x. high hopes

Al día siguiente, Artemisa se había ido a la sala de pociones con su caldero ya que, tal vez, podía termina su antídoto con el ingrediente que su tío Narcisse le había dado. Tomo el frasco entre su dedos y delicadamente lo alzo encima del caldero, y con extremo cuidado dejo caer tres gotas del líquido e inesperadamente y por primera vez desde que trabajo en este antídoto, la poción se volvió de un tono blanco cual nieve, como la amortentia antes de olerla con las esencias que te indican sobre tu amado.

La castaña la observo con detenimiento y no evito saltar de la emoción por el hecho de por fin haberlo logrado. Algunas lágrimas comenzaron a salir sin querer. En todos sus intentos no lo había logrado, ni de cerca; siempre había cerrado su mente a realizar la pócima con los ingredientes contrarios a los que se empeñan naturalmente en el líquido, no mezclar ambas clases de ingredientes. Su felicidad no cabía en su cuerpo, ahora solo faltaba intentarlo y verificar qué funcione correctamente. Aún así debía de esperar por su plan.

De imprevisto, el profesor Dumbledore entró al salón; tomando de sorpresa a la chica quien se secó las pocas lágrimas que salieron de emoción. El señor de cabellos blancos la observaba a ella y su caldero, se acercó cautelosamente para ver qué clase de pócima es.

— ¿Qué está haciendo aquí Señorita Vincetamor? — cuestiona el profesor con tranquilidad.

La verdad, la chica del futuro no sabía si confiar en el profesor, es decir, muchos de sus tíos lo conocieron y le agradecen muchas cosas que hizo por ellos. Sin embargo, ella nunca conoció su intentos y a como su tía Selene le contaba sus años de Hogwarts, parecía ser que el señor actuaba por su propio egoísmo. Había preparado a su tío Harry a morir sin saber nada, lo cual es demasiado injusto.

— Un antídoto para la amortentia, profesor — contesta ella observando detenidamente sus movimientos — Específicamente para los nacidos bajo ella —

Los ojos del adulto caen sobre la chica, como si le acabase de lanzar una maldición. Parecía sorprendido y Artemisa sabía porque, no había necesidad de no atar cabos. Dumbledore no sabía a la perfección si la chica se refería al joven que le enseñó de su mundo mágico, aunque no preguntaría con tal veracidad a la castaña.

— Es un buen desempeño para el mundo mágico, Señorita Vincetamor — admite el profesor de Transfiguración — La dejo con su trabajo — y se retira de la habitación.

Lo único que logro hacer la chica, fue fruncir el ceño confundida ante la acción del señor.

Mientras tanto Tom seguía encerrado en la Sala que va y viene. Desde anoche que llegó, destrozó el lugar tanto que ni lo reconoce. Su furia aumentaba cada vez con las acciones insolentes de la mujer Vincetamor, es una mujer complementaria fuera de su cabales. Sin embargo, ya tenía a a varios de los Slytherin en su plasma así como el tiene los suyos, por eso había aceptado el acuerdo de hace días.

Estaba sentando, admirando las flamas verdes tal cual los colores de su antecesor. Planeando su táctica contra la bella mujer Slytherin.

Por supuesto, los días pasaron para estar ya en noche vieja. Como siempre, Artemisa estaba en la torre de astronomía, preparándose para recibir el Año Nuevo en este mundo aún extraño para ella. Aunque siempre tenía las esperanzas altas para mejorarlo y no crear el futuro que le depara. Estaba sentada en él barandal de cemento del balcón de la Torre, admirando las estrellas, cuando escucha pasos detrás de ella, y sabía quien era por lo que no se detuvo ningún segundo en decir lo siguiente:

— Feliz cumpleaños —

La verdad, la chica no quería hacerlo pero le nació de corazón decirlo. Durante la guerra muchos de sus amigos olvidaban sus cumpleaños al estar tan pendiente con derrocar a los mortifagos y ella siempre se los recordaba, contentándolos. Con que alguien una sola vez te felicite en tu día de nacimiento, es más que suficiente.

Tom en cambio se quedó a mitad del camino. Había tenido la tentadora idea de lanzar de su lugar y que cayera para morir cuando tocara su cuerpo contra el suelo pero cuando lo felicito, le borro todos los pensamientos de muerte. Lo tomo desprevenido y se quedó sin palabras para contestarle.

— ¿Cómo sabes que es mi cumpleaños? — es lo único que logra decir.

— Escuche al profesor Dumbledore en la mañana decírtelo cuando saliste de la sala común — explica la chica, y de hecho, fue real la situación — Venía del comedor cuando los vi y escuché que te lo dijo — porque así fue.

El profesor a manera seca y cortante le deseo un feliz cumpleaños y un buen día para marcharse al lado contrario de donde venía la castaña. Tom se lo creyó porque todo fue real, pero le hervía la sangre que la mujer supiera algo de su vida de esta manera. Nadie, excepto de Dumbledore lo sabe.

— Bueno, creo que gracias — dice falsamente.

No la entendía, la sacaba de sus cabales y la ira se introducía en su cuerpo que olvidó a que venía y mejor se marchó de allí antes de cometer una locura que lo llevara a Askaban, porque sabe que la chica es capaz de defenderse a diferencia de sus súbditos ineptos. Y es ahí cuando una idea brillante se le ocurre.

La metería a su ejército, hacerla una muñeca a su placer y humillarla. Cuanto adoraría ser el dominante de la reina de Slytherin, porque aunque o quería aceptarlo, una reina le vendría de maravilla a su persona de rey. Convivir con ella y engañar a toda la escuela diciendo que ambos son los reyes. Y conquistarlos con la falsedad de ambos, con la astucia y belleza física y de palabras de la chica, podrían abrir cualquier puerta que se le antojara.

Siempre la veía como enemiga, pero no como una buena aliada. Tal vez era hora de verla de esa manera, y aún así destruirla poco a poco. Pero primero debía de encontrar algo que la hiciera débil, que la hiciera obedecerlo y tenerla en su palma. Solo falta idear mejor el plan.

Oh, pobre de Artemisa que no sabía que su propio plan debía de atrasarse y la arruinaría poco a poco, no de la manera que ella pensaba.








Debo de admitir que para mi es difícil plasmar un personaje tan complejo como lo es Tom Riddle, me he planteado tantas veces en dejar este proyecto pero mi amor por Artemisa es enorme que no puedo y trato con todo mi corazón plasmar un buen Tom Riddle en los primeros dos actos.

Espero de verdad que les guste como la novela, y dejen comentarios sobre sus teorías de como creen que vaya a terminar la fic, quiero ver que tanto se pueden acercar.

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