Capítulo 1: todo lo que quiero.
La academia de baile y canto de SeungRi era una de las mejores de Seúl, con los años desde que se forjó en el 2011 había crecido más y más con mejor reputación y había contribuido al crecimiento y debut de varios ídolos coreanos exitosos. Y tampoco era tan caro, lo que lo hacía mejor.
Tal vez por eso, y por sus ganas apresuradas de crecer en todas las formas posibles, Jung Hoseok no pudo evitar querer entrar allí.
Se levantaba todos los días de semana tan temprano para ir a la academia que casi no desayunaba, había sido así desde hace dos años atrás.
Ya se había acostumbrado, pero no al horrible, detestable y oloroso metro. Aunque eran dos paradas, él siempre odiaba cuando la gente se arremolinaba a su alrededor, asfixiandolo como lo estaban haciendo ahora.
Atascado allí, apoyado en el barrote cerca de la puerta, se quiso morir.
Llegó a la segunda parada y se alegró al ver como la mitad de las personas se bajaban, pero volvió a sentirse triste cuando otra mitad subió.
Decidió tratar de no sentirse decepcionado como todos los días en la capital de Seúl y sacó su celular -había un hombre y una chica bien apegados a él que hacían difícil cualquier movimiento- con sus audífonos. Se irritó cuando se dio cuenta que tenía que desenredarlos.
Así que mientras peleaba contra los nudos de sus audífonos, escuchó el sonido de una guitarra y a alguien de voz ronca aclarar su garganta.
Miró hacía donde provenía el ruido -como todas las personas a su alrededor- y vio un pequeño circulo despejado a unos cinco pasos de él. Ahí vio como un chico que creía haber visto antes empezaba a afinar una guitarra y otro a su lado se tocaba la garganta.
- ¡Buenos días a todos, mi nombre es V, como el signo de la paz! -hizo el gesto con sus dedos índice y medio- Y el guapo chico de la guitarra a mi lado se llama Jin, ¡pero pueden decirle Eomma Jin! -el chico de la mirada se quejó y él sólo rió- Estamos aquí para alegrar su mañana con una canción y, si pueden, para ustedes alegrarnos la nuestra con una cooperación. -dijo mientras dejaba un gorro de cowboy en el piso- Cantaré esta canción para alguien, así que alguien, por favor, escúchame... ¡Espero que les guste!
Jung Hoseok vio como el chico de la guitarra empezaba a tocar y todas las personas a su alrededor empezaron a prestarle atención.
Ambos chicos eran tan guapos y altos que nadie podía quitarles la vista de encima, ni siquiera él mismo.
Pero en especial, no podía evitar mirar al cantante y ver la forma en la que su boca se movía con cada letra, en como su pecho subía y bajaba y en como su rostro mostraba todo lo que la canción podía hacerte sentir.
<< Todo lo que quiero, es nada más que oírte tocar a mi puerta.
Porque si pudiera ver tu rostro una vez más, podría morirme como un hombre feliz,
estoy seguro...>>
Jung Hoseok se sentía tan nostálgico que sintió como su pecho se estrujaba y su piel se erizaba con la voz profunda del chico.
Lo conocía, sólo creía creer que no.
Él era Kim Taehyung, el chico de las sonrisas bonitas como el sol y la actitud de un niño tierno e hiperactivo. Sabía varias cosas de Kim Taehyung, que casi podía sentirse un acosador por accidente.
Una de sus amigas en la academia, cuando lo conoció, no dejaba de hablar de los rumores que se extendían como leña al fuego cuando llegó.
Como por ejemplo, que era huérfano y que sólo estaba allí por una beca, que era homosexual y que tenía una relación amorosa con Jeon Jungkook, el hijo de la directora de la academia. Pero nadie hacía mucho caso a los rumores. Todos amaban a Kim Taehyung.
No sabía cuán cierto eran los rumores, pero prefería ignorarlo y sólo fijarse en él, como lo venía haciendo desde hace un año atrás, cuando Kim Taehyung llegó a su clase de baile y lo saludó con acento satoori.
Jung Hoseok estaba tan sorprendido por su acento tan extraño y su aparición tan repentina que no le devolvió el saludo, por lo cual Taehyung solo se encogió de hombros, le sonrió y se fue.
Minutos después Jung Hoseok quiso enmendarse, tratando de acercarse a él, pero la gente se arremolinaba como mosquitos a su alrededor y Jung Hoseok terminó por perder el interés. Así pasó un año entero, sólo mirando a Kim Taehyung con sus amigos y su grupo de fans.
El chico era como un faro atrayendo a miles de polillas.
Él se sentía como una polilla.
En cambio, Jung Hoseok casi siempre estaba solo, si no fuera por Min Yoongi y Kim Namjoon. A ellos los conocía desde que llegó a Seúl cuatro años atrás, comparten habitación y sólo se ven en las clases de composición de la academia.
Min Yoongi terminó por decirle que su soledad sólo se debía a que practicaba demasiado y tan arduamente que nadie tenía el valor de interrumpirlo, sólo los profesores. Jung Hoseok sólo se rió y Kim Namjoon agregó que necesitaba divertirse y que el baile no lo era todo.
Para Jung Hoseok, el baile era el único escape a las cosas malas de la vida.
<< Llévate mi cuerpo, llévate mi cuerpo, todo lo que quiero
y todo lo que necesito es encontrar a alguien,
encontraré a alguien...
como tú. >>
La mayoría aplaudió y el chico de la guitarra exclamó un << Gracias gente hermosa >> mientras tiraba besos con la mano y tomaba la funda de su guitarra para guardarla. En cambio su compañero no se movía.
Jung Hoseok vio como Kim Taehyung lo miraba, serio y jadeante con la boca entreabierta, como si estuviera a punto de darle un ataque o golpear a alguien.
Tenía una mirada intensa, como si quisiera calar en su interior y ver que había dentro. Tan fulminante que era estremecedor.
Sintió un escalofrío y las puertas del vagón se abrieron, donde bajaron la mitad de las personas y donde se tenía que bajar él.
Pero se quedó mirando a Kim Taehyung respirar y al brillo de su cabello.
Cuando salió de su estupor, gracias a que fue Taehyung quien desvió la mirada primero, se fijo que otras personas le dejaban dinero en el sombrero y automáticamente Jung Hoseok fue hasta él para hacer lo mismo. No lo miró, sólo dejó un billete -ni siquiera vio de cuánto era- en el sombrero y salió fuera del vagón con su bolso al hombro.
- No deberías hacer eso -le oyó decir a sus espaldas.
Jung Hoseok se giró y vio a Kim Taehyung con un billete en su mano, ya fuera del vagón junto a su amigo guitarrista, que no tenía ni idea de qué quería decir su amigo. Jung Hoseok tampoco lo entendía.
- Tómalo -exigió él y le tendió el billete.
Estaba serio y apenas lo miraba. Jung Hoseok no sabía que el chico sol podía ponerse así de serio, así que se quedó con cara de confundido viendo como Kim Taehyung caminaba hacia él con paso decidido, tomaba su mano y depositaba el billete en su palma.
Kim Taehyung lo miró a los ojos y él no pudo siquiera apartar los suyos. Se sentía atrapado.
- No lo vuelvas a hacer.
Jung Hoseok, sin procesar absolutamente nada se quedó viendo como el chico se iba caminando con su amigo, lejos de él, desapareciendo por la escalera del metro.
Y cuando pudo reaccionar, sólo pudo preguntarse una cosa.
- ¿Y qué hice yo ahora?
...
Jung Hoseok sabía que era detestado por varias personas en la academia, una de las razones era por ser el primero en la lista de mejores bailarines, casi siempre era el primero en las coreografías y otra era porque siempre que le pedían ayuda, él respondía evasivamente un << important bussiness >>, no porque quisiera, sino porque no tenía tiempo.
Además de ir a la academia, trabajaba como mesero en un restaurante solo para parejas para costearse su vida.
Pero nunca lo pensó de Kim Taehyung, el chico más encantador que había conocido y el que no odiaba ni a las ratas, el que casi nunca se enojaba y el que jamás actuaba así de frívolo y serio, excepto cuando creía que nadie lo veía.
Jung Hoseok siempre lo veía.
Él podía ver todas sus fisuras.
Tal vez Jung Hoseok le había hecho algo malo sin saberlo. Pero no se le venía nada a la mente, siempre era él mismo quien miraba a Kim Taehyung y no se permitía acercarse a menos de un metro de distancia.
Y mientras pensaba en ello, llegó a la academia y se dirigió a la clase de baile.
Era un salón gigante, reluciente y con aire acondicionado, cubierto por espejos en las paredes y equipos de música de alta calidad. Caminó directamente hacia los baños, donde habían unas duchas y taquillas para guardas las cosas.
Jung Hoseok tenía la suya propia, beneficio que sólo se le dan a los bailarines que han ganado concursos en nombre de la academia. Le parecía un poco injusto, pero no se quejaba.
Guardó sus cosas y salió saludando a las personas que conocía y que no le detestaban pensando que era un engreído, incluso saludaba a las que sí pero que fingían delante de él no hacerlo.
Se sentó contra la pared y se puso los audífonos, mientras todos esperaban al maestro de baile.
Kim Taehyung llegó con una sonrisa radiante, bebió de su botella de agua y empezó a hablar con todos a su alrededor.
A veces Jung Hoseok envidiaba la forma en la que Kim Taehyung podía ocultarse, poniendo miles de barreras a su alrededor.
Él podía verlo, incluso cuando Kim Taehyung sonreía.
Tal vez porque él también se escondía de la misma forma.
...
- Así que no te agrada Hoseok, ¿Eh?, ¿Por qué hiciste eso? Ahora nos falta dinero.
Jung Hoseok estaba a punto de entrar al baño para buscar sus cosas cuando escuchó la voz de alguien dentro del baño, y no supo porqué, pero se detuvo al instante. Conocía esa voz.
- No es que no me agrade... -susurró una voz grave- es sólo que... no me convence... como humano.
- Aaaah, ¿Hablas en serio? -le escuchó decir sarcástico otro chico- Yo creía que te gustaba.
- ¡Qué cosas dices! -decía con tono enojado- Él es tan... arrogante, ¡debería enseñarle algunas cosas!
- Taehyungie, tú eres un tonto. Jung Hoseok es un amor, o eso dice Namjoon.
- Es porque son amigos, Jin hyung... ¿Y por qué sigues viendo a Kim Namjoon? Creí que desde que rompió tu celular ya lo odiabas, esa no es una bonita forma de conocerse.
- Bueno, fue un accidente... ¡Pero no estamos hablando de eso!, ¿Por qué te disgusta tanto Hoseok? Nunca te vi mirar a nadie así.
Jung Hoseok se preguntaba lo mismo. Y en cierta parte le sorprendía el hecho de que Namjoon conociera al amigo de Kim Taehyung. Conocía bastante bien la voz de Taehyung.
Nunca le comentó nada de haber conocido a alguien últimamente, excepto la vez que llegó con el labio roto, sonriendo como idiota y diciendo que había conocido a la persona más hermosa del mundo.
- ¡Pues porque... porque...! -exclamó en voz alta y luego murmuró- Es algo largo de contar, en realidad...
Jung Hoseok quería escuchar lo que tenía que decir, si no fuera por las personas que estaban llegando detrás de él, así que él también entró, sintiendo la mirada de Taehyung encima de él.
Fue hasta su taquilla como siempre, sacó sus cosas y miró a Taehyung junto al chico de la guitarra, quien jamás le había visto en la academia. Supuso que había entrado para hablar con Taehyung. Cuando tuvo ambas miradas encima suyo, no supo porqué lo hizo, pero al encontrarse con la mirada sorprendida de Taehyung le dedicó una sonrisa fanfarrona y se fue.
Le gustaba que Kim Taehyung sintiera algo por él, aunque sólo fuera desagrado.
...
Jung Hoseok se acostó en el pasto de espaldas, puso sus brazos detrás de la cabeza y miró el cielo lleno de nubes.
Estaba seguro que iba a llover en unos minutos más, pero no le importó. Min Yoongi estaba a su lado escribiendo en su libreta azul y se rascaba la cabeza desesperado.
- No me digas que te salieron piojos. -le dijo burlón y Min Yoongi lo miró con mala cara.
- No son piojos, es la falta de inspiración que me dejara sin cabello.
- Creí que el tinte te dejaría sin cabello. -se rió Hoseok y Min Yoongi sólo le hizo una mueca.
- Crii qui iri il tinti ti dijiri sin cibilli, idiota.
Hoseok le sacó la lengua y volvió a reírse. Sin Min Yoongi, Jung Hoseok sería un amargado. Sin Kim Namjoon, Jung Hoseok no pensaría antes de tirarse de un puente.
Le gustaba tener amigos así.
Y como predijo, se largó a llover como si estuvieran en un diluvio, primero lentamente y luego estaban completamente empapados.
Min Yoongi corrió dentro de la academia como alma que lleva el diablo, tratando de que su cuaderno de apuntes no se empapara.
Min Yoongi le gritó algo que él ya no pudo escuchar y luego todo se volvió silencio y goteos.
Jung Hoseok no se movió y se quedó sintiendo la lluvia en su rostro.
- Vas a resfriarte, idiota.
Jung Hoseok sintió como la lluvia ya no caía en su rosto y abrió los ojos. Kim Taehyung estaba al lado de él con un paraguas como para dos personas.
El paraguas tenía dibujos de pollos. Jung Hoseok trataba de no mostrarse sorprendido, pero no pudo evitar pegar un pequeño salto.
Cuando estaba triste era más fácil ocultar sus expresiones.
Kim Taehyung lo miraba sin expresión y Hoseok se preguntaba qué clase de persona era Kim Taehyung realmente.
- Tenía entendido que no te agradaba -le sonrió Hoseok y Kim Taehyung desvió la mirada.
- No me agradas -dijo, haciendo un pequeño puchero.
Jung Hoseok se sentó y miró hacia arriba.
- Tú a mí sí me agradas.
Taehyung abrió los ojos y la boca boqueando como un pez fuera del agua y miró a Hoseok como si lo hubiera insultado. Vio como Taehyung trataba de decir algo, pero se quedó callado.
- Te llevaré dentro -fue lo único que dijo, desviando la mirada otra vez y frunciendo el ceño.
- No tienes que hacerlo, ya estoy mojado -dijo Hoseok y Taehyung puso los ojos en blanco, como si estuviera a punto de tirarle el paraguas en el rostro.
- Ah, como sea, haz lo que quieras -replico irritado.
Jung Hoseok vio como Taehyung se iba y él volvía a mojarse.
Para él estaba bien ser detestado, incluso por la persona que le gustaba.
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