Capítulo 13: abrázame fuerte.

Jung Hoseok despertó en la mañana, a la misma hora de siempre, por la ruidosa alarma en su celular. Ni siquiera se había cambiado de ropa y el aliento le apestaba por no haber podido lavarse los dientes anoche.
Miró el blanco techo encima de él, recordando cada palabra dicha anoche y sintió como un bulto de calidez se removía al lado suyo, abrazando su cintura.
Se apoyo sobre su codo izquierdo, poniéndose de lado, y con sus nudillos le apartó los mechones rebeldes de la frente de Taehyung.
Se veía tan apacible, tan frágil e inocente sin esa arruga que se le formaba entre las cejas cuando le veía. Durmiendo tenía una expresión tranquila y Hoseok no pudo evitar contemplar sus facciones como quien contempla una obra de arte, o como quien escucha y siente su canción favorita. Para Hoseok, Taehyung era como su canción favorita. Le hacia sentir tantas cosas que se sentía a punto de explotar en una supernova.
Lo estaba observando tan detenidamente, que se fijo que justo en la separación y la raíz del cabello, había una pequeña cicatriz.
Luego de unos segundos y viendo como Taehyung seguía profundamente dormido, Hoseok le plantó un beso con suavidad en ella.
Y tomando delicadamente el brazo de Taehyung, se lo quito de encima y se levantó de la cama, saliendo de la habitación hacia el baño.
En ningún momento se dio cuenta que Taehyung, despierto antes que él, se dio la vuelta entre las sábanas, esbozando una pequeña sonrisa aun sintiendo la calidez de sus labios contra su frente.



...




7 horas antes.



- Puedes sentarte, los sillones están limpios -informó Taehyung, entrando a la sala con una taza de té y una pastilla para el resfrío en la mano. Hyesun seguía parada en una esquina, viendo con curiosidad cada figura de arcilla que coleccionaba la abuela de Taehyung.

Pegó un pequeño salto ante la aparición silenciosa de él, quien camino hacia ella y le tendió lo que traía en las manos. Ella lo recibió susurrando un << gracias >> apenas audible y se sentó en la esquina del sillón.
Taehyung se sentó en el individual frente a ella, cruzando las piernas y apoyando su mentón en su puño con el codo en el apoya-brazos, mirando fijamente a Hyesun, como si estuviera en una sala de interrogación.
Después de unos segundos, Hyesun se sentía tan incómoda ante su mirada escrutadora que no pudo evitar confrontar su mirada también.

- ¿Por... por qué me estás viendo así? -dijo Hyesun, con cierta molestia y a la vez cohibida. Taehyung era muy guapo, pero ella sabía que él no la estaba viendo de esa forma.

- Porque trato de averiguar si de verdad Jung Hoseok fue tu novio... Eres demasiado bonita y, por lo visto, de buena familia, ¿De verdad aceptaste ser su novia? No es que Hoseok sea feo, pero las chicas como tú...

- ¿Chicas como yo? -repitió confundida. Después movió la cabeza de un lado a otro-. ¿Cómo sabes que fui su novia? No te lo he dicho, ¿Fue Hoseok?

- Fue por la foto que me mostraste. Se veían tan enamorados que dudo que hayas sido sólo una amiga o amiga con derecho a... ya sabes... -contestó Taehyung, levantando las cejas y asintiendo para sí y encogiéndose de hombros-. Además, Jung Hoseok no te quiere ver ni en la sopa.

Hyesun se removió incómoda, poniéndose el cabello detrás de la oreja.

- Sí, fui su novia... Antes y un tiempo después de que se viniera a Seúl...

- ¿Viniste desde Gwangju hasta aquí sólo para hablar con él?, ¿En serio? -exclamo sorprendido, entreabriendo la boca. Hyesun de verdad se estaba poniendo nerviosa. Taehyung era muy bonito-. Las chicas buenas como tú... no suelen salir con chicos que tienen aspecto de vagabundo.

- ¿Qué te hace pensar que soy buena?, ¿Y qué quiere decir eso? -rebatió Hyesun, quien no negó lo de vagabundo.

Incluso cuando Hyesun era novia de él, Hoseok solía usar zapatillas rotas -por bailar tanto-, jeans desgastados, poleras desteñidas y chalecos de cuero -o de jeans- con hoyos que suele tapar con parches. Era todo lo contrario al chico frente a ella, pulcro y con buen sentido de la moda, aunque tal vez sea por su belleza, porque hasta con esas poleras con tajos y hoyos se veía bien. En ese instante, Taehyung traía una camiseta rasgada por el cuello.

- Ah, buena no era la palabra -Taehyung se tocó el mentón, pensativo-. ¿Tal vez chica de dinero? Tienes zapatos Gucci, reconozco la marca Gucci hasta con los ojos cerrados.

Hyesun miro sus zapatos en la puerta de entrada, dándole la razón. Ella era una chica de buena familia, con dinero. Sus padres eran dueños de varias fabricas de comida y publicidad. Una vez hasta fue modelo de sopa de fideos instantáneos. Con ese dinero se compró los zapatos Gucci que usaba ahora.

- ¿Te gusta Gucci?

- Respiro Gucci -rectificó Taehyung, mirando el techo con aire soñador-. Hasta pienso tatuarme I love Gucci en una nalga, con la serpiente y todo

Hyesun enarco una ceja. << ¿Por qué los chicos bonitos son tan raros? Y de tan buen gusto... >> pensó y lo encontró bastante sospechoso.

- ¿Qué tipo de relación tienes con Hoseok?, ¿Son amigos? -preguntó, terminando de tomar el té y dejándolo en la mesa de centro.

Taehyung negó, aterrado:- Nada de eso, somos... somos como... como... No sé, ¿enemigos... que viven juntos?

- Eso... es raro -dijo Hyesun y Taehyung se encogió de hombros otra vez.

- Hmm... -Taehyung miró sus dedos, deshilachando una bufanda en su regazo, un poco tímido. Se preguntaba si estaría bien preguntar lo que quería saber-. Tengo... un poco... de curiosidad... un poquito...

Hyesun se tensó. Sabía que iba, en algún momento, a preguntar el por qué de su insistencia hacia hablar con Hoseok. Más aun cuando fueron novios y la actitud fría y recelosa de él hacia ella. Hyesun estuvo a punto de ignorarlo y seguir callada, esperando a que llegase Hoseok, pero algo le decía que él podría ayudarle. Le dejo entrar a su casa, no podía ser un mal chico... De hecho, se veía comprensivo y hasta confiable con su pequeña sonrisa que hacia que sus mejillas se vieran como dos bultos de carne de bebé. Suaves y apretables.

- ¿Quieres saber por qué terminamos? -dio pie Hyesun, yendo al grano. Taehyung la miro sorprendido, para luego volver a juguetear con los hilos, nervioso y asentir tímidamente-. Yo... me enamoré de otra persona, cuando estaba con él.

- ¡¿Le fuiste infiel?! -casi gritó Taehyung, alzando la cabeza y asustando a Hyesun. Se tapó la boca luego, carraspeando-. Lo siento, lo siento, no te juzgo... Les... les puede pasar a todos, no... Perdón... perdón por gritar...

Hyesun le dio una sonrisa tímida, sonrojándose. Era difícil para ella hablar sobre eso, siendo que ni siquiera a sus amigas se lo había contado. Pero ahí estaba él, escuchándola atentamente, sin juzgarla con la mirada, sólo escuchando. Y no era un chico malo, lo sabía porque, ¿Quién rayos es capaz de darte una pastilla para el resfrío a alguien que te dio una cachetada? Ella no lo haría.

- Yo... yo amaba a Hobi, de verdad, estaba loca de amor por él... Pero él empezó a concentrarse más en el baile, mis padres no lo aceptaban, nos dejamos de ver por un tiempo y... -Taehyung se asustó por las repentinas lágrimas que salieron de los ojos de Hyesun y los pucheros lastimosos que estaba haciendo, provocando que Taehyung se tensara y se preguntara, ¿En dónde había dejado el papel higiénico?, ¿Hoseok había comprado? Él se encargaba de reponerlo. Busco entre sus pantalones y no encontró ni un pañuelo y ni siquiera una pelusa para secar sus lágrimas-. Yo no quería enamorarme de nadie más, no quería fijarme en nadie que no fuera Hobi porque él siempre fue muy lindo conmigo. Me regalaba mis chocolates favoritos, ganaba peluches gigantes para mí en las ferias de la escuela, les gritaba a todos que yo era su novia y que era la chica más linda del mundo, me ayudaba en mis tareas, siempre iba a dejarme a casa aunque tuviera que volver tarde a sus talleres...

Y luego ya no pudo seguir hablando por los sollozos y jadeos que le hacían temblar. Taehyung se paró y fue corriendo hacia el baño, tomo el papel higiénico y se fue sentar al lado de Hyesun, dándole pedazos de papel para que se limpiase la nariz y sobando su espalda para confortarla.

- Entiendo, entiendo, el maldito era el chico perfecto, entiendo -asintió Taehyung y Hyesun empezó a hipar, mordiéndose el labio.

- N-no l-le d-digas maldito... ¡Waa!

Y se largo a llorar fuertemente sobre sus rodillas, encogiéndose con todo el cabello hacia delante. Taehyung se levantó, fue a la cocina y sacó los chocolates de Hoseok -sabía que se enojaría, pero le daba igual-, junto con galletas, y un vaso de agua con azúcar. Siempre que su hermana lloraba de esa forma desconsolada, era Taehyung quien estaba ahí para ella, dándole comida, mantitas, chistes malos, abrazos y palabras de consuelo. No conocía a esa chica, pero le hacia recordar a su hermana cuando lloraba por chicos que le hacían sufrir. Así que dejo todo sobre la mesita de centro y rodeó el cuerpo de Hyesun en un abrazo cálido. Hyesun era baja, así que cabía perfectamente escondida en el pecho de Taehyung.

- Lo... lo siento, si...siempre me pongo... pongo así cuan... cuando recuerdo lo estúpida que fui... -sollozo Hyesun entre siseos, separándose un poco de Taehyung para secar las lágrimas en sus mejillas.

- Oh, está bien, tengo una hermana que también es muy sensible -le sonrió Taehyung, poniendo su mano en la cabeza de Hyesun y desordenando su cabello como si fuera una niña pequeña.

- Tú debes odiarme también... Hice sufrir mucho a Hobi...

- Ya te dije, Jung Hoseok no es mi amigo... Aunque si está bien feo lo que hiciste, reconocerlo ayuda un poco -Taehyung se inclinó hacia la mesa, tendiéndole el vaso a Hyesun, que lo tomo entre sus manos y le dio un sorbo-. ¿Le pediste perdón?

- Como mil veces... Pero Hobi nunca actuó mal, siempre decía que me perdonaba y ya está, pero no lo decía en serio... Tampoco quiere escucharme, ni verme desde que se fue.

- ¿Y por qué quieres hablar con él?, ¿No estás enamorada del otro chico?

- Lo estaba... creí estarlo, pero él era un idiota, un hijo de la... un delincuente, me buscó porque sus padres querían entablar lazos con los míos -Taehyung vio como Hyesun empezaba a fruncir el ceño, furiosa, apretando las manos-. La cosa es que... yo nunca engañé a Hoseok, nunca me besé con ese tipo, nunca... Apenas hablaba con él en mis talleres y a partir de eso me fui fijando en él, pero nunca crucé esa línea. Cuando Hobi terminó conmigo, yo le pedía perdón por haberme fijado en otra persona, no por...maldición ... -esta vez Hyesun tenía una expresión indignada, mirando la nada frente a ella-. Me enteré que Hoseok recibió un mensaje diciendo cosas terribles de mí, por eso terminó conmigo, el mensaje tenía todo tipo de cosas que no eran ciertas, que había estado engañándolo por semanas, que no le quería y que sólo estaba con él por lástima. Toda un mierda de cosas que yo nunca dije ni hice... Mi único error fue haberme dejado engatusar por ese imbécil, ¡Y ahora me doy cuenta!

Y ahora Hyesun estaba pataleando contra el sillón, tan enfurecida que sus nudillos se tornaron blancos. Taehyung le quitó el vaso, para prevenir que lo rompiera y lo dejó en la mesa frente a él.

- Y entonces... -movió la mano Taehyung, haciendo ademán para que continuara. Pero Hyesun sólo levantó una ceja, sin entender.

- ¿Entonces qué?

- ¿ Terminaste con él?

- ¡Por supuesto que terminé con él! -bufó ella molesta.

- Bien... bien... -levantó las manos Taehyung, un poco asustado por la expresión enfurecida de Hyesun-. Ahora quieres explicarle a Jung Hoseok todo eso, ¿Y esperas volver a ser su novia?

- Eso deseo... -balbuceo Hyesun, apretando los labios en un vago intento por no volver a echarse a llorar otra vez-. Extraño mucho a Hobi...

- Pero... ¿Estás segura que estás enamorada de Hoseok? -preguntó Taehyung, rascándose la nuca-. Digo... dejaste de estar enamorada de él cuando se alejó en ese entonces, ahora que está en Seúl, digo... ¿Planeas mudarte aquí para estar con él?, ¿O volverás a Gwangju?

Hyesun se encogió de hombros para luego rascarse la cabeza con las dos manos, irritada. Se paro del sillón, empezando a caminar de un lado a otro como león enjaulado.

- No sé... ¡no sé qué hacer! Cuando me enteré de lo que hizo ese imbécil, todo lo que hice fue juntar dinero, ignorar a mis padres y venir a buscar a Hoseok. Ahora tengo tan poco dinero que sólo me queda el pasaje de vuelta y... -Hyesun hablaba tan rápido y gesticulaba con las manos tan exageradamente que Taehyung se le quedo mirando con la boca abierta, tratando de asimilar las palabras. Al final paró quedándose sin aire y dejando su cuerpo flácido como si estuviera muerta-... en realidad no sé que es lo que voy a hacer, ya ni siquiera puedo pagar el maldito hotel en el que me estoy quedando. Sé que... sé que Hoseok nunca va a volver a quererme como antes, lo sé, pero yo... quiero intentar que, por lo menos, vuelva a hablarme, aunque sea un poquito... porque lo extraño mucho -ahora Hyesun miraba directamente a los ojos de Taehyung, en ellos, él podía sentirse vagamente reflejado-, ¿Alguna vez has extrañado tanto a alguien que sientes que falta una parte de ti? Como si fueras una maldita caja de puzzle a la cual le faltan piezas... así me siento desde que Hoseok se fue, en realidad, ya ni siquiera sé si quiero ser su novia o su amiga, yo sólo quiero que vuelva a decir mi nombre mientras chilla y hace esos bailes raros... es lo único que quiero.

Taehyung sentía lástima por ella, tanta lástima como podía sentir hacía sí mismo. Porque él también extrañaba, él también sentía esa sensación de vacío en su estómago cuando recuerda -todos los malditos días- a las personas que perdió. Porque se sentía así, más que ausencia, era perdida. Porque si él tuviera la oportunidad de enmendarse, de hacer que las personas que quiere le perdonen, él podría hasta cruzar todo el universo para hacerlo.

Pero no podía. Él no era Hyesun. Ella tenía una oportunidad y él la iba a ayudar.

- Voy a ayudarte, Hyesun -dijo Taehyung, parándose del sillón y caminando hacia ella, secando sus lágrimas con un pedazo de papel higiénico. Taehyung le sonrió y Hyesun le devolvió la sonrisa, reconfortada-. Te ayudaré a que Hoseok escuché todo lo que quieras decirle.

- Gracias... -susurró Hyesun, luchando contra las ganas de abrazarlo-. Y de verdad perdón por la cachetada, de verdad perdón.

- No te preocupes, no pegas tan fuerte -mintió y Hyesun se echó a reír por la expresión de dolor que hacía -achicando los ojos y haciendo una mueca fea-, mientras se encogía de hombros y movía la mano.

- Ah... muchas gracias... -volvió agradecer y Taehyung sólo hizo un ademán con la mano restando importancia, mientras iba al stereo de la sala y lo prendía, poniendo música.

Empezó a escucharse How That Taste de Kehlani en el salón y Hyesun volvió a fijarse en los detalles de la casa, cuadros de la familia de Taehyung, fotos de joven de Taehyung, figuras de arcilla, unos trofeos que no supo deducir de qué serían, muebles con discos de vinilo y CD's, otro mueble más lejos, con botellas de vino y vasos de copa. Al ver esto último, se le hizo agua la boca. Su familia estaba realmente obsesionada por los vinos, siempre compraban y nunca les molestó que Hyesun también tomara una copa para las cenas familiares. Aunque nunca se había emborrachado, ahora que estaba tan nerviosa porque iba a por fin a hablar con Hoseok, de verdad se le antojaba hacerlo. Así podría enfrentarlo sin que le temblasen las piernas.

- Oye... ¿Taehyung? -se dio vuelta Hyesun, mirando a Taehyung, quien hacía un extraño movimiento pélvico, con los cerrados, al ritmo de la música. Al escuchar a Hyesun, paró de bailar, abrió los ojos y se puso derecho-. ¿Estás bailando?

- ¿Cómo? Oh, lo siento, siempre que pongo música no puedo evitar bailar -se rió Taehyung, un poco tímido. Se desordenó el flequillo y puso sus manos en sus caderas. Hyesun lo miraba levantando una ceja-. ¿Querías decirme algo?

- Bueno... sí -asintió Hyesun, desviando la mirada, para luego preparar sus ojos de cachorro herido y conseguir aunque sea una copa de cualquiera de esos vinos. No le importaba el año o el sabor, sólo quería emborracharse-. Esos vinos que están ahí... ¿Son tuyos?

Taehyung la miró, intrigado.

- No, son de mi abuelo -se rascó la nuca, mirando hacia el mueble-. Le gustaba coleccionar cualquier clase de vinos. Nunca los hemos abierto, decía que entre más años tengan, mucho mejor. Aunque nunca alcanzó a probarlos.

- ¿Y... no te gustaría probar alguno? -sugirió Hyesun, balanceándose con los pies y con las manos detrás de la espalda, como quien no quiere la cosa. Taehyung se cruzó de brazos y la miró sospechosamente, levantando una ceja.

- ¿Quieres beber ahora?, ¿En la noche?, ¿Antes de hablar con Hoseok?

Hyesun bufó, poniendo los ojos en blanco. Sonaba estúpido si lo decía así, aunque sabía que lo era.

- Sólo quiero algo que me haga tener las agallas que no tengo... además, ¿Tú no bebes?

- En realidad no, no me gusta -dijo Taehyung, pero de repente se puso a pensarlo, tal vez no era mala idea beber para desestresarse o salir de lo común. Últimamente, Hoseok también lo tenía de los nervios. No es como si fuera a emborracharse y bailar desnudo encima de la mesa. Iba a controlar cuanto bebería.

- ¡Vamos, Taehyung! Será una copa, no toda la botella -insistió Hyesun, acercándose al mueble de las botellas. Sonrió de oreja a oreja y tomó la primera a su alcance-. Será para degustar, ¿No?, ¡Vamos, no seas gallina!

Taehyung la miró ofendido, y apuntó con el dedo a Hyesun.

- Vuelves a decirme gallina y no te daré nada.

- ¡Entendido, jefe!


...



- De verdad no entiendo como el vaso ézte se vacía tan rapidow, ¿Qué pienzaz tú, hobi hobi?, ¡Jup! -balbuceó Taehyung, moviendo la copa al frente de la cara de Hoseok, quien trataba arduamente de quitarle el vaso de una vez por todas.

- ¡Taehyung, basta, voy a enojarme! Dame ese vaso -exigió Hoseok, alzando la voz. Inmediatamente Taehyung frunció el ceño, tratando de alejarse de él aunque éste lo tuviera agarrado fuertemente de la cintura.

- ¿Por qué eres tan fuerte siendo que eres tan bajito?, ¡Jup! -hipó Taehyung, moviéndose de un lado a otro tratando de zafarse de Hoseok. Éste aprovechó para quitarle el vaso y -sin dejar de agarrar a Taehyung- ponerlo en la mesa de centro.

Hoseok se fijó en Hyesun, sentada en el sillón con un aspecto deplorable, tratando de tomarse el pelo en una coleta, luego de que llegase a casa, ésta -después del ataque de risa post caída- había ido al baño a mojarse la cara y a tomarse un litro de agua para que le pasara, aunque sea un poco, la borrachera. Por lo menos aún mantenía su nivel de lucidez, no como otra persona.

Hoseok sabía que él no era bueno bebiendo, una vez lo vio en la fiesta de iniciación de la academia -ese era el primer año de Taehyung- tan ebrio que estuvo horas en el baño vomitando. Lo sabía porque él había querido entrar al baño -igual que otros diez chicos más- pero no pudo porque el olor a vomito y el sonido de sus arcadas los espantaba a todos. Luego de eso, nunca volvió a verlo en esas fiestas, al menos, no borracho.

Ahora, Taehyung no dejaba de caminar de aquí para allá, tomando de la botella, cantando las canciones de Kehlani y atentando contra su vida con los tropiezos. Hoseok parecía una madre cuidando a su bebé para que no se cayera, persiguiéndolo por detrás y agarrándolo de la polera, tratando de quitarle la maldita botella. Y cuando por fin había logrado quitársela, el astuto empezó a jugar con el vaso. Parecía una pelea de nunca terminar, y Hoseok se sentía demasiado cansado. Luego de ir a ver a la abuela de Taehyung, se había ido a cubrir el turno de Go Bom -otro mesero- en el restaurante y, para rematar, también tuvo que quedarse más horas ayudando a la gerente con unos papeles del trabajo. Él imprimía y ella los archivaba. Fue tedioso, pero así tenía otro día libre además del domingo.

- Jung Hoseok, ¡Jung Hoseok, yah! -gritó Taehyung, empujando a Hoseok lejos y tirándose en el sillón al lado de Hyesun, señalándola con el pulgar-. La noona aquí quiere decirte algo.

- ¡No me digas noona! -se quejó ella, sosteniéndose la cabeza entre las manos. ¿Tan rápido había empezado la jaqueca?, << ¿Qué hora era? >> No lo sabía, pero por su dolor de cabeza podía deducir que eran más de las 01:00 am.

- Ah, en serio... -gruñó Hoseok, poniendo los brazos en jarra y negando con la cabeza-. ¿Qué quieres de mí, Hyesun? Te dije que no quería escucharte, ni verte y te encuentro aquí, borracha con mi chico.

- ¿chico? -Hyesun alzo la vista, desconcertada y Taehyung los miró alarmado.

- ¡Qué estás diciendo! -gritó nervioso Taehyung, aun hablaba como si tuviera pegamento en la boca-. Cállate y escúchale, por algo vino aquí a buscarte, ¿Es que no puedes dejar de ser tan orgulloso?, ¡Escúchela de una maldita vez, señor orgulloso!

- Taehyung, shh. -lo calló en un siseo, poniendo un dedo encima de sus labios. Luego volvió a mirar despectivamente a Hyesun-. Ah, de verdad dame una buena razón para escucharte ahora, una muy buena razón para no echarte.

- Yah, Jung Hoseok, ambos sabemos que no eres esa clase de chico desconsiderado, deja de actuar tan estúpido -interrumpió Taehyung, elevando la voz. Aun estando borracho, se veía realmente enojado. Hoseok también se estaba enojado, pero más por el hecho de que le haya llamado estúpido-. Y también deja de hacerte de rogar.

- No me estoy haciendo de rogar... -balbuceo enfurruñado, cruzándose de brazos.

En verdad sí estaba haciéndose de rogar, pero no quería aceptarlo. Tal vez era hora de madurar y dejar que Hyesun le dijera lo que tuviera que decirle para que lo dejara en paz, aunque sintiera un mal sabor de boca al pensar en eso. No quería tenerla cerca, pero tal vez Taehyung tenía razón, debía dejar su herido orgullo de lado para seguir adelante. No podía estar con una persona si sentía esa clase de resentimiento por otra. Y Hoseok pensó que, si él de verdad le daba una oportunidad a Hyesun, tal vez un milagro ocurriría y Taehyung por fin dejaría de ser tan frío con él. Entonces se dio cuenta que estaba haciéndole lo mismo que le hacía Taehyung a Hyesun, pero con razones. Se sintió mal por ella, y decidió darle una oportunidad.

- Está bien... Hyesun, sígueme. Hablaremos en mi habitación.

...

Iban a hacer las 02:00 de la mañana y Taehyung seguía despierto, sin pantalones, con sus boxers de dibujos de zorros y sólo con una camiseta, mirando el techo de espaldas en la cama, aun no se terminaba la botella de quién-sabe-qué. Lo bebía todo a sorbos lentos, tenía un sabor dulce a cerezas, cuando escuchó el ruido de la puerta al abrirse y vio a Hoseok entrar. Estaba serio, con unas ojeras gigantes y miraba a Taehyung con una expresión triste.

- Taehyung... ¿Puedo hablar contigo un momento? -preguntó Hoseok, cerrando la puerta detrás de sí y apoyando la espalda contra ésta. Taehyung se sentó en la cama, un poco mareado. Incluso borracho podía notar lo cansado que estaba Hoseok.

- Ven aquí, Hobi hyung -dijo, palmeando en el colchón a su lado.

- ¿Estás seguro? -enarcó una ceja Hoseok, desconfiando de sí mismo y con el pulso a mil por minuto. Se veía demasiado provocativo, aunque sabía que no lo estaba llamando con esa intención.

- Yo soy el que está en su habitación, ¿Por qué actúas así?

- Es que... te ves tan... -Hoseok paseo su mirada por el cuerpo de Taehyung, hasta detenerse en un punto en especifico que hizo al contrario sonrojarse hasta el cuello-... expuesto.

- No seas idiota... ven aquí.

Hoseok caminó hasta él, sentándose a su lado en la cama. Taehyung estaba muy serio y callado para estar borracho y eso, para él, era sospechoso. Además de que se sentía nervioso por alguna razón. Tal vez se debía a esos ridículos boxers o ver la cara borracha y sonrojada de Taehyung. O el simple hecho de sentarse en la misma cama que él.

- Hablé con Hyesun, me contó todo... -empezó a decir Hoseok, mirando a la nada. Podía sentir la atención de Taehyung encima de él-. Que ese tipo me había engañado, que esos mensajes nunca fueron verdad, que jamás se besó con él estando conmigo. Hasta me mostró una conversación que tuvieron en donde él le confesaba todo, vaya... -se carcajeó amargamente Hoseok, mirando de soslayo el semblante serio de Taehyung. No podía estar tanto tiempo sin sonreír, aunque sea para aparentar-. Pensar que estuve con este resentimiento todo este tiempo, y todo era mentira. Es gracioso si lo piensas bien... aunque ya me lo veía venir, ya sabes, el hecho de terminar... Nunca le agrade a sus padres. Y ella ama a sus padres. Ni siquiera sé por qué vino... bueno, sí sé. Me lo dijo. Que quiere volver conmigo. Bueno, ya lo sabía, esperaba que quisiera hacerlo, porque sino nunca hubiera venido a verme, ¿Verdad? Pero yo no quiero volver con ella, ya no la quiero como antes y me pidió que volviera a ser su novio y yo le dije...

No pudo seguir hablando aunque quisiera. Taehyung lo tomó de los hombros, tirándolo en la cama de espaldas y poniéndose a horcadas encima de él. Le había aturdido tanto su movimiento que ni siquiera se movió, ni reaccionó ante la mirada dolida de Taehyung. Era como si estuviera a punto de echarse a llorar.

- ¿Taehyung?, ¿Pasa...pasa algo? -tragó saliva dificultosamente, luego de unos segundos de silencio.

Taehyung no le quitaba la vista de encima, y se veía tan descompuesto que Hoseok quiso abrazarlo, sin animarse. Taehyung jamás se habría acercado a él de esa forma estando sobrio, así que no quería hacer nada para asustarlo, aunque en esa posición él debería sentirse intimidado. Se quedo quieto, esperando a que por fin dijera algo.

- Estoy celoso... -susurró por fin Taehyung, desviando la mirada. Parecía más como si estuviera hablando consigo mismo que con Hoseok-. ¿Por qué sentirme así? No debo... no debo... no me siento bien...

- Debe ser el alcohol, Tae... deberías apartarte -dijo Hoseok, con la voz temblorosa, pero tampoco le hizo aun lado.

Ahora estaba demasiado consciente de la cercanía del menor. Tenerlo encima suyo era como un paso para cumplir sus sucias fantasías y se sentía mal, porque Taehyung estaba malditamente ebrio. Aún olía en su aliento el alcohol y el tono lento de su voz.

- ¡No quiero! -alzó la voz y inmediatamente se calló, volviendo a susurrar-. ¿Por qué me siento tan celoso? No debería sentirme celoso, no me sentía celoso. Pero tú y tu bonita y estúpida sonrisa, ¿Ya son novios, verdad?, ¿Están juntos?, ¿Es porque ella tiene zapatos Gucci y yo no?

- ¿Qué estás diciendo? -se ríe Hoseok, nervioso sin poder concentrarse, ¿Por qué no podía dejar de ver las clavículas de Taehyung, su boca, sus hipnotizantes y redondos ojos o la cavidad entre sus piernas? Estaba empezando a sudar. << Maldición... >> blasfemó en su mente tantas veces, justo cuando Taehyung empezó a removerse incómodo en su regazo, rozando el punto sensible entre sus piernas- ¡Ah, Taehyung! Quédate quieto... estás... estás realmente borracho, ¿Por qué estás haciendo esos pucheros? Dios, eres tan lindo, basta ya, quítate.

- ¡Para de decir esas cosas! -se quejó Taehyung, haciendo más notorio los pucheros. En ese instante se sentó en el regazo del mayor con brusquedad, justo encima de su hombría y Hoseok gimió por lo bajo, tapándose el rostro con las manos, totalmente rojo y paralizado. Quería gritar, chillar, alejar a Taehyung, besarlo, volver alejarlo, encerrarse en la pieza, morder su piel, encerrarlo en la pieza y no verlo y no sentir como el bulto en su entrepierna se hacía cada vez más grande y sensible-. Deja de confundirme, Hobi hyung tonto... eres peor que Seon Joon, él también decía esas cosas... pero no me hacía sentir así como me haces sentir tú.

Hoseok frunció el ceño, olvidando la excitación que sentía y viendo a Taehyung entre sus dedos, ya no se sentía nervioso, más bien molesto al escuchar ese nombre, porque nunca lo había escuchado antes.

- ¿Quién es Seon Joon?

- ¿Qué te importa?

- Taehyung -gruño Hoseok, mirándolo disgustado.

En un abrir y cerrar de ojos ahora era Hoseok el que estaba encima de Taehyung, entre sus piernas e inmovilizando sus manos encima de su cabeza. En un momento normal, Hoseok no lo hubiera hecho. Pero sabía que si no actuaba serio Taehyung no le iba a decir quién era ese chico. Además, estaba ebrio y vulnerable, no sería golpeado... o eso esperaba.

- ¿Qué? -balbuceo Taehyung, con la mirada pérdida-. ¿Qué... qué estás... haciendo?

- ¿Quién es Seon Joon?

- ¿Por qué? ¿Te importa?, ¿Por qué... quieres saber eso? -sonrió provocativamente. Hoseok estuvo a punto de besarlo, pero se contuvo, mirándole indagador.

- Taehyung... -musitó con cierta amenaza. El nombrado infló las mejillas y desvío la mirada.

- Fue mi novio.

- Oh.

- Oh... -Taehyung vio como Hoseok apretaba los labios, frunciendo aun más el ceño. Estaba ebrio, pero conocía esa mirada-. ¿Estás celoso, hyung?

- Sí, lo estoy -susurro Hoseok, posando su frente en el colchón, en el hueco entre el cuello y el hombro de Taehyung.

- ¿Por qué?

- Porque fue tu novio. Yo también quiero ser tu novio, pero no me dejas.

- ¿Quién dijo que no te dejo?

- Tú siempre me ignoras, me golpeas, me insultas...

- Esa es mi forma de demostrar amor -dijo Taehyung, moviendo la cabeza hacia Hoseok, de forma inocente.

- ¡Mentiroso! -exclamó refunfuñando, levantando el rostro y poniendo la cara tan cerca de la de Taehyung que podía rozar su nariz con la propia-. He visto como eres con las demás personas. Todo amable y lindo y todos te adoran. A mí me tratas como si yo tuviera peste y aún así me gustas...

Hoseok estaba sensible. Hablar con Hyesun no había hecho nada más que reforzar su amor por Taehyung. Él nunca la quiso a ella como lo quiere a él ahora, y eso le hace sentir terrible.

- Eso es porque tú no eres como las demás personas -dijo él, con la voz suave, con ese tipo de voz con la cual calmas a los niños pequeños que lloran.

- ¿Qué se supone que significa eso?

- Eres especial para mí, hyung. Fuiste una prueba de que me gustaban los chicos en vez de las chicas.

Hoseok dejó de inmovilizar las manos de Taehyung, y apoyo las suyas en la cama, a cada lado de su rostro.

- ¿Fui tu primer chico?, ¿El primer chico que te gustó? -preguntó, incrédulo.

Taehyung esbozo una pequeña sonrisa, para luego cerrar sus ojos cansados apaciblemente. Hoseok sabía de ello por la abuela Kim -eso de que Taehyung gustaba de él cuando eran más pequeños-, pero escucharlo de la boca de Taehyung era diferente.

- Hmm... tal vez...

- ¡Tae, no te duermas!

Hoseok hizo ademán de enderezarse, pero los brazos largos de Taehyung rodearon su cuello, apresándolo contra sí. Hoseok podía sentir la respiración de él rozar su cuello y se estremeció. No quería aplastar a Taehyung, así que se apoyo con los codos en la cama, sintiendo como los largos dedos de Taehyung acariciaban el cabello de su nuca.

- Abrázame fuerte... -suplicó, con la voz trémula-. Y no me dejes... no me dejes...

- No voy a dejarte, Taehyung... -dijo Hoseok, asustado, pasando sus manos por la espalda del menor y apretándolo más contra sí. Su nariz inconscientemente hurgo en su cuello, inspirando todo su aroma dulce y floral.

- Si lo harás...

- ¿Por eso eres tan arisco conmigo? -preguntó elevando la mirada. Ahora estaba demasiado cerca del rostro de Taehyung. Sus labios se rozaban.

- Porque tengo miedo.

- ¿A qué?

- A que me abandones...

- ¿Ese tal Seon Joon te abandonó?

Hubo un doloroso silencio que Hoseok pudo tomar como un sí, pero la voz quebrada y los ojos llorosos de Taehyung lo interrumpieron.

- No... Mi familia lo hizo.

Hoseok se quedo estático, si bien sabía que la familia de Taehyung no estaba ahí para él, casi tanto como la suya, no sabía que fuera así de grave.
Lo había escuchado pelearse con su hermano, pero, ¿Y sus padres? Por primera vez pensó en ellos. Siempre había dado por sentado que estaba bien con ellos, ¿Qué pasaba con él en realidad?

- ¿Por... por qué?

- No quiero hablar de eso...-negó rotundamente Taehyung, abrazándolo más fuerte-. Si lo hago, lloraré. No quiero llorar...

Hoseok se hizo a un lado, y abrazo con más fuerza a Taehyung contra su pecho, ambos acostados en la cama.

- Está bien, tranquilo. No hables... ¿Quieres llorar ahora?

Taehyung asintió.

- Entonces voy a cantar una canción para ti, bebé.

<< Tus brazos, tu calidez, tu corazón.
Quiero verlo todo, te lo ruego.
Este momento, incluso el viento de la cálida fragancia floral.
Incluso el cielo sin ninguna nube.
Todo se siente frío e incluso le tengo miedo al cielo despejado.
Si no estás aquí, sólo soy un cadáver, así que ¿Cómo puedo respirar?
Duele, siempre lloro, lloro, lloro.
Me estoy volviendo loco, agotado sin ti.
Pienso en ti sin parar.
Odio todo, odio cada día.
Me hace llorar, ring ding dong.
Si hay una oportunidad, te atraparé >>



...




- Me gusta como rapeas... Me gusta tu voz... Me gusta cuando te pones serio... Me gusta cuando chillas, cuando bromeas, cuando estás feliz. Me gusta cuando caminas, cuando me haces comida, cuando dices que soy lindo, cuando dices que me quieres, hasta cuando te enojas conmigo pero nunca lo haces en serio -susurro Taehyung contra el cuello de Hoseok, entre sus brazos con los ojos cerrados. Ambos entrelazando sus piernas y dándose calor-. Me gusta cuando bailas, cuando respiras, cuando duermes... Incluso cuando actúas como un idiota. Me gustas todos los días desde que te conozco.

- ¿No me odias? -preguntó Hoseok, con ilusión y un vago temblor en la voz. Era ahora o nunca, y sentía su corazón pender de un hilo.

- Mis te odio son te quiero disfrazados... -Taehyung beso despacio el mentón de Hoseok, susurrando contra su piel-. Pero no le digas a mi otro yo, va a enojarse porque te dije. Mi otro yo está loco por ti, por eso te odia.

- Yo estoy loco por ti.

Hoseok sonrió contra el cabello del menor, y bajo la vista para toparse con los ojos brillosos de éste. Besó su nariz y Taehyung se rió despacito. Se sentía tan feliz por su respuesta, que olvido completamente que el menor estaba ebrio.

- ¿De cuál Kim Taehyung?, ¿El que te quiere o el que te odia?

- Los dos me traen de cabeza -confesó Hoseok, besando sus labios, separándose rápidamente. Taehyung gruñó, volviendo a juntar sus bocas con más profundidad y deseo-. Incluso si me odias, voy a quererte igual.

- ¿Por qué?

- Porque eres como mi sol, me das calor, me proteges del frío, llenas mis días de luz y sobre todo... -Hoseok empezó a besar el cuello de Taehyung, hasta llegar a su oreja y morder su lóbulo-. Estás que ardes.

Taehyung se carcajeó estruendosamente, agarrando el rostro de Hoseok entre sus manos y juntando sus labios con los de él.
Hoseok se sentía tan extasiado que creyó que Taehyung le había pasado un poco del alcohol con su saliva.

Y eso no le importó en absoluto.

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