Capitulo 2

Capítulo 2.- El nuevo inquilino.

2 de Enero, 2039
7:59.15
Casa de Hank

Fin de semana: los dos días en los que la mayoría de la gente podía levantarse tarde, esos días que el teniente de la policía de Detroit aprovechaba al ser sus días libres para levantarse lo más tarde que pudiera. Sin embargo, algo no permitió que eso sucediera.

Un agradable olor a tocino inundó sus fosas nasales, lo que hizo que se levantara de le cama para averiguar la razón de aquel rico aroma.

Se acercó a la cocina, donde pudo apreciar al joven androide frente a la estufa, en la cual se encontraban un par de tiras de tocino en un sartén mientras que en otro habían un par de huevos. Aún estaba solamente con aquella camisa puesta y los boxers, por lo que no pudo evitar el sonrojarse un poco. Connor al darse cuenta de su presencia giró un poco su cabeza para verlo.

Connor:Buenos días, teniente. – saludó con total educación – siendo sincero, me sorprende que se haya levantado temprano.

Hank:Si, la verdad a mi también – sinceró.

Connor:Bueno, el desayuno aun no está listo, así que si gusta puede ver televisión mientras tanto.

Hank se acercó a la televisión y la encendió, después se sentó en el sofá junto a Sumo para ver las noticias matutinas.

–:Desde la ultima alerta dada al público, el huracán Leslie a aumentado a ser una tormenta de categoría 3 mientras hacía su recorrido por los estados de Dakota del sur y Nebraska hasta Wisconsin e Illinois. Según los expertos, Leslie continuará su recorrido a través de Míchigan y Nueva York, hasta terminar en las costas de Nuevo Hampshire y Massachusetts. Por su seguridad, las autoridades aconsejan seguir los planes de protección y mantenerse en sus hogares hasta nuevo aviso – anunciaba la reportera.

Hank:Joder – suspiró –, supongo que nos tocará la tormenta.

Connor:Así lo creo también, teniente. – decía colocando el desayuno ya listo en la mesa – su desayuno está listo.

Anderson se levantó y se dirigió a la mesa tomando asiento, comenzando a comer gustando del desayuno.

Connor:¿Qué tal está? – pregunta con las manos juntas, como lo haría un mesero.

Hank:Igual de bueno que la cena de anoche – decía sonriendole, el androide sonrió también.

Hank continuó comiendo en silencio hasta que pudo escuchar que Connor soltaba un pequeño suspiro. Levantó la vista de su desayuno y vio que el androide estiraba un poco la camisa que llevaba puesta para observar mejor que ésta había terminado sucia otra vez. Él androide observó la lavadora.

Connor:Ya que estoy aquí puedo aprovechar – murmuró para él mismo, aunque Hank lo pudo escuchar apenas.

Pensando que el teniente estaba más entretenido en saciar su hambre, se quitó la camisa que llevaba puesta quedando totalmente en ropa interior y metió la prenda a la lavadora para después sacar la propia de la secadora, mientras, Hank se había quedado embobado viendo el cuerpo del menor.

Observó lo que pudo mientras estaba de espaldas: pudo ver que la espalda y hombros de Connor eran un tanto delgados y finos pero aun así tenían el toque varonil, vio que poseía una ligera curvatura que marcaba su cintura, aunque lo que más pudo apreciar era su piel. Aquella blanquecina piel que no tenia ninguna imperfección sobre ella, totalmente impecable, y que para sus ojos se miraba tersa y suave. ¿Realmente se sentiría así si la tocara?.

Sus pensamientos fueron hechos a un lado cuando Connor cerró la secadora ya con sus ropas en mano. Anderson bajó rápidamente su mirada al plato y fingió estar comiendo cuando Connor se dio vuelta y caminó por el pasillo, cerrando la puerta que creé que seria la de la habitación.

¿Porqué rayos su mente se vuela cuando mira al androide de esa forma? No lo sabia... O eso creía él. Tal vez su subconsciente trataba de decirle algo y no sabia qué era.

Regresó a la realidad al escuchar la puerta abrirse y pasos acercándose por el pasillo. Giró su cabeza y vio al androide ya completamente vestido con aquel traje de Cyberlife.

Connor:Voy a salir un rato, teniente – avisaba ajustándose a corbata.

Hank:¿A dónde vas? – pregunta curioso.

Connor:Iré a comprar el mandil de cocina para tenerlo antes de la tarde. Así ya no tendré que preocuparme por estar ensuciando cada ropa que traiga puesta – explicó. Hank asintió con la cabeza.

Hank:De acuerdo. Solo trata de hacerlo rápido, que no sabemos si la tormenta puede llegar hoy.

Connor:Lo tendré en mente, teniente – dicho esto, abrió la puerta de la entrada y se fue.

Caminó varias manzanas buscando alguna tienda en la que vendieran materiales de cocina, por lo que tardó un buen rato en encontrarla. Al hacerlo entró y se dirigió inmediatamente a la zona de los mandiles, buscó uno que le gustara y que fuera adecuado para su tamaño para después dirigirse a pagar.

Ya con su bolsa de compra en la mano salió de la tienda, aunque al hacerlo pudo apreciar gotas de agua cayendo frente a él. Miró hacia arriba, notando las nubes grisáceas en el cielo.

Connor:°Al parecer el huracán sí estaba muy pronto de llegar° pensó.

Se había alejado un gran tramo de la casa de Hank, así que se apresuró a intentar llegar lo más rápido posible. Aunque no había pasado ni cinco cuadras cuando...

–:Ayuda.

Se detuvo en seco al escuchar aquella voz pidiendo auxilio. Volvió su cabeza hacia su derecha, observando una casa claramente abandonada debido a la falta de puertas y ventanas en ella, al igual que el mal estado de la misma.

–:Ayudenme.

Otra vez esa voz. Al parecer venía de la casa. Observó a su alrededor, viendo a la gente pasar sin importarles que alguien este pidiendo ayuda, ya sea porque no les importa, están ocupados con otra cosa, o les importe más el estar en un lugar seguro y seco.

–:Por favor... Alguien...

Debido a que no podía evitar ayudar al más mínimo pedido, caminó lentamente a aquella casa y entró de la misma manera. Como supuso -y era claro desde fuera- la casa estaba abandonada. Se demostraba por lo polvorientos que se encontraban los pocos muebles que habían allí.

Connor:¿Ho... Hola?. – llamó – ¿Hay alguien aquí?.

–:Por favor... Aquí arriba.. – se escuchaba una voz femenina en el segundo piso a lo que, en estado de alerta, fue subiendo las escaleras – por aquí – se escuchó en un cuarto.

Se acercó lentamente hasta estar en el marco de la habitación, donde miró a una chica en el suelo, androide, con heridas de gravedad.

–:Por favor, ayudame – dijo ella, a lo que Connor dejó de estar alerta -al menos un poco- y se acercó a la androide.

Connor:¿Qué fue lo que ocurrió? – preguntó mientras le hacía un rápido escaneo. No le quedaba mucho tiempo de vida.

–:Aquel desquiciado nos atacó – decía en plural la androide -que con el escaneo pudo ver que se llamaba Hellen-, mostrando que alguien más estaba con ella –... Ashley nos defendió para darnos tiempo de escapar, pero murió en ello... Intenté aprovechar pero él fue más rápido y me atacó también. Pudimos escapar pero, al no poder más con mis heridas, terminamos aquí... Donde mi muerte está escrita.

Connor:No digas eso. Llamare a Cyberlife para qu-

Hellen:No... – interrumpió – no lo hagas... No soy yo quien necesita ayuda – Connor ladeó la cabeza confundido.

Connor:¿Entonces quién?.

Hellen estiró como pudo su mano para que él la tomara, comenzando la transferencia de recuerdos de lo sucedido junto a otra información de... ¿Qué...?.

Soltaron sus brazos, y ella apuntó a un baúl de tamaño medio.

Hellen:Esta ahí. – Connor miró el baúl – por favor... Prometeme que podrás encontrarle un lugar seguro... Por favor.

Connor miraba aquel baúl, pensando qué responderle... Aunque terminó tomando una decisión que esperaba sea la correcta. Tomó la mano de Hellen y la apretó un poco, mirándola a los ojos.

Connor:Lo prometo – dijo al fin. Ella sonrió un poco.

Hellen:Gracias... ¿Podrías decirme tu nombre? – tardó un poco en responder, pero al final lo hizo.

Connor:Connor. Me llamó Connor.

Hellen:Te lo agradezco mucho, Connor... – agradecía – te lo agradezco mucho.

Aquellas ultimas palabras fueron dichas con una distorsionada voz, para después apagarse junto a la pobre androide.

Probabilidad de reactivación.- 0,2%.

Suspiró frustrado al ver aquellos resultados. Se levantó para acercarse a aquel baúl que había dicho la androide... Y suavemente lo abrió.

Un bebé.

Un varón de apenas unos días de nacido se encontraba en ese baúl, cubierto lo más que se podía de mantas para mantenerlo a una temperatura estable a comparación del clima exterior.

La información extra que le dio Hellen era sobre el bebé. La madre era Ashley, la chica que los defendió para que pudieran escapar, y el padre era el hombre que los había atacado. Exactamente tenía apenas 5 días, 4 horas y 35 minutos de haber nacido, por lo que podría ser malo que esté expuesto al frío.

Se acomodó la bolsa para que ésta quedara en la parte interna del codo y, con delicadeza y cuidado, tomó al pequeño. El bebé soltó unos cuantos quejidos para después tranquilizarse al ya estar en sus brazos.

Bajó de manera un tanto apresurada las escaleras ya para salir de aquel lugar -guardando la dirección de la casa para después dar el reporte a la policía-, pero sus intenciones fueron interrumpidas cuando vio que había comenzado a llover con fuerza y tenia las intenciones de aumentar aun más de intensidad.

Se deslizó por la pared a un lado del marco de la puerta hasta quedar sentado en el suelo, viendo las posibles opciones:
1.-Podía salir e intentar ir con Hank lo más rápido que pudiera, pero el bebé estaría expuesto al frío y la lluvia, lo cual no seria muy bueno que digamos.
2.-Podía quedarse ahí y esperar a que la lluvia se calmase. Por él eso no sería un problema, pero no sabia cómo podría afectarle eso al niño.
3.-Podía llamarle a Hank y esperar a que pasara por él en el auto. Esa sería una buena opción, pero también está la probabilidad de que la lluvia aumente y esté el riesgo de algún accidente que pueda se fatal..
No sabia bien qué hacer.

Aunque, mientras él estaba con su debate mental, había alguien en la acera que se acercaba a la casa con cuidado para no resbalarse con el suelo mojado por la lluvia ya un poco más fuerte. Estaba pasando por ahí yendo hacia su hogar, pero pudo ver la silueta de alguien en esa casa que le pareció haber reconocido, así que fue a revisar para asegurarse de ello.

Se acercó a la entrada y asomó su cabeza al interior, viendo que estaba vacía. Miró a la derecha, observando al dueño de la silueta que había visto, a aquel androide que lo ayudó hace ya unos meses y se había vuelto su amigo con el paso del tiempo.

–:¿Connor?.

El joven androide salió de sus pensamientos y observó a quien lo llamaba.

Connor:¿Markus?.

El líder divergente, el cual se encontraba empapado por no llevar paraguas -aunque no es que lo necesite-, se sorprendió de encontrar al menor en aquel sitio.

Markus:¿Qué es lo que haces aquí? – se arrodilló frente al detective – ¿está todo bien?.

Connor:Sí sí, todo está bien. Solo... – hizo una pausa – paso una cosita que hizo que terminara aquí. Pero no es nada malo, lo juro – dijo rápidamente al ver la mirada preocupada del moreno.

Markus:Bueno, ¿entonces qué pasó?. – hubo un pequeño silencio y luego negó un poco con la cabeza – bueno, mejor me lo cuentas luego. Ven, levantate. – lo ayudó a levantarse – vamos – y se fueron de ahí.

Caminaron a paso rápido bajo la lluvia. Markus no sabia qué era lo que traía Connor en los brazos como para poner tanto empeño en quererlo cubrir de la lluvia, pero no preguntó nada y continuaron.

Caminaron por unos minutos más hasta llegar a una gran mansión: el hogar de Markus.

Connor:°¿Cuánto tiempo estuve caminando como para estar tan cerca de la casa de Markus?° pensaba mientras seguía al otro androide.

Markus se acercó a la puerta y ésta se abrió por si sola junto al mensaje "bienvenido Markus". El mencionado entró a la casa invitando a Connor a pasar también, quien a paso lento aceptó, un tanto incomodo por aquélla extravagancia a la cual no estaba acostumbrado, pero aun así pasó su vista por cada rincón posible en aquel lugar. Se mantuvo así por unos momentos más hasta que escuchó una voz femenina ya escuchada antes: North.

North:Al fin llegas, estábamos comenzando a pensar que teníamos que ir por ti-¿Connor?.

El mencionado miró hacia las puertas abiertas al final del pequeño pasillo frente a él, en donde se encontraba North y se acercaban Josh y Simon a ver lo que pasaba.

Josh:Connor, que bueno verte. – los tres se acercaron a saludar, sonriendo – veo que también te alcanzó la lluvia ¿no? – el menor de todos asintió

Connor:Creo que eso ya es obvio. La casa de Hank no está muy cerca que digamos.

Markus:Sí, bueno... Aunque... – miró al joven – ¿qué hacías en esa casa abandonada?.

Al decir eso todas las miradas fueron dirigidas hacia Connor. Éste suspiró y les contó lo que pasó en aquella casa, sin contar aun lo del bebé.

Markus:Bueno, eso lo explica. – decía suspirando mientras se pasaba una mano por la cabeza – pero... ¿Qué es lo que tienes ahí? – apuntó a la bola de mantas en sus brazos. Connor bajó la mirada a ella.

Connor:Es quien en verdad necesita ayuda en todo esto – suavemente desenvolvió una pequeña parte de aquel cúmulo, permitiendo ver la carita del bebé. Los demás abrieron en grande sus ojos.

Simon:¿Un niño? – preguntó sorprendido. El detective asintió.

Connor:Es el hijo de la humana que les dije. – hablaba sin apartar la vista de entre sus brazos – Hellen, la androide, me hizo prometerle que encontraría un lugar seguro para él... – observó a los demás con mirada decidida – y planeo cumplir con ello.

Los demás sonrieron ante esas palabras. Desde que Connor se liberó de los hilos de Cyberlife, siempre ha hecho cosas para ayudar a la gente, ya sean porque le gusta hacerlo o porque dice que son para que "pueda ser perdonado por todas las cosas que hizo al estar con Cyberlife" -aunque los demás le dicen que no hay nada qué perdonar ya que nada de eso lo había hecho él-. Todo estuvo en silencio hasta que un gran trueno sonó por todos los rincones de aquella casa y, por primera vez, escucharon al niño llorar, asustado por el gran ruido.

Connor:No no no tranquilo, tranquilo – arrullaba al bebé –, todo esta bien. No hay nada a qué tener miedo ¿si? estás bien – decía con suavidad.

Pasaron unos minutos y el pequeño se calmó, comprendiendo y sintiéndose a salvo con aquellas palabras. Simon sonrió enternecido por ello.

Simon:Bueno – comenzó a hablar –, creo que deberían cambiarse de ropa – refiriéndose a los dos androides aun empapados –, y también hay que ponerle algo más seco y caliente a él – refiriéndose al niño. Se acercó al detective y extendió sus brazos hacia él – ¿me permites?.

Connor asintió y con cuidado le pasó al pequeño, quien se había quedado dormido, y subió al segundo piso.

Markus:Ven. Veamos si podemos encontrar algo que te quede – y dicho eso subieron al segundo piso también.

Pasaron por unas cuantas puertas hasta llegar a un cuarto de buen tamaño, con una gran cama y un ventanal que daba del techo al suelo, el cual estaba con las cortinas cerradas.

Connor:Wow – al parecer lo dijo en voz alta, ya que el moreno rió un poco.

Markus:¿No estás acostumbrado a estos estilos, acaso? – preguntaba abriendo un gran armario en la habitación.

Connor:Sinceramente no. La casa del teniente es pequeña, por lo que las habitaciones también lo son. Aparte de que no le gusta lo extravagante, así que no hay nada de esto allá – decía paseando la mirada por todos lados.

Markus:Bueno, de hecho a distancia se puede notar que no es un amante de lo moderno, así que no seria una sorpresa si esto no es de su agrado o comodidad. – cerró el armario con dos cambios de ropa a la mano y le extendió uno de ellos – toma, pruebate esto. Si te queda puedes quedarte con la ropa, de todos modos tengo más – Connor la tomó.

Connor:Gracias, Markus – agradeció. No pudo evitar seguir mirando la habitación, su curiosidad pudo más – ¿hay algún humano viviendo aquí? Lo digo porque los androides no necesitan dormir y hay una cama.

Markus:Sí, hay alguien. O mejor dicho... – suspiró – había. Ésta casa le pertenecía a Carl, mi dueño -aunque era más como un padre para mi-. Cuando se fue, la casa quedó a mi nombre y, para no estar o sentirme de alguna manera solo, invité a los chicos a vivir aquí también. Así que aquí nos ves.

Connor:Ah ya. – hubo una pausa – y ¿dónde está Carl ahora? – preguntó. Markus sonrió un poco, él no lo sabia, no lo podía culpar por lo inocente que sonó la pregunta.

Markus:Falleció cuando me volví un divergente – ante esas palabras Connor bajó la cabeza, no quería recordarle algo tan feo.

Connor:Oh Pe-perdón, no debí-

Markus:No no tranquilo – interrumpió –, esto no es culpa tuya y no lo sabias tampoco. No te tienes que disculpar ¿si?. – decía sonriendo de manera tranquilizante al apenado androide quien asintió un poco, dándole el aspecto de un niño pequeño – de acuerdo. Ve a ponerte esa ropa ¿ok? – asintió de la misma manera otra vez.

Se dirigió al baño donde Markus le había indicado, y ya ahí se dispone a cambiarse. La ropa era sencilla: una camisa gris claro de mangas 3/4 junto a un pantalón de malla negro que se ajustaba ligeramente a su figura, y ya que sus zapatos estaban mojados terminó descalzo. Dobló la ropa que llevaba puesta, tomó los zapatos y salió del baño, viendo a Markus también ya cambiado y con la ropa mojada a la mano. Éste lo miró y sonrió.

Markus:Veo que si acerté a tu talla ¿no es así?. – rió un poco y Connor sonrió levemente – pasame tu ropa para ponerlas a lavar – pidió, aunque Connor no hizo nada, sentía que estaban haciendo demasiado por él. El moreno las tomó por si mismo, adivinando sus pensamientos – no te tortures por esto, Connor. Somos amigos, y los amigos se ayudan entre si ¿no? – el menor no dijo nada, solo se quedó ahí. "Amigos". Aun no se acostumbraba a esa palabra saliendo de la boca del líder divergente. A Markus se le hacia tierna la actitud del joven detective, le hacia recordar a un niño pequeño.

Salieron de la habitación y bajaron al primer piso, donde se encontraban North y Josh viendo televisión. De repente recordó algo.

Connor:Markus – el nombrado lo miró –, ¿no hay algún teléfono por aquí? Necesito hablar con Hank, debe estar preocupado – el moreno asintió.

Markus:Hay uno en la mesita al lado del sofá.

El menor se acercó rápidamente y tomó el teléfono, puso el numero de Hank y esperó a que contestara, lo cual tardó 20 segundos en hacer.

Hank:¿Hola? – se escuchaba tenso, como lo supuso.

Connor:¿Hank?.

Hank:¡¿Connor?! ¡¿Eres tú?! ¡Puta madre, que susto me diste! ¡Creí que te había pasado algo! – pudo escucharlo respirar hondo para después exhalar lentamente, calmándose – ¿en dónde estás? Nada malo pasó ¿o si?.

Connor:No, todo está bien. Estoy en casa de Markus, la lluvia me alcanzó y él estaba cerca así que me trajo a su casa. Pero todo está bien.

Hank:Bueno, es lo que más me importa. – hubo un pequeño silencio – dime la dirección de la casa de Markus, iré a recogerte allá.

Connor:¿Qué? No no teniente, la lluvia es muy fuerte, podría tener un accidente. Es mejor que se quede en casa hasta que la lluvia se calme, no quiero que tenga alguna lesión.

Hank:Pero-

Connor:Por favor teniente – interrumpió –, se lo pido.... – lo escuchó suspirar.

Hank:De acuerdo. Pero en cuanto la lluvia calme un poco, iré por ti – el joven sonrió.

Connor:Gracias, Hank.

Hank:Sí sí lo que sea. Adiós.

Connor:Adiós. – dicho eso colgó, dejando el teléfono – uff – suspiró.

North:¿Hubo un problema con tu Hank? – preguntó con sonrisa pícara aunque, sabiendo cómo es el andriode, no entendió lo que quiso decir.

Connor:Quería venir por mi pero le dije que se quedara en casa. La lluvia es muy fuerte, lo menos que quiero es verlo herido – se sentó en el sillón.

Josh:Se nota que te importa mucho – decía con una sonrisa.

Connor:Por supuesto que me importa – miró al par –, es mi primer y mejor amigo. Lo aprecio demasiado como para que algo malo le pase. El es especial para mi. Lo quiero mucho – el par de androides solo le sonrieron. Era muy adorable aquel inocente y tierno cariño.

Antes de decir algo más, Simon entró a la sala con el bebé bañadito y envuelto con una mullida cobija. Se acercó a Connor.

Simon:Listo, bañadito, calientito y tranquilito – se lo pasó al detective y se acercó a Markus quien ya había puesto las prendas a lavar. Mientras Connor se quedó observando al pequeño tratando de memorizar su aspecto.

Su piel era blanca, parecida a la suya, y se veía tersa y suave, el poco cabello que poseía era castaño, y le hubiera gustado saber el color de sus ojos si los hubiera tenido abiertos. Suspiró y apegó delicadamente el bebé a él.

Connor:Te prometo que te encontraré un buen hogar. Un hogar en el que puedas tener la vida que de verdad mereces – susurró.

Con esas palabras, acercó al bebé a su rostro mientras bajaba un poco la cabeza también, y unió su frente con la del dormido niño, cerrando sus ojos.

Connor:Te lo prometo – volvió a susurrar sin moverse de aquella posición.

Y mientras eso ocurría, los demás presentes admiraban sonriendo y en silencio aquella escena, una hermosa escena que el menor se había creado sin darse cuenta en lo más mínimo.

************************************

Hi

¿Les gustó el capitulo?

¿Se esperaban lo del bebé?
Diganme si lo hicieron.

Voten y comenten si les gustó el cap.

Y sin más que decir, me despido.

Tengan buena mañana/tarde/noche.

Bye ;)

_Dany_

Posdata.- ¡Hoy es el cumpleaños de Connor!
Publique un poco tarde, pero logré hacerlo el día de su cumple.
🎂¡Happy birthday Connor!🎂

Actualización 9/Junio/2019

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: #cancelada