Visita
Tales of Arcadia: 3Below no me pertenece, uso sus personajes sin fines de lucro.
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Desde la partida de su hermano, Aja se encargó de llevar a MADRE a un lugar más discreto; Steve era de mucha ayuda mientras Stuart recibía los mensajes codificados de Krel junto con los planos de la base.
Llevaron los restos de la nave al basurero de Arcadia Oaks, Palchuk logro convencer a Douxie que era un proyecto de verano que necesitaba de un espacio grande para ser alojado y que era una sorpresa para la ciudad. El chico ofreció resguardarlo en la sección de chatarrería mientras lo intenta reparar.
Aja desconfiaba un poco de su genuina hospitalidad, no bajaría la guardia con ese chico; era muy extraño.
Las semanas pasaron, gracias a los mensajes tenían la estructura de un plan para poder dar con el robo de las piezas, aunque no del todo completas. Aún debían de saber cómo infiltrarse sin ser vistos, por lo que más viable sería usar el sistema de ventilación que era increíblemente amplio y llegar a la sala donde guardan los uniformes de cuerpo completo para confundirse con los empleados.
Ese era el plan inicial, aún faltaba refinar detalles, se hubieran tomado más tiempo, de no ser porque les llegó un comunicado de la Resistencia.
El tiempo se les agotaba, tomaron todo lo que necesitaban, dejaron a Douxie a cargo de MADRE aún sin mucha confianza y partieron rumbo al campamento.
[...]
Era el día de visita, a lo que entendió Krel cuando le dieron ese comunicado en los primeros días del campamento; era una fecha donde te podías reunir con tu familia dentro de las instalaciones del lugar. Esto lo aprovechó para reunirse con los demás para hablar de forma más abierta con todo el asunto del robo.
Aunque tendría que usar el lenguaje akiridiano para que los micrófonos no tuvieran sospecha de ello, la privacidad de las instalaciones lo asquea de muchas maneras a la par que lo irrita. No lo admitiría abiertamente, pero no pudo evitar abrazar con fuerza a su hermana cuando la vio entrar; la había extrañado demasiado, Ajá respondió de igual forma, aunque un tanto amarga.
— [Estamos en problemas] —susurro Aja en su idioma natal.
La sonrisa de satisfacción de Krel se desvaneció en un instante, aunque intento reponerla antes de romper el abrazo con su hermana, no lo consiguió; se ponía ver una expresión de preocupación.
— [¿Qué sucedió?]
— [Creo que es mejor que tomemos asiento]
— [Cierto]
Las visitas solo podían pasar por ciertas áreas, y una de las zonas en común era la cafetería del campamento. Ahí se podía divisar muchas familias charlando con sus hijos o comiendo con ellos; convivencia en fin de en cuentas, pero para los hermanos Tarron aquella visita es algo amarga.
— [Tienen a Varvatos]
— [¿¡Cómo!?]
— [No solo eso, nos informan la Resistencia que lo están torturando para sacarle información]
— [¡Oh Kleb!]
— [Tenemos que rescatarlo]
— [Lo sé, el mes que viene podremos hacer...]
— [No hay tiempo, hay que hacer el robo está noche]
— [Aja, aún no estamos preparados; no creo que sea buena idea apresurar las cosas]
— [No podemos seguir perdiendo tiempo, tienen a Varvatos y en cualquier momento podrían volver una de esas máquinas para atacarnos]
— [Lo sé, pero todo es tan precipitado]
— [Stuart, Steve y Zadra nos pueden ayudar... tenemos que hacer esto rápido]
Antes de que Krel pudiera responder, resonó por toda la cafetería el sonido de un golpe; hubo un silencio sepulcral antes de que uno de los implicados en esa discusión que se tornó agresiva en la mesa, diera media vuelta y se fuera del lugar sin mirar atrás.
El sintió la mirada de todos; sobre todo de adultos, pero una en particular le molestó en demasía y era la de Krel.
— ¡Maldito, alien! ¡Tú eres el culpable!—exclamo el señor Johnson mientras se acerca a la mesa de los Tarron.
— ¿¡Le estás hablando a mi hermanito!?
— ¡Eso no es tu hermano! ¡¡Ni siquiera se parecen!!
—Cuide sus palabras.
—Cuídese más bien usted, alien. Por tu culpa, Seamus ha cambiado, ya no es el mismo de antes ¡Lo dañaste!
― ¿De qué está hablando?
El señor Johnson dio su versión de los hechos, los chicos con los que se encontraron en el día libre, eran amigos de la familia; por lo que sabían lo que ocurrió pero bajo un punto de vista muy distorsionado. Esto levanto controversia, más que nada, por el hecho que un hombre recriminara a unos jóvenes; para evitar más disputas, la administración del campamento les pidió tanto el padre de Seamus como Aja (la cual varias veces braveo ofensas por las palabras del mayor) retirarse de las instalaciones.
El akiridiano tuvo un mal sabor de boca no solo por la pelea, fue más por el hecho que su hermana le pidiera adelantar las cosas por el tiempo le pone ansioso, muchas posibilidades surcan en su cabeza ¿Y si los atrapan? ¿El aparato no funciona? ¿Algo salía mal? Tenía que calmarse un poco, pero eso parecía imposible.
Con la puerta en frente suyo, Krel entro sin hacer ruido, no sabía mucho de las emociones humanas, o en sí, las conocía un poco porque ha experimentado con alguna de ellas; aunque lo niegue muy en el fondo. Seamus, por otro lado, esta recostado en su cama y con los pies en el suelo que siguen un ritmo violento ya que traía puesto los audífonos a un volumen nada sano.
Krel se recostó de la misma forma aunque del otro lado de la cama y con delicadeza tomo la mano del rubio. Le tiembla, a los dos le tiembla; ¿puede culpar a las bebidas energéticas y que uno quiera seguir el ritmo de la música?
— ¿Te encuentras bien?
Seamus apretó un poco el agarre y paro la música—No realmente.
— ¿Quieres que me vaya?
—No—exclamo mientras se quitaba los audífonos—Es solo que...—suspiro frustrado e intento cubrir su cara con su brazo izquierdo.
Pero no soltó la mano de Krel, en cambio, acaricia sus dedos como si fueran una especie de acción relajante, y le funciona a ambos; el rubio giro su cabeza para encontrarse con la mirada del moreno y la desvío con suavidad, ya que no podría expulsar las palabras que quería si lo mira fijamente.
—Lamento lo que te dijo mi padre.
— ¿Cómo lo supiste?
―Me ha estado mandado mensajes y haciendo llamadas, está enojado...
― ¡Oh!
―Ya lo bloquee, esperare a que se le baje el enojo―trago en grueso, como si las palabras no pudieran salir de su boca—Es solo que, lo que dijo... o supongo que te dijo, me hace pensar en lo mal que te trate cuando te conocí y siempre pensé que lo que decía era lo correcto.
—Es tu padre, es normal que puedas pensar como él... pero también puedes desarrollar tu propio criterio.
Johnson río con suavidad e hizo un poco de fuerza al agarre de las manos—Siempre pensé que si hacía lo que él hacía, siempre estaría contento y yo estaría contento. Veo que me equivoqué.
—Tal vez... un poco―la verdad, Krel detesto su actitud desde el momento en que pidió la dichosa revancha, pero fue un poco comprensivo con él y lo dejo ganar.
No espero que con eso se ganara la atención de alguien, no como un rival, sino más que nada un compañero y un amigo en el proceso.
— ¿Cómo es tu familia Krel? ¿Tus padres? ¿Tu hermana?
—Aja es una buena hermana, aunque a veces peleamos, ella es muy fuerte, aunque no tanto.
— ¿Cómo?
—Sé que es fuerte por fuera y está trabajando ser fuerte por dentro. Desde que llegamos aquí, puede que se vea feliz, pero está preocupada por todo lo que pasó; y yo intento que no lleve toda esa carga sola.
—Wow, entonces eres más fuerte de lo que pareces Krel.
— ¿Tú crees?
—Mucha gente se hubiera desmoronado en tu lugar, pero eres el ancla de tu hermana.
—Bueno, somos la última familia que nos queda ¿No es así?—Krel no entendía porque sentía agua correr en sus ojos.
Era extraño, se sorbió un poco la nariz y se limpió con su brazo; el que Seamus siguiera masajeando sus nudillos se sentía reconfortante porque percibía que tenía su apoyo sin hacer uso de las palabras o de mencionarlo de la manera directa, porque lo negaría... ¡Por el núcleo de Gaylen, estima a un ser de vida inferior!
El orgullo está por encima de ambos, pero parece pequeño en comparación con las muestras de afectos.
Aunque está «tocado» por hablar sobre ello y estima su compresión, a la par, se sentía vulnerable por mostrar esa faceta, debía desviar esa atención— ¿Y cómo es tu familia?
— ¿Qué te digo? Un padre jubilado de viejas costumbres que se las inculcó a otros cuatro hijos. Ya sabes... odio a inmigrantes, gente que no cree lo mismo que él, desviados, la lista es larga. Todos mis hermanos catalogados como éxito y con esa mentalidad, yo soy el que falta.
— ¿Y tú mamá?
—Ella no está con nosotros desde que tenía cinco.
—Lo lamento.
—Fue hace mucho, y tampoco es un gran secreto.
—Puede ser, pero ¿Era igual que...?
—No, no lo era, no mucho a lo que recuerdo―rio con amargura―Por ella estoy aquí... porque cuando las buenas personas se van, no lo hacen del todo, solo se vuelven estrellas y te cuidan en el cielo.
Krel podría desmentir esa falacia, era completamente imposible que esas formas de vida pudieran hacer tales cosas, decirle que son tonterías ya que ambos saben que eso no es cierto.
―Lo es, Seamus―fue lo único que pudo pronunciar en bajo.
A pesar del volumen, sabía que Johnson lo escucho; que entrelazaran sus dedos fue más que prueba suficiente...
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Con el pasar de las horas, Krel se fue, Seamus no le tomo importancia ya que sabría dónde estaría, por lo que no pasaría nada malo.
Pero no fue así, se dio un aviso a su edificio de no salir, porque había un "intruso" en las instalaciones.
Seamus no pensó que ese sujeto sería Krel en su verdadera forma, apenas podía digerir todo lo que había ocurrido.
―Aja y yo logramos burlar algunos guardias, pero cuando llegamos al lugar donde tenían la tecnología de todas las especies que aterrizaron en el planeta; empezaron los problemas. Los artefactos tenían un seguro y al moverlos...
―Activaron la alarma...
Krel asintió despacio―No creí que tuvieran algo así, pero no solo fueron los de seguridad los que estaban, también compañeros nuestros...
― ¿¡Qué!?
―Lo que escuchaste, eran demasiados, no pudimos pedir ayuda, desde que nos interceptaron, mandaron interferencia para que ni Stuart, Steve o Zadra pudieran ayudarnos. Kubritz capturo a Aja, apenas si pude salir...
A Tarron se le quebró la voz, era inútil volver a recordar con horror como veía varios de sus compañeros querer encadenarlo y el cinismo de la coronel por tomarlo como trofeo; Aja quiso librar batalla, pero le inyectaron un suero que en corto la adormeció (o eso espera que fuera la reacción), muy pronto a él lo pincharon con la misma sustancia.
Tomo una decisión rápida y arriesgada, se cortó el brazo para que no corriera por su cuerpo ese líquido, su sangre logro encandilar a sus captores y pudo escapar de ellos. Sabría que dejaría un rastro, por lo que intento detener la hemorragia mientras iba a un lugar seguro.
Y termino en su habitación, Tal vez no le queda tanto tiempo a él antes de que puedan capturarlo, pero el solo hecho de fallar lo derrumba ¡Por Gaylen y Seklos, había fallado! ¡Cometió un error y perdió a su hermana!
¡Les fallo a sus padres!
¡Le fallo a su hermana!
¡Su familia, la Resistencia y su planeta...! ¡¡Les fallo!!
Las lágrimas comenzaron a inundar sus ojos, sus pulmones se comprimen en la espera que grite de dolor por su fracaso y sus manos tiemblan por las emociones de la noche; pero se apaga de poco a poco, al sentir unos dedos entrelazándose contra los suyos y masajeándole los nudillos.
―Tranquilo, lo vamos a resolver. Te voy ayudar―la voz de Seamus vibro en sus oídos.
Krel, por primera vez dejo escapar su llanto en silencio, pero también fue la primera vez que abrazo a su compañero.
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