v. respect

Tom Riddle quería matar con sus propias manos a la ilusa y egocéntrica Artemisa Vincetamor, o como la llaman ahora en los pasillos, Reina de las Serpientes. Cuánto le encantaría repetir esa acción y una otra vez, hacerla sufrir más de lo que la castaña le hizo a él. Fue una humillación completa a su persona, al líder que él creó durante muchos años frente a sus seguidores; derrotado por una simple niñata. 

La furia recorría su cuerpo, solo agarró sus libros y los lanzó por toda la habitación. La sala que va y viene era su habitación de reuniones con sus caballeros, pero ahora solo la estaba usando como escapadera de la vergüenza. Narcisse junto Abraxas entran a la tan poco ordenada habitación, y miraban a su rey todo desaliñado, ojos rojos por el enojo interior.

— ¿Qué se cree esa niña? — les cuestiona el de cabellos negros a sus dos súbditos — ¡Yo soy mejor que ella! — grita enfurecido — ¡Soy el legítimo heredero de Salazar Slytherin! — vuelve a gritar.

— Derrotado por una mujer sangre pura — exclama el castaño sin saber el grave error.

Tom sin rechistar lanza un crucio al joven Ragnor, y este cae al suelo, retorciéndose del dolor. Al acabar con él, gira al primogénito Malfoy; este solo baja la cabeza, signo de rendición y de su silencio.

— Esto es lo que esa mujer sangre pura — arrastra las últimas palabras — No les haría, no les mostraría el respeto que se debe de tener a sus prójimos — y observa al primogénito Ragnor que seguía en el piso marmoleado.

Desde aquel evento ha pasado una semana desde los torneos que se realizaron en DCAO. La Vincetamor empezó a ser adorada por todo Hogwarts, principalmente por los de su propia casa; ganándose el respeto de todos, menos el de uno. Y con ese respeto, ella comenzó a realizar su plan.

Le pidió al profesor Slughorn su salón por las tardes, y este dichoso por el proyecto de la castaña se la presto. Desde entonces ha estado ahí, con cada caldero equivocado, en busca de la pócima correcta.

La desesperación iba invadiendo su ser, tal así como las pesadillas que se tornaban peor. Pero ella no sabía del porque. También tenía que leer sobre el por qué de estos sueños extraños.

Hoy estaba en la biblioteca, era domingo por lo que casi todos estaban en Hogsmade. Estaba buscando libros relacionados con los viajes en el tiempo, de los multi-versos y los giratiempos, como el que colgaba de su cuello. Llevaba en sus brazos alrededor de quince libros, y aún se preguntaba cómo le hacía para cargar tanto peso. Los dejo caer en la primera mesa que vio; luego esparciendo los cuadernos de acuerdo al tema que manejaba.

Artemisa se sentó, agarró su libreta pero la cubrió por si alguien de la época la miraba junto a su pluma y mira el primer libro en busca de información relevante. Su tarde transcurrió así, de hecho hasta perdió la hora de la cena y la bibliotecaria quería que ya se largará. Cuánto amor le daban; la castaña se pasó ambas manos sobre su cara, guarda el cuaderno y la pluma mientras los libros solo los dejo sobre la mesa, normalmente ella los ponía otra vez en su estanterías pero ahora se encontraba como zombie debido a que sus ojos ardían por leer tanto.

No sabía qué hora era, pero deducía que no debía de pasarse de las once; lo cual la convierte en toda una rebelde porque está fuera del toque de queda. Que ningún prefecto la vea sino estaría muerta. Se escabulle fácilmente por los pasillos para llegar a las mazmorras y descansar, cosa que no ha hecho en toda la semana. Pero como siempre de torpe, tropieza con una piedra en el corredor y cae de frente al suelo; sus rodillas le duelen al igual que sus palmas por haber apoyado en ellas por el impacto. Su varita salió rodando de su bolsillo y su gira tiempo brotó de su cuello, que estaba escondido debajo de su túnica.

Una mano se mira a la altura de sus labios, y ella sin dudar la acepta para ponerse de pie. Se sorprende gratamente al ver que es Narcisse; este se miraba un poco cansado o tal vez era por el hecho de que no había mucha luz en pasillo. El castaño toma la varita de la chica del suelo, y se la entrega pero observa el gira-tiempo, y entonces hace algo que hasta él mismo le caló en los huesos.

— ¡Legerems! — grita apuntado su varita a la castaña y está solo se queda estática ante el asombro.

Los recuerdos de la chica comenzaron a esparcirse ante la mente de Narcisse. El primero era ella junto a dos chicos, hombre y mujer, que tenían casi las mimas facciones, los tres de reían mientras se acercaba una mujer de alrededor de treinta años junto a un hombre un poco mayor. En otro era ella pero en Hogwarts, junto a un chico de rulos negros y lentes y otro parecido a Abraxas, los tres portaban túnicas de Slytherin.

Luego de esos ambientes agradables habían una de ella en medio de una batalla, a su lado estaba otro peli-negro con su varita apuntándole a alguien; los dos estaban sujetados de la mano. Y la última escena, era de noche en un campamento a dentro de un bosque; Artemisa estaba acostada junto a una chica de cabellera castaña claro y esta le decía: "Sanguinem omnem virtutem. Sangre, valentía y fuerza ante todo así somos los Ragnor"

El castaño por fin detiene la oleada de recuerdos, mientras la chica se recargaba en el muro.

— Ese es el lema de mi apellido — murmuraba el hombre — Y ya estudiabas aquí, pero con los que estabas no están con nosotros — balbuceaba.

Artemisa sólo quería golpearse mil veces contra la Peter por haber dejado que su tío bisabuelo hubiera hecho legeremancia en ella tan rápido; pareciera que las clases de oclumancia con su tío Draco no sirvieron de nada al final.

— Yo... — tartamudea la joven Ragnor — Necesitamos hablar esto en un lugar más privado — y el foco se encendió. La chica tomo de la mano al Slytherin y se lo llevo corriendo al séptimo piso, pasó la imagen de Barnabas y dio tres vueltas enfrente de la pared vacía.

Una gran puerta de madera oscura se alzó ante la pareja, Isa entró mientras Narcisse tragaba duro por el hecho de entrar otra vez a la sala de menesteres. La habitación era muy diferente a la que su señor emplea; de hecho solo eran montañas de los baratijas y muebles. Nunca la había visto así.

— Este lugar es perfecto — admira la joven mujer — Ahora, toma asiento — y una silla aparece, siendo tomada por el Ragnor hombre.

— ¿Me explicaras todo lo que vi? — cuestiona sin miramentos.

— Hasta el último detalle — asiente la chica — Pero me creerás loca, por lo que te ruego que me escuches antes de hacer las preguntas. Lo que estoy por contarte será demasiado raro o fuera de lo lógico para ti —

» Mi nombre real es Artemisa Hécate Ragnor, mi padre es Apolo Ragnor, hijo de Herácles Ragnor que a su vez es hijo de Zeus, quien es tu hermano. Soy tu sobrina bisnieta, si se puede decir correctamente. Nací el 24 de octubre del 2004, si soy de origen alemán; mi madre es francesa y mi padre inglés, aunque por mi madre asistí a Beauxbatons los primeros tres años de estudios.

» Ingrese a Hogwarts en mi cuarto año, ya que mi padre quiso regir los negocios familiares desde la mansión Ragnor.

— Vaya — exclama el castaño relajando su espalda y recargándose más al respaldo — Zeus si tendrá mucha familia al parecer. ¿Pero no me conoces? —

Isa niega ligeramente — De verdad no se que haya sucedido contigo tío — asegura la pequeña — Prosigo —

» Antes de que yo naciera, hubo una segunda guerra mágica. La actual, liderada por Grindelwald se le considera la primera. La segunda guerra inicio alrededor de los ochenta, con la muerte de la pareja Potter y del líder, conocido como Voldemort. Tú lo conoces como Tom Riddle.

Se crea un ambiente tenso, pero el joven no hace ninguna interrupción por lo que la chica sigue narrando.

»Voldemort estuvo haciendo de las suyas para revivir, al haber dejado siete objetos con trozos de su alma para ser inmortal. De igual manera estuvo persiguiendo al niño Potter por qué este fue el último objeto en el que su alma se dividió. Aunque este lo vencía cada vez junto a sus dos mejores amigos, Hermione Granger, hija de muggles y Ronald Weasley.

»En 1998, específicamente en Mayo, el señor oscuro es por fin derrotado por el elegido, Harry Potter, el huérfano que dejó. Terminando la SGM. Aunque quedaron algunos seguidores vivos, llamados mortífagos. Estos fueron encerrados por sus crímenes en Azkabán. Pero no todo es bonito. En mi tiempo, hace como dos años, estos mortífagos escaparon y están reclamando lograr el cometido de su líder, ganando fuerzas y nosotros hijos de los que lucharon en la SGM, estamos haciendo lo mismo.

»Y para nuestra sorpresa, el señor oscuro tuvo una hija, Dolphini Riddle y esta quiere terminar lo que su padre inició. Hogwarts cerró, dado que en la anterior guerra fue el lugar menos seguro; por lo que un grupo de amigos comenzamos a luchar contra ellos. Nos separamos, hijos y padres, quienes ya tenían experiencia en esta guerra.

»La última vez que hable con mi familia, los mellizos estaban mal heridos y mi madre en el ministerio francés, pero mi padre cuidaba de ellos. Eso fue hace medio año en mi línea de tiempo.

Lágrimas comenzaron a salir por los recuerdos de las pérdidas causadas por la guerra. Primero su abuelo Herácles, luego las hermanas Ragnor Leduc, Iris y Atenea, su tía Selene y el tío Viktor. Todos sacrificaban su vida.

»La ultima misión que hice era en el Ministerio de Alemania. Éramos un grupo quince personas, y había más mortífagos que en otras batallas. Había acabado con uno cuando me encontré frente a frente con Delphini.

— ¿Te digo un secreto aparte de que soy viajera del tiempo? — le cuestión con diversión seca aún con las lágrimas — Soy heredera de Slytherin —

— ¿Me estás jodiendo? — contesta con burla inexplicable el joven.

Ella niega — Yo tampoco me la creía hasta que investigue completamente el árbol genealógico antes de llegar a Inglaterra. Al parecer un tal Erexes Ragnor se casó con la última hija de Salazar Slytherin, convirtiéndonos en descendientes directos de él. —

— ¿Pero no todos obtienen la habilidad del idioma de las serpientes? — cuestiona.

— Exacto — chasquea la chica — Es alggo ya de genes —

»El punto es que noqueé a la chica Riddle, y en eso mi prima Arabella llega con un gira-tiempo en la mano diciéndome que la directora McGonagall tiene una misión exclusivamente para mí. Yo no sabía que hacer más que tomar el collar, y en eso el intento de maldad lanza un Avada a mi prima, y nadie se mete con ella; por lo que me interpuse y fui transportada a la mitad de las escaleras de Hogwarts en otro tiempo. El resto ya lo sabes.

— Wow — exclama Narcisse procesando todo lo recién contado — Entonces eres buena noqueando a los Riddle — y se ríe débilmente mientras negaba — Una viajera del futuro que es familia mía y es heredera de Slytherin, pero ¿cuál es tu misión? — se pregunta frunciendo el ceño — Dijiste que tú directora te dio el gira-tiempo para cumplir una misión, ¿cuál es? — vuelve a preguntar.

Y por primera vez desde que llegó a los cuarenta, se cuestiona eso. ¿Cuál fue la misión que le condenó Minnie? Arabella sólo le dio el gira-tiempo más no le informó lo que haría cuando estuviera aquí. Ella tenía su idea de recrear el antídoto de los nacidos bajo la amortentia, y dársela a Riddle. ¿Pero como destruirá sus horocruxes ya creadas?

— No tengo ni idea — confiesa plenamente la chica — Pero estoy creando un plan, aunque no estoy segura de ello —

Narcisse recarga sus codos en las rodillas, y su barbilla en los puños de sus manos, observando atentamente a su sobrina con un atisbo de sonrisa malvada.

— Ahora me tienes — le declara el Slytherin — Y un Ragnor nunca deja la familia de lado aún en los tiempos más locos —

Ambos se ríen mutuamente, e Isa se sintió segura después de mucho tiempo de guerra.

...

LA FAMILIA SE REÚNE AL FIN.

Estuve esperando mucho para que Narcisse se enterará de que Artemisa es su familia. Confirmo ahora, que a partir de aquí se llenará de spoilers de Sober y Survivors.

Por lo que debes de ir a mi perfil te leerlos antes, aunque Sober ya está terminado y Survivors trabajo en ello; pero no quiero que sufran spoilers graves.

¿Les va gustando la novela?

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