Capítulo 27: amor, por favor quédate.
Jung Hoseok bajo del metro ayudado de Taehyung, que tenía un brazo rodeando su cintura mientras él se recargaba casi sin peso en su hombro, con la muleta bajo el brazo. Taehyung cargaba con su bolso en el otro hombro, sin ningún atisbo de cansancio o molestia y ambos caminaron fuera del metro hacia la calle transitada.
El sol estaba en el horizonte medianamente oculto por los árboles y ambos caminaban juntos sin decirse nada, Hoseok siendo guiado por Taehyung en el silencio cómodo que suelen compartir. Solo basto que caminaran una calle para que Hoseok se diera cuenta que estaban cerca de uno de los templos más conocidos en Seúl, donde estaba el Jardín secreto, rodeado de tanques y puentes de piedra y madera. Era un lugar precioso, donde la mayoría que iban a visitarlo eran ancianos para buscar tranquilidad y serenidad o turistas para sacar fotos. Era un lugar mágico por las flores que crecían a las orillas de los estanques, las plantas trepadoras que se adherían a los puentes y los sauces llorón.
Cuando llegaron cerca de uno de los puentes para cruzar a uno de los templos, Hoseok dejo de agarrarse de Taehyung y lo soltó, porque supuso que eso quería el menor y supo que estaba en lo correcto cuando lo vio caminar lentamente hacia el puente, pasando su mano por la barandilla y mirando todo con cierto brillo de nostalgia en sus ojos tristes.
- Si este era el lugar, has ganado -dijo Hoseok, mirando asombrado a su alrededor. Nunca había venido, sólo sabía de su existencia por fotos en internet o folletos de viajes-. No creí que vendríamos aquí...
Taehyung dejo de darle la espalda, mirándole con cierta chispa de alegría que hizo que el corazón de Hoseok volviera a sentirse más tranquilo y menos preocupado.
- ¿A dónde pensabas que iba a llevarte?
- Sinceramente, no lo sé... -se encogió de hombros, bajo la ladeada mirada de Taehyung-. ¿Al río Han, tal vez?
- ¿Por qué te llevaría allí? -sonrió Taehyung, volviendo a ver las barandas de madera como si buscara algo.
- Jin hyung me contó que se conocieron ahí, no sé porqué pensé en ese lugar...
- Oh, sí... fue hace mucho -asintió Taehyung, dubitativo, olvidando otra vez esa chispa de alegría y haciendo una mueca que oculto cuando le dio la espalda-. Creo que estaba con mi abuela.
- Sí, estabas con ella... me dijo que le hablaste cuando él estaba solo tocando la guitarra, que pensó que eras muy raro por hablarle tan de repente. Me gusta imaginarte en otros tiempos donde no sabía mucho de ti.
Hoseok caminó a paso lento hacia el puente, se apoyo en la barandilla de espaldas y contemplo enternecido a Taehyung quien seguía manteniendo la mirada perdida.
- Sí, bueno, me gusta hacer amigos, no es gran cosa... y... -Taehyung se irguió y luego se cruzo de brazos, tocándose el mentón y murmurando consigo mismo-... ¿Dónde está...? Tal vez...
- ¿Qué buscas? -preguntó Hoseok, curioso ante la mueca pensativa del menor.
- Una... una frase que escribí cuando era pequeño, vine con mi abuela aquí y la escribí -explicó Taehyung, volviéndose en sí y frunciendo las cejas-. Pero no la encuentro... ¿Dónde estará...?
Hoseok lo siguió con la mirada hasta que él mismo se puso a buscar, entre los pilares del piso donde algunas ramas y las hojas trazaban el piso. Caminó hacia el otro extremo y se agacho con cuidado, apartando las hojas y dejando ver una pequeña caligrafía desordenada tallada con algo afilado o tal vez algún lapicero negro. Sintió su corazón derretirse por dentro ante lo que salía escrito en la madera roída.
- Taehyungie, ¿Es esta?
Vio de reojo como Taehyung se agachaba a su lado y apartaba algunas hojas que entorpecían la visión con claridad. Afirmó emocionado, volviéndole a ver y le sonrió mostrando toda su blanca dentadura, esa risa con sus comisuras levantadas y con un brillo emocionado en sus ojos.
- ¡Esa es, gracias!
- Kim Taehyung va amar mucho a su abuela por siempre y su abuela va amar mucho a Taehyung... -leyó Hoseok en voz alta, sacando un sonrojo a las mejillas del menor quien abrazó sus piernas y oculto parte de su rostro avergonzado entre sus brazos entrecruzados-. ¿Tú lo escribiste?
- Sí, ¿Tenía unos seis a siete años, tal vez? -río Taehyung nostálgico, acariciando con los dedos la caligrafía desordenada de un pequeño niño. Hoseok estiro la mano y apartó los cabellos que caían en la frente de Taehyung ocultando sus ojos, perdido en la expresión soñadora, esa que tanto le gustaba ver en él- Mis padres iban a tener a Jinjae, estaban muy ocupados para cuidarme así que me dejaron con mi abuela y lo primero que hizo fue traerme aquí en vacaciones. Mi abuelo trabajaba en el campo así que no pudo venir, en ese entonces yo estaba triste porque creía que me iban a cambiar por mi hermano menor, ¡Era un niño muy celoso!... pero mi abuela me dijo que no importaba si alguna vez alguien me cambia, ella me iba amar por siempre porque yo era único para ella.
A Hoseok le dieron unas ganas terribles de atraer a Taehyung contra sí y comérselo a besos. Pero no lo hizo y en cambio se quedo escuchándolo con atención.
- Y escribiste esto...
- Sí... -se relamió los labios, mirando de soslayo al mayor quien no dejaba de admirarlo. Desvió la mirada, aun sonrojado y una risa no tardo en escaparse de sus labios-... pero mi abuela me regañó porque escribí en un monumento nacional.
- ¿No leyó lo que escribiste? -alzo una ceja Hoseok, sonriente y contagiado por su risa.
- No, sólo vio que estaba rayando y nos fuimos de aquí porque creía que nos iban a multar -luego su sonrisa se ensanchó, con los ojos brillosos y traviesos-. Una vez nos multaron cuando tenía cinco años y quise subirme encima de un ganso... casi mato al ganso. Era propiedad del estado, pero al menos el abuelo sacó una foto graciosa de eso. No sé donde estará esa foto, creo que en la casa de mis padres.
Hoseok no pudo evitar soltar una fuerte carcajada ante la imagen creada en su cabeza. Era adorable.
- ¿Un ganso era propiedad del estado?
- No, el terreno donde estaba el ganso -rectificó Taehyung entre risas. Se levantó y seguido de Hoseok ambos se apoyaron uno al lado del otro en la barandilla-. Fueron buenos tiempos, ¿Sabes? Este lugar es mi favorito, siempre solíamos venir en nuestros días libres cuando me vine a vivir aquí... la segunda vez que vinimos yo tenía 14 años, mi abuelo nos pudo acompañar, estábamos celebrando el Chuseok, vinieron muchas personas y pusieron música... Recuerdo que mi abuelo hizo a mi abuela bailar en medio de este puente -señaló Taehyung frente a él, dando un salto y parándose justo en medio, en una pose como si estuviera a punto de dar una vuelta en su eje-, fue graciosísimo verla balbuceando insultos mientras mi abuelo le hacía dar vueltas en frente de varias personas. Le piso los pies muchas veces pero mi abuelo no se enojo, aunque no era raro, mi abuela era muy encantadora diciendo insultos.
Taehyung se abrazó a sí mismo, mirando el horizonte frente a él con una sonrisa llena de añoranza. En sus ojos Hoseok podía ver aquellos recuerdos, podía imaginarse a sus dos abuelos bailando en medio del puente lleno de risas y felicidad, podía imaginarse a un pequeño Taehyung aplaudiendo y riendo disfrutando de sus abuelos siendo ellos mismos. Él jamás había tenido eso. Sus abuelos por parte de su madre habían fallecido hace mucho, antes de que naciera, y los de su padre vivían en las afueras de Gwangju, por lo que sus buenos recuerdos se basan en su familia yendo a los festivales, a las fiestas de año nuevo, del colegio y etcétera. Jamás había visto a dos personas bailar sin importarle nada, simplemente para disfrutar un momento juntos. Una vez bailó con su madre en la fiesta de graduación de su hermana, pero de eso hace mucho y completamente diferente. Lo obligaron a hacerlo.
Hoseok pensó que Taehyung debió haber tenido una niñez maravillosa para llegar a ser como era en esos momentos, con un aura que desprendía amor y honestidad. Ni siquiera podía recordar a ese muchacho que le decía cosas déspotas y feas, ahora era todo un chico dulce que se dejaba besar y abrazar y llenar de mimos como un pequeño cachorro. Creía que Taehyung era un chico independiente, pero si te acercabas más a él te dabas cuenta que era todo lo contrario. Podía ser un chico fuerte y a la vez, ser igual de frágil que un copo de nieve.
Se relamió los labios, mordiendo su labio inferior y mirando con un brillo intenso en los ojos a Taehyung, quien no dejaba de mirar el cielo que empezaba a tornarse con colores naranjos y celestes oscuros, dando un aura más melancólica a su expresión. El ambiente empezaba a volverse cada vez más frío, haciendo que su cabello se alzara por todas partes.
- Podríamos bailar, tú y yo.
Taehyung se giro a mirarlo y, con una sonrisa coqueta, se acercó para besar a Hoseok en los labios, tan lentamente que sus labios fríos se habían tornado cálidos. Taehyung peinó su cabello mientras él lo abrazaba por la cintura, metiendo sus dedos fríos bajo la sudadera del menor, acariciando su cálida piel y provocándole un respingo.
- Podríamos -susurro Taehyung contra sus labios, separándose unos centímetros y acariciando con sus pulgares las mejillas de Hoseok-... pero no es eso a lo que vine, Hobi.
- ¿Entonces?
Taehyung fue apagando su sonrisa y el brillo en sus ojos, poniendo sus manos a sus costados, haciendo que Hoseok lo mirara preocupado y llevara su mano izquierda a su mejilla, acercándolo más a él hasta casi tenerlo entre sus piernas. Había dejado la muleta a un lado y se sentó a la orilla de la barandilla.
- Quiero leer la carta de mi abuela... siento que es hora de leerla -esbozo Taehyung, tragando saliva dificultosamente, para luego mostrar un ademán de una sonrisa forzosa-, ¿Y qué mejor que aquí, nuestro lugar favorito?
Hoseok trago saliva, mirándole con comprensión. Trataba de no ponerse triste por todo lo que el menor estaba pasando, ser un pilar de apoyo, pero era sumamente difícil. Aunque él sabía que sólo bastaba con que estuviera ahí con él.
- Pensé que ya la habías leído.
- Iba hacerlo, ¿Sabes? Cuando dejé la urna junto a la de mi abuelo, pero luego pensé que me iba a sentir mucho más solitario si lo hacía... -confesó Taehyung ladeando la cabeza, sin mirarle, jugando con los cordones de su sudadera-. Estoy listo para leerla ahora porque tú estás aquí conmigo en este lugar... eres algo así como mi cable a tierra, como mi ancla en un mar oscuro... necesito que estés conmigo ahora.
La voz de Taehyung era casi un murmullo del viento. Pero él lo podía oír.
- Gracias, Taehyungie -dijo Hoseok, inclinándose para besar la frente de Taehyung y abrazarlo con fuerza, hasta inhalar el aroma de su piel. Disfrutaba como nunca aquellas palabras y el sonrojo en sus mejillas. Lo adoraba tanto que no creía adorar así a alguien nunca más.
- No digas eso... si alguno de los tiene que agradecer algo al otro soy yo -refuto Taehyung, alzando la vista, rozando con la nariz su mejilla y abrazándolo de la cintura con fuerza, sumergiéndose en su pecho-. Gracias por quererme aun siendo tan insoportable.
- Ese es tu encanto, lo sabes... -bromeó con una sonrisa, besando repetidamente su mejilla y bajando por su cuello, corriendo un poco su camiseta con los dientes y besando su hombro, haciendo que Taehyung soltara un pequeño jadeo de satisfacción-. Puedes leerla cuando quieras, tenemos todo el tiempo que desees.
Taehyung ladeo la cabeza hacia el otro lado, haciendo que ambas narices volvieran a rozarse y asintió con la cabeza antes de besar con cuidado y dulzura su labio inferior.
- Bien, aquí voy... -dijo con determinación en sus tensas facciones. Se separó de Hoseok, buscando en los bolsillos de su sudadera la carta de su abuela y al encontrarla, abriéndola con sumo cuidado. La desplegó lentamente y se relamió los labios con nerviosismo antes de fruncir el ceño- Oh, ¿Es esta una mancha de mermelada? De seguro escribió esto comiéndose el postre... -ambos rieron despacio, comprobando esa mancha de un dedo en la esquina de la hoja. Taehyung se puso al lado de Hoseok, sentándose a la orilla de la barandilla igual que él y empezó a leer mordiéndose el labio inferior nerviosamente, sintiendo el cálido soporte de su mano entrelazada con la de Hoseok entre ellos.
<< Querido nieto y muy dulce Taehyungie:
Primero que nada, perdón por no poder despedirme de ti como es debido. Las fuerzas de mi cuerpo no fueron suficiente para poder decirte todo lo que quería. Por eso escribo esta carta para ti, para que no creas que me fui sin pensar en ti, porque estoy segura que eso pensarás al enterarte. Te conozco mejor que nadie y sé que estarás muy triste, tal vez te enojes conmigo pero... sabemos que es lo mejor. Deseo poder alargar más mi estadía, pero siento el paso de los años en mis huesos y, sinceramente mi dulce nieto, ya no quería alargar más el dolor. Sé que ya no estarás solo y eso me hace irme en un profundo mar de serenidad. Sé que estás rodeado de gente que te ama y te cuida, eso es lo único que yo quería para al fin poder partir de tu lado.
Eres mi sol, ¿Lo sabes? Desde que te tuve en mis brazos supe que eras el sol personificado, con tus sonrisas y tus ojos que brillaban más que cualquier estrella en los cielos oscuros. Siempre logras hacer sonreír a todas las personas que te conocen, tienes una chispa vigorizante que me hizo amarte más de lo que ya te amaba cuando me enteré que tu madre iba a darme otro nieto. Sólo me basto conocerte para saber que serías mi nieto favorito, pero por favor no se lo digas a tus hermanos, ¡Nunca se está bien alardear! Aunque eso tu lo sabes, eres como uno de mis hijos. Siempre te vi como uno de mis hijos, ¿Qué nieto llama a diario a su abuela para saber cómo está y le envía regalos? Siempre me sentí tan bendecida por tenerte, no podía imaginarme como lo estarían tus padres. Te criaron perfectamente, hicieron de ti una maravillosa persona.
Y ese es otro tema que quería decirte antes de irme, porque es mucho más complicado y es algo de lo que, créeme, no estoy orgullosa de haberte ocultado, mi dulce Taehyung.
Espero que puedas perdonarme por ocultártelo por todo este tiempo. Eres el chico más amado, eso jamás lo dudes, y por eso hicimos lo que hicimos.
Tus padres y hermanos jamás dejaron de amarte, es en eso en lo que jamás te mentí. Pero te mentí cuando te decía que estaban bien. Ellos no estaban bien, para nada bien, ¿Te acuerdas cuando te dije que no teníamos dinero suficiente para cubrir los gastos de la casa durante un tiempo y anduvimos sin luz durante un mes? Bueno, ese dinero fue a parar a las manos de tu padre y te preguntaras el porqué... no es fácil para mí decirlo. Tus padres han sufrido mucho y me pone muy triste el decírtelo, porque sé que para ti será peor.
Estoy segura que te acuerdas de ese hombre detestable ex marido de tu hermana, Kang Dong-sun. Sí, mi bebé, ese hombre hizo de la vida de tus padres y tus hermanos un infierno cuando te encerró. Encerrarte sólo fue una parte para torturarlos y a ti incluido.
No lo sabes, pero él logró apoderarse de las tierras de tu padre y de toda la familia. Hizo que expulsaran a Jinjae de la escuela, por lo que tus padres tuvieron que buscar otra y tuvo que repetir ese año. No dejaba de acosar a tu hermana, fue tanta la intimidación, las amenazas, que tuvo que irse a vivir otra vez a la casa. Esa casa era lo único que ese sujeto no pudo quitarles. Tu padre fue despedido del trabajo, tu madre tuvo que empezar a trabajar y tu hermana también para poder mantenerse en pie.
Días antes cuando tu ibas a salir de la correccional, él le dijo a tu hermana que iba a venir a por ti. Que iba hacerte daño, estuvo mucho tiempo diciendo que iba a dañarte para asustarla, así que por eso te enviaron aquí. Créeme que no fue fácil para ellos actuar como si estuvieran enojados contigo, porque no lo estaban en absoluto, créeme. Ellos estaban asustados de que pudieran hacerte algo terrible, por eso dejaron de llamarte y cortaron toda comunicación contigo. ¿Crees que si te decían la verdad tú ibas a venirte a vivir aquí conmigo? Ellos te conocen, sabrían que tú lucharías y... ellos sólo querían mantenerte a salvo. Perdóname por ocultarte la verdad, pero esa fue la decisión que tomaron y tuve que respetarla, estuve mucho tiempo en desacuerdo pero creo que fue lo mejor. Nunca te hubieras separado de ellos sino hubiera sido así y él te habría encontrado y, por el amor de Dios, qué cosas hubiera hecho.
Sería bueno que, ahora que planean venir a verme por mi estado, hablaras con ellos y te pusieras al tanto de lo que van a hacer. Hay muchas cosas judiciales de por medio, les costó demasiado contratar a un abogado que estuviera de su parte. Sé que estás muy enojado y dolido por la forma en la que te trataron, pero ahora que sabes la razón espero que todo vuelva a ser como antes entre ustedes. Sé que te preguntaras porqué te lo estoy diciendo yo, en vez de ellos, pero las cosas aun no se solucionan y dudo que ellos te lo digan sin tener nada conciso.
Te amo muchísimo, eres el mejor nieto del mundo, te lo he dicho tantas veces así que espero que no estés llorando como un bebé al leer esto. Agradezco haberte tenido a mi lado estos últimos días donde siempre me apoyaste desde que tu abuelo se fue, espero que nunca dudes de eso y sigas tan feliz, encantador y risueño como siempre lo has sido, mi pequeño bebé.
No estás solo, me aseguraré de eso siempre. Ama sanamente, ama de todas las formas posibles, llora cuando lo desees y no te avergüences de ello, ¡Llorar es de humanos, hazlo! Siente la vida cada segundo, en tus venas y en tus pulmones. No tengas miedo de fracasar, cada fracaso te enseña que camino no deberías tomar y te ayuda a ser una mejor persona. Vive en el ahora, porque es lo único que tenemos y está en nuestras manos cambiarlo y darle la forma que queramos. Y si alguna vez sientes que estás desperdiciando el tiempo, no te eches a morir como si todo estuviera perdido, como si no hubiera otra salida. La hay. Siempre puedes volver al punto de partida y volver a vivir. Y si vuelves a sentirte solo, sólo recuérdame y sabrás que no lo estás. Donde sea que me encuentre cuando me vaya siempre, siempre, siempre te amaré.
Attent. Kim No Ah,
la por siempre abuela de Kim Taehyung.
PD: Ese muchacho Hoseok tiene mi absoluta aprobación. No lo pierdas, ¿Me entiendes?, ¡Ustedes se gustan, son tan obvios! No hay nada más afortunado y bello que una persona sienta lo mismo que tú. Aprovéchalo cuando lo tengas y, si alguna vez se arruina, al menos lo habrás tenido. Si amaste una vez, volverás amar otra y de una forma mucho mejor. No te cierres a eso nunca. Y cuida a Soonshim por mí como siempre, dense mimos en mi ausencia. Puedes darle más de cinco croquetas luego, ¡Pero sólo una vez! Esto es tan difícil, pero adiós mi adorable nieto, te veré en tus más bellos recuerdos. >>
[...]
Taehyung ni siquiera se percató de que estaba llorando desconsoladamente sino fuera porque Hoseok lo abrazó. Estaba sollozando con tanta fuerza que se le cortaba la respiración y lo veía todo borroso, sintiéndose caer pedazo a pedazo, con el alma hecha trizas y una pena tan grande que no le dejaba pensar con claridad. Estaba perdido en su tristeza, en todos esos malos pensamientos y emociones, casi entrando en la desesperación sino fuera por aquellos brazos que lo sujetaban y prometían no dejarle caer. Extrañaba con tanta intensidad a su abuela que no podía contenerlo dentro suyo, de alguna forma tenía que salir. La extrañaba más allá de todas esas lágrimas que no dejaban de brotar de sus ojos.
- Todo estará bien... -lo arrulló Hoseok, besando su sien con ternura. Taehyung negó reiteradamente con la cabeza y se hizo hacia atrás, haciendo que Hoseok lo mirara extrañado. Le tendió la carta para que la leyera y cuando Hoseok la tuvo entre sus manos desconcertado, volvió abrazarlo y a esconder el rostro en su pecho entre sollozos desgarradores.
Hoseok leyó cada frase, cada palabra hasta el final y a medida que lo hacía su rostro se iba desformando en una mueca llena de tristeza a una llena de desagrado y perplejidad. Abrazó con más fuerza a Taehyung hasta explotar en una exclamación llena de incredulidad e ira.
- ¡Qué maldito hijo de puta! -vociferó, apretando los ojos y la mandíbula, con el ceño tan fruncido que sentía como la vena de su sien sobresalía-. Por Dios, ¿Cómo puede un ser humano estar tan podrido por dentro?, ¿Cómo...?
Trato de tranquilizarse solamente porque Taehyung aun seguía llorando, aplacando cada vez más sus sollozos mientras se sostenía de su cuerpo. Se secó las lagrimas con las mangas de su sudadera sin separarse y apoyo su mejilla en el hombro del mayor, sintiéndose cansado como nunca antes, como si en cualquier momento pudiera desplomarse y lo único que hacía que siguiera en pie fueran aquellas palabras de que todo el dolor y esa pena se irían. Que iba a estar bien.
Taehyung sabía que tenía que ser fuerte, si bien esa carta le hizo demasiado feliz, también abrió muchas viejas heridas. Había estado lleno de rencor desde que lo encerraron y no se perdonaba el hecho de haberse sentido así con sus padres. Recordó la forma tan dura en la que lo golpeaban en la correccional, todas esas veces en las que trato de llamar a sus padres a escondidas, metiéndose en las oficinas de los guardias solo para escuchar la voz de sus padres y que ellos nunca le contestasen o, si lo hicieran, fueran totalmente fríos. Recordó todas esas veces en las que no pudo más y los odio. En ese momento se sentía la peor persona del mundo.
Hoseok tocó y secó sus mejillas húmedas, lo alejó de su pecho y lo miró intranquilo para luego besar su frente y sus labios con delicadeza, preguntando con cuidado y dulzura:
- Tae... ¿Quieres que vayamos hablar con tus padres?
[...]
Taehyung tomo el autobús con Hoseok cuando volvieron a casa en metro en vez de caminar, sería demasiado para el mayor quien aun le dolía la pierna irse caminando desde ese trayecto. Se sentaron en los asientos de atrás, el autobús a esa hora apenas estaba lleno y la mayoría se sentaba en los asientos de adelante, por lo que Taehyung apoyó cómodamente la cabeza en el hombro de Hoseok mientras veía la ventana a su lado. Ambos tenían las manos entrelazas y Hoseok de vez en cuando besaba cariñosamente su coronilla mientras este cantaba en voz muy baja y trémula.
Amor
Sé que estás cansado
Ojos cansados
De la noche
Amante
Ven a la cocina
Los azulejos están fríos
Y también yo.
En cada palabra cantada, no podía dejar de pensar en la carta, en su abuela y por sobre todo, en su familia. En todos esos bellos momentos que pasaron juntos, en lo terribles que fueron los días que vinieron después, en lo solitario que se sintió y se habría perdido completamente en su mente a no ser porque seguía cantando, como si le estuviera diciendo a Hoseok que estaba ahí, porque el mayor no dejaba de acariciarle -a veces apenas un roce de sus dedos- para animarlo. Los besos de Hoseok lo consolaban a tal grado de volverse tan dependiente que no se creía capaz de vivir sin ellos, incapaz de desconectarse de su mano aferrada a la suya.
Entonces toma todo de mí, lo que quieras
Lo que necesitas
Toma de mí
Lo que quieras
Lo que necesites
Pero amor,
Por favor, quédate conmigo.
En ese momento, definitivamente esas palabras iban dirigidas hacia Hoseok, aunque él no lo supiera. Y para Taehyung era mucho mejor que no lo hiciera, que no tuviera idea de cuanto dependía de él, porque si lo llegaba a saber tenía miedo de espantarlo. Taehyung no creía que Hoseok dependiera de él y aquello le daba un profundo pavor, desde que lo conoció lo supo y estuvo seguro que pasaría, por eso se empeñaba tanto en odiarlo y hacer como si nunca lo pudiese amar. Desde el primer momento en que sus ojos se conectaron, desde que su corazón fue flechado por él, sabía que Jung Hoseok sería su salvación a todo el desastre de su vida, a todo los desastres que podían ocurrir en su mundo, pero...
Si Hoseok se alejaba de él, ¿Qué haría en ese momento?, ¿Qué haría si alguna vez deja de amarlo?, ¿Era realmente posible vivir sin él ahora que sabía lo que era vivir a su lado?
Taehyung levantó el rostro y miró a Hoseok, quien ignorante de sus pensamientos pesimistas volvió a besarle la sien con cariño, bajando en pequeños besos cortos por su cuello y haciéndole cosquillas con su nariz, volviendo a besar su boca y luego su nariz y sus dos parpados hinchados por el llanto. Taehyung gimió complacido, riendo como un bebé y agarró a Hoseok de la nuca para darle un profundo beso en los labios, sin importarle nada ni nadie. Sólo los labios de él y los suyos expresando lo mucho que se desean el uno al otro.
Definitivamente, Taehyung no sabía lo que haría si lo perdía, así que sólo le bastaba con tenerlo a su lado en ese momento, ser feliz, exprimiendo cada gota de amor, y desear que no terminase nunca. No le importaba nada más, porque si Hoseok se quedaba a su lado, entonces Taehyung lo haría el chico más feliz del mundo. Y esa era una promesa inquebrantable.
[...]
Fue Hoseok quien abrió la puerta de la casa de su abuela y Soonshim la primera que los recibió, como si hubiera estado desde el día anterior esperándolos y donde el repentino ruido hizo que sintiera una sensación extraña en la boca del estómago. Se había acostumbrado tanto al silencio que el ruido de la televisión, el de la cocina, los pasos de alguien caminando, le ponía los pelos de punta imaginando que se había perdido en otra dimensión.
Apretó con más fuerza la mano de Hoseok, mientras acariciaba el lomo de Soonshim con la otra y le decía cuánto la había extrañado, sin importarle la mirada curiosa que les dio su hermana al cruzar el pasillo para ir al ante jardín y saludarlos como si no hubiera visto sus manos unidas. Ambos junto a la canina fueron directo al sillón, Soonshim le había extrañado tanto que no tardó en acurrucarse en el regazo de Taehyung aunque casi lo aplastase con su cuerpo.
Saludaron a Jinjae, quien estaba leyendo un libro de leyes y decretos del país frente a ellos y les había devuelto el saludo en un ademán indiferente con la mano. Taehyung pudo darse cuenta que su abuela sólo le había contado el panorama general, porque si ella le hubiera dicho que Jinjae se interesaba por las leyes no se lo hubiera creído. Nunca. Tal vez si eso tenía que ver con algún juego, pero supuso que sería mejor no mencionar eso aún.
- ¿Quieren comer algo? -preguntó su madre luego de aparecer por la cocina para saludarlos. Tanto Hoseok como Taehyung no habían comido nada, así que con el estómago gruñendo asintieron hacia la mujer que no tardó en sonreír y volver a la cocina. En ese momento, Jinjae dejó de leer y los miró a ambos, específicamente a sus manos entrelazadas.
- ¿Son novios? -preguntó de repente, creando un corto circuito en la mente de Taehyung.
- ¿Qué? -balbuceó.
- Sí, somos novios -respondió Hoseok a la vez, sin titubear ni un segundo.
- Oh, eso es... cool -musito Jinjae, como si se lo hubiera esperado. No lucía particularmente feliz o enojado, sólo mantenía una expresión neutral mientras depositaba el libro ya cerrado en su regazo con aire solemne-, ¿Desde hace cuánto?
- Espera, Jinjae, tú...
Taehyung no supo qué más decir, pero tuvo que cerrar la boca porque Soonshim, al verle con la boca entreabierta de la sorpresa, había tratado de darle un lenguetazo. Hoseok respondió por él con una total naturalidad que también lo desconcertó.
- Desde hace como dos meses, más o menos. Pero nuestra relación al principio fue dudosa, así que ignorando eso técnicamente tres semanas y seis días -luego soltó una risa risueña, casi burlona-. Ahora que lo digo en voz alta suena que llevamos muy poco, ¿Qué loco, no, Taehyungie?
Hoseok le dedicó su más brillante sonrisa inocente. Taehyung aún seguía procesando el hecho de que a su hermano no parecía importarle. Había venido con el propósito de hablar sobre el tema de su familia, ¿Por qué habían empezado a hablar de su orientación sexual?
Y tampoco ayudo mucho el hecho de que su hermana entrara con un montón de ropa limpia del antejardín justo cuando su hermano había vuelto abrir la boca otra vez sin ningún pudor que lo detuviese.
- ¿Y ya tuvieron relaciones? Tengo entendido que el sexo entre hombres hace más probable el hecho de contraer sida y otras enfermedades, de verdad no me gustaría pensar que mi hermano...
- ¿QUÉ MI HERMANITO QUE? -gritó su hermana interrumpiéndole, horrorizada y tirando la ropa por los aires. Una braga había caído justo encima de la cabeza de Jinjae, quien lo sacó de un manotazo con desagrado. Taehyung se había congelado en el sillón, queriendo desaparecer cuando su madre apareció por la cocina y, secándose las manos en el delantal, los miraba a todos con un aire nervioso poco característico de ella. Lo había escuchado todo.
- Sabía que este día pasaría tarde o temprano -dijo su madre con cierto pesar, mirando un punto frente a ella para luego dirigirla hacia Taehyung y Hoseok, quienes apenas se habían movido del sillón sólo para respirar. Soonshim había terminado por quedarse dormida y la hermana de Taehyung había terminado por recoger toda la ropa, tirarla encima de la mesa del comedor y sentarse en el reposa brazos del sillón donde estaba Jinjae-, vamos a hablar de esto cuando llegue tu padre, ¿Está bien, osito?, ¿Hoseok-ssi?
Se hizo el silencio. Taehyung soltó la mano de Hoseok y ocultó su rostro hirviendo entre estas, haciéndose más pequeño en el sillón bajo el cuerpo de la canina.
- Bueno, primero que nada -volvió a retomar la palabra Hoseok, bajo la mirada de todos menos la de Taehyung y Soonshim-, nos hemos protegido, no tienen de que preocuparse. Me informé sobre el tema hace tiempo, en lo que a mí respecta jamás he estado con otro chico que no sea Taehyung, sí con chicas, claro. Pero siempre he usado protección así que estoy limpio y muy saludable, conozco todos los métodos anticonceptivos, además hace tiempo que no salía con alguien en serio desde hace... hmm... ¿Tal vez un año? A veces salía con chicas, nada serio, pero luego apareció Taehyung con su adorable forma de ser, ¡Si lo hubieran visto la primera vez que me habló! y es el único con quien...
- ¡Ya, detente, por favor! -chilló Taehyung interrumpiéndole, saliendo de su escondite más abochornado de lo que alguna vez estuvo en su vida. Todos pegaron un respingo, incluso Soonshim, quien se despertó y ladró por el susto-. No vine a-aquí por esto, es decir, por-por favor no hablemos de esto... -dirigió la mirada apenada hacia Hoseok, quien aún estaba asombrado por su repentino chillido-. Perdón por gritar, Hobi.
Hoseok le sonrió enternecido y volvió a tomar su mano entre las suyas. Los tres no le quitaban la vista de encima en ningún momento hasta que su hermana carraspeo incómoda por el intercambio de miradas intensas que se daban y, luego de unos segundos pensativa en donde llamo la atención de todos en la sala, habló.
- Así que... bueno, yo como hermana... -balbuceo, jugando con sus manos evidentemente nerviosa. Se puso de pie y, sorprendiéndolos a todos, abrió los brazos y sonrió estrechamente-. ¡Bienvenido a la familia, Hoseok-ssi!
Hoseok era el único que sonreía. Los tres Kim restantes sólo la miraban como si le hubiera salido un tercer ojo y otra mano.
- Hija, por favor...
- ¿Qué?, ¡Alguien tiene que darle la bienvenida al primer novio oficial de Taehyungie! -replicó con disgusto su hermana, cruzándose de brazos.
- No, no, lo entiendo, sólo que es muy apresurado. Déjamelo a mí -rectificó su madre. Carraspeo y, con aire solemne, levanto la palma de su mano hacia ella y se dirigió hacia Hoseok, frunciendo el ceño con expresión seria y escrutadora, inclinándose hacia él para causar cierto aire de intimidación que causaba más gracia que otra cosa- Perdón, Hoseok-ssi, pero... ¿Qué intenciones tienes tú con mi hijo?
Esta vez fue Jinjae que intervino, con una risa estrepitosa y sincera que Taehyung hacía tiempo no escuchaba, depositando un sentimiento de congoja y a la vez de alegría en su pecho que estuvo a punto de hacerle llorar sino fuera por lo que dijo segundos después.
- ¡Mamá, por favor, no puedes actuar como papá en una situación así! Deberías decir algo como... no sé... ¿Tienes algún hijo oculto por ahí?, ¿En qué trabajan tus padres?, ¿Puedes mantener a mi hijo si el muy bruto no consigue trabajo?
- ¡Ya basta! -exclamó Taehyung, casi botando a Soonshim de su regazo, que con tanto ajetreo se fue corriendo hacia alguna de las habitaciones para por fin echarse la siesta-. Nadie va hacer preguntas a Hoseok sobre nada, ¿Me entendieron?
- Pero a mí no me molesta -dijo Hoseok con una sonrisa, elevando ambos dedos gordos en una señal afirmativa-, ¡Pregunten lo que sus corazones deseen!
- ¡Que no! -gruñó Taehyung exasperado.
De repente todas las cabezas se giraron hacia la puerta, donde apareció el padre de Taehyung con su expresión de jovial cansancio. Traía los lentes colgados en su camisa y, cuando abrió bruscamente la puerta, se los puso con una rapidez torpe y algo dramática.
- ¡¿Qué sucede aquí?! -exclamó seriamente. Taehyung y Hoseok tragaron saliva a la vez, más nerviosos que nunca. Pero al instante la expresión de su padre cambió a una totalmente divertida y cerró la puerta detrás de sí de un portazo-. Es broma, oí sus voces desde afuera y quise entrar en plan melodramático, ¿De qué me perdí?
- Papá, yo... -empezó a hablar Taehyung, porque sabía que si seguía sin decir nada su familia hablaría. O tal vez Hoseok. Los conocía demasiado bien.
Y por eso cuando oyó sus voces prorrumpir a la misma vez no se sorprendió, sólo dejo caer su cabeza contra su palma provocando un golpe seco y una marca rosada en su frente.
- ¡Este chico es el novio de Taehyung!
- ¡Mi hermanito es novio de Hoseok-ssi!
- ¡Nuestro hijo está saliendo con Hoseok-ssi!
El padre de Taehyung abrió tantos los ojos que creía que se le iban a salir de las órbitas. Y luego, bajo ningún pronóstico, se desmayó.
[...]
- A ver, a ver, déjenme ver si entiendo.... Ustedes empezaron a salir hace como un mes y medio, ¿Verdad? Su abuela lo sabía, claro, y ahora ustedes... bueno, estamos en el siglo veintiuno y las relaciones homosexuales están a la moda, ¿No?
Dijo su padre, luego de media hora desde el desmayo en el que tuvieron que acostarlo en el sillón y pegarle palmadas en la cara para que se despertase de la impresión. Taehyung pensó que iba a ponerse como una fiera, a despotricar contra los homosexuales o a pelearse con Hoseok. Pero fue una absoluta sorpresa verlo calmado y pensativo luego de que su madre le haya dado una botella de Soju del resfrigerador.
- Papá, por favor, ser homosexual no es una moda -se quejó su hermana a su lado, volviéndose a cruzar de brazos. Taehyung estaba sentado junto a Hoseok en uno de los sillones frente a él, a su lado derecho estaba su hermana y al lado izquierdo de Hoseok estaba Jinjae. Su madre se mantenía sentada al lado de su padre por si, según ella, se le ocurría desmayarse otra vez-. ¡Hasta el sujeto que hizo la escultura del David de Miguel Ángel era homosexual!
- Bueno, bueno, perdonen la confusión -rezongo su padre, frunciendo el ceño disgustado-. Sólo me cuesta aceptar que mi hijo no me dará nietos, ¿Ya?
- Pero si para eso tienes dos más -replicó su madre.
- ¡Pero yo quería uno de Taehyungie!
- ¡Papá, por favor! -exclamó Taehyung, ya hastiado de esa conversación. Luego de que despertó había tocado el tema por el que habían ido a la casa y ninguno le hacía caso-. Estábamos hablando de que la abuela me contó lo que pasó con ustedes, ¡¿Y sólo pueden pensar en mi orientación sexual?!
Taehyung estaba indignado, hasta creía que no dejaban de tocar ese tema porque no querían hablar del otro. Y lo supo en el momento en el que la habitación volvió a quedarse en un silencio incómodo y tenso. Ya podrían aceptar su homosexualidad después, él quería hablar sobre el tema que tanto lo había acomplejado esos dos años y medio.
- Bueno, tu tema es menos complicado que ese tema, hijo -dijo su madre afligida, mirando a su padre de reojo para volver a mirarle y agachar la cabeza-. Perdón por ocultártelo.
- Como iba diciendo, tu abuela sólo sabía unas pocas cosas de ese tema -añadió su padre abstraído-. Nosotros no nos alejamos de ti porque sí, nosotros dejamos de llamarte porque no queríamos que ese tipo interceptara las llamadas y supiera donde estabas. Nos tenía en sus manos y nos costó mucho ir consiguiendo pruebas para inculparlo por lo que fuese...
A cada respiración que daba, sentía el golpeteo incesante de su corazón en sus oídos. Taehyung apretó la mano de Hoseok, quien no se la había vuelto a soltar, y tomo una profunda exhalación.
- ¿Qué más pasó en mi ausencia? Cuando estaba en la correcional... y después cuando me vine a vivir aquí...
- Cuando estabas en la correccional muchas veces nos cortaba la electricidad, por eso un tiempo no pudimos llamarte ni saber nada de ti cuando estabas metido ahí... -empezó a decir su madre, carraspeando como si tuviera un nudo en la garganta. Tenía los ojos brillosos como si en cualquier momento fuese a llorar, pero su expresión seguía igual de firme-. Tu padre trato de demandarlo otra vez por los acosos, el asunto de estar confabulado con el tema de las drogas, y viendo que tenía las de perder por una grabación que consiguió tu hermana, nos amenazaba diciendo que iba a hacerte daño si no nos alejábamos de ti... no queríamos hacerte sentir culpable, bebé... -su madre se volvió a mirarle fijamente, con una sonrisa temblorosa-... eres nuestro tarrón de azúcar, ¿Lo sabías? Haríamos todo por ti y nos destrozaba tener que alejarte así que egoístamente... actuamos así... era muy doloroso para nosotros dejarte ir así como así... Lo siento tanto, osito, no sabíamos que hacer... y todo empezó a mezclarse haciendo de todo más difícil de sobrellevar... Perdónanos por herirte de esa forma.
Si de algo estaba seguro Taehyung, es que nunca había querido a su familia tanto como en ese momento. Les perdonaba absolutamente todo y, en un impulso, se levanto del sillón y abrazó a su madre y a su padre, tratando con todas sus fuerzas de no llorar igual que ellos. Si seguía llorando estaba seguro que sus ojos se derretirían y no podría ver nunca más. Sus padres le devolvieron el abrazo con igual fuerza.
- No, no, ustedes perdónenme a mí, yo debí ser más comprensivo y...
- Hyung, basta -murmuro Jinjae, pero Taehyung lo escuchó. Su tono de voz era realmente triste y él más que nadie sabía que esos momentos emotivos eran lo que Jinjae más odiaba. Se separó de sus padres con una sonrisa leve, mordiendo su labio tembloroso y sentadose correctamente al lado de su madre, quien no había dejado de tocar sus mejillas y sus manos- ... ya pasó, lo que importa es que lo sabes y... falta realmente poco para que lo encierren de verdad, durante largos años al maldito hijo de puta.
Taehyung lo miró perplejo, más por la frase que por el insulto.
- ¿Qué?
- Además de venir a ver a la abuela -siguió Jinjae, esta vez con un atisbo precioso de esperanza en sus ojos oscuros. Se inclinó en el sillón y su tono de voz estaba lleno de madurez. En ese momento Taehyung se dio cuenta de lo mucho que había madurado su hermano menor-, nosotros vinimos con nuestro abogado a buscar más pruebas que incriminaran a ese bastardo y lo logramos, ¡Lo logramos! Encontramos a varias personas que pudieron atestiguar contra él en su malla de vendedor, obviamente sólo a él porque tú sabes que el puto tráfico es más complicado y nos matarían si investigamos más allá. Todo ha resultado mejor gracias a que apresaron a esos dos sicarios que fueron atacarte, ahora tenemos suficientes pruebas para que lo apresen, además tiene ya un pasado delictivo de consumo de drogas que tenía muy bien tapado. Dijeron que iban a hacer un juzgado el lunes de la próxima semana, aun faltan unas hojas por tramitar pero ya lo están buscando para traerlo aquí para que atestigüe, ¡Y se va a pudrir en la cárcel, esta vez definitivamente!
- Oh por Dios, ¿Acaso es un regalo de navidad? -bromeó Taehyung, luego de un silencio donde trato de procesarlo todo lo mejor que pudo-. Suena demasiado bueno, demasiado...
- Es verdad, podremos al fin estar tranquilos -sonrió felizmente Jinjae. Una sonrisa de la cual no podía evitar contagiarse-, ¡Hasta tramitamos para volver a obtener las tierras de papá!
- ¿Es eso cierto? -preguntó Taehyung cada vez más animado, volviéndose a ver su padre que también sonreía. Ahora todos sonreían, incluso Hoseok quien no dejaba de mirarle.
- Sí, hijo. No tienes idea cuán feliz me siento, pero no quiero hacerme ilusiones antes de tiempo, no hasta que ese bastardo hijo de su puta madre...
- Papá -le interrumpió su hermana, como si estuviera diciendo << hay invitados, cuida tu lengua >> Pero a su padre poco le importó.
- ... esté por fin en la cárcel -prosiguió-, ¡Vamos a hacer una fiesta gigante! Bueno, cuando tengamos dinero pero eso será con el tiempo.
- Aunque lo que me tiene más preocupada es que lo vayan a traer aquí -intervino su hermana, haciendo una mueca y pasándose la mano por el cabello en una manía nerviosa-, no quiero pensar en cosas horribles, pero es mejor prevenir que lamentar. Taehyung, la próxima semana quiero que te vayas a Ilsan con tía Yoona, no quiero que estés cerca de ese sujeto ni a un kilómetro de distancia ahora que sabe que estás aquí.
Taehyung se volvió a mirar a su madre aterrado y ella sólo asintió dándole la razón a su hermana.
- Pero mamá, ¡No puedo irme donde tía Yoona! Tengo la beca en la Academia y... no, no puedo dejarlos solos otra vez.
El tono lastimero de Taehyung resonó desesperado por toda la sala, suplicaba con sus ojos que no lo alejasen otra vez. No quería separarse de ellos ahora que sabía la verdad, que sabía que su familia lo quería como siempre. Que no lo odiaban ni lo culpaban.
- Hijo, no hagas las cosas más difíciles para nosotros -musito su madre, posando su mano suave en su mejilla-, tienes que estar a salvo...
- Pero tía Yoona no puede tenerlo en casa, ¿No te acuerdas, mamá? -dijo Jinjae, pasándose agobiado los dedos por su cabello-. Ella está en Tokyo ahora. Está tan triste por el fallecimiento de la abuela que se fue a Japón, sabes como es...
- Oh, diablos, se me había olvidado... -gruño su madre frustrada, mordiéndose las uñas tan bien arregladas-. ¿Dónde podríamos enviar a mi osito para que esté a salvo? Tal vez...
Y no alcanzó a terminar, cuando una voz que se había mantenido aparte decidió aparecer sin ningún titubeo y seguro.
- Tal vez en mi casa -dijo Hoseok.
- ¿Qué?
Taehyung y todos en la sala se le quedaron mirando, él se recompuso y, con la misma mirada de profesionalidad y seguridad que suele poner cuando enseña a bailar, explicó:
- Mi hermana está de cumpleaños la próxima semana, tenía que ir a visitarla de todas formas. Puedo llevarme a Taehyung conmigo a mi casa durante lo que dure el juzgado y ese tipo este aquí. No le pasará nada malo conmigo, lo juro.
- ¡Eso es perfecto! -celebró su padre y su hermana sin ocultar lo bien que les parecía la idea. Tanto su madre como Jinjae aún seguían pensativos, pero terminaron por asentir, sin ninguna objeción.
- Hobi -lo llamó dulcemente Taehyung, captando su atención-, ¿Hablas en serio?, ¿En serio vamos a ir a tu casa?
Pero Hoseok no pudo responder, en ese instante su padre se levantó del sillón y fue abrazar a Hoseok como si fuera de la familia, palmeando su espalda y desordenando su cabello.
- ¡No se diga más, Taehyung va a...!, espera, ¿Dónde dijiste que vivías?
- Gwangju -respondió.
- ¡Gwangju!
[...]
Como me gusta que los protagonistas bailen un lento, me parece re cute <3
Y tarde pero lo subí, perdón ;; <3
Espero que les haya gustado,
¡Ahora sabremos más sobre la vida de Hoseok!
Anticipenlo ~
Nos vemos, gracias por leer, lxs amo <3
Cualquier error me avisan ;_____________;
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top