Lasos del pasado

Barrios marginados de Vale, cinco años atrás

Entre las sombras de la oscuridad del lado siniestro de Vale emergía una figura vestida con una larga capa color vino, una máscara de Guy Fawkes cubría su rostro, mientras que su cabello estaba cubierto por un sombrero del mismo color de la capa y los pantalones a juego.

Sus manos tenían restos de sangre y limpiaba un cuchillo con un trozo de tela que había arrancado de la ropa de una de sus víctimas más recientes, habia visitado Vale y decidió hacer su primera carta de presentación a la policía en ese reino.

Le daba lastima el pobre desgraciado que limpiará esa casa, se había excedido demasiado y el era el primero en admitir ese hecho, había sangre, carne y tripas por todas partes, nunca tengas tus herramientas de trabajó en tu cobertizo cuando Jack el destripador estaba tras de tí y había tenido un día infernal.

Primero tuvo que reunirse con inversionistas, esos monstruos eran peores que los matones que el cazaba de noche, después tuvo una conversación poco amigable con el abogado de su difunto padre y se vió obligado a hacer más papeleo para que su posición en las Industrias Horten no fuera amenazada por otros intentos de herederos.

Todo eso agregado al hecho de que era cuestionado como líder de la mayor Industria armamentista de Remmant solo por tener veinte años creo una tormenta en su mente, todo mejoro cuando se enteró que había un posible objetivo en la ciudad.

Ni siquiera se preocupó por memorizar su nombre, solamente sabía que era un asesino serial, líder de una secta, agresor sexual y muchas otras porquerías, cuando se enteró fue trás él como abejas a la miel, era un regalo salido del infierno, ese día fue de sus favoritos.

Entro a la casa por el frente, había un par de sus seguidores que estaban en medio de un viaje, los mato rápido cortando sus gargantas, después partió la cabeza del guardia como un melón golpeando su cráneo con un hierro que había por allí.

Cuando entro a la habitación encontró al desgraciado preparando su equipo, en una silla de dentista estaba una mujer atada, lo siguiente es difícil de describir, solo se podría decir que al final de medía hora solo quedó suficiente de su objetivo para que lo reconocieran por un exámen forense, lo rocío de combustible y se fue de la escena.

Pero volviendo a la realidad, el estaba más que feliz, Jack estaba felicitando su mejoría en el manejo de la situación, el individuo que vivía en su cabeza era un gran invitado, le daba tiempo libre y llegaron a un entendimiento, mataría y de hecho lo disfrutaba, pero solo mataba a criminales.

Estaba por quitarse el cuándo una pelea llamo su atención, caminó entre los callejones hasta llegar a un lugar apartado, un par de hombres tenían acorralada a una chica rubia vestida con ropa de médico.

Su habilidad especial era poder ver las emociones de la gente, podía ver todas las emociones negativas que tenían los agresores, pero mientras estaba considerando el ángulo de ataque noto algo extraño, esa chica estaba demasiado tranquila.

Tenía un color demasiado puro que no había visto antes y eso fue lo que le cautivo de ella, ese color se mantenía y aún en esa situación solo cambió un poco para mostrar un color que era semejante al coraje y valentía, planeaba matar a los dos asaltantes, pero entonces ella fue quien actuó.

Extendió un pequeño baston de hierro y golpeó la cara del que estaba más cerca de ella, el segundo intento atacar pero la chica le rompió la rodilla con el bastón, siguió golpeando hasta que ellos ya no eran una amenaza y continuo su camino.

El asesino se quedó en su escondite sin decir una sola palabra, pero ver a esa mujer le dejo una marca permanente en su subconsciente, estaba rodeado de gente llena de codicia, odio, irá, superioridad, pero llegar a ese callejón y encontrar una luz le resultó extasiante.

Durante dos semanas siguió a la chica bajo diferentes disfraces y facetas, siempre la seguía a todas partes, no quiso saber nada de ella que no hubiera sabido por su propia mano, era como estar de cacería, a la espera de su siguiente movimiento.

Tras un mes de observación al fin las cosas cambiaron, mientras la estaba esperando durante su paseo nocturno una mano lo atacó por la espalda, la barra golpeó su rodilla y después lo derribó, frente a él se encontraba su enigmático objetivo.

Una larga cabellera rubia que emitía una suave fragancia frutal, sus ojos verdes parecían brillar y sus rasgos eran delicados, era tan hermosa que casi no le molestó que ella tuviera un cuchillo sobre su garganta y estuviera sentada en su espalda.

Tras un intercambio de palabras y tras quitarle casi dos kilos de armas de diferentes tipos, la chica accedió a tomar un café con el muchacho, resultó en que no esperaba que fuera Ralf Horten, director de una compañía de armamento, la más grande de Remmant.

Fue un comienzo incómodo, la doctora se presentó como Asia Argento, una de las jóvenes promesas de la medicina, estaba becada en la universidad de Vale, una chica tranquila y de buenos sentimientos, aunque con un carácter que no debería ser provocado si querías conservar todos tus dedos.

Ella se enteró del pequeño secreto de Ralf un año después de ese evento, en ese punto ya estaba practicando su carrera de manera independiente, no se lo tomo bien al comienzo y Ralf obtuvo una pequeña cicatriz en uno de sus brazos y le cortó un poco una oreja cuando pensó que la intentaría asesinar.

Tras seis meses y medio las industrias Horten financiaron la construcción de un hospital privado y colocaron a la médico especialista Asia Argento como la líder definitiva de ese hospital, un hospital que tenía múltiples benefactores.

El hospital Argento fue una institución que literalmente apareció de la nada para volverse un gigante, se volvió un hospital que era tan grande que abarcaba una manzana complete y tenía intalaciones más que suficientes para sus propias investigaciones.

Pero lo que volvió más importante el hospital fue que el hecho de que tenía la política de atender a todos por igual, aunque fueras un simple asalariado te darían el mismo trato de un rey, pero eso no llamo la atención.

En ese hospital había una política de privacidad total, habían contratado un equipo de seguridad que era capacitado para evitar cualquier intentó de homicidio, las repercusiones por esos intentos resultaron sangrientos por decirlo menos.

La Policía Internacional investigo los asesinatos y concidero detener las actividades del hospital por completo, pero después apareció una oportunidad única, se reunieron con algunos miembros de los Sindicatos y declararon el hospital Argento como un santuario.

Con eso en mente cualquier paciente en ese hospital podría recuperar sus heridas sin preocuparse por un asesino en su próxima visita, con eso en mente fue que en ese lugar nadie podría intentar algo negativo o las consecuencias serían lamentables.

Actualidad

Una vez más era un día normal en el hospital Argento, la chica de cabello rubio había liberado su agenda para ese día dado que era su aniversario y quería pasar el día con su novio, la noche en que llegó con ese chico herido la hizo recapacitar mucho acerca del peligro en que vivía Ralf.

En algunas ocasiones lo tuvo que suturar o curar golpes bastante graves, pero cuando vio a Rot casi morír le recordó que necesitaba encontrar la forma de mantener con vida al muchacho que amaba si un día estaba en la misma situación.

Spectra le explicó lo que era un híbrido Grimm, una criatura corrupta que se podría convertir en un monstruo guiado por lo peor de la humanidad, pero había una ventaja para ella, Ralf ya vivía de esa forma y controlaba lo peor de él, eso le daba una idea de una gran posibilidad de supervivencia.

Había guardado dos muestras de la sangre de Spectra para futuras investigaciones del tema, sabía que las investigaciones dime se pretendía ser dios eran una mala idea, pero no planeaba dejar que nadie a quien apreciaba se perdiera.

Estaba por irse cuando la puerta fue golpeada un par de veces, permitió que entrarán, entonces vio a Luis y Xenovia, ella se acercó corriendo y lo abrazo como solía hacer, dejando al guerrero de la Alabarda y a la espadachín más fuerte que conocía.

Xenovia: al fin tenemos algo de tiempo libre, el idiota de Ozpin se equivocó al escribir la hora y terminamos en Beacon a la una de la mañana —Se sentó en una de las sillas que había en la oficina y tomo una de las paletas que había en el escritorio, comiendo el caramelo en el acto—

Luis: no estuvo tan mal, tenemos tiempo libre para disfrutar, pasamos semanas luchando contra los Grimm y otras criaturas, ya era momento de que nos dieran vacaciones —Se sentó al lado de su novia y miró a la chica de cabello rubio por un par de segundos— ¿Te estamos interrumpiendo?

Asia: tenía planeado salir con Ralf, pero por ahora podemos hablar —Se sentó sobre el escritorio y miró a las personas que eran su familia— ¿Que tal salió su último aventura?

Luis: fue interesante, desde que Ozpin  hizo ese pacto con mi familia para mantener al reino a salvó hemos tenido mucho trabajo —Se reclinó y llevo sus manos tras la cabeza, cerrando los ojos un momento— Salem a estado muy extraña, pareciera que por ahora está guardando sus fuerzas para algo, aunque no me gusta hablar de trabajo

De nuevo golpearon la puerta principal de la oficina y cuando se abrió mostró a Ralf, vestía un saco sport color azúl oscuro con pantalones negros, cuando encontró sonrió al ver a Asia con un vestido blanco, tenía una chaqueta azul pálido y en ese momento todavía usaba los anteojos de lectura.

Ralf: ya estoy aquí, siento tardar pero tuve algunos problemas en el caminó —Fu a una de las esquinas de la habitación y dejo caer un cuchillo con funda en un bote de desechos biológicos—

Asia: tienes que aprender a controlar tus acciones, podrías meternos a todos en problemas —Tiro de sus mejillas con fuerza y las dejo enrojecidas, pero después le dió un suave beso en los labios como saludó— pero al menos sabes controlar tu lado negativo y lo usas para algo bueno

Luis: ¡Ralf! Esperaba verte —Se acercó a él para abrazarlo, aunque debido a su fuerza pudo escuchar como el muchacho se asfixiaba— ¿A pasado algo interesante? Espero que no tenga un sobrino en camino o tendremos que hacer espacio para recibir a un nuevo integrante de la familia

Asia: ¡Luis! —Le dió un golpe en el brazo midiendo su fuerza, sabía que golpear al muchacho más alto de la habitación era como dar un golpe en un muro, era mejor prevenir una mano rota por algo impulsivo—

Fue a buscar su bolso y una vez que lo tenía se paró al lado de su novio, se despidieron de la pareja de cazadores y bajaron el elevador, mientras Xenovia y Luis prefirieron salir por la ventana para no tener que esperar a que volviera el elevador.

Una vez en el piso los dos cazadores caminaron entre las calles de la ciudad para ir a su departamento, tenían que empacar para su mudanza a Beacon, no era su idea preferida sobre cómo pasar sus vacaciones pero si lo rechazan el clan Salazar los enviaría a más misiones.

Luis: esto será muy aburrido, siempre quise estar lo más lejos posible de la academia, por eso estudie fuera —Sus quejas hicieron que su novia se riera un poco y le diera algunas palmadas en la espalda como consuelo—

Xenovia: no será tan malo, tendremos que hacer algo de papeleo pero si sobrevivimos a una estadía en tierras salvajes eso será un juego de niños —Ella estaba segura que sería una masacre, pero no quería empeorar el estado de ánimo de Luis— ¿Que tal ir primero por un trago? Sería mejor a empacar y tener que escuchar a Glynda gritando que no debemos usar a estudiantes como sacos de boxeo

El más alto no pudo evitar sonreír ante el optimismo de Xenovia, solo esperaban que al menos no tuvieran que lidiar con el nuevo profesor que Ozpin contrato, Luis solamente una vez había interactuando con él y termino con ellos dos golpeándose en un jardín mientras sus novias conversaban.

Academia Beacon

Ignacio estaba regresando a su habitación tras un largó día de trabajo, odiaba a los adolescentes y ahora reafirmaba su manera de pensar, aunque encontró su manera de arreglar los problemas a su manera.

Velvet todo el tiempo tenía problemas de acoso, ella era muy fuerte y estaba seguro que ella podría barrer el piso contra casi cualquiera, pero era demasiado pasiva, siempre que la molestaban solo parecía otra persona y se quedaba quieta.

Entro a su habitación y cerró con seguro, se quitó la ropa arrojando todo a la silla que había cerca y entra su baño, una vez dentro fue a la tina y abrió el agua caliente, a veces un buen baño ayudaba a que su mente lo dejara en paz y tener tranquilidad.

Se sumergió en el agua caliente, dejando fuera del agua su cabeza, su mente se sumergió en la melancolía y recuerdos del pasado, últimamente había mejorado mucho, sus intentos de suicidio se restringían a arrojarse de la torre de Ozpin.

Por un momento parecía haber una pequeña luz al final del túnel de su miseria, ayudar a los jóvenes, ver cómo se esforzaban día tras día para que mejorarán, era agotador y a veces le atraían tristeza, pero no era tan malo, incluso convivir con sus antiguos profesores resultó divertido.

Seguía sintiéndose herido y dudaba que el dolor desapareciera de la noche a la mañana, pero al menos la carga se había aligerado un poco, debería haberse vuelto loco ya que incluso el consejo de Glynda de tomar terapia parecía sensato, necesitaba chocolate para pasar ese trago amargo de pensé que esa mujer podía tener razón sobre él.

El sueño lo atacó y cerró los ojos un momento, sus sentidos parecían apagarse para darle la paz que no había experimentado en mucho tiempo, perdió la noción del tiempo y entonces abrió los ojos, miró en dirección a la puerta y observó como la puerta de abría, una pequeña silueta apareció en la puerta.

Ignacio: tanto tiempo sin alucinaciones¿Y hora vuelven? —La silueta de una chica con orejas de gato apareció ante él, pero entonces noto que había una gran diferencia— un momen, tu no eres una alucinación

???: Muere —Su voz era fría, sin emociones o sentimientos, levantó las manos sobre su cabeza para después arrojar una tostadora conectada a la tina, escucho lo que pensó eran grandes, aunque parecía una risa—

Las luces explotaron de inmediato, algunas bombillas se notaron de sus lugares y las luces en cada parte del edificio se apagaron, ella estaba por irse cuando la luz se encendió tras ella, volteo la cabeza y se encontró con Ignacio sosteniendo una bombilla con los dientes y está estaba encendida.

Ignacio: normalmente no soy la persona más popular de Vale, pero te felicito por la manera creativa de intentar asesinarme —Salio del agua sin importarle no tener ropa y fue a un estante, dónde tomo una toalla para rodear su cintura y otra para secar su cuerpo— ¿Me dirás quien eres o seguirás tratando de matarme?

La chica no lo tuvo que esperar dos veces y golpeó a Ignacio en el rostro, su fuerza no era normal, el impacto directo lanzo al guerrero por la ventana y avanzo tres metros antes de poner los pies en el suelo.

Ella creo a su alrededor varias esferas de fuego azúl y las arrojó contra el profesor de cabello blanco, quien no se preocupó en cubrirse, solo sujeto la toalla para que no mostrará más de lo que debería y Glynda lo mandara a un curso sobre acoso.

El ataque normalmente podría derribar incluso a un cazador veterano, pero cuando golpearon al profesor esos ataques no hicieron mucho, Ignacio analizo a la chica de manera detenida, vestía un traje negro semejante al utilizado por ninjas en la películas, su cabello blanco y ojos color avellana, pero lo que más le llamo la atención era que ella tenía orejas y cola de gato.

Ignacio: un mento, ya se quién eres tú —Tuvo que esquivar los puños de la chica y moverse en círculos para no moverse demasiado, la toalla por si misma ya tenía problemas con mantwnrse en su lugar— ¿Que haces aquí Koneko?

Koneko: estoy aquí porque quiero matar al hombre que provocó la muerte de mi hermana —Siguió lanzando golpes, notando que el profesor ya no se movía y solo dejaba que los golpes llegarán— ¡Era mi única familia y dejaste que muriera!

Para la gran consternación de la chica, sus golpes no lograban hacer demasiado por hacerle daño a su objetivo, quiso lanzar una patada pero su pierna fue sujetada por la mano del guerrero y la derribó, colocó su rodilla sobre su estómago y miró sus ojos.

Los ojos negros eran fríos, parecía la mirada de alguien que se hubiera resignado ante la vida, esa mirada choco contra los ojos furiosos de la joven frente a él, quien trataba desesperadamente de hacerle daño, pero la rodilla en su estómago le impedía siquiera moverse.

Ignacio: ¿Crees que yo no lo lamento? ¿Que e vívido todos estos años feliz y siguiendo con mi vida? Nuevas noticias, llevo tres años sumergido en el infierno —Se levantó y acomodo la toalla para que no pudiera caer, miró a la más jóven y entrecerró los ojos— tienes razón, me descuidé un momento y ella murió, pero tú le heriste antes, te fuiste tras un grupo de delincuentes y la hiciste a un lado, ella te quería ver el día de su boda pero nunca apareciste, ni siquiera el día en que fue el funeral pudiste aparecer

Ella no contesto y trato de atacar, pero está vez Ignacio retomo su temperamento de no dejar que los golpes llegarán sin responder, atrapó el puño y dobló su muñeca en un ángulo doloroso, obligando a la chica a caer al piso, no estaba de humor y ya no sería tan condescendiente con su cuñada.

Koneko: no entiendes —Trato de ocultar su dolor, pero sentir que su muñeca se separaría del resto del brazo no era cualquier cosa— solamente quiero que ella vuelva

Su voz estaba ahogada e Ignacio vio como ella comenzaba a derramar lágrimas, la soltó y ella lo abrazo sin importarle lo incómodo que era para el profesor, sobre todo el ver a Glynda llegar al lugar y lo miró de manera amenazante.

Ignacio: puedo explicarlo, ella estaba aquí intentando asesinarme y... —Sus palabras se las llevo el viento cuando Glynda señaló su habitación y el estado en que se encontraba— lo sé, vigila que ella no desaparezca, ten cuidado, ella tiene tanta fuerza que levantaría un camión sin problema

Glynda: no me importa si puede levantar la escuela, ve a cambiarte ante de que alguien vea está vergonzosa escena y seamos la burla de Vale xin un profesor semi desnudo abrazando a una chica que es claramente menor de edad —Koneko planeaba escapar pero Glynda la atrapó con su semblanza y le coloco un tipo especial de esposas, un regalo especial de Razvan para capturar criminales con una fuerza enorme— usted vendrá conmigo, tenemos mucho de que hablar

La profesora tomo a la chica de cabello blanco por el hombro y caminó en dirección a la oficina de Ozpin, en realidad no tenía mucho que hacer más allá que esperar a que llegara la policía y se la llevará, no se podían tolerar ataques o podría generar que más personas lo intentarán en el futuro.

Luis: pero que desastre, esperaba que este basurero se cayera a pedazos, pero no de un día para otro —La voz de Luis hizo que Glynda volteara para verlos y recordó que Ozpin había contratado personal nuevo, aunque todavía le costaba aceptarlo—

Glynda: veo que la nueva prefecta y el profesor de Supervivencia están aquí —Ella no se llevaba bien con Luis y quizás en el futuro podría disfrutar de tener una compañera de trabajo entre tantos profesores, solo esperaba poder  llegar a ese día— me gustaría que me ayudarán a llevar a esta chica a la oficina de Ozpin

Xenovia: yo te ayudo, Luis, por favor lleva mis cosas a mi habitación—Aprovecho la oportunidad para escapar del trabajo de desempacar, uniéndose a Glynda en su trabajo—

Una noche bastante movida en Beacon, nadie sabía quién era Koneko o la razón por la que estaba allí, por ahora lo único que podrían hacer sería alertar a las autoridades acerca del evento y después continuar con sus actividades, no había mucho que pudieran o quisieran hacer, aunque Glynda tenía el presentimiento de que Ignacio tendría interés en saber que pasaría con la chica que intentó asesinarlo.

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