Capítulo 9: fantasma.
Jung Hoseok no había dormido en toda la noche cuidando al enfermo chico acostado en su nueva cama, le había dado su medicina y le había cambiado las compresas y la ropa sudada cuando él apenas podía abrir los ojos. Había sido una noche larga para, pero tampoco sintió sueño, estaba demasiado pendiente de hacer que Taehyung dejara de gemir por la fiebre y los dolores de cabeza.
Estaba muy preocupado, incluso sopesó la idea de llamar a la abuela de Taehyung -quien le había dado su número cuando le fue a visitar la primera vez- para saber qué darle, pero de a poco cuando la medicina empezó hacer efecto vio como la cara de Taehyung se relajaba para dormir plácidamente.
Y entre andar vigilando su estado, sentado a su lado en la cama, no podía dejar de preguntarse como un chico que dormía casi con los ojos y la boca entre abierta podía parecerle tan lindo y sexy a la vez. Tuvo que contenerse así mismo para no lanzarse encima de él cuando Taehyung se dio la vuelta en la cama y le abrazó por la cintura, oliéndole y restregándose contra él mientras susurraba su nombre.
Hoseok casi se desmayó de lo feliz y nervioso que le hizo sentir, por lo que sólo se escabullo de sus brazos y salió a mojarse la cara. Taehyung estaba enfermo y él teniendo pensamientos impuros, se sentía un degenerado.
Ahora él estaba en la cocina, tratando de preparar la primera sopa de avena que había hecho en su vida. Su hermana mayor nunca se enfermaba, así que sólo hizo lo que le vio hacer a su madre cuando él se enfermaba cuando pequeño. Una rara sopa de avena.
Vertió el agua, la leche y la avena y la puso a hervir, pero se le quemó.
Al final sólo termino por llamar a la abuela de Taehyung e hizo la sopa que ella siempre le hace cuando se enferma. Lo escribió en un papel y empezó hacerlo como lo iba relatando la amable señora en el télefono.
No era tan difícil y siguió los pasos al pie de la letra, así que no se le quemó. Era más fácil con una receta que con lo que recordaba.
Cuando puso las cosas en la bandeja, sintió unos pasos descalzos casi arrastrándose detrás de él.
- ¿Qué estás haciendo, Jung Hoseok? -le preguntó Taehyung, con mejor aspecto que antes, asomándose por encima de su hombro.
- Una sopa para que te sientas mejor.
Taehyung arrugó la nariz, alejándose y haciendo una cruz con sus dedos.
- Eso me suena a veneno.
- Venga, no seas cobarde -dijo Hoseok, acercando una cucharada de sopa a la boca de Taehyung-. Prueba.
- ¡No quiero! -exclamó Taehyung y tapándose la boca con ambas manos.
- Sólo tienes que oler, huele. -Hoseok le acercó la cuchara a la nariz y vio como inhala, casi con desconfianza.
A Taehyung le empezaron a brillar los ojos y se destapó la boca, indeciso, como si luchara contra la idea de probar o no probar. Se relamía los labios de una forma tan provocativa -a los ojos de Hoseok- que no podía dejar de mirarle embobado.
- ¿Estás seguro que no es veneno?
Hoseok puso los ojos en blanco y se tomó la cucharada de sopa, contento de tener algo con lo que distraerse de los labios resecos y ahora húmedos de Taehyung.
- Delicioso -dijo Hoseok, sonriente. No mentía, la sopa le había resultado bastante sabrosa-. Ahora prueba tú, si es veneno entonces nos moriremos los dos.
- No pues que consuelo. -ironizó Taehyung y Hoseok volvió a sacar una cucharada de sopa acercándosela a los labios.
Taehyung seguía dudando pero al final abrió la boca y tomó de la cuchara.
La sonrisa de Taehyung era como la de un bebé y Hoseok quería apretarle las mejillas y darle besitos por todo el rostro. Era demasiado adorable.
- Me gusta... es como la de mi abuela...
Hoseok se sintió afortunado de poder ver esa sonrisa cuadrada tan tierna otra vez... hasta que Taehyung estornudó y volvió a ponerse serio. Hoseok se sentía harto de esa mascara, ¿Pero qué podía hacer para que Taehyung se la quitase y mostrara su verdadero yo frente a él?
- Está... bastante bueno, debo aceptarlo -dijo Taehyung, agravando la voz y secándose la nariz con un pedazo de papel.
- Ven, acompañame -dijo Hoseok, dándose por vencido y guió a Taehyung hacia el comedor.
Taehyung se sentó en la mesa, donde Hoseok dejó la sopa y puso los cubiertos para dos personas. Luego de servirle volvió con su propio plato de sopa y acompañamiento con un poco de kimchi.
- Muchas gracias por la comida -susurró Taehyung, avergonzado, cuando vio todo lo que preparó Hoseok.
Éste sonrió de lado, también se sentía un poco avergonzado. No porque fuera su primera vez preparando sopa para alguien, sino porque Taehyung estaba frente a él, con una camisa que le quedaba larga y desgarrada por el cuello, lo que hacia que se le vieran las clavículas.
<< Quiero hacer una bonita marca en su clavícula >> pensó Hoseok, mirándole bobamente y terminando por taparse los ojos, tratando duramente de quitar todo pensamiento sucio.
- ¿Qué te pasa, Jung Hoseok? -preguntó Taehyung, mirándole raro.
- Estoy tratando de no caer en la tentación.
...
- Es lunes y mi cuerpo lo sabe -exclamó Yoongi, bostezando y acostado sobre su pupitre.
- Para ti todos los días son lunes. -se burló Hoseok, jugando con el chupete en su boca.
Era un chupete de sabor a frutilla. Faltaba media hora para salir de la clase de composición y letras, ambos ya habían terminado la canción que tenían que hacer para esa clase, mientras los demás trabajaban duramente en terminarlo. El reloj sobre la pizarra era demasiado lento y Hoseok quería salir de una vez, la clase siguiente era de baile y él quería ver a Taehyung.
Hoseok siempre quería ver a Taehyung, a veces tan urgente que le temblaban las manos y no podía estar quieto.
- ¿Y cómo vas con esa inspiración, Min genio? -le preguntó Hoseok a Yoongi, para distraerse.
De puro rebelde -o grosero- que era en ocasiones, puso sus pies encima de la mesa. El profesor de composición le dirigió una mirada ceñuda, pero volvió a sus papeles sin importarle. Jung Hoseok sería un alumno ejemplar, sino fuera por sus malos modales.
- Ahí va... he encontrado a mi musa, ¿Sabías eso? -le sonrió de lado Yoongi, levantando la cabeza del pupitre y apoyándola en su palma.
Hoseok levantó las cejas, curioso.
- ¿Musa?, ¿Y quién es?
- Se llama Park Jimin.
Hoseok se le escapó una carcajada involuntaria, resonando por toda la sala de clase. Todos se dieron la vuelta para mirarle, así que Hoseok se tapó la boca, evitando reírse y se sentó bien.
- ¿De qué te ríes, maldito ser sin esperanza? -siseo Yoongi molesto y pateándolo por debajo de la mesa.
- ¿Te refieres a Park Jimin, el chico cabeza de zanahoria? -aclaró Hoseok, sobándose la pierna golpeada-, ¿El chico al cual le di tu número para que viviera en el departamento?
- Eh, bueno, sí tiene cabeza de zanahoria, pero no he recibido ninguna llamada parecida, ¿De qué hablas?
Hoseok le miró raro. Hace una semana que le había dicho a Jimin que llamara a Yoongi, pero al parecer éste no lo había hecho. Y la pregunta era porqué.
- Deberías preguntarle -le dijo Hoseok, para luego murmurar para sí mismo-. Aunque tal vez encontró un lugar donde quedarse...
- No hablo con Park Jimin, sólo sé que es un chico que va ahora en tu clase de baile. Aunque la primera vez me lo encontré en una tienda de instrumentos, cerca a esa de la que siempre ibamos, ¿Te acuerdas? Ese chico, Park Jimin, tiene algo especial... algo que no puedo explicar.
Hoseok vio como Yoongi se quedaba mirando a la nada, pensativo.
- Es amable, deberías hablar con él, es amigo de Taehyung.
- ¿Amigo de la rubia? -Yoongi frunció el ceño, disgustado-. Tal vez... Aunque mejor no, conocer a alguien consume demasiado mi energía y he estado yendo al hotel de los corazones rotos a ser de dj.
- ¿Y ese Hotel no estaba por cerrar?
- No desde que lo están convirtiendo en Motel con un salón como antro para fiestas.
Hoseok vio el reloj en la pared, ya era hora de irse. Se levantó, acompañado de Yoongi y ambos salieron del salón.
Eran los únicos que siempre terminaban temprano en esa clase además de Namjoon, pero él no había asistido porque había tenido un problema con la policía, como siempre por hacer eventos ilegales de bandas en lugares que no debía. Pero Yoongi se encargaría de pagarle la fianza -con el dinero que ganaban vendiendo sus canciones-, así que apenas salieron Yoongi se fue en su auto hacia la comisaria.
Hoseok tenía su clase de baile y, emocionado y ansioso, se dirigió a ésta por el pasillo, saludando a algunas personas. Taehyung había estado tan concentrado como siempre en las clases, le había dirigido algunas palabras y Hoseok no podía sentirme más feliz por eso.
La clase de baile terminó, se fue a cambiar a los vestidores y cuando salió, entre algunos conocidos suyos y otras personas, estuvo esperando a ver a Taehyung salir, hasta que llego al pasillo pero algo lo detuvo.
Más bien, alguien lo detuvo.
Vio como Jungkook tenía acorralado a Taehyung contra la pared, ambos discutían sobre algo que Hoseok no podía escuchar, pero ambos se veían bastante enojados. Se les quedó mirando, intrigado y celoso, hasta que vio como Jungkook agarraba la mandíbula de Taehyung con su mano y lo inmovilizaba frente a él, inclinándose cada vez más.
<< Va a besarle >>.
Fue lo primero que pensó y sintió como su rostro ardía en ira. Vio como Taehyung le pegaba un manotazo a la mano de Jungkook, pero éste volvía a agarrar su rostro, ahora con las dos manos y Hoseok no pudo evitarlo.
Su cuerpo se movió como por si solo y sólo reaccionó cuando ya había tirado a Jungkook al piso, de un puñetazo.
- ¡Pero qué demonios estás haciendo! -oyó a Taehyung decir, petrificado.
Todos a su alrededor se quedaron mirando la escena expectante, algunos hasta habían corrido porque sabían como se ponía Jung Hoseok cuando se enojaba. No por algo siempre iba a fiestas donde nadie lo conociese, en su pasado le gustaba meterse en peleas por diversión.
Pero esta vez, no era para nada divertido, porque Jeon Jungkook le agradaba. Pero no pudo evitarlo.
- ¡¿Qué demonios te pasa, hyung?! -exclamó Jungkook, sobándose la mejilla y el trasero. Yugyeom estaba pasando con su grupo de amigos cerca de allí y al verle, fue corriendo hacia Jungkook, ayudándole a levantarse y examinando todo su rostro con atención.
Hoseok estaba enojado. Muy, muy enojado. El ver como Jungkook se acercaba de esa forma a Taehyung no le había gustado para nada.
Nunca en la vida se había sentido así de agresivo por algo tan simple.
Ni siquiera con Hye y su ahora novio problemático.
Hoseok apretó los puños, la ira se había ido y ahora se sentía triste, porque Taehyung nunca iba a mirarle como miraba a Jungkook. Nunca iba a lograr que se fijara en él, nunca iba a hacer que le mirara de otra forma que no fuera con disgusto o incomodidad.
Hoseok miró apenado a Jungkook y a Yugyeom, que seguía agarrando su rostro. Si iba a tomar responsabilidad por sus acciones, tenía que hacerlo bien.
- Lo siento, Jungkookie.
Jungkook abrió la boca, queriendo decir algo, pero lo detuvo el movimiento de Hoseok hacia Taehyung. Se quedó estático, más porque no tenía ni idea de lo que pasaba que por la sorpresa de lo que hizo.
Besó a Taehyung.
Impactó sus labios contra los de él, al principio fuertemente mientras ponía una mano en su nuca y otra en su mejilla. Pero a medida que pasaban los segundos y viendo que Taehyung no ponía ninguna resistencia, empezó a mover sus labios despacio y suave, besándolo delicadamente.
Hoseok entreabrió los ojos y vio que Taehyung tenía los ojos cerrados con fuerza mientras sentía como la mejilla se le ponía caliente bajo su palma. Sus labios temblaban y su cuerpo, aunque fueran de la misma altura, se sentía mucho más frágil.
Era demasiado bonito y mágico. Quería besarlo hasta el fin de los tiempos. Sus labios eran demasiado suaves, dulces y Hoseok había querido probarlos hace tiempo.
Kim Taehyung era delicioso.
Y cuando Hoseok iba a meter su lengua en la boca de Taehyung, oyó como alguien tosía para luego sentir las manos de Taehyung alejarlo violentamente y pegarle una cachetada que resonó por toda la academia.
Hoseok se sobó la mejilla y miró a Taehyung, quien tenía una mirada de odio tan intensa que le dio un escalofrío.
- Valió la pena -musito sonriendo ladinamente, luego de unos segundos en donde todos estaban en silencio. Fue en ese momento que Taehyung estalló, con el rostro rojo como un tomate.
- ¡Eres un grandísimo imbécil, pervertido, asqueroso y... y... te odio! -gritó Taehyung, apretando los puños y girando sobre sus talones, yéndose por donde había venido Hoseok.
- ¡No te pediré perdón, Taehyung! -gritó Hoseok, detrás de él.
Taehyung, sin mirarle, le enseñó el dedo de al medio. Hoseok se rió amargamente y, en contra de todos sus principios sobre no arrastrarse por nadie, siguió a Taehyung.
En cierta parte no sabía que le asustaba más, que Taehyung de verdad lo odiase o que no lo hiciera y sólo se alejara de él.
Preferiría a seguir siendo odiado de esa forma a tener que alejarse de él. Tal vez por eso lo siguió y cuando estuvo cerca de él, no pudo evitar bromear. Quería que Taehyung le hablase, aunque sea para decir << te odio >>.
- Oye, Tae, admite que no beso tan mal -vio como éste corría más rápido, provocando el pánico en todo el cuerpo de Hoseok-. ¡Taehyung!, ¡Espera!, ¡No te enojes, era una broma!
Y al decir eso, inmediatamente Taehyung se detuvo como si hubiera chocado contra una pared y se dio la vuelta, encarando a Hoseok.
- ¿Broma? -dijo Taehyung, con la voz tan grave que a Hoseok se le erizaron los vellos de los brazos. Iba a morir a manos de ese chico-. ¿Qué clase de persona hace una broma como esa, pedazo de imbécil?
Hoseok nunca le había oído tan enojado. Y ni siquiera le gritó, era el veneno en su voz lo que le hacia darse cuenta de eso. Así que para evitar sentirse basura, intentó comportarse como si no le importara que Taehyung se alejara más de él.
- Si sigues enojado conmigo tendré que besarte otra vez -esta vez vio como Taehyung se ponía morado de la molestia... O la vergüenza-. Piensa en eso.
Taehyung no respondió, simplemente se dio la vuelta indignado y siguió caminando.
- ¡Taehyung! -volvió a llamarle Hoseok, a punto de agarrar su muñeca para detenerlo.
Pero no lo hizo, se quedó allí con el corazón apretado cuando Taehyung le habló tan fríamente.
- Aléjate de mí.
No hizo falta gritarle, simplemente lo dijo y Hoseok se quedó allí, paralizado.
Sólo vio como Taehyung salía por la puerta de la academia rápidamente, hasta que una chica que él reconoció como un peligro se le acercó con una foto.
Sintió que iba a desmayarse.
<< ¿Qué demonios hace Hye aquí? >>
Hoseok corrió rápidamente hacia donde estaban, cuando vio que la foto que le mostraba era de ellos dos, abrazados en su graduación. Lo único que alcanzo a escuchar fue la voz de Taehyung.
- ¿Quién podría conocer a esa basura?
Para luego ver el impacto de la mano de Hye en la mejilla de Taehyung.
- Oh, mierda... -Hoseok no pudo evitar maldecir, todo pasaba tan rápido que él no atinó hacer nada productivo o si quiera inútil.
- ¡Tú no lo conoces, no hables así de él! - exclamó Hye, furiosa. No recordaba que Hye pudiera ponerse así de furiosa. Hye era la clase de chica que no mataba ni una mosca, exceptuando tu corazón.
- ¡Claro que lo conozco!, ¡Y es un grandísimo idiota! -gritó Taehyung, furioso también.
Solo vio como Hye puso cara de miedo cuando Taehyung la miró como si la quisiera degollar.
Y se fue dando grandes zancadas, casi corriendo con su bolso a cuestas.
Y Hoseok le hubiera perseguido, sino fuera porque ella se interpuso.
- ¿Podemos hablar... por favor? -pidió Hye, interponiéndose entre ellos dos.
Hoseok suspiró, irritado y estuvo a punto de empujar a Hye a un lado sino fuera porque vio a Taehyung subirse a una camioneta vieja.
- ¡Ya basta! -se dirigió a ella, frunciendo el ceño-. ¿Se puede saber qué haces aquí, Hyesun?
- He venido por ti, Hobi... -suplicó, agarrando su chaqueta de cuero para que no se fuera- Quiero que hablemos, sólo... sólo escúchame.
Pero él tomó sus manos e hizo que deshiciera su agarre. Miraba hacia todas partes porque no quería mirar a Hyesun y sus ojos de gato.
- No estoy bien como para escuchar lo que tengas que decirme, lo siento. No quiero escucharte.
- Pero Hobi... -sollozó ella y Hoseok vio como la gente a su alrededor se le quedaba mirando.
- Pero nada, Hyesun -la detuvo-. Me tengo que ir, por favor, sólo... sé feliz con él.
Y Hoseok pasó por al lado de ella para irse, sino fuera por la voz melancólica que le detuvo.
- ¡Ya no estoy con él!
Hoseok se quedo quieto y se mordió el labio, tratando de no carcajearse frente a ella. Al final se dio la vuelta, viendo como estaba, viéndola claramente. Sentía lástima por lo que veía, y no le gustaba sentir eso por ella.
- Yo quiero intentar... quiero que seamos amigos otra vez -explicó Hyesun-. Quiero explicarte que no fue mi intención hacer lo que hice, necesito decirte lo que pasó en verdad.
Ella ya no era la chica que recordaba, se había cortado el cabello, estaba más pálida, tenía un labio roto y una pequeña cicatriz en su cuello. No desbordaba alegría ni juventud. Sus ojos estaban profundamente tristes, ya no brillaban como cuando estaban juntos.
- ¿Sabes? Antes me hubiera hecho feliz escuchar eso de ti, verte frente a mí pidiendo que hablemos -suspiró, riendo despacito-. Pero ahora... sólo quiero centrar mi vida en una persona, y no te quiero en ella.
- Pero... -titubeó-... al menos, ¿Podemos hablar?
Hoseok le sonrió, despidiéndose con la mano.
- Lo siento, tengo una camioneta que alcanzar.
...
<< Me gustan los ojos tristes, los chicos malos,
las bocas llenas de mentiras.
Bésame en el pasillo,
pero antes de que me digas adiós. >>
Taehyung terminó de cantar y recogió el sombrero de Cowboy del piso. Ya no estaban en el metro, ahora estaban en el centro de Seúl, cantando en medio de una calle concurrida con Jimin, Jin y su guitarra. Sólo ellos tres y un montón de personas rodándoles.
Los tres estaban recogiendo el instrumental que les prestó el amigo de Jin, como los micrófonos y los parlantes, mientras algunas personas seguían poniendo dinero en el sombrero de Taehyung, quien sonreía amablemente hasta que vio un rostro frente a él, poniendo un billete en su sombrero.
La sonrisa se le borró del rostro y acto seguido tomó el billete y lo tiró a sus pies.
- No necesito tu sucio dinero.
Hoseok se largó a reír, amargamente. Prefería reír a sentirse mal, porque de todas formas estaba costumbrado a que Taehyung lo tratara así. Y prefería eso a que le ignorara.
Taehyung se dio la vuelta y Hoseok se metió las manos a su chaleco, estaba muriéndose de frío, temblaba tanto que su mandíbula tiritaba. Le había costado un mundo encontrar a Taehyung, buscó en los metros y en las paradas de autobús, hasta que por fin recordó que tenía el número de Jin, así que lo llamó y le preguntó dónde podría estar.
Y se vino a esperarlo al centro de Seúl luego de pedir a alguien que le cubriera en el trabajo, escondido entre los escaparates para que Taehyung no le viera. No podía evitar preguntarse desde cuando se había vuelto un acosador de verdad.
Y ahora estaba allí, viendo al chico guardar su dinero, ignorándole.
- Kim Taehyung -pronunció Hoseok, tratando de no tartamudear.
Se sentía triste, porque justo cuando todo estaba saliendo decentemente entre Taehyung y él, la había cagado hasta el fondo. ¿Desde cuándo se había vuelto un destructor de relaciones como Namjoon?
- Kim Taehyung -repitió, viendo que éste lo ignoraba.
Jimin y Jin vieron a Hoseok, pero prefirieron no saludarlo. Hoseok estaba tan serio que daba miedo. Algo pasaba entre ellos dos y sabían que si arruinaban el momento de seguro uno de los dos terminaría matando a alguien. Y no querían ser ellos. Así que se mantuvieron callados, expectantes a cualquier cosa, mientras guardaban todo los cables.
- Kim Taehyung. ¡Kim Taehyuuuuung! -insistió Hoseok, elevando la voz-. ¡Kim Taehyung, Kim Taehyung, Kim Taehyung, Kim Taehyung, Kim Taehyung!
- ¡Aah! -gritó él susodicho, pateando el piso y mirando irritado a Hoseok-. ¡Ya para!, ¡¿No ves que estoy ignorándote?!
Hoseok hizo una mueca y mirando de abajo hacia arriba a Taehyung, hasta llegar directamente a sus bonitos ojos cafés, hablo despacio pero fuerte. Quería que Taehyung lo escuchara perfectamente.
- Me gustas.
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