Oscuridad. Eso es de lo que esta rodeada Artemisa. Saca su varita para iluminar un poco el lugar, pareceria ser una cueva, por lo que, sin medio, intenta encontrar una salida.

En la entrada, el sol encandiló sus ojos, tanto que tuvo que cerrarles y esperarse un poco. Abriéndolos, se fijó en su alrededor. Estaba en un bosque, parecería que es de mañana por la poca cantidad de luz y el cielo nublado. Dio un respiro profundo y siguió caminando, esperando encontrar población o algo que la ayude a ubicarse mejor.

Después de un rato caminando, noto que los árboles se iban despejando hasta mostrar el inicio de un pulcro valle y más adelante lo que se parecía a una mansión de dos alas.

Corrió lo que sus piernas le permitieron, cayendo de bruces en varias ocasiones, pero necesitaba comunicación. Ya estaba llegando a la parió trasero cuando observo a varias personas en el, y sin pensarlo dos veces corrió más rápido.

— Hola — exclama exhausta a las personas. Sorprendida de ver quienes son.

Era su tía Selene y Draco Malfoy. Ambos sostenían varios platos vacíos y a su lado, se encontraban Luna Lovegood y Rolf Scamander, así como su tío Ares y su prima mayor Iris.

— Ou, ¿estás bien? — pregunta la adolescente entre el grupo, dejando los vasos de lado y se acerca a la castaña.

— Ah... yo... creo que si — responde entre tartamudeos, sin creerse con quien está frente a frente.

— Pero claramente no lo estás cariño — responde amablemente la metamorfomaga — Amor, sigan arreglando aquí atrás, Iris y yo ayudaremos a esta chica. — le dice al rubio platinado de su lado.

¿Amor? Se queda pensando Artemisa, mientras es tomada de la mano por la azabache y entran a la mansión. La peli morada era quien dirigía el camino, a lo que Artemisa admira los pasillos, comprendiendo que están en la mansión Ragnor.

— ¿Dónde estamos? — cuestiona viendo los cuadros familiares y pinturas colgadas mientras seguían el camino a una habitación de huésped.

— Está es la casa familiar de los Ragnor, en Galés — responde la de piel pálida.

— ¿De dónde vienes tú? —

— Se supone que estoy en Escocia — murmura asombrada.

¿Estaba soñando? Se preguntaba sin creerse que estaba ahí, con ellas. Entraron a un cuarto, y su tía se iba a lo que creía es el baño e Iris se sentaba a un lado. Un nudo se hacía en su garganta al observarla ahí, sentada rectamente, con sus ondas negras enviarles, sus zafiros por ojos y la piel como la nieve. La última vez que la vio fue un mes después de que estalló la guerra, cuando la familia se separó y de ahí, su grupo, recibieron un ataque donde gran parte falleció, entre ellos, Iris murió por proteger a su hermano menor.

— Si hay agua caliente, aún así coloque un hechizo calentador y deje una toalla y algo de ropa mía vieja para que estés cómoda. — sale la ahora platinada del baño y sonríe a ambas chicas — Cuando termines puedes bajar y acompañarnos en la comida. Vienen algunos amigos aurores, te podrían ayudar a buscar tu familia —

— Yo... muchas gracias — dice y se levanta, retirándose a tomar esa ducha dejando a los dos mujeres.

— Extrañamente se parece a la tía Artemisa — apunta la azabache.

— Coincido contigo pequeña — frunce el ceño, dudosa de que no sea lo que imagina — Ve con tus tíos, los demás no tardan en llegar y tengo que ver a mis pequeños bebés para bajarlos ya despiertos —

******

Cuando ya estuvo lista, bañada y fresca, bajo de la habitación. Lista para romper con aquel nudo en su corazón. Tomo una bocanada de aire, y se lleno de valor para ir hacia el patio. Al parecer toda la familia estaba reunidad, agitando a su pobre alma. Desde su bisabuelo Zeus hasta el menor, que parecia ser un bebé que carga su tia Selene. Tambien estan la familia Weasley y Potter, y los ya Scamander.

Abrio la puerta de vidrio, y salio.

Lo unica se oia era el bullicio de las conversaciones y las risas familiares; a Isa le daba pena interrumpir, pero no fue hastab que un hombre mayor hace un gesto incredulo y golpea a la mujer de su lado, distrayendola de la platica con la señora Weasley. Y esta capta a donde señala, y la respiracion se le corta.

— Oh dios mio — exclama levantandose y asi terminando el bullicio — Oh dios mio — camina rapidamente hasta la chica y toma la cara de la castaña entre las suyas, observandola detenimadente — Por Morgana, eres yo —

Muchos se quedan incredulos ante lo dicho.

— ¿Eres yo? — exclama la joven — ¿Cómo puedo saberlo? — pregunta.

La mujer se acerca a su oido y murmura — La pocion de antidoto para los nacidos bajo amortentia, el ultimo ingrediente, fue un cabello de Tom — 

Artemisa se hace para atras, comprobando totalmente que ella es ella.

— ¿En que año estamos? — dice la unica cosa que la ha estado carcomiendo.

— Dos mil veintiuno — 

Isa hace un gesto de sorprendida, y es arrastrada por la mujer mayor hasta la mesa y la sienta a su lado. Es ahi donde siente la mirada de todos los que estan ahi.

— ¿Viajaste con el giratiempo? — es la primera pregunta que escucha sin saber quien la hizo.

— Ah... esto... yo no estoy segura de como llegue aqui — responde con honestidad — Lo ultimo que recuerdo es estar en el Colegio saliendo de la sala de menesteres, en el añor 1944 —

— Es cuando te atacaron — interrumpe el señor que estaba sentado hace unos momentos a lado de Artemisa mayor — Yo te lleve a la enfermeria y estuviste dormida casi una semana. Ya entiendo donde estuviste esos días. —

Isa joven lo mira con el ceño fruncido. Su cabello castaño casi platinado por las canas, su estatura, su porte y sus facciones. Boquea sorprendida y casi se levanta de su asiento, euforica, sino fuera por que su otro yo reacciono.

— ¡Narcisse! — exclama contenta. Y el hombre hace una reverencia. — Entonces, si Narcisse esta vivo, quiere decir que... —

— Si — asiente con una leve sonrisa la otra Artemisa — Lo hemos logrado —

Y por fin, se presta atencion. Su cabello esta sobre sus hombres, algo blanquecino y su piel un poco arrugada, pero no aparentaba tener ochenta años. Y sonrie. Finalmente rie y suspira, dejando caer el peso de sus hombros. 

— Te digo que la vida de casada nos sento muy bien — dice la mujer despues de conversar de muchos temas y que la familia olvidara a la chica por unos momentos

— ¿Ah si? — sarcasticamente responde — ¿No me digas que nos casamos con Narcisse? —

Artemisa se carcajea — Ay no, nos casamos con Tom — y en eso Isa tose al ahogarse con el pedazo de res que estaba masticando. Y la mira pidiendo respuestas. 

— Ah mi pequeña. No te puedo decir mucho porque eso alteraria mi linea de tiempo actual, pero, puede decirte que lo que estas haciendo lograra que él se libere y sea su yo que debia de ser. Y ese él es el que nos enamorará y nos hará quedarnos a su lado —

— Eso significa que casi toda esta familia es por ¿nosotras? —

— Si se puede decir asi — se encoge de hombros.

El resto de la tarde y noche paso mas rapido de lo que se puede decir quidditch. Artemisa logro comprender que donde estaba, no es el futuro de su linea, sino otra que se creo desde el momento en el que viajo en el pasado. Que en esta no nacio y no forma parte de la familia Ragnor por ser una, sino que los padres de Narcisse, Cronos y Ailann. Pero, aunque trato de convenvcer a su yo futura de revelarle mas cosas, la mujer no quiso, de igual manera, no quiso presentarle a muchos que no reconocia de la familoa, por temor de alterar algo. 

Selene y ella, la acompañaron hasta la habitacion donde fue llevada anteriormente. Y la metamorofomaga deja a los dos mujeres solas. 

Artemisa joven se recuesta en la cama y es seguida por la mayor que se sienta a su lado. 

— Solo dejame decirte una cosa — y le toma de la mano, brindandole acaricias — Recuerda siempre el lema de los Ragnor y no dejes que cualquier idiota te dejen sin alma, sin metas y sin recuerdos. Por que las mujeres Ragnor somos guerreras de los dioses —

Con eso ultimo, Artemisa se duerme. Despertando ahora en la enfermeria en Hogwartas, con Tom sujetando su mano y tratando de calmarla.

Olvidando completamente lo que vivio mientras dormia en el pasado.

Olvidando el futuro que se deparaba ella misma.