En Beacon había un gran alborotó, para ser el último día de clases las actividades se estaban realizando con el mismo entusiasmo que cualquier otro día, después de todo, se trataba de una escuela de cazadores, hasta el último minuto su deber era asegurarse de crear a los mejores cazadores posibles para Remmant.

Ese día en especial se podía apreciar a Ignacio dando una clase, si bien no se caracterizaba por ser el maestro más estricto, no se podía negar que su clase era eficiente en dar las ideas a los alumnos y entrenamiento adecuado, aunque ahora estaba haciendo su trabajó para que Glynda no lo moleste en vacaciones.

Los minutos pasaron hasta el final de la hora, estaba por terminar el día y quedaban dos horas más, sus alumnos fingieron prestar atención, por lo que se dio por bien servido al saber que ahora estaría solo y no tendría que preocuparse por los demás, quizás Koneko, pero esperaba que estuviera bien.

Los golpes que venían de detrás de él mientras escribía en la pizarra fueron suficientes para saber que al menos nadie se aprovecharía de ella físicamente.

Una vez terminó la clase vio como todos salían del salón, era su hora libre, por lo que tomo su taza de chocolate y la bebió algo rápido, se sentó en su escritorio y tomo una revista para esperar a que pase el tiempo, tenía la posibilidad de aceptar una plaza permanente, pero realmente no tenía idea de cómo seguir su vida ahora.

Estaba perdido en sus pensamientos alternando entre volver a su cómoda caja, con su camastro, su televisión y el horrible sonido de los gritos de criminales que son atrapados por el grupo rival y los arrastran por la calle, no sonaba tan mal desde la perspectiva de que podía vivir sin hacer nada, sumirse en su miseria, líder con el odió que se tiene, mirar al techo y deslizarse asia la locura.

Por otra parte, se llevan bien con los profesores en Beacon, tenía una cómoda cama, podía golpear adolescentes y de paso vigilaba a Koneko, esa mocosa se hubiera metido en tantos problemas que posiblemente habría ido presa de mi ser porque él rompió las cámaras de seguridad ocultas en el bosque con una resortera, esa mocosa apenas entendía como funciona su seguridad y que todos sabían que bebía suficiente alcohol para desinfectar un edificio y fumaba cigarrillos como chimenea.

En medio de todo su torbellino de pensamientos apareció por el pasillo la figura de uno de los dos adictos al café que tenía Beacon, Bart estaba bebiendo su acostumbrada e insana cantidad de bebida marrón, al llegar se encontró con Ignacio, por lo que sin invitación se sentó en una de las sillas.

Bart: al fin termino el semestre, es interesante como pasa el tiempo, estamos a mitad del año ¿Ya tienes pensado que hacer en vacaciones? Yo estoy considerando seguir la pista de un extraño cambia formas que escapó o investigar a un grupo anómalo

Ignacio: estoy pensando en mis posibilidades de no regresar, quizás busque un lugar donde quedarme —A diferencia de los demás, él tenia varias revistas y señalo artículos que le habían interesado, desde eventos musicales hasta artículos científicos— ya regreso, tengo que ver a mi proveedor de vicio

Bart: estás hablando de tu repartidor de tamales otra vez ¿Verdad? —Ignacio levantó los hombros y se fue del lugar en un parpadeo— ese chico a mejorado, al menos está vez no me robó

Aunque lo dijo, reviso sus bolsillos para estar seguro de aún tener su billetera, estaba por irse, cuando se percató de que Ignacio había dejado su cajón abierto, logro ver las revistas y artículos apartados por su colega, miro alrededor, estaba solo y su curiosidad no era muy sana, por lo que abrió el cajón de manera discreta.

Al abrir se encontró con algunos recortes de revistas de toda clase, pero algunos tenían escritas notas, como posibles destinos, habían hecho un presupuesto bastante grande, se trataba de una gran cantidad de dinero, los dos se preguntaron porque lo haría, pero despues encontraron un estado de cuenta y los ojos de Bart casi saltan de sus cuentas.

Bart: ¿Cómo tiene tantos ahorros con el sueldo de un cazador? —El estado de cuenta era bastante grande, aunque Coco estaba bastante impresionada de las cosas que queria hacer—

Coco: parece que el profesor tiene muchos planes, creí que se quedaría en casa, comiendo comida chatarra y esperando la muerte — Bart hubiera discutido ese punto de no ser porque era cierto, estaban revisando las cosas hasta que encontró una vieja foto— el profesor tiene fetiches extraños, pero supongo que a todos les gustan los gatos

El profesor de anteojos miro la foto y noto que era una foto de Kuroka, un suspiro triste escapo de la boca del cazador, quien recordaba lo joven que fue su estudiante, a veces queria ignorar la realidad, y tratar de pensar que Ignacio realmente estaba bien y que en algún momento todo estaría bien, que seria como antes, pero sabia que nada volvería atrás.

La chica observo la foto, como su profesor parecía feliz, una sonrisa optimista que solamente recuerda haber visto, en realidad se sintió mal, solo sabia que su esposa murió, pero además de eso no conocía mucho mas, estaba por guardar todo cuando sintieron una presencia tras ellos.

No querian voltear, realmente estaban seguros de que sabian de quien se trataba, lentamente voltearon la cabeza y se encontraron con Ignacio, sus ojos emitían ese particular color azul eléctrico, y podían sentir el calor que emanaba de su cuerpo, esa mirada realmente no la esperaban y seguido de eso ambos gritaron.

Bosque Esmeralda

En el medio del bosque se podía ver a Koneko fumando un cigarrillo como era su costumbre, su equipo estaba perdido en alguna zona alejada del bosque discutiendo sobre algún tema aleatorio, al parecer Pablo se estaba preocupando demasiado por el aspecto de demostrar que era el mejor junto a su equipo.

Estaba sumergida en sus pensamientos  hasta que un aroma pútrido llego a su nariz, era un aroma a muerto que ella conocía bastante bien, busco el origen y provenía de uno de sus escondites de alcohol, fue a buscar a que se debía, pero no esperaba encontrarse una bolsa con una substancia roja manchando la tela mugrosa.

Al abrirlo encontró un gato blanco, aunque supo que era un gato solamente por las orejas, arrojó la bolsa a un lado y tuvo que colocar su mano en la boca para contener el vomito, de inmediato tomo posición de combate y miro a su alrededor en busca de quien había estado presente para dejar el paquete.

Estaba por irse cuando alguien la pateo en el estomago y la lanzo contra un grupo de arboles, perdió el aliento por la fuerza del impacto, se estaba levantando cuando alguien le lanzo una ráfaga de cristales rojos y casi logran empalarla, había en total un grupo de cuatro hombres rodeándola, escapando de su olfato de alguna manera.

Se movió entre los arboles, esquivando los ataques y despues contraatacando con magia, destruyendo una parte significativa del bosque, su meta no era exactamente ganar, solamente atraer la atención de los profesores, pero si llegaba Ignacio tanto mejor, menos preguntas incomodas que resolver.

Estaba logrando esquivar los ataques, hasta que un proyectil escapo a su aura y se incrusto en su pierna, no era demasiado profundo, por lo que logro sacar el fragmento de su rodilla y ataco a quien estaba mas cerca, recibiendo varios ataques de los demás, sentía cansancio, pero necesitaba resistir un poco mas.

Estaba por atacar con su magia, pero un fuerte golpe en su estomago le saco el aire del estomago y también su almuerzo, estaba por levantarse cuando le patearon la nuca, miro arriba y vio una de las personas que mas le aterraban, intento alejarse, pero la tomo del cabello y la levanto en el aire.

???: veo que te has divertido mucho, gatita, pero creo que a los jefes no les gusta que causes problemas, te fuiste y dejaste un gran desastre tras de ti, nos dijeron que te lleváramos, pero nunca dijo que debías ir entera, quizás no necesites ver, tus piernas... vamos a divertirnos mucho

El hombre era colosal, su cabello rubio se asomaba sobre una mascara de Hockey y parecía divertirse con esa situación, hasta que una patada le fracturo la quijada, Koneko se libero y ataco al primero que vio, usando tanta fuerza que le volteo la cabeza en sentido contrario, esta vez estaba decidida a salir con vida y no importaba cuanto la hirieran, nada la podría parar.

Cafetería

Jaune estaba muy emocionado, al fin tenia un permiso para conducir, estaba tan emocionado porque al fin podría hacer una de las tantas cosas que estaban en sus planes desde que veía televisión, un viaje por carretera, tenia todo planeado, Walfrid les presto una casa rodante, era tan genial que pensó que alguien vivía de verdad allí.

Aun no les había dicho nada a sus amigos, pero seguramente aceptarían, Nora estaría emocionada solo de escuchar que tenia una cocina donde podrían hacer mil panqueques, Ren estaba pegado a Nora, y Pyrrha si estaba libre vendría con ellos, ahora el único obstáculo era el equipo CATS.

Kato y Ali seguramente vendrían, Koneko no sabía que haría, quería pensar que eran buenos amigos, aunque su interacción favorita es quedarse sentada en una banca y dejar a todos hablando, al final estaba Pablo, que hasta ahora no parecía tener planes de salir de Beacon, ya que era acosado por las cámaras y el profesor Luis ya había expulsado a 30 fotógrafos entrometidos.

Estaba haciendo planes cuando vio a Ali sentarse cerca de ellos, como siempre, cargaba una lonchera cargada de comida que seguramente lanzaría a algún pozo o precipicio, Jaune se le acercó, sonriendo lo más alegre posible, mientras el más joven permanecía serio y tomaba su libro de texto para repasar alguna lección.

Jaune: ¡Ali! Es tu día de suerte, hoy tienes la oportunidad de ir con uno de los mejores equipos de Beacon a un viaje de carretera, es una genial casa rodante por todo Remmant durante verano

Los ojos del más bajó miraron a Jaune por un largo minuto, como si tratara de recordar algo más interesante, pero finalmente abrió la boca para aceptar.

Ali: claro, suena interesante ¿Adónde planeas ir?

Jaune: bueno, Pyrrha dijo que últimamente la buscaban demasiado, por lo que será un viaje por tierras Salvajes, mi mentor me prestó una casa rodante, es a genial, cuando la veas estarás tan emocionado como yo

Kato: seguramente lo estará —El muchacho de anteojos apareció al lado de Jaune, bebiendo una malteada de vainilla y un panecillo con su otra mano— ¿Puedo ir?

Jaune: de hecho estaba por buscarte, Ren y Nora ya confirmaron, por ahora hay que ir a buscar a los demás —Se levanto de donde estaba y pensó un momento donde encontrar a los demás, Pyrrha y Pablo seguramente aparecerían hasta la noche, por lo que por ahora era mas seguro buscar a la única integrante de CATS— ¿Saben donde esta Koneko? seguramente le vendría bien un viaje por Remmant

Kato: solamente diré que quizás este por el bosque, no le gusta mucho la disciplina y en el bosque nadie la molesta —Fingiría que la encontraron por accidente, aunque sabia que ella despues lo golpearía por abrir la boca sobre su escondite—

Los tres se emprendieron el rumbo al bosque, Jaune contaba todos sus planes, como ir a una zona alejada donde podrían pasarla bien sin preocuparse por las molestias, planeaba ir a algunos lugares dónde fue con su familia en el pasado, pero también propina que los demás dijeran sitios que visitar.

Se intentaron en el bosque esmeralda, pocos Grimm se acercaron a ellos, pero Jaune los podía matar con facilidad, Ali llevaba un rifle Anti material en casi de que fuera necesario, pero de todas formas no creía que fuera necesario.

Estaban en medio de una conversación cuando el más bajo del grupo les hizo una seña para que guarden silencio, tomo su arma y señaló en una dirección, Kato considero que era otra de esas veces que Ali pensaba que estaba siendo vigilado, pero cuando un cristal casi se clava en su ojo se dió cuenta que no estaba jugando.

El cuerpo de un hombre golpeó a Jaune y lo derribo, estaba cubierto de heridas, además de que muchos de sus huesos estaban rotos, logra an ver su fémur salir de su pierna, Kato tomo su arma y Jaune se levantó rápido, buscando al responsable, encontrándose con una escena bastante peculiar.

Koneko estaba luchando contra un grupo de seis hombres, recibiendo varias heridas pero logrando dominar a quien se acercaba lo suficiente para estar a su alcance, sin pensarlo dos veces sus compañeros entraron a la batalla, Kato a media a distancia disparo su pistola y trato de que no lo atraparán.

Ali se alejó un poco más, lo suficiente para que pudiera disparar de manera cómoda y sin tener que correr, normalmente Jaune habría corrido a buscar ayuda, pero sabía que necesitaban ayuda, por lo que tomo su espada y escudo para pelear.

La chica de cabello blanco vio como llegaron sus compañeros y la batalla parecía equilibrarse, Kato había logrado invocar a sus Grimm con los glifos, mientras que Ali se escondió por el bosque y disparaba contra todo lo que tenía un traje blanco, ya que destacaban entre el verde del bosque.

Koneko: mátenlos, no sé contendrán y los matarán si tienen la oportunidad —Se dio un respiro, recargando su espalda en un árbol, pero el hombre de la máscara atacó y tuvo que es lanzarse a un lado —

Kato: ¿De dónde los sacaste? ¿De alguna fiesta fetichista? —Su espada chico contra una especie de material que su oponente podía generar desde su mano, era duro, pero la espada de Kato era capas de dañar ese material—

Koneko: Ghoul, trabaje con ellos por unos meses, sus jefes son unos idiotas —Uno de los tantos Gamberros la estaco por un lado, pero ella pudo someterlo y en el piso le golpeó la cabeza varias veces hasta que la sangre mancho sus nudillos, volteo para buscar a Jason, pero no lo veía— ¿Dónde está Jason?

Una sombra apareció tras ella, atacando con una especie de columna de cristal, Koneko no tenía fuerza ni tiempo para responder al ataque, Kato quería defenderla, pero no tenía tiempo para acercarse, la afilada cuchilla planeaba atravesarla.

Pero entonces un destello amarillo cego a todos, el cristal se rompió al chocar contra la Saderita de un escudo, Jaune solamente dió un paso atrás por la fuerza del impacto, pero de inmediato atacó con su espada, cubierta de plasma dorado que logró cortarle el abdomen a Jason y hacerlo retroceder.

El muchacho se cabello dorado se veía diferente, pequeños rayos amarillos bailaban por su cuerpo, de haber tenido activo su Scroll habría mostrando que s aura había aumentado mucho más, Jason retrocedió un poco para poner distancia entre Jaune y él, viendo al muchacho que parecía no contenerse.

Jaune: no me gusta usar mi fuerza contra otros cazadores, Roget dijo que tuviera cuidado porque podía asesinar a alguien por accidente —Kato vio esto y se colocó tras Jaune, apuntando su arma contra el hombre más grande, pero buscando a los 3 peleadores que quedaban todavía en pie y se habían ocultado en el bosque— ¡Pero tú no mereces que tenga ninguna consideración!

Jason: que Divertido, me gustará escuchar tu voz cuando comencemos los juegos, tienes 10 segundos se mi atención, después terminaremos esto y me llevaré a Koneko —Chasqueo los dedos, dejando a los tres atacar al mismo tiempo, él igual corrió contra ellos, dispuesto a terminar con todos—

Uno salto desde un árbol, pero se desplomó sin vida mi cabeza, ya que una de las balas Anti material del rifle de Ali le atravesó la cabeza y la fuerza del proyectil fue suficiente para que explotará y manchara de sangre el pasto, Kato bloqueo disparos de una pistola usando su semblanza y después corrió para apuñalar al sujeto.

Pero el tercero se lanzo en su contra, Koneko entonces lo atacó como una aplanadora, lo tomo por la cintura y cargo al hombro, quien gritó de dolor cuando ella utilizo la fuerza suficiente para romper su espalda y retorcer sus demás huesos, para después romper el cuello en un giro rápido.

Jaune corrió directamente contra Jason, quien solo logro ver cómo desaparecía de su vista, puso sentir esa presencia tras él, quiso voltear pero una gran cantidad de proyectiles dorados impacto su espalda, lanzando su inmensa humanidad contra los árboles.

El muchacho remato con una patada con la velocidad suficiente para escuchar las costillas de Jason romperse por la fuerza de su golpe, la respiración sería difícil, con un hombre normal eso lo habría incapacitado, pero Jaune sabía que ese monstruo difícilmente podría ser derrotado tan fácilmente, por lo que mantenía su escudo arriba.

Kato: eres una caja de sorpresa, y yo que pensaba que eras solamente un saco de box —Jaune se rió un poco avergonzado, pero aún con eso parecía centrado en el hombre derribado en el suelo—

Jaune: como dije, no me gusta usar mi fuerza contra los cazadores, no lo controlo bien, necesito más entrenamiento para ser al menos un poco semejante a Roget y no matar a la gente pero accidente, en el entrenamiento por accidente le fracture un brazo a Siegfried y me hizo un entrenamiento infernal que todavía me duele

Ese pequeño desvarío fue suficiente para que Jason tomara una bomba de humo y la activará, cada hombre por su cuenta, todos los que pudieron se levantaron, pero Jaune derribo a uno cuando le hizo un corte en la pierna y Koneko la pateó la rodilla a otro, invirtiendo el ángulo en qué debía estar.

Pronto llegarían más profesores, pero también varios vehículos de la Policía Internacional para recoger los cuerpos, nadie tendría problemas, esos hombres claramente les querían hacer daño y actuaron a la altura de la situación, pero eso planteaba muchas incógnitas y tenían que estar preparados para lo que vendría, ya que seguramente habría represalias.

Oficina general de la Policía Internacional

Roget siempre se considero alguien severo, que todo el mundo lo trataría con respeto y que de igual forma le temerían, pero ahora mismo su oficina era un desastre, con las pinturas rotas, su escritorio volcado y una furiosa mujer que lo estaba tratando de extrangular con sus propias manos.

Esa mujer era Bernadette Arc, la madre de Jaune Arc y al parecer, quien tenia planes de asesinarlo a mas tardar en dos minutos, de no ser porque Roget era mucho mas resistente de lo que ella pensaba y apenas podía rodear su cuello.

Bernadette:  ¡Como que Albert no es el padre de Jaune! ¡Maldito bastardo deberia haberte matado cuando tenia la oportunidad!

Roget: no me dijiste lo mismo cuando estuvimos en ese hotel, además de que tengo algunas pruebas, pero necesito que te calmes y dejes de presionar ese cuchillo en mi estómago, uso una armadura corporal estándar, podrías dispararme con un rifle y estaría relativamente bien

Eso parecía darle ideas a la mujer, pero desistió de hacerlo, a sabiendas de que sería mejor escuchar que tenía que decir, esto en verdad era un desastre, una sola infidelidad en un largo matrimonio, y su único hijo varón resulta que no es hijo de su marido, sino del sujeto más irritante y el mayor para que a tenido el disgusto de conocer.