
- AAGH - saco ambos cuchillos de su espalda.
Nuevamente fue atacarlo con el barrote, pero fue bloqueado su ataque otra vez.
<<A pesar de conocer su debilidad sigo en desventaja ¿qué puedo hacer?>> pensaba con desesperación, no podía estar todo el tiempo con la guardia baja para idear un plan. <<Necesito tener algo de metal que sea peligroso ¿pero que puede ser?>> esquivó los dos cuchillos que se dirigían a él. <<Mierda ¿qué puedo hacer?>>
Entonces recordó su pequeña granda. No sabía si Magnus la podía controlar, pero necesitaba arriesgarse para poder equilibrar la balanza a su favor.
Desenfundó su granda, quitó el seguro y la lanzó directo a su enemigo.
Incluso con una granada dirigiéndose a punto de explotar seguía sin demostrar emociones, pero no se quedaría ahí flotando sin hacer nada.
En cámara lenta, agarró el barrote de metal con sus poderes. La granada se dirigía a él y, como si de beisbol se tratase, esperó a que estuviera lo suficientemente cerca para golpearla. Era el momento. Magnus impulsó el barrote hacia atrás para después volverlo a impulsar hacia delante. Dio resultado. Le pegó a la granada, pero no como quería.
No fue un buen golpe, de hecho, apenas le dio. La granada fue desviada solo unos cuantos metros y de repente, la granada explotó.
Dicha explosión causó un agujero grande provocando que el suelo se cayera de poco en poco y con ello tragándose a Zin y a Zinko.
- ¡Que carajos! - exclamó el sargento mientras su pelea con Kuatro se pausaba.
- ¡Salgamos de aquí! - dijo A.K.E.E. al ver el suelo cayéndose.
El par de plantas salió de la habitación dejando a Kuatro atrás. Kuatro no reaccionó a tiempo y también fue tragado por el suelo. El suelo dejó de caerse. Solo dejó pequeñas porciones en la entrada.
El único que quedó ahí fue Magnus quién no podía caerse ya que flotaba.
- ¡Magnus! - llamó Chill su atención - No sé qué te pasó, pero ve a ayudar a Zin. Nosotros nos encargaremos del otro ¿sí?
Ni siquiera contestó. Solo bajó lentamente en busca de su amigo.
- Bien. Ahora hay que buscar al otro estorbo.
De pronto, en la habitación se escuchan forcejeos. El dúo miro con curiosidad la pequeña porción de suelo que había quedado y, de pronto, apareció una mano grande agarrándose del borde del suelo. Poco después apareció la otra mano y enseguida el rostro del dueño del par. Era Kuatro. Vio fijamente al par de plantas y su mirada se transformó en una de ira. Se impulsó fuertemente contra ellos como si fuera una bala.
- Mierda - el par esquivó a Kuatro y dicho zombi chocó contra una pared.
Se recuperó rápidamente quedando cara a cara con los dos.
- Parece que esto será largo - dijo A.K.E.E.
Reanudando así su pelea.
En otro lado, Magnus buscaba a Zin. Era complicado ya que no había luz que iluminara el lugar más que la energía azul que irradiaba.
De pronto fue golpeado fuertemente por detrás, dicho golpe lo debilitó y lo hizo caer un poco. Magnus inmediatamente volteó y puso su escudo al frente.
- Eres fuerte... ¡pero no resistente! - era Zinko y se dirigía a golpearlo nuevamente con un ladrillo, pero esta vez logró bloquear el golpe, desgastando un poco el ladrillo.
- Esto sí que no lo puedes controlar.
Magnus agarró el barrote de metal y lo lanzó directo a Zinko, sin embargo, Zinko logró esquivarlo.
- Lento. - comenzó a acercarse a Magnus.
Esta vez lanzó su escudo, pero nuevamente fue esquivado.
- ¡Muy lento! - ahora con la ventaja, encestó un duro golpe en el rostro de Magnus, desgastando más el ladrillo.
Después de ese duro golpe, Magnus se encontraba aturdido y débil. Ahora solo podía controlar su soporte y un objeto más.
- ¡Déjalo en paz! - Zin apareció y atacó a Zinko con unas cuantas llamas.
- ¡Quema! - Zinko apagó las llamas - Eres un maldito - arrojó el ladrillo dando en el blanco.
Magnus recobró la conciencia y con sus poderes controló el barrote de metal para enterrárselo en el abdomen a Zinko, desgraciadamente se dio cuenta y detuvo la punta barrote. Ninguno cedía. Ambos intercambiaban fuerzas por ver quién salía victorioso.
Y con mucha fuerza, logró salir victorioso dándole un fuerte golpe en la cara.
- Idiota... - retrocedió por el dolor.
Magnus aprovechó esto y volvió a intentar clavarle el barrote, aunque fue esquivado, logró darle otro golpe a Zinko, esta vez en su brazo izquierdo.
Así estuvieron durante un rato. Magnus intentando acabar con Zinko; Zinko sin permitirlo; y Magnus dándole golpes con el barrote en todo el cuerpo.
Ambos estaban muy débiles. Magnus no podía controlar el barrote por más tiempo, era pesado; y a Zinko le costaba aguantar el dolor de los golpes, apenas podía mantener la compostura.
Magnus sabía que debía acabar esto lo más pronto posible. Empezó a invertir demasiada energía en el barrote, aunque no era mucha energía la que tenía. Con la suficiente energía preparó un ataque poderoso.
Zinko se había recuperado, estaba listo para continuar hasta que vio el barrote rodeado de mucha energía, se le heló la sangre.
Magnus lanzó el barrote. Avanzaba con una velocidad admirable, sin embargo, no salió como Magnus lo planeó.
El barrote en vez de ir forma vertical como Magnus lo había planeado, salió disparado en forma horizontal.
Zinko no tuvo tiempo de reaccionar y fue embestido por el barrote. El impacto fue muy fuerte que lo sacó volando, rompiendo una pared en el proceso y sacándolo de la base.
Magnus no estaba seguro si seguía vivo o no, así que fue a revisar no sin antes agarrar su escudo.
Al salir, lo primero que recibió fue un débil golpe de Zinko en el rostro.
- Te mataré - su voz se escuchaba con debilidad.
Magnus iba a defenderse con su escudo, pero recibió otro golpe, iba a volver a intentarlo, pero recibió otro golpe.
Y otro golpe, y otro, y otro, y otro.
Zin salió de la base para ayudar a Magnus; a duras penas se podía mover, estaba al borde del colapso, pero no quería dejarlo solo. Con muchísimo esfuerzo sacó pequeñas flamas de su pedúnculo en dirección a Zinko.
El teniente no dejaba responder a Magnus, seguía y seguía dando golpes con sus puños, hasta que sintió un ardor en sus tobillos.
- Mierda agh - se quejó del ardor del fuego. No tardó mucho en encontrar al responsable - Tu... - se acercó a Zin y le dio una patada.
Magnus aprovechó el momento y con su escudo atacó a Zinko por la espalda dejando una pequeña abertura en su piel.
- ¡Estoy harto! - Zinko enfureció.
Zinko contraatacó. Arrebató el escudo deforme de Magnus y lo tiró al suelo; después agarró a Magnus con sus dos manos, lo tiró al suelo y se colocó encima de él impidiendo que se moviera. Tenía a Magnus en dónde lo quería, en completa vulnerabilidad. Agarró el escudo del suelo y con determinación a clavárselo en su rostro.
- Fue un gusto.
- ¡Veo algo! - gritó una voz desconocida.
Inmediatamente Zinko se detuvo.
- ¿Pero que... - se detuvo a ver quiénes eran. Grave error - No, no, no... mierda
Eran plantas. Se dirigían a la base.
Zinko solo dio un suspiro resignado - Puta madre - soltó el escudo al suelo y se fue corriendo directo a la base.
Podemos ver como Chill, A.K.E.E. y Kuatro tenían una feroz batalla.
Los tres se lucían exhaustos, en especial Kuatro, que se veía con varias quemaduras y moretones causadas por las dos plantas, además, estaba tambaleándose. Apenas podía estar de pie.
- Ya lo tenemos - dijo A.K.E.E. - solo necesitamos dañarlo un poco más y lo regresaremos a la tierra.
Chill solo asintió y comenzó a preparar otro chile para lanzarlo.
En eso, una pequeña canica cae cerca de ellos, explotando casi enseguida y nublando la vista del par.
- No de nuevo - dijo Chill.
- ¿Dónde está? - preguntó A.K.E.E. asustado.
El humo se disipó rápidamente, dejando ver que ya no había ningún zombi.
- Genial - dijo Chill - Vayamos a buscar a los dos niños.
La seta y la calabaza estaban moribundas.
Zin estaba noqueado y el estado en el que se encontraba era deplorable.
Magnus estaba tirado en el suelo, justo dónde lo había dejado Zinko. Seguía con su mirada neutra y, a decir verdad, era sorprendente que no demostrara dolor alguno por las heridas que tenía.
Pero como siempre dicen: "La verdad es más fuerte que la mentira." Magnus estaba al borde del colapso. Se desmayaría en cualquier momento.
Dejó de emitir su energía azul y a punto de cerrar los ojos escuchó algo.
- Gracias
No era una voz familiar o conocida. Sonaba un tanto rara. Ni siquiera le tomó importancia, solo cerró los ojos.
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9332 palabras.
Y aquí llegó el origen.
Espero que les haya gustado este episodio, personalmente, es el que más me ha gustado hacer.
Esto en si no es el origen como tal, es la semilla que da origen al fruto.
En fin estaré mejorando la historia. No olviden hacer alguna sugerencia.
Que tengan un lindo día o noche xd
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