Narcisse Ragnor se podría decir que lo tenía todo; tenía a su familia con él, Cronos, su padre, Ailann, su madre y su recién nacido hermano, Zeus. De igual manera tenía a su tía Hela, y su abuela, Debra. Su familia era sangre pura pero no era tradicional, ellos mantenían sus costumbres pero a tan altas consecuencias como la británicas.

Él sabía que fue un niño muy deseado por sus padres, quienes creyeron que nunca podrían tener hijos hasta que llegó la gran noticia de que él nacería. Creció con amor y protección, nunca con caprichos, se veía que era valentía y audaz, por ello fue una sorpresa para su familia que terminase en Slytherin, sabiendo cuales eran las cualidades de dicha casa, pero no por ello fue alejado de su hogar.

No fue hasta su cuarto año en Hogwarts que el misterioso Tom Riddle habló con él por primera vez, pero no fue por un trabajo escolar como todos pensaron, no, fue para que el heredero de Salazar le hablara sobre su gran idea de hacer que los sangre pura dominaran el mundo mágico, por supuesto, Tom se lo dijo de otra manera para que el hombre Ragnor se dignara en entrar a sus filas. Riddle sabía que si tenía a Narcisse en su bolsillo, tendría a Malfoy, Avery, Lestrange y Black incluidos.

Tom los torturaba, los maldecía, los usaba a su antojo, y eso, a Narcisse, no le agradaba del todo porque el no era juguete de nadie pero se había dado cuenta muy tarde y no había vuelta atrás para decir no.

Sin embargo, cuando vio aquella cabellera castaña ondulada entrar a la sala común, sabía que sería algo nuevo a su vida. Debía de aceptar que recibió un flechazo por la mujer y cuando Abraxas se acercó demasiado a su oído sintió unos tremendos celos, y cada día que pasaba, sentía que caía por la alemana. No fue hasta esa noche después de un crucio de Tom, que encontró a la chica tirada en el suelo y cuando le ofreció ayuda, observando aquel giratiempo cayendo del cuello de la chica.

No se arrepintió cuando se metió a la mente de la castaña, y menos cuando fueron a la sala que va y viene donde Artemisa le contó toda la verdad. La castaña era familiar de él pero del futuro, no cabía en su cabeza aquello.

Y desde entonces se prometió cuidarla y protegerla, aún así tenga que cambiar su personalidad, lo haría. Porque un Ragnor protege a su familia hasta la muerte.

Durante las vacaciones de invierno, en casa, hablo con sus padres acerca de traer a la chica en vacaciones. Por supuesto, los señores Ragnor estuvieron escépticos ante eso, jamás lo habían esperado de él, pero aceptaron aunque le avisaron qué tal vez su tía podría visitarlos en algunas semanas.

Estaba tan feliz cuando ellos aceptaron y es que no dejaría sola a la chica ningún segundo cuando podría pasarla con ellos. Y ahora que regreso de su hogar, noto algo raro en Artemisa. En la mañana, en el gran comedor, no se sentó con él ni con Ara o Abraxas, estaba a lado de Tom y se notaban felices. Aunque él sabía que no era verdad porque no cuadraba nada. ¿Qué era lo que pretendía? ¿Acaso Artemisa perdió? El chico ya no entendía nada.

En la primera clase, transformaciones, se sentó junto al azabache y hasta para el profesor, resultó extraño ver a quienes parecía odiarse, juntos. Sin embargo, continuó dando la clase normal y sin destacar a nadie aunque la reciente pareja hiciera una excelente trabajo.

No solo para Narcisse resultó extraña, para toda la escuela y maestros lo fue.

— Todo está raro — exclama Ara, quien se sentó junto a él en pociones — Artemisa lo odiaba o parecía hacerlo antes de las vacaciones —

— Lo más seguro es que algo paso cuando no estuvimos — dice el platinado detrás de ellos.

— Concuerdo — afirma el castaño siguiendo las instrucciones del libro sin dejar de escuchar a sus dos compañeros — Creo que Riddle nos dirá algo en la reunión de esta noche — le dice a Abraxas.

— Es lo único que queda — y el platinado sigue haciendo su trabajo.

Narcisse alzó su miraba, encontrándose como Riddle y Artemisa trabajaban juntos, sin percances o discusiones de por medio, cada quien pasándose un trabajo sin abrir la boca, como si sus mentes estuvieran conectadas. Y por un momento, en tan solo pensar aquello, le dio miedo al primogénito Ragnor.

Todo el día los estudio a los dos, esperando una acción o movimiento que los delatara pero no tenía resultados. Actuaban como una pareja, y sin duda, tenía que admitirlo, que lucían como una. Artemisa prestando atención a las palabras que le decía el azabache así como él la observaba de reojo mientras realizaba una tarea dada por el maestro, y cuando trabajaban juntos, era otra cosa. Los dos lucían como dos reyes, quienes fueron puestos juntos por conveniencia.

Y ahí fue cuando algo se le ocurrió.

Pero no sabía si estaba seguro de ello.

¡Por fin! Ya he actualizado, y es desde el punto de Narcisse, como habrán visto. Este capítulo incluye algunas referencias de mi fic de Newt, el cual también se estará actualizando pronto.

Comente y voten, les quiere, Ivy.