Capitulo 3.- Entreteniéndose

2 de Enero, 2039
19:35.22
Casa de Markus.

La lluvia se había vuelto una tormenta en cuestión de horas, lo que le daba a saber que posiblemente el huracán estaba sobre Detroit. La velocidad del viento se mantenía a 62 km por hora, lo que significaba que Leslie se mantenía en categoría tres, y también se mantenía la probabilidad de que su categoría subiera o bajara.

Justo ahora estaba observando la lluvia caer a través de uno de los ventanales de aquella gran mansión con el pequeño que encontró horas antes en sus brazos. Ya había explorado todo lo que pudo en aquel sitio, así que no tenia nada más que hacer.

Los demás se habían ido a diferentes sitios a hacer algo, así que se encontraba solo a excepción del niño, pero él no podía hablar así que no podían tener una conversación.

Aunque de todos modos, le gustó el simple hecho de admirar aquellas gotas de agua caer hasta llegar a uno de sus destinos en el suelo aunque, si fuera una simple lluvia pasajera, la encontraría relajante.

"¿Cómo se sentiría la lluvia?" Se preguntó. Ya había estado bajo ella pero nunca había podido sentirla, y quería, pero no era un humano como para tener la dicha de hacerlo.

Envidiaba a los humanos de cierta forma. Ellos sí podían hacer cosas que los androides no, cosas que a él le encantaría hacer como oler, sentir las cosas, sentir el calor y el frío de los días. Le daba un poco de envidia todo eso.

Negó levemente con la cabeza y decidió mejor hacer otra cosa, se iba a deprimir de tantos pensamientos como esos... Aunque bueno, tampoco puede llorar, no fue programado para ello aunque los demás androides sí lo hayan sido.

Se levantó de la silla donde estaba sentado y se fue a sentar mejor al sofá, ya ahí se preguntó ¿qué puedo hacer por mientras?.

Son los padres del caso de Thomas McQueen.

Aquellas palabras dichas por el policía volvieron a su mente, así que se sentó de mejor manera en el sofá y cerró sus ojos, dispuesto a indagar sobre aquel antiguo caso.

Nombre de la víctima.- Thomas Mitchell McQueen.
Antecedentes penales antes de la muerte.- Ninguno.

El día 31 de Diciembre del año 2037, fue encontrado sin vida en la casa de uno de sus familiares, a la edad de 15 años, al único hijo del americano Newt McQueen y la latina Maria Romero.

A través de la autopsia, se pudo observar que la víctima poseía marcas en sus nudillos junto a varios hematomas en su cuerpo, lo que significaba que tuvo un enfrentamiento para defenderse de su agresor.

La causa de la muerte fueron, en total, 40 apuñaladas en su torso, lo que perforó el corazón y sus pulmones, ahogándolo en su propia sangre.

Al principio, el agresor hizo que la escena pareciera un asalto, pero después se sacó la conclusión de que, en realidad, fue un asesinato por odio.

Este caso fue entregado al teniente de la policía de Detroit Hank Anderson.

Abrió sus ojos después de ello. El caso fue entregado al teniente, eso explicaba su sorpresa al ver los cuerpos de su último caso.

Ahora sí, no tenia nada que hacer, y él no podía aguantar no estar haciendo algo -y su moneda la tenía el teniente... Nunca se la devolvió-, así que se levantó y puso al bebé en el sofá, le construyó un fuerte de almohadas alrededor para que no le pasara nada, y caminó por aquella enorme sala de estar otra vez, buscando algo que hacer.

Se acercó a una estantería que estaba en una de las orillas de la sala y tomó un libro, lo observó y lo volvió a dejar en su lugar.

Miró el piano que estaba al lado de la estantería, se acercó y pasó sus dedos por sobre las teclas, aunque presiono una por accidente y alejó rápido la mano poniéndola en su pecho. Quedó estático unos momentos, pero volvió a acercar su mano y presionó otra tecla.

Se sentó en la banca frente al piano y tímidamente presionó varias teclas, una por una. Y, con apenas un poquito de valentía, tocó una melodía, una que no sabia de dónde había salido ya que no buscó ninguna para tocar, pero se le hacía familiar y le estaba saliendo a la perfección.

Pero entonces, pasó algo.

Parecía una especie de visión, desde la perspectiva de alguien.

Habían unas manos, de piel blanca y lisa, sobre algo que al parecer eran las teclas de un piano de color blanco, tocando. La persona de la perspectiva miró un poco hacia un lado, donde se pudieron apreciar otro par de manos iguales de piel blanca y lisa en otra sección del piano, tocándolo también, aunque nunca pudo ver de quién se trataba.

Markus:Que hermoso.

Ante la sorpresa, Connor presionó una tecla que no debía haciendo que la melodía se cortara. Aquella extraña visión también desapareció. Miró hacia un lado, donde estaba el moreno.

Markus:Lo siento, no quise asustarte – se disculpó, acercándose y sentándose al lado del menor –, solo me sorprendió lo bien que tocas el piano. Esa melodía era muy hermosa – Connor abrió un poco sus ojos con sorpresa.

Connor:Gracias, supongo – sonrió levemente y el líder divergente le devolvió el gesto.

Markus:¿Qué melodía era esa? – preguntó curioso.

Connor:Sinceramente no lo se. Pero se me hacia muy familiar... Como si ya la hubiera escuchado en algún lugar.

Markus:Bueno, de todos modos era muy bonita. A ver cuándo me enseñas a tocarla – bromeó y rió un poco, haciendo que Connor riera también.

Connor:Y tú ¿qué estás haciendo? – preguntó con curiosidad al ver las pequeñas manchas de pintura en sus manos. Markus agrandó su sonrisa.

Markus:¿Quieres ver? – su curiosidad no lo dejaría negarse, así que asintió – vamos.

Se levantaron de ahí y se acercaron al par de grandes puertas que se encontraban al lado de donde estaban, éstas se abrieron y dejó ver el gran salón lleno se pinturas y lienzos que Carl utilizó en su momento y ahora Markus utilizaba. No pudo evitar -como siempre- pasar su mirada por todo aquel sitio.

Markus:Esto es en lo que estoy trabajando – dijo acercándose a una pintura a medio terminar.

Debido a que estaba incompleta no podía ver de qué se trataba pero, por lo que pudo ver, era una persona, un hombre para ser exactos, de cabello rubio y ojos de color. Tenia una ligera sospecha de saber quién era.

Connor:De casualidad ¿ese es Simon? – preguntó girándose para mirar al de piel morena.

Markus:Correcto. – afirmó – Aquí trato de representar la compañía, pero no la típica de amistad o de compañerismo. Es la compañía que se forma a través de un lazo, uno muy fuerte y resistente que es extremadamente difícil de romper. Pinto a Simon representándolo porque nosotros tenemos un lazo, uno por el cual siempre he estado para él al igual que él siempre ha estado para mi. Pues..... Nuestros corazones son compatibles. – rió un poco ante lo ultimo dicho – aunque también tenemos un lazo sentimental.

Connor:¿Sentimental?.

Markus:Sentimental – afirmó. Pudo notar que Connor no entendió de lo que hablaba, lo que lo hizo negar con la cabeza levemente, sin nunca haber borrado su sonrisa en todo ese tiempo que llevan ahí – Simon y yo somos pareja, Connor.

Connor:¿Pareja? – se mostró un poco sorprendido ante ello. El moreno asintió – wow... Esa no me la esperé. Felicidades Markus – sonrió un poco.

Markus:Gracias. – hubo un silencio entre ambos hasta que se le ocurrió algo – oye ¿has intentado pintar alguna vez? – negó con la cabeza – ¿te gustaría internarlo?.

Connor:¿Qué? ¿Pintar? – Markus asintió – no lo se, Markus.

Markus:Vamos amigo. Sabes tocar en piano, de seguro sabes pintar también.

Sin otra elección aceptó. Markus quitó el lienzo a medio terminar y lo puso con cuidado a un lado, después agarró uno nuevo y lo colocó donde estaba el anterior. Le pidió a Connor acercarse y éste obedeció.

Markus:Ahora busca algo para pintar, lo que tú quieras – el joven detective pasó su mirada por varias cosas buscando algo. Markus lo detuvo viendo sus acciones. Le recordaba la primera vez que pintó algo – no necesitas copiar algo que ya existe. Pintar significa crear algo de tu interior, de tu mente, algo que nunca o muy pocas veces hayas visto. Cierra tus ojos, y recrea en tu mente la imagen que quieres representar en el lienzo frente a ti.

Obedeció y cerró sus ojos. ¿Que viniera de su mente? Veamos ¿qué puede pintar que salga de su mente?

Recordó aquellas manos tocando aquel piano.

¿De quien habrán sido? ¿De quién era aquella "visión"?... ¿De quién?.

Y, antes de darse cuenta, ya estaba pintando sobre aquel lienzo con la expectante mirada del moreno androide tras su espalda. Su LED se mantenía en un amarillo constante mientras en su mente aparecían más preguntas de aquella extraña visión.

Para cuando menos se dio cuenta ya había pasado un rato, así que abrió sus ojos, y pudo apreciar la obra de arte que había creado, ya terminada.

Era de un androide, aunque no podía saber el género debido a lo extremadamente andrógino que lucia. El fondo negro "absorbía" su rostro haciendo como una especie de mascara dejando ver apenas unas cuantas mechas de cabello, aunque aún así se permitía saber que estaba mirando hacia abajo, hacia sus manos exactamente, las cuales eran lo único claramente visible en toda aquella pintura debido a que no tenían su piel activada. La pintura trasmitía un extraño sentimiento de duda que podía sentirse con en simple hecho de verla, sin analizarla siquiera. Era de esas pinturas de arte oscuro, pero era increíblemente encantadora.

Markus:Wow – susurró. Connor se mantenía quieto en su lugar.

Connor:No creo que sea algo que le guste a los demás – murmuró.

Markus:¿Qué? ¿Qué estas diciendo? Esta... – dio un suspiro, aun sorprendido – esta pintura es increíble. Una pintura debe reflejar un sentimiento, la tuya lo hace pero, se siente tan real... Como si en verdad esto hubiera sucedido... – decía como el talentoso artista que es – ¿de dónde sacaste tanta inspiración para crear esto?.

Connor:....... No lo se...... – sinceró – realmente no lo se – hubo un silencio por un buen rato.

Markus:Por dios, Connor – se pasó la mano por la cabeza – nunca dejas de sorprender jeje. – Connor sonrió un poco ante lo dicho – aunque... – se acercó a una mesa donde habían varios pinceles y tomó uno que tenía un poco de pintura blanca sin mezclar con alguna otra. Le extendió el pincel a Connor, quien lo miró extrañado – toda obra de arte debe tener la firma de su autor.

El joven detective miró por unos momentos el pincel para después tomarlo y acercarse al lienzo, lo tomó bien en su mano y escribió. "Connor". Asi simplemente, escrito en cursiva, con letra fina y delicada. Miró al moreno, quien sólo sonrió.

Markus:Tu primera obra de arte. – se acercó al menor y lo abrazó por los hombros con un brazo – espero que aceptes cuando te pida hacer una pintura conmigo ¿Eh? – ambos rieron ante las palabras del mayor.

Y continuaron conversando de cualquier cosa.

3 de Enero, 2039
1:23.45
Casa de Markus

Las horas habían pasado volando mientras el par de androides charlaban entre sí. Markus decidió terminar su pintura luego para continuar su plática de cosas triviales con Connor. Hubiera seguido de no ser porque el pequeño había comenzado a quejumbrar, así que ambos se acercaron al sofá -ya que estaban sentados en la mesa del comedor- y Connor tomó al pequeño en brazos quien seguía dando quejidos.

Connor:¿Qué ocurre, pequeño? – decía al no poder decifrar qué pasaba. El bebé comenzó a abrir y cerrar su boquita, como si tratara de agarrar algo.

Markus:Creo que tiene hambre – dedujo al ver los gestos del niño.

Connor:¿No hay nada que podamos darle?.

Markus:Déjame ver si hay algo – y se fue a la cocina. De vez en cuando Leo, el hijo biológico de Carl -y con quién había mejorado su relación-, iba a la casa, así que habían comestibles para cuando se quedaba hasta las horas de comida.

Mientras, Connor se quedó ahí de pie viendo los gestos que hacía el niño. Se le hacía un tanto gracioso como abría y cerraba la boca, parecía un pez.

Pasaron unos minutos viendo al pequeño, y después pasó un dedo por uno de sus pomulitos. ¿Cómo se sentirán? ¿Suaves?.

Y pasó otra vez.

Otra extraña visión. Desde la perspectiva de alguien otra vez.

Las mismas manos de piel blanca y lisa, pero esta vez no estaban tocando un piano, sino que esta vez estaban sosteniendo algo, aunque no se podía ver qué debido a que se encontraba borroso ese punto. Pudo observar que enfrente se encontraba la silueta de alguien quien extendía sus brazos hacia delante, dando a entender que quería que le pasara lo que tenía en brazos. Las mismas manos de piel blanca y lisa que estaban de compañía en el piano, pero no pudo saber quién era.

¿Qué era todo esto?.

Markus:Listo.

La visión desapareció al escuchar hablar al líder divergente, quien se acercó a él con lo que al parecer era un biberón ya con leche tibia preparada.

Connor:¿De dónde conseguiste un biberón? – preguntó curioso al ver aquel envase.

Markus:Lo encontré en los estantes donde Carl guardaba recipientes que ya no utiliza. Al parecer lo guardó cuando Leo, su hijo, comenzó a utilizar vasos. Pero revisé que estuviera en buen estado y lo lavé para que no tuviera nada que pudiera hacerle algo a este chiquitín de aquí, y la leche está a una temperatura estable para evitar problemas mientras la toma. Ten.

Le pasó el biberón y se fueron a sentar al sofá, en donde Connor acomodó al bebé de forma que no fuera a ahogarse con la leche y le acercó el envase a la boca, empezando de inmediato a tomar de él.

Markus:Ya cuando haya terminado debes ponerlo con cuidado en tu hombro y darle suaves palmaditas en la espalda para sacarle el aire – explicaba como todo un experto.

Connor:¿Cómo sabes tanto sobre niños y bebés? – preguntaba con la curiosidad al tope ante toda aquella información.

Markus:Lo aprendí de Simon. Su modelo fue creado para cuidar y convivir con niños, así que de vez en cuando me habla de esto. Dice que por si algún día tenemos un hijo jeje.

Connor:Oh, ya veo.

Un cómodo silencio apareció con el sonido de la lluvia de fondo, y así se mantuvo hasta que los otros tres androides que viven ahí aparecieron en la sala.

Markus:¿Y ustedes dónde estaban? – preguntó un tanto curioso de no haberlos visto en toda noche.

North:Aaa por ahí – decía restándole importancia.

Josh:Oye Markus, que linda melodía te sacaste – el mencionado parpadeó varias veces.

Markus:¿Disculpa?.

Simon:Escuchamos a alguien tocando una melodía muy hermosa en el piano, y creemos que fuiste tú – explicó al confundido androide.

Markus:Ah ya. Jejeje.

Josh:¿Dijimos algo gracioso? – preguntó extrañado al igual que los otros dos.

Markus:No no. Es que, yo no toqué el piano. Fue Connor – el trío recién llegado abrió sus ojos levemente con sorpresa.

Josh:¿Sabes tocar el piano?.

Connor:Pues sí. – se encogió de hombros – sinceramente no lo sabía hasta que lo hice.

Josh:Ya veo. De todos modos – alzó un pulgar – tienes talento – el menor abrió levemente los ojos.

Connor:Gra-gracias, Josh – agradeció tímidamente, nunca le habían dicho eso. Bajó la mirada al niño, quien se había acabado toda leche del biberón.

Simon:Alguien tenía hambre – decía al ver lo rápido que comió. Pudo ver que Connor se trataba de acomodar al bebé en el hombro – ¿Sabes qué tienes que hacer?.

Connor:Claro. – se acomodó al niño y le empezó a dar suaves palmaditas – Markus acaba de explicarme.

Simon:¿De verdad? – miró al moreno, quien se encojió de hombros.

Markus:Aprendí del mejor – el rubio solo miró a otro lado. Si pudiera sonrojarse, lo haría.

Connor:¡Ah! Cierto. Markus me contó que tú y él son pareja, Simon. Felicidades.

Simon:Oh bueno, gracias Connor – le sonrió al joven detective, quien le devolvió el gesto.

Y así se unieron los otros tres a la plática.

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Hi

¿Qué tal les va?

¿Les gustó el capitulo?
Sinceramente a mí no mucho.

Siento que quedó como un capítulo de relleno simplemente.

Pero bueno, conque a ustedes les guste, está bien para mi.

Les aviso que no voy a poder publicar mucho debido a que entré a la preparatoria y pues, todo es nuevo:profes, salones, compañeros, etc.
Mañana es mi primer día oficial así que espero que me vaya bien.

De seguro estaré como en este meme.

Pues en realidad sí estoy así. Sinceramente aún sigo sorprendida de pasar el examen para los de nuevo ingreso.

Pero bueno, no los aburro con mis cosas escolares que a nadie le interesa.

Y sin nada más que decir me despido.

Que pasen linda mañana/tarde/noche.

Bye;)

_Dany_

Actualización 9/Junio/2019