Capítulo 18: abrázame.
Kim Taehyung se despertó por la mañana sin saber qué día, hora, semana, año era. Y le gustó la sensación, la de sentirse en el espacio, hasta que todo le llegó de golpe, haciendo que se le hiciera un nudo en la garganta.
Se removió entre las sábanas, esperando ver a Hoseok a su lado, pero sólo encontró un vacío desolador que le descompuso. Se dio la vuelta y miró hacia la puerta, en donde los ojos ojerosos de Hyesun le observaban inquisitivamente. Se sentía tan vacío y deprimido, que ni siquiera se asustó al verla allí, con una taza humeante entre sus manos.
- Que bueno que despertaste, pensé que habías muerto -suspiró Hyesun, acercándose a él y sentándose en la orilla de la cama-. ¿Siempre duermes con los ojos medios abiertos y hablas entre dientes? Estuve a punto de tirarte el chocolate encima, das miedo.
Taehyung sólo la observaba entre sus ojos hinchados de tanto llorar y una jaqueca que estaba haciéndose presente. No quería hablar, sólo quería encogerse entre las sábanas, estar en los brazos acogedores de Hoseok o en los de su abuela.
Su abuela.
Entonces recordó que tenía que ir a verla para luego ir a la academia y se irguió rápidamente para ver la hora en la mesita de noche. Eran las doce de la tarde, ¿Tanto había dormido?, ¿Y dónde se había ido Hoseok?, ¿Por qué no estaba a su lado?
- Tranquilo, Hoseok fue a la academia - contestó Hyesun, como si le hubiera leído la mente-. Antes de que se fuera me dijo que iba a hablar con los profesores sobre tu ausencia así que no habrá problema con tu beca, con eso del 100% de asistencia y toda esa mierda...
Taehyung la miró sorprendido. Hyesun hablaba como si lo supiera todo y eso a Taehyung le estaba empezando a molestar, o sólo tal vez se sentía molesto porque Hoseok no estaba ahí con él. No es que le disguste Hyesun, de hecho, le agrada su forma directa de ser y el hecho de que no se interponga entre él y Hoseok.
Sólo se sentía molesto y triste.
- ¿Cómo sabes eso?
- A Hoseok se le escapan muchas cosas sobre ti, últimamente he ido a comer al restaurante donde trabaja y ¡Dios! no hay conversación en la que no estés tú -exclamó Hyesun, gesticulando exageradamente-. Una vez quería comer el menú especial y viene y me pregunta << Hyesun, ¿Crees que a Taehyung le guste si preparo Tteokbokki? Como a él no le gusta que le eche tanta cebolla a la comida >> ¡Dios, nunca para! Al parecer se le olvida que fui su ex novia, Hobi es tan... antes era más considerado -Hyesun mira hacia la taza y se da un palmazo suave en la frente-. Oh, se me olvida, ten. Hoseok hizo chocolate para ti.
Hyesun le pasó la taza humeante y Taehyung se la recibió, murmurando un << gracias >>. Sentía la garganta seca y el chocolate que le suele preparar Hoseok siempre logra relajarlo.
- ¿Cómo era Hobi antes? - preguntó curiosamente Taehyung, para luego tomar un largo sorbo de la taza.
Al momento de probar el caliente chocolate, dulce y suave contra su paladar, a Taehyung le dieron ganas de llorar otra vez. La tibieza y dulzura del chocolate se sentía tal y como su abuela lo abraza o la forma en la que lo besa Hoseok. Acogedor, tierno y conciliador.
Hyesun se acostó de espaldas, con las manos entrelazadas encima de su abdomen y bostezando. Tenía pinta de ir a una entrevista de trabajo, maquillaje natural y cabello perfectamente peinado con una trenza, camisa blanca, pantalones de lino y tacones. Sus uñas tenían una linda decoración de flores. Taehyung se preguntaba a dónde iría a dar la entrevista ahora, la semana pasada fue a dar una entrevista como cajera en un supermercado. Fue con la misma ropa que tenía puesta ahora y Taehyung estaba seguro que no quedó porque es demasiado atractiva para un empleo como ese, porque sino no lo entendía. Taehyung de verdad creía que Hyesun debería ser una modelo.
- ¿Cómo era antes? Bueno, creo que ya te lo dije, pero en general... -musito Hyesun, pensativa-. Era muy cariñoso, hasta con los desconocidos, tenía una mirada que siempre te hacía sentir bienvenido. Incluso cuando lo molestaban por sus frenillos o por lo servicial que era con los profesores, él siempre sonreía. Nunca peleaba, siempre fue un chico maduro. Tal vez sea por su padre, su padre siempre fue estricto con él y aún así sonreía, todo el maldito tiempo...
Taehyung se sorprendió al escuchar sobre el padre de Hoseok. Él nunca le había preguntado al mayor por sus padres, sólo sabía que tenía una hermana mayor por las llamadas que tiene con ella a veces.
Y no se inmiscuye en ello, porque sino Hoseok le preguntaría sobre su familia también y él aún no se sentía con la fuerza suficiente como para contar lo que pasó. No era un tema que le gustase hablar y para Taehyung, era mejor que Hoseok no lo supiera. Todo lo que pasó lo avergonzaba al extremo que no se sentía capaz de mostrarle esa faceta a Hoseok.
Pero no podía evitar sentirse curioso al respecto. Cuando fue la competencia de baile en la que participaron ambos, Taehyung podía recordar vagamente a una mujer hacerle compañía a Hoseok. Lo único que recordaba era que tenía el cabello precioso, negro y lacio hasta la cintura. Su cara la recordaba difusa, no así su voz. Fue la madre que más gritó cuando su hijo salió a bailar y la única que lloró cuando Hoseok ganó la medalla del primer lugar. Así recordaba a la madre de Hoseok.
- ¿Y su madre?, ¿Cómo se llevan? Supongo que bien...
Taehyung pudo percibir como Hyesun se ponía tensa y al ver la expresión desanimada de su rostro supo que lo que iba a decir no era nada bueno.
- La madre de Hobi... - suspiró fuertemente, para luego morderse el labio inferior- La madre de Hobi murió cuando estábamos en secundaria.
La revelación heló la sangre de Taehyung, haciendo pesado su estómago. No podía creerlo. ¿De verdad esa bella mujer había muerto? La trágica noticia contrastaba con la sonrisa que siempre le daba Hoseok.
Aunque pudo recordar, fugazmente, las veces en que lo vio acostado de espaldas en el césped, mirando nostálgico el cielo para luego extender la mano hacia él, como si tratara de atrapar algo. Ahora estaba seguro que no era algo, sino alguien.
- ¿Qué... qué? - tartamudeo Taehyung, impactado-. ¿Por qué?, ¿Cómo?
- Tenía el cáncer de mama muy avanzado cuando se lo diagnosticaron - explicó, ensimismada-. En ese entonces no estábamos saliendo, sólo éramos compañeros de clase. Hobi faltó un mes al instituto y cuando volvió actuó igual que siempre, con esa estúpida sonrisa en la cara. Pero cuando empezamos a salir... pude darme cuenta que Hobi nunca superó lo de su madre, a veces solía tener días malos en los que lloraba mucho, se deprimía y no podía dormir, solía llamarme en las madrugadas y yo le cantaba canciones para que dejara de llorar. Me ponía tan triste cuando me decía, << Hyesun, la extraño tanto, ¿Crees que ella esté conmigo ahora? Si fuera así, ¿Entonces por qué no la siento conmigo? >> -la voz de Hyesun se vuelve temblorosa y nostalgica-. Luego nos poníamos a llorar y a la mañana siguiente hacíamos como si nada hubiera pasado.
Taehyung trago saliva y sin quererlo, lágrimas se aglomeraron en sus ojos para caer silenciosamente. Si hasta ese momento se sentía triste, ahora se sentía peor.
Hyesun miraba el techo fijamente, rememorando tiempos antiguos hasta que oyó como Taehyung se sonaba la nariz con la larga manga de su camiseta.
- Demonios... - maldijo Hyesun, nerviosa y un poco culpable al ver lo que había provocado su revelación-. No... no llores, Hobi está bien, Tae. Él está bien, no llores...
Hyesun se sentó en la cama e indecisa sobre si abrazar a Taehyung o no, palmeo su cabeza suavemente, como si fuera un bebé.
Luego de unos minutos, consciente de haber hecho empeorar el ánimo Taehyung y viendo que éste se secaba las lágrimas, sonriendo con los labios temblorosos y susurrando un << estoy bien, no estoy llorando, de verdad no estoy llorando y estoy bien >>, ella terminó por abrazarlo aún si él la rehuía después.
Hyesun le tenía aprecio a Taehyung, aún cuando a veces éste solía tener cambios de ánimos y se enojaba con facilidad. Era un chico demasiado agradable y tierno, sincero y con luz propia, por lo que podía darse cuenta del porqué Hoseok se fijo en él.
<< A la mierda eso sobre que los polos opuestos se atraen, pensó Hyesun divertida y nostálgica, ambos son igual de llorones >>
...
Luego de una hora en la que Taehyung se bañó, comió las sobras del almuerzo de anoche y vio a Hyesun despotricar en el teléfono con el chico de las entrevistas, recordó que tenía que empacar sus cosas y pedirle una habitación a Jin para quedarse mientras tanto.
También tenía que avisarle a Hoseok para que se llevara lo necesario. Ya le había dicho a Hyesun sobre ello, invitándola a irse con él donde Jin, pero se negó diciendo que iba a quedarse con un << amigo >> que había conocido últimamente. Taehyung sospechaba que tenía algo con el chico de las entrevistas, pero optó por no preguntar.
Miró alrededor del salón, buscando su celular con la pantalla trizada hasta encontrarlo encima del televisor. Estaba seguro que Hoseok había limpiado todo y devuelto cada cosa a su lugar mientras él dormía, así que ya estaba pensando sobre qué hacer para agradecerle. ¿Tal vez debería invitarlo a comer?, ¿Escribirle una canción?, ¿Pedirle por fin que sea su novio antes de que cambie de opinión y lo deje porque su corazón roto es demasiado para él?
Tratando de no pensar en esas cosas, en no imaginarse que tal vez Hoseok ya no vuelva por él, leyó los 10 mensajes de Jin y borró sus 15 llamadas perdidas. Apenas leyó los primeros mensajes y escuchó el último mensaje de voz que le envió.
- Hoseok-ah me dijo que estabas durmiendo... -le oyó decir, serenamente, hasta que empezó a gritar-. ¡MALDITO MOCOSO INSENSIBLE, PREOCUPAR ASÍ A TU HYUNG QUE TE QUIERE TANTO!, ¡¿SABES TODO LO MALO QUE ME IMAGINÉ CUANDO NO LLEGASTE NI CONTESTABAS MIS LLAMADAS?!, ¡PENSÉ QUE TE HABÍA RAPTADO ALGÚN VIEJO PERVERTIDO O QUE TE HABÍAS CAÍDO A UN POZO AUNQUE SÉ QUE NO HAY POZOS EN SEÚL PERO CON TU SUERTE QUIEN SABE!, ¡ASÍ QUE LLÁMAME CUANDO DESPIERTES! - se hizo el silencio y luego escuchó un sonido similar al que hace cuando envía besos-. Te quiero, Taehyungie. Si pasó algo malo, sabes que aun sigo viviendo en mi viejo departamento con Jjangu. Creo que hasta te extraña, ladra mucho cuando te menciono. Luego fui a ver a tu abuela y estaba durmiendo... -al otro lado de la línea, oyó a Jin suspirar-. ¿Quieres que nos juntemos en un rato? Yo... yo estaré aquí para ti, no lo olvides. Puedes confiar en mí... Nos vemos, Tae. No te olvides de llamarme o iré a tu casa. Y sí, es una amenaza.
Inmediatamente al terminar la grabación, Taehyung llamó a Jin. Bastó un timbrazo para oír la voz del mayor en el otro lado de la línea.
- ¿Taehyungie?, ¿Cómo estás? -fue lo primero que dijo y él no pudo evitar reírse despacio.
Jin se preocupaba mucho por él y eso le hacía sentir muy feliz. A veces Taehyung se acordaba de sus viejos amigos, el como dejaron de hablarle cuando termino en la correccional. Fueron solamente una vez a visitarlo y ninguno de ellos le dijo lo que siempre escucha de Jin.
<< Sabes que puedes confiar en mí, Taehyungie >>
Aunque Jin no sabía... No tenía idea sobre su pasado. Taehyung deseaba contárselo algún día, como se lo contó a Jimin cuando él vino de vacaciones a Seúl con su familia. Las vacaciones y los mensajes de texto era lo que los unía, pero cuando estuvo en la correccional apenas podía llamarlo los fines de semana.
Jimin estando tan lejos lo apoyo incluso más que su propia familia. Siempre consolándolo cuando podía, incluso adelanto unas vacaciones para ir a verle.
Taehyung anotó mentalmente escribirle una carta de agradecimiento a Jimin. Y a Hoseok. Y tal vez a Jin y, por supuesto, a su abuela.
Tenía que ir a ver a su abuela.
- Hyung...
- ¿Por qué te escuchas así?, ¿Te enfermaste? Hoseokie no me dijo nada sobre un resfrío. Si yo sabía que ibas a volver a resfriarte, con esas chanclas que usas y...
- Hyung -le interrumpió, a sabiendas que Jin solía desvariar fácilmente -. ¿Puedo aceptar tu oferta de irme a vivir contigo? Sólo por el fin de semana.
- ¿Uh?, ¿En serio? Tan de repente... -le oyó balbucear.
- Si no puedes, lo entenderé, tengo dine...
- Cállate y empaca tus cosas, Taehyungie.
...
Hoseok esperaba en la parada de autobuses el destartalado auto de Yoongi, porque le había pedido al mayor que le prestara su auto para darle una sorpresa a Taehyung, a la vez que pateaba pequeñas piedras que estaban en el suelo. Hoy era viernes, tenía el día libre en el trabajo y por fin habían terminado las clases. No había recibido ninguna llamada de Taehyung y él tampoco se había animado llamarle.
Estaba seguro que el menor no le había llamado aún porque había ido a ver a su abuela.
Él la había ido a ver en la mañana, apenas despertó. Taehyung había estado llorando toda la noche y no quería despertarlo.
Y ésta vez, gracias a Dios, la abuela Kim estaba despierta.
Pero se veía mal.
Tan mal que Hoseok se sintió terrible al verla tan ofuscada. Ella no debería estar ahí, en esa cama, casi postrada porque las pastillas le provocaban espasmos en las piernas. Ni siquiera le dejaban dar un paseo en silla de ruedas.
Hoseok tenía ganas de llorar otra vez.
Todo era demasiado triste.
Hoseok odiaba los hospitales.
Así que cuando Yoongi se estacionó frente a él, saliendo del auto y caminando en su dirección, apenas pudo sonreír cuando éste le tiro las llaves, agarrándolas al vuelo.
- No sexo. No fluidos extraños en el tapiz -advirtió Yoongi con un tono entre la seriedad y la burla-. Acabo de limpiarlo.
Hoseok le sonrió de lado, más animado ante la idea de manchar el tapiz del auto de Yoongi con la esencia de Taehyung. La idea no era en absoluto mala, de hecho, ya podía imaginárselo.
Así que luego de sentarse en el asiento del piloto y bajar la ventanilla del acompañante, no pudo evitar bromear -o hablar en serio- antes de pisar el acelerador.
- ¡No prometo nada!
...
Su abuela estaba durmiendo, otra vez, tal como le había dicho Jin.
Se sentía seco por dentro, como si estuviera en medio de un desierto donde ni siquiera hay espejismos.
Caminó hacia donde estaba su abuela, con una naricera puesta y tan pálida que Taehyung creyó lo peor hasta que le vio moverse entre las sábanas blancas. Tomó su mano suave y delgada entre las suyas y, sentándose en la banca a su lado, beso los nudillos huesudos y contempló las facciones cansadas de su abuela.
- Abu, Abu... Abuela... - la llamo entre siseos-. Te necesito, no te vayas... Sé que soy egoísta por pedirte esto, sé que estás cansada, pero por favor, no te vayas aún. No me dejes... Me siento solo sin ti... No sigas durmiendo, por... por favor...
Taehyung, volviendo a sentir sus ojos llorosos, vio como su abuela abría de a poco los suyos y esbozaba una cariñosa sonrisa. Como si su voz la hubiera traído de vuelta a la realidad, su abuela se aclaro la garganta y le dio un apretón cariñoso a la mano a Taehyung mientras que con la otra la posaba en la mejilla húmeda de su nieto.
- Sabes que aunque duerma siempre voy a escucharte...
Taehyung se secó las lágrimas, expulsando el aire retenido y poso su mejilla en el regazo de su abuela.
- Pero no podrás conversar conmigo -dijo, haciendo un puchero mientras su abuela empezaba a sobar su espalda de arriba hacia abajo para consolarlo como si fuera un bebé-. No podré escuchar tu voz de Diosa de la sabiduría, abuela.
- Claro que me escucharás - sonrió su abuela-. En tu cabeza, escucharás mi voz diciéndote lo mucho que te amo y lo orgullosa que estoy de ti.
Taehyung sonrió emocionado, mostrando todos sus dientes y acercó su rostro al de ella. Sus ojos brillaban tanto como los suyos.
- ¿Estás orgullosa de mí?
- Todos los días desde que naciste. Eres como mi bebé, siempre voy a estar contigo.
Algo en su pecho se movió, y sintió como una pequeña llama se prendía, dándole calidez a su corazón, con tan sólo esas palabras. Cuando hablaba con su abuela, él podía sentir que todo estaba bien y a la vez sentirse tan querido que no le importaba nada más.
- Lo estás prometiendo, abuela... No puede retractarse.
- Sí, sí... -asintió su abuela, batiendo las pestañas lentamente, como si luchara contra el sueño.
- Abuela -la llamó Taehyung, ésta vez descansando su cabeza en su pecho. Apenas ponía presión, y su sonrisa radiante se desvaneció hasta convertirse en una vaga y apenada.
- ¿Sí, bebé?
- Mis padres y hermanos van a venir mañana... -dijo Taehyung, ante la sorpresa de su abuela-. Me dijeron que tenía que irme de la casa hasta que ellos se fueran... Pero es nuestra casa, ¿Por qué tengo que irme?
Taehyung trataba de que su voz no sonara dolida y con un poco de resentimiento, pero su abuela sabía todo lo que su nieto pensaba. Su abuela lo conocía, así que le sonrió como se le sonríe a los niños pequeños enfurruñados.
- Porque eres un buen niño y siempre haces lo que tienes que hacer...
Taehyung pensó sobre eso varias veces, sobre lo que tenía qué hacer. Antes, su propósito era hacer sentir orgulloso a toda su familia y jamás defraudarlos, pero ahora todo lo que podía pensar era en no molestarlos, en no seguir insistiendo con su presencia, en hacerse invisible para ellos porque así tal vez ellos puedan volver a ser felices como antes. Pero él amaba a su familia, ¿Alejarse de ellos era lo que él tenía que hacer?, ¿Por qué esa parecía ser la única solución, su única tarea? No lo entendía, se sentía tan dolido, tan dañado y traicionado.
Se quedó un buen rato dándole vueltas al asunto, mientras disfrutaba de la relajante sensación de las palmadas de su abuela en su espalda, hasta que escuchó su voz.
- ¿Dónde vas a quedarte?
- Jin hyung me dejará quedarme con él.
- ¿Y Hoseokie?
- No sé, no le he dicho... Jin hyung dijo que tampoco tenía problema con que se quedara.
- Hoseokie es un buen niño... -opinó su abuela, riendo despacio-. Rebosa energía como tú, aunque ambos a veces son igual de quisquillosos. ¿Ya son novios?
Taehyung se sonrojó, porque su abuela le miraba como si lo supiera todo entre ellos dos. A la mente se le vino esa noche después de la fiesta donde se besaron, se tocaron, se...
- No... No lo somos... -balbuceo Taehyung, negando con la cabeza y haciendo una mueca. Al instante, también se preguntó por qué su abuela estaba tan interesada, ella jamás se había interesado en su vida amorosa, más aún cuando le confesó sus gustos-. Pero abuela, siempre me he preguntado... Usted nunca se enojó conmigo cuando le dije que me gustaban los chicos, aún cuando dijo que no le gustaban los homosexuales...
- Eres mi nieto, Taehyungie... -sonrió su abuela-. Siempre querré que seas feliz, aunque no te negaré que me desconcertó cuando lo supe. No es que no me gusten los homosexuales, solo que... Corea es demasiado conservador, y no sé que habría opinado tu abuelo. Además, tú madre ya solía sospechar, hablábamos mucho sobre eso.
Taehyung se irguió, incrédulo. Jamás se le había pasado por la cabeza que su madre o cualquiera de su familia lo supiera. Jamás se los había dicho.
- ¿O...omma lo... lo sabe?
- Es tu madre, lo supo incluso antes que tú -se rió su abuela, frunciendo un poco el ceño ante el esfuerzo-. Siempre dijo que sea cuales sean tus gustos, seguirías siendo su hijo y que nada iba a cambiar.
- ¿Y por qué no dijo algo?
- Esperaba a que tú lo hicieras, como conmigo -explicó su abuela-. Creo que tu padre también lo sabe, y tus hermanos. No les he preguntado.
Taehyung se quedó boquiabierto. En cierta parte, se aliviaba porque así no los sorprendería tanto, si alguna vez llegaran a conocer a Hoseok.
Espera.
¿De verdad acaba de pensar en presentar a Hoseok a sus padres?
- Abuela... ¿Cómo puedo agradecerle a Hobi todo lo que ha hecho por mí? Siento que sea lo que sea que haga, no es suficiente.
- Es normal sentirse así... limitado, cuando quieres hacer algo por la persona que quieres -dijo su abuela, dejando de palpar la espalda de Taehyung y poniéndola en el pecho, justo en su corazón-. Sólo has lo que sientas en tu corazón y hazlo con amor, sé que Hoseokie va a apreciarlo.
Taehyung sintió la mano cálida de su abuela en su corazón palpitante y sonrió con un ápice de temor. Nunca se había sentido tan vivo como se sentía cada vez que pensaba en Hoseok, en su sonrisa y en todos los momentos que ambos compartieron, incluso las miradas perdidas que se dedicaban.
- Estar enamorado da miedo... No dejo de pensar que va a dejarme y es la única persona capaz de hacerme sentir como si tuviera un hogar.
Su abuela frunció un poco el ceño ante la mirada temerosa de su nieto, y le dedicó una sonrisa cálida porque ella sabía lo que pasaba por su cabeza y a la vez, se sentía igual de triste que él, porque le dolía ver a su nieto de esa forma.
- Tu tienes un hogar, Taehyungie.
- Tú y Hoseok hyung son mi hogar.
Taehyung hizo un puchero, frunciendo el ceño al recordar como su familia casi lo había echado de su casa. Él consideraba que aquella casa en Daegu ya no era suya, sino aquí en Seúl, en la casa de su abuela, donde ella estaba y también estaba Hoseok.
- Algún día vas a entender el por qué -murmuro su abuela, de forma inaudible.
Taehyung despegó la vista de las bonitas uñas de su abuela y la miró, extrañado. Había jurado oír un murmullo.
- ¿Qué dijiste, abuela?
- Nada -sonrió está, poniéndose de lado en la cama-. No olvides que te amo.
- Yo te amo más, abuela -contestó Taehyung, con una gran sonrisa en su rostro hasta que vio como su abuela, al moverse, jadeó y se dobló en la cama, arrugando el rostro.
- ¡Abu, abu! ¿Estás bien? -exclamó Taehyung asustado, parándose del banco y tocando el rostro de su abuela-. ¿Quieres que llame a un médico?
- No... no, no... sólo... sólo me duele... un poco el estómago, deben ser las pastillas.
Taehyung suspiró pesadamente, volviendo a sentarse en la banca.
- Hablé con el médico cuando llegué, dice que va a ponerte los medicamentos por una intravenosa porque tu estómago no está muy bien... -su abuela asintió, como si ya lo supiera mucho antes que él y Taehyung le dedicó una sonrisa animada, jalando sus sábanas para abrigarla y acariciando la frente tibia de su abuela-. No te preocupes y trata de dormir, falta una hora para que te la administren y estarás mejor, abuela.
Pero su abuela había cerrado sus ojos, y en cierta parte Taehyung se tranquilizó porque así no vería el miedo en sus ojos. Su abuela gemía bajito, respirando entrecortado hasta que, luego de unos minutos en los que Taehyung seguía acariciando su frente, la expresión de su abuela se fue relajando.
- Taehyungie, ¿Puedes cantarme una canción? -entreabrió los ojos y con la voz ronca-. Tienes una voz de ángel... me gusta mucho, me gustaría que todo el mundo pudiera apreciar tu voz.
Taehyung volvió a tomar la mano de su abuela, tratando de que la presión en su pecho cesara y él pudiera cantar sin llorar.
- Entonces cantaré, cantaré para mi fan número uno.
Su abuela sonrió, con los ojos cerrados, relajándose cada vez más con la voz grave y a la vez suave de su nieto. En la profundidad de sus sueños, su abuela podía ver a un chiquillo cantando canciones para niños mientras ella le tomaba de la mano, caminando por el parque y comiendo helado de chocolate. Ella veía aquel chiquillo feliz, dándole vida con su voz y deseó con todo su corazón que ese chiquillo mostrara al mundo la música que llevaba dentro.
<< Por favor quédate a mi lado, por favor quédate aquí.
No dejes ir a mi mano mientras la sostienes en la tuya, si esto te aleja un paso de mí, todo lo que tengo que hacer es dar un paso hacia ti.
Por favor sólo abrázame, abrázame aunque sea un poco. Sin decir nada, por favor corre hacia mí. Con mi corazón solitario e inquieto, sigo esperando por ti.
Yo te amo a ti, yo te amo a ti.
Grito con mi último aliento, antes de este largo silencio. Puede parecer débil e infantil, pero son mis verdaderos sentimientos. >>
...
Cuando Taehyung terminó de cantar, se alegró porque la expresión dormida de su abuela parecía feliz, apacible y sin ninguna horrible pesadilla. Taehyung estaba seguro que su abuela estaba soñando con su abuelo, y eso le hacía feliz. Y por más que deseara que su abuela no se durmiera, él sabía que era la única opción para no sentir más dolor. Sólo deseaba que mañana fuera un día mejor.
- Dulces sueños, abuela.
...
Pensar que cuando escribí esto Jjangu y la abuela de Taehyung seguían vivos </3 *llora*
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top