Me peino con las manos y me dirijo al comedor acompañada de Caleb, ya que es la hora de cenar. Se nos ha hecho más tarde de lo que creía. Me ha encantado disfrutar de la tarde junto a él, y espero que sea recíproco.

Cuando entramos en la sala ya están todos sentados y comiendo, sólo quedan dos sitios libres y cada uno está en una punta del comedor. Se supone que cada persona tenía un asiento asignado, pero a decir verdad, todos hemos pasado olímpicamente de esa regla.

Caleb se va a la mesa más lejana y yo me voy a la de siempre, aquella en la que se encuentran Jade, Jason, Chloe, Andrew, e incluso Alexa. Espero que esta última no me dé la cena.

Pero para mi sorpresa, la arpía loca no abre la boca para nada más que comer. No es ella quien pretende arruinarme la cena.

Y es que cuando miro al frente, veo a Andrew con la mirada apagada y una cara de amargado que no pasa desapercibida. Le sonrío, le guiño un ojo y hasta le doy un patadón por debajo de mesa para que reaccione. Sin embargo, él ni se inmuta.

—Está bien, Andrew. Si te pasa algo conmigo dímelo ya y no dejes que siga haciendo el ridículo de esta forma.

Me escucha, se vuelve hacia mí, me fulmina con la mirada y desvía los ojos hacia otro lado. Será idiota… ¿Cómo se le ocurre dejarme hablando sola?

Alexa empieza a reírse y me mira con aires de superioridad. Ya estaba tardando en dar su opinión:

—A mí me daría vergüenza ir por la vida jugando con dos tíos de esa manera.

Que alguien me agarre o la despeluco. Menos mal que tengo a Jade, mi fiel amiga que controla mis impulsos agresivos. Ella misma se ocupa de hundirla con sus palabras:

—Alexa, nadie te ha dado vela en este entierro. Si tu vida es tan poco interesante que te tienes que meter en los asuntos de los demás, lo siento mucho. Pero haznos un favor a todos: cállate.

Chloe comienza a gritar como una posesa y choca los cinco con Jade. Estas dos han hecho muy buenas migas. No me extraña, con lo locas que están las dos...

—No me lo esperaba de ti, Jade. Creía que éramos amigas —Alexa se hace la ofendida. Que le den el Oscar ya, que la chica se está esforzando mucho.

—Dejas de ser mi amiga cuando te conviertes en una persona que no conozco.

Al parecer al fin ha abierto los ojos, Jade se ha dado cuenta de cómo es Alexa en realidad. Algo ha debido de volver a ocurrir entre ellas, pero ahora mismo lo único que me interesa es por qué Andrew no me quiere ni dirigir la palabra.

Alexa ignora por completo a Jade y vuelve a centrarse en mí.

—Creía que tu afición era robar novios. Pero parece ser que también te encanta alternarlos.

—¿Cómo? —Digo, pero sé a qué se refiere.

—Te he visto con Caleb —Interviene Andrew por primera vez.

Lo miro fijamente esperando a que diga algo más hasta que compruebo que no tiene nada que añadir.

—¿Y?

—Encima te sientes orgullosa —Se sorprende Alexa—. ¡Andrew ha visto con sus propios ojos cómo te liabas con Caleb! ¿Cómo puedes estar tan tranquila?

Oh, no. Alexa ha hablado en un tono lo suficientemente alto como para que todo el comedor la escuche. De repente, reina el silencio y todas las miradas me apuntan como flechas. Me entran unas ganas de llorar terribles, no sé en qué momento me he vuelto tan vulnerable. Necesito salir de aquí enseguida.

Me marcho del comedor como una exhalación. Ahora todos deben pensar que soy una zorra a la que le importan una mierda los sentimientos de Andrew y de Caleb. Hubiera disfrutado mucho dándole un puñetazo en toda la cara a la arpía, pero esto tampoco es culpa suya. No sé qué hago nadando entre dos aguas como si esto fuera una telenovela. Me pregunto cómo no me he parado a pensar en cómo se deben de sentir ellos. ¿Por qué no me he puesto en su lugar?

Me siento en el mismo sitio de esta tarde y vuelvo a apoyarme en el tronco del árbol. Jamás me habían hecho sentir como esta noche, como si fuera la persona más ruin del mundo.

—Alexa ha exagerado mucho pero tiene razón.

Levanto la mirada. No puedo frenar el escalofrío que me recorre la columna al ver su cara y escuchar su voz. El sentimiento de culpabilidad cae como un ladrillo sobre mis hombros.

—Andrew, lo siento muchísimo. Después de lo que me dijiste sobre Caleb, he querido dejarme llevar. No pensé en cómo te afectaría.

Suelta una carcajada irónica y fría. Cuando se ríe así sé que está cabreado.

—Déjate llevar, eso me da igual porque sé que a Caleb le gustas tú y a ti te gusta él. Pero no juegues conmigo.

Se me parte el alma. He sido una inconsciente.

—Te juro que en ningún momento he tenido la intención de jugar contigo. Pero ¿qué puedo hacer si me gustáis los dos por igual? Entiéndeme, por favor, nunca me había pasado algo así —Mi voz suena a desesperación y por cada palabra que sale por mi boca una lágrima amenaza con salir. Pero no pienso llorar ahora.

—Eso sí que no me lo creo —Vuelve a reírse de la misma forma, helándome por dentro—. Alexa no se equivocaba. Lo único que querías era separarme de mi amigo y lo has conseguido. Enhorabuena, Evelyn.

De verdad que me está costando mucho contenerme. Qué sensación más horrible.

—¿Cómo puedes pensar eso de mí, Andrew? ¿Qué gano yo separándote de Caleb?

—No lo sé, Evelyn, no lo sé. Pero no me puedo creer que yo te guste después de verte besar a Caleb de esa forma.

Me deja sin palabras. No sé cómo contestarle, parece muy seguro de lo que está diciendo. Quiero a Andrew y nadie puede decirme lo contrario, básicamente porque nadie está dentro de mí para saber lo que siento. Soy consciente de que es difícil de entender, pero es así y no hay más.

Sin articular palabra me levanto y me coloco frente a él. Está muy tenso pero es la única forma de demostrarle que no existe diferencia entre mis sentimientos hacia Caleb y hacia él. Acaricio su mejilla y observo cómo se le eriza la piel. Le quiero, ahora sí que lo digo con certeza.

Doy un paso hacia delante y escucho mi corazón latir. Con mis manos en sus mejillas acerco lentamente su rostro al mío y le doy un beso que comienza indeciso pero pronto se vuelve apasionado. Noto cómo una lágrima recorre mi mejilla. La verdad es que no puedo describir lo que estoy sintiendo en este momento.

Instantes después, Andrew coloca las manos en mi cintura y me aparta de él.

—¿Qué querías? ¿Llevarme otra vez a tu terreno? No soy gilipollas. Yo no me conformo con que me des un beso si luego vas a hacer lo mismo con él.

Me quedo boquiabierta. No sé si lo he entendido todo al revés, pero a mí me ha dado la sensación de que estaba disfrutando del beso igual que yo.

Antes de dar media vuelta para irse, mira por detrás de mí. Por pura curiosidad, hago lo mismo y termino ahogando un grito que por poco me ahoga a mí misma. Han venido TODOS y nos están mirando como si esto fuera un espectáculo. Qué gente más cotilla.

Esto quiere decir que Andrew se ha apartado de mí y ha dicho lo que ha dicho porque se ha dado cuenta de que estaba todo el campamento mirándonos. Lo conozco. Es orgulloso como yo.

Y hablando de orgullo… Andrew acaba de sacar a relucir mi vena orgullosa que hace que suelte por mi boca lo primero que se me ocurra para defenderme.

—¿Sabes qué? Tienes razón. No me gustas —Digo con una voz firme y fría, que por alguna razón me recuerda a Candice—. Sólo te estoy utilizando para ayudar a tu padre y convencerte para que lo perdones.

El gentío ahoga un grito conjunto que me hace volver a la realidad. Mierda. Soy un monstruo que acaba de cavar mi propia tumba.

Se sabe de sobra que soy impulsiva a más no poder, pero eso puede ser bueno y, como en esta ocasión, malísimo. Acabo de decir una estupidez que ni siquiera siento ni pienso. Y todo por puro orgullo, sin pensar en que le he dado donde más le duele. Andrew me va a odiar de por vida y yo a mí misma por empeorarlo todo en vez de intentar solucionarlo.

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Aquí estoy de nuevo❤ Os deje este capítulo más corto de lo normal, pero que a mi parecer no os dejará indiferentes.

Ahora me gustaría que me resolvierais una duda que a priori no vais a entender. Es importante para el futuro de la novela, sólo os puedo decir eso(;

¿Selena Gomez o Bella Thorne?

Por último, ya sabéis que nunca me despido sin agradeceros que sigáis aquí capítulo tras capítulo. ¡Nos vemos pronto! 💕