Drabble: Campeón


La puerta de la residencia Ketchum se abrió de forma un tanto abrupta, sobresaltando a la única habitante del lugar, que estaba sentada viendo la televisión.

—¡Lo siento Mamá! —se disculpó, el chico quitándose las zapatillas para subir por las escaleras, Delia observó como su hijo desviaba la atención hacia la entrada—. ¡Vamos, rápido, rápido!

—Ya voy —protestó la voz femenina que la mujer conocía muy bien, sonrió cuando vio asomarse su cabello pelirrojo.

—Hola, señora Ketchum —la saludó con una sonrisa.

—¡Ya! ¡Vamos! ¡Vamos! —seguía insistiendo Ash parado en la escalera. Misty desvió la mirada al chico que se inquietó cuando vio la furia en los ojos verdeazulados de su amiga.

—Permiso —dijo, quitándose las zapatillas para poder ingresar escaleras arriba.

—Te has puesto lenta —le reclamó por lo bajo, mientras subían las escaleras.

—¿Me voy? —lo amenazó la chica, por lo que la mujer en la sala se movió para ver que hacían los niños.

Ash abrió la puerta de su habitación y cuando Misty entró, este movió sus brazos mostrando la colección de trofeos que tenía junto a la puerta.

Misty recorrió con la mirada cada uno de los premios que Ash había recolectado durante todo ese tiempo.

—¿Y? —preguntó con los puños en la cintura y una enorme sonrisa que enseñaba los dientes— ¿Qué tal? ¡Te lo dije! Soy el mejor... —cerró los ojos elevando el mentón con orgulloso, pero abrió los ojos cuando la chica no decía nada— ¿Misty? —se movió un poco, observando como tenía algo en su mirada— ¿Estás llorando?

—Claro que no —protestó, corriendo la mirada para usar sus manos para secarse los ojos. Ash puso los ojos en blanco con una sonrisa.

—¿Entonces?

—Estoy orgullosa —respondió, mirando el gran trofeo que Ash había conseguido—. Has pasado por tantas cosas, eras un niño ingenuo, malhumorado y muy fanfarrón...

—¡Oye! —protestó.

—Pero, tenías un gran corazón —continuó, ignorando la protesta—. Y amabas realmente a los Pokémon y mira ahora, eres el entrenador más fuerte del mundo.

—Misty... —dejo de mirarla para ver cada uno de los recordatorios de sus logros—... todos ustedes están en cada una de estas cosas —respondió, con una sonrisa—. No solo mis pokémon, sino todos ustedes, Brock, los chicos... tú.

Ella lo miró sorprendido y él aun mantenía su sonrisa en sus labios, de esas gigantes que enseñan los dientes y te transmiten las fuerzas y los animos para seguir adelante.

Misty extendió su mano hacia él imitando su sonrisa y Ash respondió tomándole su mano.

—Gracias por cumplir tu promesa —respondió ella.

—De nada —dijo él, moviendo su mano de arriba abajo, antes de que se la soltaran al mismo tiempo, elevándola—. Hay que mantener las promesas, siempre.

Misty afirmó y volvió a ver el trofeo frente a ella.

Ese que coronaba a Ash como el Campeón de Campeones.

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