Canciones tristes: parte 2.

NARRA FRISK.

Me encontraba de pie frente a un salon buscando mi nombre en la lista de calificaciones pegada a la ventana, era mi última asignatura por pasar, y me era difícil contener las ansias pues al fin esas dos eternas semanas de finales ya habían concluido. Para muchos significaba libertad, para mí una nueva oportunidad con Sans. Una vez ya corroborado que mis notas eran perfectas, charlar con algunos profesores y despedirme, me dirigí a la salida, cuando en el pasillo principal me alcanzó Samantha.
-¿ya eres libre?.- dice sonriente mientras se abalanza sobre mí para abrazarme.
-¡ya por fin!, ¿y tú?.-  respondí devolviéndole el gesto.
-también, vamos a celebrar, yo invito los helados.-
-gracias Sammy pero no puedo.-
-¿por qué?, ¿ya quedaste con el esqueleto?.-
-no, no eh sabido nada de él, desde ese día.- mi euforia se esfumó.
-animo Frisk, no puedes retroceder ahora.-
-no lo haré. Antes de ir al trabajo pasare a su casa a dejar la ropa prestada y poder charlar un poco.-
- ¿que?, ¿vas a trabajar estas vacaciones también?, esperaba que pasaras conmigo las vacaciones en la playa.-
-suena bien, pero ya empiezo a trabajar hoy, necesito el dinero, sabes que no tengo familia.- 
-lo sé, pero siempre te esfuerzas tanto, en fin, si cambias de opinión o si tienes descanso avísame y nos vamos aunque sea un día ¿ok?.-
-de acuerdo, ¡nos vemos, el que está ahí es mi bus!.- dice apresurándose a la salida.
- ¡felices vacaciones sammy!.- gritó agitando mi mano en señal de despedida.
Ya en mi casa, tomó una bolsa de papel cartónsillo y guardo la ropa de Sans que por supuesto había lavado con anterioridad y doblada pulcramente; tome mi bolígrafo favorito y en un post-it volví a escribir mi numero, algo me incitaba a creer que por alguna razón lo había perdido, Sans no parece ser una persona muy cuidadosa, y quizá el también tenía miedo de verme tanto como yo a él y por eso no me había buscado. Mire la hora faltaba 40 minutos para las 4 el tiempo perfecto para ir, además mi trabajo me quede a de camino. Sosteniendo ese pensamiento tome la bolsa de la correo de ilaza, mi mochila y salí. 

Ya podía ver su casa a la distancia desde la acera por donde caminaba y como maldición humana, los nervios me traicionaron inundando mi cabeza con malos recuerdos de aquel día; "¿y si él no me buscaba por qué realmente no quiere verme?, después de todo le dije cosas horribles" lentamente detuve mi andar, me quede estática a solo pocos metros. "él fue tan lindo y atento y yo le pague arrojándolo al suelo y diciéndole monstruo" retrocedí un paso. "tal vez esto es mala idea, tal vez lo mejor será que lo deje en paz." "...¿tienes idea del limbo que ah de estar pasando?. Tal vez tú eres su salvación..." La voz de Samantha en mi cabeza atravesó todos esos pensamientos como bala a un cristal y algo dentro de mí se lleno de determinación. Corrí hasta llegar al pórtico y toque con fuerza la puerta. Estaba nerviosa, temblaba, me dolía el estómago, sentía que mis pies me arrojarían al suelo en cualquier comentó, no sabía qué decir, no sabía cómo reaccionar cuando abriera, aún así debía hacerlo, quería verlo.
Pero...nadie abrió.
Un poco cabizbaja deje la bolsa en el pórtico, no quería un regaño por llegar tarde el primer día. Vi por última vez la desolada bolsa, suspiré y me marché.

NARRA SANS.

¿Que estoy haciendo con mi vida?, desde ese día lo único que hago es ir a Grillby's a beber hasta caer, dormir de día y vagabundear de noche. Ya ni siquiera voy al parque, siento como si hubiera fallado, ¿por qué yo no puedo seguir con mi vida como lo hacen los demás?, ¿por qué esa chica me hace tanta falta?, al principio pensaba que solo la intentaba remplazar por la niña, llenar un hueco, que intenté llenar con alcohol y placeres carnales, pero no importa qué tipo de alcohol ingiriera o con cuantas prostitutas humanas me acostará, ella siempre estaba en mi mente, ya no como Frisk la pequeña humana del subsuelo, sino como Frisk la joven humana que me  cautivó. Metí las manos en los bolsillos para protegerme del frío, pues el invierno soplaba con intensidad, cuando en esta toque algo que de momento mi mente no asimiló con ningún objeto conocido, al sacarlo mis cuencas se abrieron como platos al ver el corazón de Rubí relucir en la Palma de mi mano. Era gracioso por qué es lo único que ah podido salir "vivo" de esa infernal lavadora.

-heh, mi vida no es más que un burdo chiste.-  dije mientras me colocaba dicho collar.
Por la posición de la luz solar pude calcular que era pasada de las 7:00 am. Deje salir una nube de aliento helado en un suspiro y aparecí en mi habitación. Rato después los gritos exigentes de Papyrus me obligaron a bajar; mi expresión se ensombreció al ver a Undyne y Alphys sentadas en el sofá mirándome y Papyrus de pie a lado de ellas, significaba problemas.
-wow, ¿a qué se debe la reunión?,no es mi cumpleaños.- exclamé  burlón.
-SANS, NECESITAMOS HABLAR.- era divertido cuando Pap usaba un tono de voz como si fuera mi padre.
-¡más vale que empieces hablar pequeño saco de huesos!.- gritó Undyne mientras sacaba una lanza en pose de batalla.
-T-tranquila Undyne, s-Sans, tienes que contarnos...por favor.- siempre la pacífica y nerviosa Alphys.
-oh, ¿hablan de ella?.- respondí sin cambiar de expresión y ellos afirmaron al unísono.
-hmm...creo que su nombre era Lucía.-
-¿de qué demonios hablas?.- gritó Undyne.
-¿qué no querían saber de la chica con la que pase la noche?, aunque, ahora que lo pienso, creo que ese era el nombre de la botella.-
-¡te voy a llevar al deshuesádero...tu..pequeño!...- explotó y yo solo reía.
-¡Undyne!.-gritó Alphys haciendo que ella se calmara y volviera a tomar asiento, me recline en la pared frente a ellos y los miraba fijamente.
-Sans... ¿por qué Frisk...- cuando al fin tuvo el valor de hablar, la interrumpí bruscamente, no quería que nadie hablará de ella.
-se lo que estás pensado, pero no. No es ella. La pequeña esta muerta ¿lo olvidan?, solo es un chica que se parece y se llama igual. Lo sé, su alma destella azul.-
-ESO ES MENTIRA, SU ALMA DESTELLA VERDE.- afirmó Papyrus.
-¿qué?.- conteste.
-SI, YO, EL GRAN PAPYRUS LO VIO AQUEL DÍA QUE ESTÁBAMOS COCINANDO JUNTOS, SU PASIÓN NO PUDO CONTENERSE MÁS Y SE DESBORDÓ ANTE AQUELLA NOBLE TAREA. AUNQUE DEBO AÑADIR QUE FUE BASTANTE TENUE, POBRE, SU PASIÓN POR LA COCINA AÚN NO ES LO SUFICIENTEMENTE FUERTE COMO PARA RESPLANDECER IGUAL QUE UNA ESTRELLA.- 

Todos miramos confundidos a Papyrus, hasta que Alphys rompió el silencio lanzado su argumento hacia mi.
-Sans, ¿aislaste su alma para verla?-
-por supuesto, pero cada vez que lo hacía, no podía ver nada, como si dentro de ella no hubiera nada, su alma solo se hizo presente en el brillo.-
-eso es imposible.- respondió Undyne. Otro silencio incómodo nos abordó y yo solo podía concentrarme en el gesto reflexivo de Alphys.
-bueno, bueno, dulzuras ya basta de eso, mejor hay que concentrarnos en la verdadera razón por la cual venimos aquí.- respondió Metatton, bajando dramáticamente por las escaleras.
-¿de dónde saliste tu?.- dije sorpresivo.
-del baño, necesitaba un retoque.-
-entonces, si no venían a interrogarme por ella, ¿cuál es la verdadera razón?.- cuestioné algo molesto.
-AJEM, SANS TE EH NOTADO CABIZBAJO ESTAS ÚLTIMAS DOS SEMANAS, Y CAMBIAR DE AIRES SIEMPRE ES BUENO, O AL MENOS ESO DICEN EN MI NUEVO LIBRO, "COMO AYUDAR A UNA PERSONA DEPRESIVA" ASÍ QUE YO, EL GRAN PAPYRUS PENSÉ QUE...-
-Alphys te agendó una entrevista de trabajo para hoy.-
-OWW UNDYNE.-
-lo siento Papyrus, estoy segura de que era un gran discurso, pero la cita es a las 3:00 pm.-
-chicos chicos, les agradezco su preocupación, pero estoy perfectamente bien, además no tengo ropa para algo así.-
-bueno pues en eso entro yo cariño, ¡ta ran!.- exclama Metatton mientras saca a la vista un traje elegante pero no tan formal conformado por una camisa de vestir en tono burgundy, Pantalon recto en negro mate con corbata ancha y mocasines lustrosos a juego.
-como siempre usas tonos azulados, escogí este conjunto para ti, un cambio de apariencia también te sentaría bien corazón.- continuó el egocentrico Metatton.
-realmente no esperan que use eso ¿verdad?.-
-v-vamos Sans, Papyrus estaba muy preocupado por ti y nos pidió ayuda.- miro unos segundos a Alphys y después pasó mi mirada a Papyrus.
-PUES CLARO QUE ESTABA PREOCUPADO. QUE CLASE DE HERMANO SERÍA SI PERMITIERA QUE SE SALIERA DEL CAMINO DE LA RECTITUD. ADEMÁS TAMBIEN GRILBY ESTABA PREOCUPADO, ME LLAMO ANOCHE DICIENDO QUE SU DESPENSA DE KETCHUP ESTABA INTACTA Y QUE LO ÚNICO QUE CONSUMIAS ERAN BEBIDAS ALCOHOLICAS.-
Mire las caras de todos llenos de preocupación y compasión, no podía hacerles esto, a ellos realmente les importaba, así que accedí tome la ropa y me dirigí a mi cuarto, al colocarme la camisa vi el pequeño dije de corazón oscilar entre mis costillas y decidí llevarlo puesto, termine de vestirme, Metatton roció colonia sobre mí y salimos de casa.

La entrevista de trabajo fue un éxito, cumplí con todas las espectativas de los directivos o al menos eso me dijeron pero decline la oferta sigo firme en mi decisión de que eso no es para mí. Todos se fueron tan pronto me dejaron en las oficinas según ellos harían los preparativos para festejar mi nuevo empleo cuando regresará; lo siento chicos no regresaré esta noche. Y así me encontraba de vuelta en la calle, el sonido mis pasos y uno que otro auto era los únicos ruidos que se escuchaban en la avenida central de la ciudad, había aflojado mi corbata un poco sentía que el nudo estrangulaba mis vértebras, y entre paso y pasó mis ojos se posaban en el infinito azul del cielo nocturno, siempre me atrajeron las estrellas, incluso en el subsuelo soñaba con verlas algún día. De pronto el sonido de un claxon próximo a mí me hizo girar, se trataba de una limosina discreta pero elegante, el vidrio de la parte trasera se bajó para dejar ver a su pasajero.
-Sans, ¿qué haces por aquí tan solo?.-
-alcaldesa, muy buenas noches.- le hice una reverencia como broma aprovechando que llevaba un traje.
-oh vamos Sans, no es necesario que me llames así, solo dime, señora Toriel gobernante de los monstruos en la superficie.-
-bueno, eso me costará recordar.-
-era una broma Tontin,-
- dime Sans,¿estás ocupado?.-
-no realmente.-
-¿me dejas invitarte a cenar, conozco un buen lugar aquí cerca?.-
Mi apetito me recordó que no había comido nada desde la mañana, así que no pude rechazar tal invitación, después de todo Papyrus dijo que un cambio de aires es bueno, tenía mucho tiempo que no hablaba con Toriel, me subí con ella a la limosina, un par de chistes malos después llegamos a un lugar bastante agradable y amplio, con tapices en los muros de color marrón y kaki, muebles de estilo minimalista en color chocolate y cubiertos elegantes. Se podía ver a los meseros pasear de mesa en mesa, los varones llevaban un traje de vestir, similar al mío, solo que la camisa era color vainilla y en las mujeres una falda con volados que entallaba hasta la cintura y decorada con 3 pares de bonotes dorados. Nos sentamos en una más cerca de la ventana y comenzamos a charlar mientras llegaban a pedir nuestra orden.

-buena elección Tori.- digo mientras sigo examinando el lugar.
-es el nuevo Cafe de Muffet, esta franquicia la acaba de abrir.- contestó mirándome atentamente.
-heh, siempre tuvo buen gusto.-
-y dime Sans a que se debe que estés tan presentable.- me soltó una mirada insinuadora como si me atrapara en el momento justo de una cita confidencial.
-¿que?, ¿esto?, salí a romper corazones, ¿acaso te conquiste?.- continúe jugando, la amistad que tenía con ella nos daba cierto grado de comodidad y libertad, de cierto modo era fácil hablar con ella.
-oh sansy, te vez muy guapo así jejeje.- sonrie y me sigue el juego tomando mi mano sobre la mesa, cuando la voz de la mesera interrumpe.
*cof cof*- buenas noches.- la voz familiar hizo que la mirara completamente perplejo mientras ella continuaba. -mi nombre es Frisk y esta noche seré su mesera, ¿están listos para ordenar?.- "no puede ser, ¿por qué tenía que encontrármela a ella justo ahora?, justo así". Sus fríos ojos hazel se balanceaban entre yo y Toriel carentes de emoción. Solo la podía mirar perplejo intentando adivinar sus pensamientos.
-oh, sí claro tesoro, para mí será una taza de té de flores doradas y una rebanada de pie de manzana por favor.- prosiguió Toriel, ella después de apuntar todo clavo los ojos en mí y con el mismo tono frío y duro dijo -¿y para el caballero?.- "oh dios, oh dios, ¿y si piensa que estoy en una cita con Toriel?, vio cuando me tomo la mano, seguro me odia, seguro piensa lo peor".
-Sans, ptch, la joven te está esperando.- me arrebató de mi mente.
-¿que?, oh si, um...café negro...- finalmente respondí intentando ocultar mi rostro dentro de la carta. Ella regresó los ojos a su pequeña libreta y repetía lo que dije pausadamente mientras lo escribía. -...con...- ella al escuchar mi voz dejó de escribir y volvió a mirarme. Sentía sus ojos como dagas atravesándome -...con canela.- termine de decir, regreso a apuntar guardo la pluma y libreta en un pequeño bolsillo que usaba y exclamó. -en un momento les traigo su orden. Les retiraré las cartas.- y se marchó sin mirarme, sin ninguna expresión, mientras que yo, no podía quitarle la vista de encima.
-es linda ¿no?.- comentó Toriel a percatarse de que no descolgaba la mirada de ella.
-si.- contesté a penas audible aún sin cambiar de posición.
-sabes por un momento me recordó a...-
-lo sé. A mí también.- la interrumpí abruptamente y con la mirada la sentenciaba a no terminar esa oración. Tori ante esto retrajo su rostro un poco y continuó.
-Sans hay una razón por la cual te invite.-
"Al parecer hoy todo el mundo tiene razones para estar conmigo." Pensé frustrado.
-quería hablarte, de lo que está pasando. Sé que nos culpas a Asgore y a mí por lo de aquel día y te entiendo, pero, no soporto verte así, por favor Sans, no te castigues de esa manera. A mí niña no le gustaría verte así.- trato de sonar dulce y comprensiva.
-heh, sabes es gracioso que digas eso, por que ella jamás me preguntó lo que yo quería cuando tomo esa decisión.-
-ella era muy madura para su edad, entendía muchas cosas y solo quería salvarnos, ¿por qué desprecias la oportunidad que ella te brindó?.-
-¡sólo tenía 8 años Toriel, era una niña!.- alcé la voz notablemente molesto.
-Asgore no la mató.- su voz paso de dulce a sería y autoritaria.
-dejarla morir es lo mismo que asesinarla.- continúe entre dientes tratando de ocultar mi evidente enojo.
-Sans, él no la dejo morir. Asgore jamás tomó su alma. Al contrario le dio clemencia. Pero jamás nos dejaste explicarte.-
-entonces...-
-fue flowey.-
-¿quién?.-
-oh, es verdad no lo conociste, era una flor dorada con la capacidad de hablar, nadie sabe de dónde salió, un día simplemente apareció. Esa flor atacó a Asgore y lo dejó muy débil. Mi niña lo protegió luchando contra esa flor.eso fue lo último que vio antes de desmallarse para cuando el despertó, la barrera ya estaba rota y tanto flowey como Frisk habían desaparecido-.
Agache la mirada reflexivo, ¿acaso era la flor parlante de la que me contó Papyrus en aquella ocasión?, parece ser que entre mas descubro cosas más dudas encuentro. Toriel volvió a tomar mi mano está vez el tacto era más gentil.
-Asgore siempre se ah culpado por eso, no hay un día en el que no se diga así mismo que debió ser más fuerte, esta destruido.-
-no es el único.- respondí al mismo tiempo que retiraba mi mano. Me levante saque el efectivo suficiente como para pagar la taza de café que había ordenado y lo coloque en la mesa.
-gracias Toriel, pero tengo que irme.- respondí mientras me dirigía a la salida. Antes de cruzar la puerta pude ver a Frisk, parada a unos pasos de mi sosteniendo la bandeja con nuestro pedido y una confusión en el rostro.
-¡sans! ¡Sans espera!, ¿a dónde vas?, ¡déjanos ayudarte!.- gritaba Toriel llamando la atención de todos y tratando de alcanzarme pero para cuando salió del lugar yo ya no estaba.

Llegue a casa, raras ocaciones utilizó la puerta principal y esta era una de ellas, al entrar vi una enorme lona colgada por cuerdas en la parte superior de la sala, con letras irregulares decía [bien hecho sans], parecía ser algo que Papyrus haría. Me abrí paso entre vasos y platos desechables, daba la impresión de que fue una gran fiesta o al menos amena, había lanzas por toda la sala y espagueti derramado por todos lados. Ya no había nadie, por la hora en la que llegué no me sorprendía. Me serví un poco de los restos de la cena, una vez terminado subí y al abrir la puerta de mi cuarto la voz de papy me detuvo.
-¿SANS?.- susurro Papyrus mientras salía lentamente de su alcoba.
-oh, perdón papy, ¿te desperté?.- le dedique una sonrisa gentil.
-NO, ESTABA DESPIERTO.-
-lamento no haber podido llegar a la fiesta, la entrevista se alargó.-
-ESTA BIEN HERMANO, ¿COMO TE FUE?.-
-welp, ellos buscaban a alguien más capacitado.-
-¡QUE!, ¿COMO SE ATREVEN?.- se molestó
-no te preocupes, ya habrá más entrevistas. Peroné cesitaré más de tus consejos.- le guiñó.-
-OH POR DIOS SANS, MEJOR YA DUÉRMETE.-
-ok bro, enseguida voy a leerte el cuento solo deja me visto y voy por algo de leche tibia.- continuó con los chistes, él hace sonidos inaudibles a la vez que da un portazo, "creo que hoy tampoco habrá cuento hehe."
Entre a mi cuarto y lo primero que pude notar sin encender la luz fue una extraña forma sobre mi cama, me acerqué y al tocarla descubrí que se tara taba de una bolsa de papel, y extrañado la abrí. Era mi ropa, la que Frisk se había llevado, "pero, ¿cómo?".sin pensar más me quite el ridículo traje y me coloqué esa, al pasar mi cabeza por la camisa un fresco y embriagador aroma me lleno y volví a sonreír feliz. -niña...- suspiré. Acto seguido me tumbe a la cama, pero a los pocos segundos me percaté de algo que me picaba dentro de la prenda, así que metí mi mano solo para encontrar un trozo de papel con lo siguiente:
¿empezamos de nuevo? Frisk.

Y un número de teléfono. La ironía de todo esto hizo que comenzara a reír y el dolor lo combirtio a llanto.


Tibia y peroné. Huesos de la parte baja de la pierna.
Burgundy. Es un tono de rojo oscuro, como el de la imagen.
Hazel. Color entre amarillo y miel.

Fin de onceavo capítulo, wow creo que al final si termine escribiendo mucho más de lo que pensé y eso que también iba poner la perspectiva de la cita con Toriel narrada por Frisk, pero se me hizo ya mucho XD como siempre gracias por leerme. Los quiero ~ 💙

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