Capítulo 6
Capítulo 6.- La nueva y el juicio.
7 de Enero, 2039
17:36.09
Sitio actualmente desconocido.
Verificación de sistemas.- En proceso...
Verificación de sistemas.- Completado.
Inestabilidad del software.- Normal.
Estado del hardware.- Normal.
Reparaciones internas.- Innecesarias.
Iniciando...
Abrió sus ojos, y lo primero que pudo ver fue un techo de color blanco.
¿Dónde estaba? ¿Qué pasó?.
Giró levemente su cabeza observando alrededor. Estaba en una especie de habitación completamente blanca, acostado en una camilla que había allí. Miró un poco más a su izquierda, observando que había un aparato con una bolsa de lo que identificó como sangre azul, el cual tenía un pequeño tubo conectado. Siguiendo el tubito lo encontró conectado a su brazo, en la zona interna del codo específicamente.
Escuchó una puerta abrirse, lo que lo hizo voltear, viendo al teniente entrando.
Hank:Connor – se acercó a él –, me alegra que estés bien. Sinceramente me asusté mucho cuando te desmayaste allá en la estación. Si no hubiera sido por tu LED hubiera pensado que estabas muerto.
Connor:¿Me desmayé?.
Hank:Recuerdas lo que pasó ¿Cierto?.
El androide frunció el seño, intentando recordar lo ocurrido, lo cual tardó unos minutos.
Connor:... Sí.. Lo recuerdo. ¿Qué pasó con el señor Storm?.
Hank:Tras agredir a un oficial de policía y hacer homicidio se le condenaron varios años de prisión, aunque al saber que tienes a su hijo de seguro intentará lo que sea para que se lo devuelvas.
Connor:Claro. – volvió a mirar aquel sitio – ¿Dónde estamos?.
Hank:En Cyberlife. Desde que los androides son libres estos lugares se volvieron como un hospital para ellos, o eso fue lo que me dijeron. Así que ahora te va a entender un doctor, como a los humanos, solo que es experto en todo eso de los androides.
Después de todo eso, se escuchó el leve golpe de los tacones de aguja que poseía la doctora, quien iba entrando a la habitación viendo una tablet.
–:Muy bien. Buenos días a ambos, soy la doctora que estará atendiendo al paciente mientras se encuentre aquí – hablaba distraídamente, sin prestar mucha atención al par. Connor pareció reconocerla, porque abrió en grande sus ojos.
Connor:¿Olivia?.
Al parecer ese era el nombre de la doctora, ya que en cuanto escuchó al androide levantó la cabeza y lo miró, con expresión de sorpresa total.
Olivia:¿Connor?. – se quedaron viendo por un momento, pero la mujer empezó a formar una sonrisa que se fue agrandando con los segundos, al igual que el menor que tenía un brillito en los ojos – ¡Oh santo cielo, Connor! – corrió hacia él y lo abrazó fuertemente, cosa que el más joven correspondió – ¡No puedo creerlo! ¡No esperaba volterte a ver!.
Connor:Sinceramente yo tampoco – hablaba con felicidad. El hombre mayor solo miraba extrañado.
Hank:Creo que ya quedó claro que se conocen.
Olivia:Oh cierto, lo lamento. – soltó al androide y se acercó a Hank – ¿Usted es quien se hace cargo de Connor?.
Hank:Sí.
Olivia:En ese caso – extendió su mano la cual el teniente tomó, saludándose – mi nombre es Olivia Lucía Hernández, actualmente soy doctora androide en Cyberlife Detroit y... – miró a quien se encontraba en la camilla, quien tambien la miraba sonriendo suavemente – yo soy quien creó y activó al RK800.
Los ojos de Anderson no podían estar más abiertos. Tenía frente a él a la persona que hizo funcionar a su androide.
Connor:Hank, ¿Se encuentra bien? – el mencionado reaccionó al darse cuenta de su estado.
Hank:Sí sí, estoy bien, solo... Esto nunca me lo esperé.
Olivia:Ya nos dimos cuenta. – rió levemente – bueno, regresando a lo importante – giró sobre las puntas de los tacones, en dirección a Connor, y juntó sus palmas dando un pequeño aplauso –, cuéntenme qué ocurrió.
Y así pasaron un buen rato, narrando a la mujer que cambiaba de expresión en cada frase contada.
Olivia:Ayyy – suspiró, pasándose las manos por la cara – ¿Porqué sigue existiendo gente que odia a los androides, eh? No quieren aceptar que son otra raza más, como los animales o seres humanos.
Hank:Créeme que eso quisiera saber. Ahora solamente quiero que Connor esté bien.
Olivia:Que tierno, te preocupas por él, es tan lindo – decía enternecida. Le agradaba la gente que se preocupaba por los androides como lo harían por un ser humano.
Hank:Sí sí. – se cruzó de brazos y miró a otro lado, con un leve sonrojo por lo dicho – solo verifica que Connor esté bien.
La joven rió un poco y procedió a hacerle unos últimos chequeos al menor, en los cuales verificó que todo se encontraba normal.
Olivia:Bien, todo se encuentra en perfecto estado, nada más te pido que no te expongas a situaciones en las que tengas que moverte mucho o tengas que girar mucho el cuello. La herida era muy profunda y fue muy dificil cerrarla, así que aparte de hacerlo tuvieron que cubrirla con algo – tomó un espejo que llevaba con ella y se lo pasó, donde pudo ver que en su cuello se encontraba un vendaje especial para androides. Cubría toda la zona, como un collarín muy delgadito.
Connor:Lo tendré en mente. Gracias – sonrió a la doctora.
Olivia:Todo por mi androide favorito.
Pasaron unos momentos y una enfermera entró a la habitación.
–:Doctora Hernández, hay varias personas que vienen a visitar al RK800, así que solicito su autorización.
Olivia:De acuerdo, déjalos entrar.
La enfermera asintió y se fue, cerrando la puerta. Unos cuantos minutos después regresó, pero esta vez no estaba sola.
Connor:¿Markus?.
Markus:Hola, amigo. – saludó entrando junto a los tres otros androides y Hank -quien había tenido que salir para que Olivia realizara los chequeos a Connor- que tenía al bebé en brazos – Hank nos avisó de lo ocurrido. ¿Cómo te encuentras?.
Connor:Estoy bien, todo está normal.
Olivia:¡No puede ser! – se acercó al teniente, viendo al niño que estaba dormido –, ¿Éste es el chiquitín que rescataste? Es tan tierno.
Simon:... Y usted... ¿Quién es? – preguntó extrañado al igual que los otros recién llegados. Olivia reaccionó otra vez.
Olivia:Lo lamento, no me resisto a los niños. Me llamo Olivia, soy la creadora de Connor.
La reacción de los androides fue la misma que tuvo Hank hace un rato.
Josh:¿T... Tú creador? – preguntó al menor de los androides. Connor asintió.
Connor:Ella es quien me vio "crecer" en cierta forma, verificando mis sistemas para poder salir a mi primer misión con divergentes – recordó aquella misión, cuando tuvo que tratar con el PL600 de nombre Daniel en aquella azotea, con la rehén.
Markus:Oh, ya veo. Bueno, mi nombre es-
Olivia:Markus, el líder divergente. ¿Quién no los conoce?. – comenzó a hablar como un narrador de suspenso – Markus, la esperanza de los androides, junto a sus compañeros y amigos, North, Josh, y Simon, al igual que Connor, antes cazador de divergentes, quien liberó a todo un ejército de androides de la Torre de Cyberlife en Detroit. – los androides no pudieron evitar reír por como hablaba, aunque despues volvió a hablar normal – todo fue pasado en vivo y en directo por todos los sitios posibles. Estuve en el extranjero pero aun así lo ví todo.
Simon:¿En el extranjero?.
Olivia:Soy mexicana. Durante la rebelion androide estuve en casa de mi familia en mi ciudad natal, asi que no viví el momento, aunque me hubiera gustado – hizo un puchero ante lo ultimo dicho.
Markus:Claro. – sonrió levemente – bueno, siendo la creadora de Connor, considerate parte de la familia ahora – la humana se mostró sorprendida ante esas palabras.
Olivia:¿De verdad? – el moreno androide asintió – que amable de tu parte, Markus. Ya veo porqué eres el líder – rieron levemente ante las últimas palabras. Un pequeño sonido sonó en la habitación, al parecer de la tablet de la doctora, quien revisó el aparato – muy bien, me acaba de llegar la autorización para dar de alta a Connor, así que puedes vestirte y se pueden ir. Por favor todos fuera para que pueda cambiarse.
Y así todos salieron de la habitación dejando al menor de los androides solo, aunque Olivia le quitó la intravenosa antes de salir también.
Connor se sentó en la orilla de la cama, dejando que sus piernas colgarán en ella. Se quitó la bata de hospital que traía puesta quedando completamente desnudo al no traer ropa interior, lo cual fue lo primero en ponerse junto a las medias, después la camisa y el pantalón, los zapatos y cinturón, la corbata y al final la chaqueta.
Debido al programa instalado desde su activación, no pudo evitar arreglar las sábanas de la camilla al igual que doblar la bata y ponerla sobre ésta.
Ya hecho todo eso salió, viendo a los otros.
Olivia:Arreglaste la habitación antes de salir ¿Cierto? – el recién dado de alta solamente se frotó la nuca ligeramente avergonzado.
Josh:¿Cómo supiste eso?.
Olivia:¿Se te olvidó tan rápido? Soy la creadora de Connor, conozco cada movimiento que hará. Bueno, eso era antes de la divergencia, ahora no puedo predecir nada, lo que me alegra sinceramente.
Antes de decir algo más, el LED de Connor se puso en amarillo y parpadeó repetidamente. Los demás androides, al no saber lo que pasaba, se preocuparon.
Markus:¿Connor? ¿Oigan eso es normal? – preguntó a los humanos.
Hank:Sí tranquilo, se pone así cuando llegan casos nuevos. Está recibiendo la información. – el androide detective reaccionó – ¿Un caso nuevo?.
Connor:...No... No lo es – hizo una pausa, viendo un punto perdido –... Acaban de pagar para liberar al señor Storm, y no pudieron hacer nada contra eso... – miró a los demás – acaban de demandarme por secuestro.
–:¡¿Qué?! – la sincronización lució muy cómica al poseer el mismo tono de voz y expresión de desconcierto-sorpresa.
Markus:¿Cómo que acaba de demandarte? Es un asesino y narcotraficante, no tiene sentido. Ni siquiera tiene derecho a eso ¿O sí?.
Connor:Debido a las leyes impuestas hace ya unos cuantos años, sí, tiene el derecho total de hacer denuncias, y al ser los androides seres vivientes también, es posible hacerlas contra ellos.
North:Pff, que ridiculez – se cruzó de brazos.
Simon:¿Y qué harás al respecto? No tienes abogado como para defenderte.
Olivia:De hecho – alzó una mano pidiendo permiso para hablar, por lo que los demás la miraron –, este trabajo me otorga un abogado en caso de problemas legales. Nunca he llegado a utilizar sus servicios, así que creo que Connor podría estrenarlos ¿Qué dicen?.
Connor verifico en las normas jurídicas si aquello de "prestar" abogados estaba bien. Al parecer sí lo era, porque no había nada que dictara lo contrario.
Connor:Parece que no hay problema.
Olivia:Entonces estamos en un acuerdo. Llamaré al abogado para hablarle de la situación, ustedes son libres de irse.
Hank y Olivia intercambiaron números para registrarlos en sus celulares. Después de ello el grupo salió del hospital.
Markus:Bueno, creo que aquí nos separamos. Solo vinimos a ver cómo estabas, tenemos cosas que hacer.
Josh:Avisanos cuando sea el día del juicio, que necesitamos saber cómo termina.
Connor:Claro, nosotros les decimos. Nos vemos luego – y cada quien se fue por un lado.
Debido al incidente de Connor, el capitán les dio lo que restaba del día y el siguente libre, así que al salir de Cyberlife se fueron inmediatamente a casa.
Connor:Hola, Sumo – se agachó para acariciar al animal que los recibía meneando la cola feliz. El can se acercó a su cuello y olfateó la venda, curioso por aquel nuevo accesorio que traía puesto – no es nada, solo un pequeño accidente. No hay que preocuparse.
Hank:¿Sabes? A veces siento que mi perro, que ha estado más tiempo conmigo, te quiere más a ti que a mí – hablaba fingiendo estar ofendido.
Connor rió levemente, se levantó y tomó al bebé de los brazos del mayor quien se agachó, esperando que su perro se acercara a él. Sumo solo se quedaba viéndolo.
Hank:¿Qué? ¿Ya no hay cariñitos para mí? – justo cuando terminó de decir eso, el perro corrió y se le lanzó encima, lo que hizo que cayera de sentón al suelo con Sumo lamiéndole la cara – ok ok eso ya es mucho, ya es mucho, ya ya ya ya ¡Sumo!.
Dejó de reprocharle a su perro al escuchar un sonido que nunca antes había escuchado, uno que le pareció increíblemente adorable: Connor estaba riendo, en voz alta.
Levantó la cabeza y vio al joven androide, quien tenía una linda sonrisa en la cara mientras soltaba una risa que sonaba tan real, tan limpia, tan alegre... Tan viva.
Fue tan contagiosa que no pudo evitar reír también, por lo que ambos cuando se dieron cuenta ya estaban riendo juntos mientras que Sumo daba ladridos, al parecer también queriéndose unir.
Nunca había tenido un ambiente tan alegre en esa casa desde hace años.
9 de Enero, 2039
9:05.39
Casa de Hank.
Olivia:Muy bien, esto es lo que sé.
Ahora mismo, todos se encontraban en la casa de Hank y Connor. La nueva compañera en el grupo había logrado que el abogado trabajará en el caso del androide más joven, así que, al ser ella quien recibió la información, citó a todos de inmediato para contarles lo que hasta ese momento sabía.
Olivia:El abogado aceptó trabajar en tu caso, así que se le fue entregada la información sobre el día, hora y todo ese rollo. El día, si no lo cambian, sería mañana a las 7 de la mañana. La sesión es privada, así que no hay que preocuparse por periodistas y todo eso.
Connor:¿El bebé necesitará estar presente?.
Olivia:No lo sé, pero lo mejor sería que alguien se quedara con él fuera del tribunal. Aunque si no se permite que más gente entre aparte del demandante, demandado, abogados y jurado está mucho mejor, así no se queda tan desprotegido. No es mucho lo que sé, así que solo queda esperar hasta mañana para ver qué ocurre.
10 de Enero, 2039
6:30.53
Tribunal de Detroit.
El día y el momento llegó. Allí se decidiría a quién se le otorgaría la custodia del pequeño niño, sin importar que el padre sea un criminal hecho y derecho.
Todos se encontraban en una sala de espera que les dieron para estar mientras la sesión comenzaba. Se encontraban vestidos de manera formal, ya que así se los habían pedido.
Connor se aferraba fuertemente al pequeño que tenía en brazos. Se había encariñado tanto con él que ahora se le hacía difícil que alguien más lo tuviera. Aparte, quien pide su custodia es un criminal, ¡Un criminal!, ¿Porqué está permitido que los criminales demanden? ¡No tiene sentido!.
Olivia:Te preocupa cómo terminará todo esto ¿Cierto?.
El menor levantó la cabeza al escuchar la voz de su creadora, junto al suave golpe de los tacones de aguja que llevaba puestos a juego con el vestido color vino que vestía.
Connor:Jej, creo que ya lo sabes. Tú me creaste a fin de cuentas – la mujer rió suavemente ante lo dicho por el androide y se sentó al lado de él.
Olivia:Todo irá bien. Te aseguro que éste bebé de aquí terminará bajo tu custodia. Osea ¿Cómo se lo pueden dejar a un asesino-narco? ¿Qué pedo con eso? – al androide se le hacía gracioso que Olivia hablara usando aquellas palabras típicas en su país, por lo que no podía evitar reírse un poco.
Connor:Sí. Aunque sabes que todo puede pasar, existe el soborno hacia el juez o el jurado.
Olivia:Ya lo sé – suspiró. Hubo una pausa hasta que su celular sonó avisando un mensaje – el abogado ya llegó. Iré a ver qué rollo con él.
Y se fue de la sala. Todo quedó en silencio por unos cuantos minutos, lo que hizo que el androide volviera a tensarse, hasta que llegó un policía y todos lo miraron.
–:¿El demandado? – Connor se puso de pie – la sesión está por iniciar. Se le solicita en la corte, solo usted puede ir – el androide asintió.
Connor:De acuerdo – le entregó el bebé a la persona más cerca de él -Simon-, y salió de la sala siguiendo al hombre.
Caminaron por unos pasillos hasta que el policía se detuvo.
–:Es aquí – Connor iba a abrir las puertas pero el hombre sujeto su muñeca, deteniendo sus acciones. Lo miró extrañado.
Connor:¿Ocurre algo?.
–:... Sé que el demandante es un criminal, por lo que sospecho que, si él gana, probablemente lo use como mula de carga para trasladar droga – hubo un silencio por un momento –... Gana la sesión, y mantén a ese pequeño bajo tu custodia. No tiene la culpa de nada – Connor sonrió levemente.
Connor:Eso haré.
El policía lo soltó y abrió la puerta, permitiendo que Connor entre, cerrando las puertas detrás de él.
Actualización 12/junio/2019
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