Regreso a Corona

Despertó a la misma hora que se había acostumbrado en esos meses. Las cinco de la mañana. Se tallo los ojos, sentía un pequeño cuerpo calentito aferrarse al de él, abrió levemente los ojos, observando la calmada silueta de su novia. Aún estaba oscuro, lo único que alumbraban las calles eran las farolas de afuera.

Suspiró pesadamente. Él tenía que regresar.

Poco a poco y con cuidado se fue separando de Elsa, muy lentamente para que ella no se despertase. Al salir de la cama tomó su ropa y fue al baño a cambiarse, antes de salir por la ventana le susurró a la ojo-azul tiernamente:

---Gracias por la pijama. Te quiero mucho y juro que nos volveremos a ver--- depositó un tierno beso en su frente, siendo así la última vez que la vería.

Salió por la ventana, con mucho cuidado de no hacer ruido, caerse del árbol y romperse la espalda. Lo normal. Se subió a la moto, colocándose en casco que tantas veces le había puesto a su novia en la cabeza. Sonrió nostálgico observando la ventana del cuarto de ella, para luego arrancar e ir a la finca.

Cuando regresó todo era un caos. Su tía Grace trataba de calmar a Valka, mientras su tío y su padre estaban afuera buscándolo y Ereth Jr. junto al teléfono por si alguien llamaba.

---Es que siempre tienen que hacer un escándalo cuando me escapo--- comentó entre sarcástico y bromista, cruzando la sala-comedor con la mayor de las naturalidades.

Los tres Haddock presentes lo miraron con una cara de querer matarlo.

---¡¿Dónde estabas?!--- exclamó Valka, acercándose rápidamente a su hijo ---. ¡Estábamos preocupados por tí!

---Fuimos al baño para preguntarte si estabas bien, tardabas mucho, pero no estabas ni ahí ni en tu cuarto--- explicó Ereth.

---Nos preocupamos bastante. Tu tío y Estoico están buscándote.. los voy a llamar--- Grace fue al teléfono del pasillo y comenzó a marcar el número de su esposo.

---¿Dónde estabas?--- repitió Valka de brazos cruzados, ya más calmada.

---Me despedía de mis amigos de aquí--- se rascó la nuca. En parte no era mentira, solo había que quitarle el plural y cambiarlo a femenino.

---¿Pero dónde pasaste la noche? Pudiste volver.

---Seguro estaba con su novia--- intervino Ereth, con un tono burlesco.

El ojo-verde enrojeció un poco. Bajó la mirada apenado ante la sonrisa burlona de Ereth y la mirada escandalizada de su madre. Valka se tapó la boca y en un bajo susurro dijo:

---No me digas que..

---¡No! No,no,no,no,no--- interrumpió el ojo-verde, negando reiteradas veces con la cabeza ---. Solo dormimos--- Valka alzó una ceja, poco convencida ---. ¿Pones en duda la educación que me has dado?

---Sí, desde que me enteré que fumas y bebes, sí--- respondió un tanto molesta.

---Mamá, he cambiado. Ya no fumo, no bebo, no hago cosas malas.

---Aún te escapas.. Hiccup, hasta que yo vea eso con mis propios ojos no voy a creerte--- se masajeo la sien con una mano ---. Empaca tus cosas, quiero que estés listo antes de que llegue tu papá.

Hiccup suspiró resignado, sabía que su madre tenía razón. Caminó a su cuarto y guardó todas sus cosas en su maleta y su bolso, observó con gracia los shorts que le regaló Ereth y observó con un poco de nostalgia los dibujos en del campo en du libreta, antes de guardarla en la mochila. Se quitó la colita que tenía en la muñeca como pulsera, recogió un poco su cabello y se hizo una pequeña cola baja.

Se colocó el bolso en el hombro, tomó su maleta y caminó hacia la salida. Valka le abrió la maleta del carro para que metiese su equipaje. Estoico para ese momento ya se encontraba cerca y corrió a ellos apenas los vio, apenas llegó a su lado preguntó dónde había estado su hijo, Valka le explicó todo lo que sabía, el pelirrojo dejó que una pequeña sonrisa escapase de su rostro y estuvo a punto de decir "mi hijo ya se hizo hombre" si no fuese por la mirada amenazante de su esposa.

---En fin, será mejor que nos montemos en el carro--- chocó sus manos nervioso y entró por la puerta del piloto.

Valka se sentó de copiloto. Hiccup observó la oscura finca por ultima vez en mucho tiempo, apenas iluminada por las luces del pórtico y las que se escapaban por la ventana de la sala. Entró al carro, observando como todo el paisaje comenzaba a moverse y cada vez aumentar de velocidad. Veía como poco a poco las casas rurales iban desapareciendo hasta quedar puro campo al rededor, grama, monte, ganado pastando por ahí. No supo exactamente en qué momento, pero se había quedado dormido durante todo el viaje y no despertó hasta sentir que el carro se detenía, abrió los ojos de forma perezosa, lo primero que vio fue un gran edificio a su lado, se talló los ojos y miró a su alrededor, estaba de vuelta en Corona. Todo seguía prácticamente igual, nada había cambiado, las mismas construcciones, los mismos chicos que iban después de almorzar a la cancha pública de básquet, los mismos carros en el estacionamiento y el mismo olor a comida deliciosa en el apartamento de al lado mientras un sonido de guitarra acústica también sonaba.

Escaneó su cuarto, estaba tal cual lo dejó. También era mucho más grande que el que tenía en casa de sus tíos, ahora que lo pensaba, además des ser mucho más su estilo, con las paredes de un verde tierra y los muebles de madera, su cama también era más grande y no parecía de abuelita con el edredón gris.

Luego de dejar sus cosas en su cuarto, notar que su teléfono estaba cargado y colocado sobre su mesa de noche y guardarlo en el bolsillo de su pantalón fue a visitar a su querida vecina. Tiana abrió la puerta indiferente, pero sonrió ampliamente al ver al ojo- verde ahí.

---¡Hiccup!--- lo abrazó fuertemente ---. Volviste, estás cambiado, ¡y más fuerte!--- sonrió fraternalmente ---. Naveen, mira quién llegó.

El novio de Tiana se asomó y le dio un fuerte abrazo de compas al castaño cuando lo vio.

---Que alegría tenerte aquí de nuevo--- comentó.

---¿Quieres almorzar con nosotros?--- propuso Tiana.

Él aceptó sin dudarlo, moría de hambre puesto que no había desayunado. Le mandó un mensaje a sus papás diciendo que estaría almorzando con los vecinos. No lo podía negar, extrañaba bastante la comida de Tiana y no pudo evitar devorarla.

Semanas después se encontraba caminando por las calles de la ciudad junto a su viejo grupo de amigos, luego de lo que Hiccup describiría como "unas insoportables horas en la universidad". La novedad de todo esto era que tanto Astrid como Mérida se unieron a ese grupo, pues fueron a Corona junto a Eugene y Jack para tener más oportunidades y no atender un restaurante y carnicería local toda su vida como lo hacían sus padres. Mérida, Astrid y Anna se llevaron bien casi de inmediato, organizando varías salidas en pocas semanas junto a Rapunzel y Mavis, también se llevaron bastante bien con Hans.

---En fin, papá dará una fiesta por mis dieciocho este sábado en el hotel, están invitados--- Mavis sonrió. Su padre era dueño de un hotel lujoso ahí en Corona, que dirigía él mismo.

---Al fin podré desestresarme un poco--- comentó Hans.

---¿Habrá alcohol?

---¿Anna, de verdad piensas que papá siquiera me dejará tener eso como una opción? Me ve como una niña--- rio Mavis ---. En fin, les dejo, acordé salir con Johnny.

La azabache se despidió con un gesto de la mano y cruzó la calle para ir a otra dirección.

---Punzie, tengo una tarea de anatomía humana--- Anna le alzó las cejas coqueta a su novia.

---Oh, no, ni se te ocurra--- río Rapunzel.

---¿Almorzamos en el restaurante  de Tiana? muero de hambre--- propuso Mérida.

---Que gran idea--- aprobó Jack, abrazando a su novia por los hombros y dándole un leve beso en la mejilla ---, hace meses que no como algo de Tia.

---¿Hiccup, crees que te den descuento por vecino?--- preguntó Astrid.

---Que va--- respondió el mencionado, haciendo un gesto de molestia con la mano.

De pronto le llegó un mensaje al teléfono, era de su novia. Sonrió ampliamente al ver una foto de Elsa en su chat con ella, donde la ojo-azul salía inflando los cachetes y juntando sus ojos al lado de un plato de cachapas, con la descripción de: "aquí almorzando ¿y tú?".

---Ya se disocio del mundo--- bromeó Eugene, observando el chat con Elsa por encima del hombro de su amigo.

---Juntémonos para mandarle una foto. 

Fin

Este es relativamente el final de la historia, dentro de pocos días subiré el epílogo