Capítulo 26: nana.
Kim Taehyung llegó al hospital de la mano con Hoseok, quien lo guiaba por el pasillo del área de hospitalizados donde estaba su abuela, aunque Taehyung supiera el camino a la perfección. Se encontró con su padre y su hermano en el mesón, hablando con la enfermera Junsu, pero no se detuvo cuando ellos lo llamaron. Taehyung se sostuvo de Hoseok con más fuerza cuando al llegar a la sala donde estaría su abuela, ella ya no estaba. Lo único que quedaba era la silla donde él se solía sentar, la pared sin el nombre de su abuela y el velador vacío. Las otras ancianas lo miraban con lástima y él ni siquiera les sonrió. No tenía la fuerza para sonreír. Se deshizo del agarre de Hoseok y caminó a zancadas hacia la enfermera, quien no tenía ninguna expresión más que la profesional.
- Taehyungie, hijo... -lo llamó su padre, pero Taehyung lo ignoró. Miró a la enfermera apoyándose en el mesón, como si eso evitara que se desplomara en el piso. Las manos le temblaban y los ojos le escocían llenándose de lágrimas que no podía retener.
- ¿Qué pasó?
- Hyung, tranquilo, ella... -intervino Jinjae con voz ronca acercándose a él, tratando de tocarlo, pero Taehyung lo cortó alzando una mano y encogiéndose en sí. Ni siquiera lo miró, no quería que alguien lo consolara, quería que alguien le dijera que había pasado. Que estaba pasando.
- Dígame, por favor, que pasó con mi abuela.
Taehyung le rogaba a la enfermera con la mirada que todo fuera una mentira, que su abuela sólo hubiera recaído pero que se repondría y que por eso se la habían llevado, pero la enfermera acomodó las hojas que tenía en las manos y alzó la vista hacia Taehyung con una expresión que él jamás olvidaría. Era una expresión de lástima, de un << lo siento, pero es verdad >> y de un << no te voy a mentir >>. La enfermera Junsu suspiró y afirmó hacia Taehyung con pesadez, rodeando el mesón y agarrando sus manos como si tratara de consolarlo.
- Taehyung, tu abuela ya estaba grave -la enfermera lo miraba directo a los ojos, y le hablaba como si él fuera un niño pequeño al que le tienen que hablar con cuidado para que no saliera lastimado-, sólo era tiempo de que esto pasara luego de que dejara el tratamiento de los medicamentos. Ella aguantó todo lo que pudo, pero su cuerpo no resistió más, tienes que entenderlo.
- ¿Qué? -boqueó Taehyung, irguiéndose totalmente perplejo, alejando sus manos y llevándoselas a su pecho-, ¿Cómo que dejó el tratamiento?
- Hijo...
- ¿No lo sabías? -la enfermera frunció el ceño, extrañada. Se giro hacia su padre al igual que él, quien se tocaba el cuello con nerviosismo y una expresión de dolor-, ¿No se lo dijeron?
- ¿Qué no me dijeron?
- Íbamos a decírtelo -contestó Jinjae, metiéndose entre medio de Taehyung y su padre-, pero no nos contestabas y...
La voz le fallo y Taehyung lo entendió todo de una forma en la que quería patear cada cosa que se le interpusiera enfrente. Se sentía como un volcán a punto de estallar y su cuerpo temblaba por el inminente estallido.
- ¿Ustedes dejaron que ella no siguiera con su tratamiento? -musito con tanta frialdad a como sus ojos miraban a su padre y a su hermano menor. La expresión culpable de ambos lo enfureció mucho más, haciendo que el vacío en su estómago creciera y creciera como su voz. La enfermera trataba de tocarlo, de decirle que se calmara, pero él la ignoró-., ¿Qué clase de personas son?, ¡Cómo pudieron tomar una decisión así sin decirme nada!, ¡¿Por qué lo hicieron?!, ¡Todo esto es culpa de ustedes!, ¡Ella seguiría aquí si no fuera por ustedes!
- Taehyung, bebé, cálmate -sintió la mano de Hoseok en su cabello, haciendo que se volteara hacia él. Apenas podía verlo por las lágrimas, ahora de rabia, que se aglomeraban en sus ojos. El corazón le latía tan rápido y todo empezó a dar vueltas, no podía concebir que su familia le hubiera hecho eso.
- ¡No, no, no me voy a calmar!, ¡Ellos sabían lo que estaban haciendo! -exclamó enfurecido, volviéndose hacia ellos otra vez con un chillido desgarrador lleno de impotencia y dolor-, ¿Quienes se creen para aparecer de repente en mi vida y quitarme a mi abuela?, ¿Por qué?, ¡No me dijeron nada, como si yo fuera un pedazo de mierda sin opinión, como si yo no importara!
No sabía en qué momento se puso a sollozar, pero sí supo en que momento Hoseok volvió a tomarlo de la nuca para que le mirara. Su muleta se había caído a un lado de ellos y Hoseok le limpiaba las lágrimas, aunque él luchaba por retenerlas también.
- ¡No fue culpa de ellos, Taehyung! Mírame, no fue culpa de ellos.
Algo en la mirada de Hoseok cortó su llanto, el temor apareció en su pecho, provocando que se apartara de él sin fuerzas. Su padre y Jinjae trataron de tocarlo, pero Taehyung se deshizo de ellos sin dejar de mirar a Hoseok tratando de atisbar eso que sospechaba.
- ¿Tú lo sabías? -masculló con la voz quebradiza, luego de un silencio donde Hoseok lo miraba desconcertado-, ¿Tú dejaste que ellos hicieran esto? Responde.
Hoseok no supo que decir, sólo trago saliva y asintió sin poder mirarlo a los ojos.
Y eso fue suficiente para Taehyung, no escuchó nada más, no quería escuchar nada más. Se mordió el labio inferior con fuerza, cerro los ojos tratando inútilmente de retener las lágrimas, manteniéndose en pie solo con el enfado que sentía en la sangre porque sino fuera así se sentiría como un globo desinflado. Sólo bastaron cinco segundos para que todo el enredo de sentimientos y pensamientos en su cuerpo lo desechara por completo, porque no sabría qué sería capaz de hacer si seguían en él, si seguía sintiendo todo eso. Trato de no ahogarse en ese mar oscuro que lo zambullía más y más hondo.
Miró a la enfermera Junsu e ignorando su mirada llena de pesar, a todas esas miradas en su espalda, decidió olvidar por un momento su tristeza, a olvidarse por completo de él mismo y hacerse cargo de todo. Él tenía que hacerse cargo, pasara lo que pasara, Taehyung tenía que hacerse cargo sino quería hundirse en ese mismo lugar. Y porque se lo había prometido.
<< Vas a hacerte cargo de mi funeral, Taehyungie. Quiero que pongas algo de los Beatles o de Elvis >>
<< Abu, por favor, no hablemos de eso... aunque espera, ¿Desde cuándo te gustan los Beatles? >>
<< ¡Siempre me han gustado desde que dieron su concierto en Japón en 1966! Tu tía Yoona había ido de viaje y se trajo muchos vinilos, me los enseñó todos. A tu abuelo no le gustaban, se ponía celoso cuando hablaba de Paul McCartney, o de Elvis o... bueno, de cualquiera que tuviera un pen... >>
<< ¡Abuela! >>
<< Bueno, dejemos de hablar de eso. Pero prométeme que te harás cargo de mi funeral >>
<< Sabes que lo haré, no hace falta que me lo pidas. Lo prometo >>
...
Si algo presentía Hoseok, era que los funerales no eran fáciles de hacer. Pero Taehyung se había mantenido inalterable, ignorándolo muchísimo más que antes a todos sus llamados. Ni siquiera lo miraba. En sus ojos sólo había un vacío, ni siquiera un brillo por las lágrimas, sólo una in expresividad que le asustó. Había dejado de llorar igual a como se cierra un grifo de la llave. El color se le había ido del rostro como un muerto en vida, peor a como estaba con las mejillas hinchadas por los golpes. Lo único que le ayudaba a mitigar su apariencia demacrada era la crema de base que estaba seguro que Jimin le había puesto.
Habían terminado con todas las preparaciones post mortem de la abuela Kim, aunque Hoseok estuvo todo el tiempo callado detrás de Taehyung, al final lo único que le dijo fue que se fuera a casa junto con el padre de Taehyung y que Jinjae le llamaría cuando hicieran la ceremonia. Hoseok sabía que no serviría de mucha ayuda con una pierna en mal estado, así que tuvo que volver a la camioneta donde lo esperaba Jin pacientemente como siempre. Le dijo lo que había pasado y, sin poder evitarlo, ambos soltaron lágrimas llenas de nostalgia.
Al día siguiente Hoseok apenas pudo dormir, sentía que tenía que estar al lado de Taehyung en esos momentos, pero el menor ni siquiera respondía sus mensajes. Jimin lo había ido a ver, sin poder evitar decirle que habían ganado el primer lugar en el concurso, pero eso había quedado totalmente en segundo plano ante lo que había ocurrido. Jimin ya no estaba feliz por ello, ninguno de ellos. Usaron el dinero que habían ganado para comprar las más hermosas flores que encontraron para adornar la casa de la abuela, que era el lugar donde harían la ceremonia.
Cuando Jinjae lo llamó al día siguiente, le dijo que ya la habían incinerado, puesto en una urna y que estaban preparándose para la ceremonia para que fuera a verla. Hoseok se vistió con un traje negro que le había prestado Yoongi y se fue junto con Namjoon y Jin en su camioneta hacia la casa. Cuando llegó habían más personas de las que se esperaba y eran de todas las edades, Hoseok en ese momento supo que la abuela Kim había pertenecido a varias corporaciones de ayuda a familias con problemas, pero que tuvo que abandonar por su mal estado de salud. También supo de sus otros hijos, de los sobrinos y primos de Taehyung, de la familia de su esposo viudo. Así que tuvo que esperar toda una larga fila para darle las condolencias a la familia y en especial a Taehyung, quien sería el familiar más allegado y que dirigiría la ceremonia. La urna del abuelo Kim estaba en Daegu junto a un mausoleo donde estaban sus bisabuelos, por lo que luego irían a dejar la urna de la abuela Kim a ese mismo lugar. Sabía por la hermana de Taehyung que sería el mismo Taehyung quien iba a dejar la urna a ese lugar y tendría que volver después.
Cuando por fin estuvo frente a él, no sabía qué decirle, sólo podía mirarlo. Prácticamente le suplicaba con su rostro que le escuchase, pero Taehyung no lo miró. Bajo la mirada y, cuando Hoseok iba a hablar por fin, le interrumpió en un hilo de voz.
- Gracias por venir.
- Taehyungie, por favor... -lo llamó en una suplica, pero fue apartado por otro de los primos de Taehyung quien estaba detrás de él para dar las condolencias. Taehyung se dirigió a él, ignorándolo y sólo dando una pequeña, falsa y hastiada sonrisa a todas esas palabras de consuelo vacías.
Hoseok pensó que lo había perdido y aquella idea le resultaba desoladora como imposible de creer. No quería perder a Taehyung de ninguna forma, pero, ¿Qué más podía hacer para llegar a él si había puesto miles de muros a su alrededor? Ni siquiera Jimin con Jungkook, quienes también habían estado todo el tiempo a su lado, habían logrado algo más allá que unas simples respuestas vagas. Taehyung no decía mucho, y lo más que le había visto hablar había sido el momento donde tenían que decir algunas palabras para despedirse de ella. Había puesto un cassette de los Beatles que le había prestado Jin y cuando le tocó hablar, sus comisuras apenas se levantaron en una vaga sonrisa. Tenía los ojos rojos de insomnio.
- Sí, a mi abuela le gustaban los Beatles -explicó ante las miradas de extrañeza de algunos. Se giro para mirar a una mujer que se parecía mucho a la madre de Taehyung, solo que era más rellena y con el cabello más largo y ondulado-. Tía Yoona le contagió el gusto.
Ambos se sonrieron con complicidad y, tras carraspear, Taehyung siguió hablando.
- Mi abuela sabe que soy pésimo abriendo una ceremonia o diciendo un discurso, de hecho, traté de escribir algo para ella pero soy terrible en eso también, pero en cambio le escribí una canción. Aún no está terminada así que... me gustaría cantar una que a ella le gustaba mucho que cantase cuando cocinábamos juntos, aunque yo sólo le hacía porras y lavaba las verduras porque a ella le preocupaba que me cortara un dedo -Taehyung esbozo una sonrisa tímida, solo mirando sus manos entrelazas-. Es una canción muy conocida, a ella le gusta cantarla también pero luego le daba un ataque de tos que sólo se le quitaba con miel, suele reírse mucho de mí cuando yo entraba en pánico por su tos. Me llamaba Taexagerado, yo me enojaba y por ende ella se enojaba más... pero luego era la hora de ver el drama que daban en la televisión en las tardes y se nos olvidaba. A ella le gusta... -carraspeo, relamiéndose los labios e inhalando con dificultad-... le gustaba hacer mucha comida para mí y... como sea, yo... cantaré esta canción para ella.
Hoseok luchaba contra ese nudo en la garganta que lo asfixiaba al ver lo indefenso que se veía Taehyung, sus ojos perdidos en otro lugar, como si en realidad no estuviera ahí. Como si en cualquier momento fuera a desaparecer o volverse invisible.
Taehyung cantó junto con Jin, quien tocaba la guitarra y con Jimin, que tocaba un teclado que le había prestado Yoongi. Y Hoseok estuvo seguro que esa fue la presentación más triste que había visto en su vida.
<< Olvídalo, encontraré a alguien como tú,
no quiero nada más que lo mejor para ti.
No me olvides, te lo suplico,
recuerdo que dijiste:
"A veces permanece el amor, pero otras en cambio duele" >>
https://youtu.be/BVx7KmFHNOY
...
Taehyung fue a Daegu con la urna de su abuela tres días después del velorio, desde ese fatídico día había vuelto a la casa de la abuela con sus padres junto con Soonshim, quien se quedo con su familia en la casa. Jungkook se había encargado de cubrirlo en la Academia apelando por él con su madre, para así no perder la beca que tenía y antes de irse se había pasado por el hospital para cambiar sus vendas. Ahora usaba el gorro de lana azul todo el tiempo porque le había quedado una pequeña pelada en donde estaba la cicatriz, pero el cabello le crecía rápido.
Su familia se había quedado en Seúl, viendo el papeleo de la casa y de la herencia de todas las cosas. Eso ya a Taehyung no le importaba, lo único en lo que podía pensar era en la última conversación que había tenido con Hoseok el segundo día del velorio mientras estaba en el bus devuelta a casa. Había ido a echar un vistazo a la casa de sus padres luego de haber ido a dejar la urna, se había dado cuenta que casi nada había cambiado, excepto que habían cambiado la puerta de entrada y que ahora tenían barrotes en las ventanas.
Con los ojos cerrados, sentado en el bus ya sin la urna de su abuela y sintiéndose el chico más solitario del mundo, recordaba haberse quedado en el sillón, viendo como su familia atendía a todos sus familiares sirviéndoles aperitivos y bebidas. En su regazo tenía el álbum familiar de la abuela y a sus pies estaba Soonshim, quien la había traído Yoongi el día anterior. La pobre canina parecía igual de deprimida que él, apenas quiso comer cuando Taehyung le sirvió un plato y ahora dormía profundamente. Estaba viendo una foto del campo, con su abuela y él entre sus brazos en medio de un terreno verdoso. Estaba calculando la edad que tendría en ese entonces, como de unos seis o siete años, cuando un cuerpo tomo asiento a su lado. Por la manera tan lenta y un poco torpe de sentarse, el aroma a vainilla y jabón fresco que él tan bien conocía, supo al instante que se trataba de Hoseok.
- ¿Planeas ignorarme toda tu vida? -musito, con una profunda tristeza. Taehyung trago saliva y negó con la cabeza con tanta brusquedad que le dolió.
- No... no quiero hacer esto ahora, detente.
Iba a pararse e irse a otro lugar, hasta el momento ni siquiera su familia le dirigía la palabra, pero Hoseok lo tomó de la mano y fue como si una fuerza lo hubiera tirado devuelta al sillón, incapaz de moverse aunque su mano apenas apretaba la suya. Tenía las manos cálidas mientras que las de Hoseok estaban frías, por eso dejo que entrelazara su mano con la suya. Y porque lo extrañaba, lo necesitaba tanto que ya no podía actuar como si pudiera soportarlo.
- No te vayas... yo sólo quiero que sepas que lo siento, jamás quise que esto pasara, yo... yo te amo y eso no va a cambiar jamás, incluso si esta vez me odias de verdad... -murmuro Hoseok acercándose a su oído, haciendo que su cuerpo se estremeciera y cerrara los ojos por inercia, disfrutando de esas dos palabras que eran lo único que le hacían feliz a pesar de todo. Taehyung giro su rostro y sintió que el corazón se le salía por la boca al sentir el roce de la nariz de Hoseok contra su mejilla. Supo entonces que no importaba lo enojado que estuviese, en ese momento él era lo único que necesitaba y cuando pensó que le iba a besar, Hoseok se alejó y sacó un sobre del bolsillo de su chaqueta. Volvió a sentir cierta decepción, pero quedo aplazado por aquel sobre en su mano-. También venía a darte esto... tu abuela dejó esta carta para ti y dijo que yo te la diera.
Hoseok desentrelazo sus manos y deposito el sobre en la palma de la suya. Taehyung leyó el remitente y, sí, aquella letra con su nombre escrito era de su abuela. Sintió como el vacío que tenía dentro se llenaba de un inmenso alivio y era tanto que ese grifo cerrado se había vuelto abrir. Abrazó a Hoseok por el cuello sin poder contenerse, escondiendo la cara en su hombro y le repitió entre sollozos lo agradecido que estaba por dárselo.
En realidad Taehyung no estaba furioso con sus padres o con Hoseok. Tal vez lo estaba por ese maldito sujeto llamado Kang Dong-sun. Pero en ese momento, él estaba furioso con él mismo por no haber aceptado que ese momento iba a pasar tarde o temprano y que no podía hacer nada para cambiarlo.
Taehyung sabía que todos iban a morir algún día, pero había olvidado que hasta ese día no llegara, su abuela seguiría viva en él, en cada canción que cantase, en cada película que viera, en cada risa o llanto, en cada nuevo momento, en todas esas estrellas que viera por las noches y en todos los cielos de su vida. Y sintió alivio al saber que su abuela se había despedido de él, que a pesar de todo, realmente fue ella la que quiso irse y no por culpa de otra persona. Aquella carta en sus manos, aunque aun no la había leído, había calmado esa culpabilidad que sentía al retenerla a su lado por todo ese tiempo sin importarle nada más. Había hecho que toda esa rabia se fuera.
El resto de ese día, dejó que Hoseok lo abrazara, lo besara y lo mimara con ese cariño que no había cambiado, sino que había crecido aún más, y le dijera lo arrepentido que estaba por no habérselo dicho antes, a pesar de que él no contestaba sus llamadas.
Cuando llegó la noche, aun seguían sentados en ese sillón, con algunas tapas encima y con Soonshim hecha un ovillo en el mismo lugar. Junto a la urna de su abuela había una foto de ella, que era lo que ambos veían en la oscuridad de la noche siendo iluminada solo por las velas que habían prendido. Todos los demás se habían ido a dormir y Taehyung no quería dejar de hojear aquel álbum de fotos tratando de recordar esa vez en la que su abuela le contó lo que había pasado en cada una de ellas. Le contó a Hoseok la mayoría de esos recuerdos de niñez.
Luego de un silencio agradable, Taehyung decidió a hablar casi en un susurro para no despertar a nadie o para, mejor dicho, no despertar a Soonshim. Sabía que Hoseok aun no estaba dormido por la mano que había escabullido bajo su camiseta, dándole caricias que él tan bien conocía y de las cuales él se había vuelto completamente dependiente.
- Perdóname por ignorarte siempre cuando algo malo me sucede -musito apenado, alzando la vista para ver la expresión relajada de Hoseok sonreír de lado con fatiga-, a veces pienso que esa es la mejor forma para no estallar como una granada auto destructiva y... para no dañarte, tampoco... pero eso no funciona y siempre termino hiriéndote...
Taehyung mordía su labio inferior con tanta fuerza para no volver a llorar, que Hoseok llevo la otra mano a su mentón, pasando su pulgar para que dejara de hacerlo. Se inclinó sobre él y lo besó lentamente, apoyando su frente en la de él.
- Tú no me has herido -susurro alejándose y dándole una vaga sonrisa ante la mirada afligida de Taehyung. De sus labios salió una pequeña risa, casi gastada-, bueno, me rompiste el corazón un par de veces al ignorarme, pero lo recompensa lo lindo que eres.
Taehyung volvió abrazarlo, más triste que avergonzado, tratando de no poner demasiada presión porque ambos aún seguían con el cuerpo sensible. Escondió el rostro en su cuello y restregó su mejilla contra su hombro, inhalando el agradable aroma de su piel e impregnándose con su calor.
- No bromees, ni siquiera te he dado las gracias por salvarme.
- Técnicamente fue Soonshim quien te salvó... -replicó Hoseok, removiéndose en el sillón y pasando la otra mano por debajo de su camiseta, acariciando su omóplato derecho-, yo la ayude a ella a salvar tu lindo trasero y tampoco serví de mucha ayuda.
Esta vez fue Taehyung quien toco la mejilla de Hoseok con su mano, tratando de devolverle la sonrisa y acercó su rostro al de él, dando un casto y duradero beso en la mejilla y volviendo a esconderse en su hombro. Para Taehyung era el único y perfecto lugar para poder esconderse del mundo.
- Estoy asustado, Hobi -confesó luego de unos segundos en silencio, donde los malos pensamientos habían aparecido otra vez-, no quiero que algo malo te pase por mi culpa, pero tampoco quiero alejarme de ti otra vez...
- No sé si lo has olvidado, pero somos novios todavía -Taehyung alzo la vista otra vez y sus rostros estaban tan cerca uno del otro que podían besarse, pero ninguno se movía, sólo se quedaron viendo a los ojos gracias a la escasa luz de las velas-. Y una de las clausulas del novio, para que la anotes, es que tanto tus problemas como los míos los resolveremos juntos.
- ¿Y si termino contigo? -soltó de repente, haciendo que Hoseok se quedara paralizado, tensándose por completo y apretando la mandíbula-. Si te dejo libre, si rompo el contrato de novios que tenemos y así eres feliz con alguien menos complicado.
Ambos se quedaron callados, mirándose con tensión hasta que Hoseok desvió la mirada, soltó una risa ahogada, relajo el cuerpo y lo miro alzando una ceja, casi con burla.
- Tú nunca terminarías conmigo.
Taehyung iba a replicar, pero había cierta inseguridad en los ojos de Hoseok que, a comparación, él jamás bromearía con eso. Hoseok tenía la manía de bromear con temas serios que le incumbían, solamente para que la herida no le doliera tanto, y de eso Taehyung se daba cuenta. Por eso volvió a besarle.
- Tienes razón. Nunca terminaría contigo -susurro sinceramente, haciendo que sus narices se rozaran una y otra vez. Le gustaba hacerlo porque hacía que Hoseok dejara de estar triste y sonriera bobamente, justo como en esos momentos-, además está lo de las hamburguesas.
- Cierto -sonrió Hoseok, besando sus mejillas a intervalos-, tengo que alimentarte con muchas hamburguesas.
- No me has dado ninguna, pero no importa, no te quiero por las hamburguesas.
- ¿Y por qué sí me quieres?
- Porque me gustas más que cualquier otra cosa en el mundo... y eso me da miedo.
Taehyung volvió abrir los ojos cuando el bus había dado con un bache. Suspiró, tomando un sorbo del té helado que había terminado por comprar y volvió a cerrar los ojos tratando de dormir para que esas dos horas no fueran tan largas como se sentían.
- ¿No puedes dormir? -musito Hoseok contra su cabello, sin dejar de abrazarlo como si fuera una almohada. Había un pequeño banquillo con un cojín que Taehyung le había traído para que pusiera la pierna, así que ambos se mantenían más o menos en la misma posición; Hoseok semi sentado con una almohada bajo la cabeza y Taehyung recostado contra su pecho con las piernas extendidas en el sillón. Levantó la mirada y lo primero que vio fueron los labios de Hoseok dirigirse hacia su frente, depositando un beso suave mientras él cerraba los ojos completamente complacido.
- ¿Qué harás mañana? -susurró Taehyung.
- En la tarde tengo una sesión de terapia para mi pierna, pero volveré aquí apenas acabe, ¿Y tú?
- Yo iré a dejar la urna de mi abuela al cementerio de Daegu.
- Quiero acompañarte... podría aplazar la sesión y...
- No hace falta -le interrumpió Taehyung suavemente, tratando de convencerlo con la mirada-, estaré bien... regresaré como a las seis de la tarde.
Hoseok lo contempló unos segundos, como si tratara de descifrar si fuera buena idea insistir. Al final, decidió que era mejor que lo hiciera solo. Taehyung tenía esa mirada de querer hacerlo por su cuenta.
- Mi sesión termina a las cinco y media, así que te esperaré en el metro y volveríamos caminando... Te llamaré o tu me llamas.
- Yo te llamaré... ¿Tienes sueño?
- Sí, un poco, no he podido dormir bien en días y estar contigo otra vez... se siente como el efecto de la droga que me dieron para ponerme la rodilla en su lugar.
- ¿Estás seguro que te dieron droga? -Taehyung ladeó la cabeza, dubitativo- Creo que es diferente a un calmante.
- Que sí, fue muy loco -replicó convencido, para luego encogerse de hombros-, pero si hubieras estado tú me hubiera sentido exactamente igual de relajado. Eres algo así como mi droga o medicamento personal.
- ¿Sabes que las drogas producen efectos dañinos en el cuerpo, no? Si lo sabes, ¿Verdad?
Hoseok hizo una mueca y alzó una ceja, apartándose un poco pero no lo suficiente. Taehyung aun se apoyaba en su pecho mirándole curioso.
- ¿Estás diciendo que no eres sano para mí? Porque si eso crees, estás muy equivocado.
Ambos se sonrieron, incapaces de ocultar lo feliz que le hacía la compañía del otro.
- Oye, Taehyungie...
- ¿Sí?
- ¿No has leído la carta de tu abuela?
- No... aún no estoy preparado para que se despida de mí.
Taehyung volvió abrir los ojos al sentir que el bus se había detenido en una parada para recoger más pasajeros que iban a Seúl. Corrió la cortina, que había cerrado por el sol, y vio como estaba a la mitad del horizonte, haciendo que el cielo se viera de un celeste oscuro, casi azul con franjas naranjas y rosadas. Como una presencia invisible podía sentir aquella carta entre el álbum de fotos dentro del bolso a sus pies. Seguía totalmente intacta. Taehyung se acomodó en el asiento, esta vez mirando hacia la ventana y volvió a cerrar los ojos.
- No sabes como me gustaría que mi madre te conociese, de seguro te adoraría.
- A mí también me encantaría conocerla -contestó Taehyung, con los ojos brillosos y sintiéndose repentinamente emocionado-, de hecho... ¿Puedo hacerlo?
- ¿Quieres conocerla?
- Ir a verla... a Gwangju -se explicó tímidamente, sintiendo las mejillas calientes a la intensa mirada que le daba Hoseok-. Le llevaríamos flores o algo que le gustase...
- A mamá no le gustaban las flores, es decir, no le gustaba que la gente las cortara. Le gustaba pensar que las flores eran igual a nosotros, que tenían raíces, que pertenecían a un lugar.
-Pero podríamos hacer unas de papel, mi abuela me enseñó cuando decorábamos cestas con comida, ¡Haré las más hermosas flores que el mundo entero haya visto jamás! -exclamó emocionado, ante la mirada enternecida de Hoseok-. Estoy seguro que le encantarán.
- Y después preguntas el porque te quiero tanto...-río luego de quedarse observando su rostro unos segundos en silencio-. Iremos a verla... ¿Sabes? Ahora pienso que enamorarse es como consumir drogas, ya sabes, los efectos más comunes, alteración del humor, problemas cardiovasculares y respiratorios, ansiedad e insomnio, adicción -luego remarcó, quedándose mirándolo fijamente sin parpadear-, muerte...
- También producen disfunción sexual y defectos en el embarazo -replicó Taehyung, tratando de no reír-, ¿No estás embarazado, verdad?
- Creo que eso tendrías que decirlo tú -insinuó Hoseok, mostrando esos dos encantadores hoyuelos.
Taehyung abulto el labio, sintió todo su rostro más caliente y le pegó un suave manotazo al pecho de Hoseok. Él se tapaba la boca tratando de no reírse tan ruidosamente con la mano, disfrutando maliciosamente del rostro avergonzado del menor.
- Cállate, tonto.
Volvió a descansar la cabeza en su pecho, tratando de apegarse más a él y terminando con la nariz metida en su cuello. Hoseok se estremeció al sentir su respiración, pero luego de un momento en silencio, donde él también se removió agachando la cabeza, rozo la nariz con la de Taehyung, quien había cerrado los ojos a punto de quedarse dormido al igual que él y susurró unas palabras que brotaron involuntariamente desde el fondo de su pecho. Porque no las pensaba, las sentía.
- Te am... -pero las detuvo antes de completarla, pensó y en cambio, dijo-: Te odio.
Sabía que lo entendería, porque él también lo había entendido. Ambos sabían que no era la palabra adecuada para expresar lo que sentían, pero lo hacían de todas formas, en su propio entramado de palabras. Taehyung abrió los ojos adormilados y, luego de besarlo, sonrió.
- Te amo también -susurró.
...
Cuando Hoseok salió de la sesión de terapia, caminó a zancadas con la muleta hacia el auto de Yoongi, tratando de huir de la lluvia que mojaba su chaqueta y humedecía su cabello. Se adentró en el auto justo cuando Yoongi terminaba una conversación.
- No, Jimin, no puedes dejar que Soonshim coma eso. No. No le hará bien, ¿Es que acaso no has cuidado un perro en tu vida?, ¡Le dolerá el estómago y se pondrá a vomitar! No, no puedes darle medicamento para el estómago... ¡Ya sé que lo usan en animales primero, pero evita eso y no le des de comer esa mierda! -suspiró, rodando los ojos- Sí, sí, que sí te quiero... No, no tendremos un perro. ¿Por qué?, ¡Pues porque planeas darle helado de chocolate a un perro que ni es tuyo! Sí, sí, serás un buen padre, pero no ahora, ¿Bien? -ahora recién había notado su presencia, aunque Hoseok ya había entrado al auto y se había puesto el cinturón de seguridad-. Tengo que colgar, Hoseok ya salió, sí, le doy tus saludos, ajá, te veo luego. Y yo a ti, te llamó más tarde, bebé panzón.
Hoseok se le quedo mirando con inexpresividad, sin poder ocultar el brillo burlón en sus ojos.
- ¿Bebé panzón?
Yoongi no lo miró. Guardó el celular en su bolsillo y echo a andar el auto justo cuando las carcajadas de Hoseok se hicieron insoportablemente audibles.
- Cállate, no te rías... -gruñó Yoongi, haciendo una mueca y revolviendo su cabello irritado- ¡Que no te rías o voy a golpearte!
Eso sólo hizo que Hoseok se riera más. Le parecía adorable ver a Yoongi ponerse cariñoso con Jimin y avergonzado cuando alguien lo veía.
- Así que... -empezó a decir Yoongi, dejando que Hoseok pusiera la emisora que quisiera- ¿Ahora está todo bien entre ustedes?
- Sí, creo que sí...
La lluvia no cesaba y faltaban veinte minutos para que se encontrara con Taehyung en el metro. Decidió llamarlo cuando Yoongi aparcó en una esquina de la entrada del lugar, contestándole al tercer timbrazo.
- Hola, Hobi... -escuchó su voz ronca, casi amortiguada por los ruidos a través de la línea.
- Hola, Taebebé -dijo Hoseok, ganándose una risa falsamente estrepitosa de Yoongi. A Hoseok no le importaba tanto, aunque sí se sonrojó un poco cuando escuchó la risa suave de Taehyung-, ¿En dónde estás?
- Estoy dentro del vagón, en el tercero, creo que llegaré en diez minutos.
- Entonces te esperaré, Yoongi hyung se ofreció a llevarnos a casa... bueno, más bien lo obligué a que me llevara. Soy un amigo genial.
Taehyung se rió, Hoseok le sacó la lengua a Yoongi y este hizo ademán de darle un puñetazo.
- ¿Puedes decirle que no te espere? -dijo Taehyung- Quiero llevarte a un lugar.
...
Taehyung estaba de pie en el vagón agarrándose de la barra cerca de la puerta, con el gorro de lana azul puesto y encima el gorro de la sudadera, con el bolso a sus pies. Miraba por la ventana, como todo pasaba borroso frente a él hasta que por fin llegó a su destino, el metro se detuvo y la puerta del vagón se abrió, dejando salir y entrar a varias personas. Él se quedó quieto, viendo a todos los que entraban y discerniendo todos esos rostros.
De repente, lo vio entrar por la siguiente puerta frente a él, buscándole con la mirada hasta que sus ojos por fin se encontraron. Hoseok caminó hacia él lentamente con ayuda de la muleta, aunque habían algunos asientos desocupados, él siguió caminando hasta quedar frente a él y apoyarse en los barrotes, dejando la muleta entre sus piernas.
- ¿Ahora me dirás a dónde iremos?
Taehyung negó con la cabeza, sonrió y, justo cuando se cerró la puerta del vagón, le robó un beso fugaz a Hoseok. A ninguno le gustaba besarse en público, por culpa de todas esas miradas entrometidas, pero simplemente no pudo evitarlo. Y a Hoseok tampoco le importó.
- ¿Cuánto nos demoraremos en llegar? -preguntó.
- Diez minutos.
Hoseok sonrió con suficiencia, tomando la mano de Taehyung y entrelazándola con la suya.
- Creo que ya sé dónde me quieres llevar -Taehyung lo miró curioso mientras él desviaba la vista hacia la ventana.
- ¿Dónde?
- Te diré si estoy en lo correcto cuando lleguemos, no quiero arruinar tu sorpresa.
Taehyung asintió sonriente y también desvío la vista hacia la ventana, recordando una canción entre todas escenas en su cabeza que aparecían como estrellas fugaces. Con su mano libre empezó a escribir con su dedo índice palabras sueltas en el vidrio, Hoseok trataba de adivinar qué escribía, pero sólo prestaba atención a la canción que estaba cantando Taehyung en voz baja. De repente su expresión se había vuelto otra vez apagada.
<<Tenía mi pluma y pensaba en que te escribiría
Una canción con letra para ti, esta noche
Creo que es así como hago que las cosas se sientan mejor.
Grabé en mi habitación esta sencilla canción
Que me mantendrá siempre cerca de ti
El publico la cantará, sus voces resonarán
Y será como si nunca te hubieras ido.
Pero estoy desolado, lo sabes.
Y creo que puedes decir
Que no he estado haciendo las cosas bien. >>
...
Cuando terminó de cantar, siempre mirando a la ventana, desvío la vista hacia Hoseok quien no había dejado de observarlo y escucharle. Podía sentir el pulgar de Hoseok acariciar su palma, provocando pequeñas corrientes eléctricas por su brazo. De repente le escuchó preguntar, sin dejar de mirarle con intensidad.
- ¿A quién le dedicas todas las canciones?
- Al principio a mi abuelo, a mi abuela... y luego a ti.
Las caricias en su palma se detuvieron por un apretón suave. Recordó viejos tiempos y momentos olvidados con todas esas canciones que cantó en ese lugar. Recordó la primera vez y su mente se iluminó.
- ¿Por qué elegías cantar aquí en vez de otro lugar...?-dijo Hoseok curioso-. Algún bar, por ejemplo...
- Mi abuela y yo nos subimos una vez al metro, era la primera vez para ella y para mí, ¿Sabes? -le miró de reojo, comprobando que lo escuchaba. Hoseok le sonrió y Taehyung volvió a desviar la mirada, totalmente serio-. El abuelo y ella solían tomar el autobús, pero cuando yo llegué le dije que sería mejor el metro, aunque no tuviera la menor idea de cómo funcionaba pero en la televisión se veía muy fácil... Y cuando lo intentamos, lo odiamos, odiamos mucho el habernos subido porque nos costó mucho encontrar el vagón correcto para ir a la Academia a la cual había obtenido la beca y también porque habían muchas personas y nadie le daba el asiento a mi abuela -arrugó la frente, haciendo una mueca molesta. Hoseok llevo la otra mano a su mejilla, haciendo que relajase su expresión-, me puse furioso e iba a gritarle a alguien que fuera educado, pero entonces, tal vez no lo sepas porque ninguno de los dos nos conocíamos y sólo fue un momento, pero... pero ahora estoy seguro que eras tú, estabas ahí y le ofreciste el asiento a mi abuela -Taehyung alzó la mirada hacia él, con el ceño fruncido como si le costara recordar algo, encontrándose con el semblante sorprendido de Hoseok-, aun cuando te veías cansado, tenías el cabello más corto y recuerdo que tenías un bolso gigante encima, con esa chaqueta con parches... También recuerdo que nunca me miraste, solo le sonreíste a ella, te pusiste unos audífonos y me diste la espalda. Cuando te fuiste mi abuela me dijo que podía hacer de este lugar agradable para personas amables como tú si solo me pusiera a cantar. Y eso hice. Cante para ella aquí mismo y cante para ti aunque no estuvieras para darte las gracias... luego olvidé por completo ese día, incluso cuando volví a verte, pensé que te conocía de otro lugar, pero lo asociaba a la primera vez que te vi, ese día no lo recordaba... ¿No es curioso? -sonrió Taehyung con melancolía, volviendo la vista hacia la ventana, tocando la ventana con la palma abierta como si esperara traspasarla- Es en este momento que recuerdo cosas olvidadas, supongo que son los efectos de querer retener cada recuerdo en mi memoria al saber que no la volveré a ver... Temía perderle cuando se fuera, pero incluso si cierro los ojos... siempre la veo aquí conmigo.
...
AISH, SI YO LOS AMO. Aunque me hubiera gustado que Taehyung tuviera la cabeza en el hombro de Hoseok, pero no todo se puede en esta vida :'w </3
Ya, en serio, parezco un murciélago porque duermo durante el día y me paso toda la noche despierta xdd Como sea, espero que les haya gustado el capítulo TT <3
La abuela Kim ya no está más ~ la voy a extrañar, la ptmadre, pero todas sabíamos que pasaría.
Y quiero aclarar, cuando Taehyung empezó con los "te odio" en realidad era todo lo contrario, obviamente, pero Hoseok no lo entendía hasta ahora que se dio cuenta lo enamorado que está de Taehyung. Le dice "te odio" de una forma en la que querría decirle "te amo demasiado, pero me da miedo amarte tanto así que te diré que te odio", así que lo explico para que no piensen que Hoseok de verdad odia a Taehyung, porque no xD ambos se aman.
En fin, que ya no queda mucho para el final, como unos cuatro/cinco capítulos (?
En fin, lxs amo, gracias por seguir leyendo y comentando<3
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