#7

Espero que les guste~

Nota: Chalice no me desagrada tanto como cuando escribía One-shorts pero sigue sin ser lo personaje favorito al decir verdad, aunque no les puedo dar un motivo en sí. Es algo extraño xD

Nota-2: En todo caso, como pregunta rara, ¿Qué actitud podría tener Chalice? No planeo usarla, no de momento, pero uno nunca sabe :3

Mugman tarareo, sonriendo con cierto cariño mientras veía como Bendy investigaba su mano por alguna razón, al parece fascinado con el color amarillo o algo así, luciendo tan entretenido como un niño con juguete nuevo.

Al mismo tiempo, Ink se permitió tener una pequeña crisis del momento.

-Este mundo esta lleno de colores y personajes de todo tipo, esa cosa se debe estar haciendo inmensa mientras hablamos- pensó para si mismo, mirando a su alrededor, haciendo las zonas incoloras y transparentes que podía ver junto a esos enormes manchones de tinta en señal de que ese monstruo había pasado por ahí hace no mucho tiempo. El aroma a tinta mezclada con disolvente era fuerte y le daba nauseas a estas alturas. -Y sus creaciones parecen consumir lo que él deja a su paso, como si intentara dejar todo como un mundo en blanco- y eso solo alegraba más tensión a toda la situación. -No puedo dejar que llegue al Páramo, eso sería un desastre, nos convertiría en piedra antes de que pudiéramos siquiera intentar ir en su contra- lo ve como Mugman alza la vista, al mismo tiempo que Bendy se tensa y se voltea con expresión llena de pánico, ambos mirándola o más bien, a la figura de tinta que parece estar apareciendo tras ella. -¿Lo podemos encerrar aquí? No sería optimo, no sé hasta que punto ya consumió en este mundo pero nos daría tiempo de pensar en busca de una solución o algo así- se rasca un poco el brazo, ansiosa, erizando un poco su pelaje.

-¡Ink!- la voz ajena la saco de su espiral de pensamientos y la obligo a volver a la realidad, mirando al otro con expresión confusa, bajando las orejas al notar la seriedad en el rostro ajeno y el dedo brillante que apuntaba en su dirección, pudiendo reconocer que la taza estaba preparado para disparar. -¡Abajo!- Ink cayo de rodillas ante esa orden, medio acurrucándose en un intento de protegerse de un peligro que no había sido capaz de ver, solo levantando la vista al escuchar un disparo y una explosión, mirando tras de si, haciendo una mueca ante la nueva mancha de tinta que antes era una criatura a punto de atacarla de seguro.

-Este no es un buen lugar para alguien fácil de distraerse- sus mejillas ardieron de vergüenza, tenía que aprender a no distraerse, incluso si era por la preocupación de la situación.

-¿Estás bien?- Mugman se acerco, con Bendy luciendo en pánico siguiéndolo de cerca, luciendo arrepentido y preocupado, dudando un segundo antes de extender su mano hacia ella en un ofrecimiento silencioso. -Vi esa cosa y solo reaccione, yo...-

-Esta bien, esta bien- acepto su mano, demostrando que no había resentimientos al decir verdad, dejando que la ayudara a levantarse y soltándolo a favor de sacudirse el polvo de la ropa, alzando las orejas. -Es mi culpa, no debería distraerme tanto- ya es distraída de por si pero cree que parte de la naturaleza de los toons solo lo empeora. -Estoy bien, ¿ves?- le sonrío al demonio que la miraba con angustia, acortando la distancia para abrazarla en busca de consuelo, y ella tarareo, dándole palmadas en la espalda. Asusto al demonio por accidente. -Gracias, esas cosas son odiosas- miro de reojo el charco que estaba no muy lejos de ellos, haciendo una mueca de asco y esperando que nada más saliera de allí en un tiempo. -En realidad, estamos aquí por eso- eso era lo importante.

-¿Saben lo que esta sucediendo?- se para frente a ella para mirarla a los ojos, repentinamente serio. Hay tensión en su postura y algo de desesperación brillando en sus ojos, deseando respuestas para el problema repentino que había llegado a su mundo. Tenía tantas dudas y preguntas pero ninguna respuesta. Ink siente una punzada de dolor al notar lo perdido que se ve y abre la boca, dispuesta a darle la explicación más rápida posible que puede y esperando poder convencerlo de irse con ella, pero unos arbustos aun coloridos se remueven y de repente, hay alguien más entre ellos.

-¡Mugman!- esta taza tiene pantalones rojos y luce algo histérico al decir verdad, con la punta de su dedos aun brillante y un liquido negro manchando tanto en pantalón como sus zapatos marrones, al parecer había estado peleando con algunas de esas criaturas. La coneja hace una mueca, sabiendo que su esperanza de que el otro hermano se tomara las cosas en calma se mueren en ese instante, y rodea con su brazo el cuerpo tembloroso de Bendy que se acurruca contra su costado, intimidado ante la nueva presencia al parecer. -¡Esas cosas están por todas partes y solo...!- esta molesto, frustrado y preocupado, eso se nota en toda su expresión y postura, pero todo eso queda de lado en el momento en el que sus ojos se fijan en los desconocidos, en especial en el demonio. -¡¿Otro demonio más?!- gruño, con algo de humo llegando a salir de la parte superior de su cabeza ante la ira que lo invade, el brillo en su dedo haciéndose más intenso y cambiando de color, apuntando en su dirección, al parecer ignorando a la coneja que se niega a moverse. -¡No voy a fallar esta vez!- había intentando dispararle al gran ser negro que había invadido su hogar de repente, tachándolo de demonio al lograr ver los enormes cuernos que tenía en la cabeza.

-¡Cuphead, no!- Mugman se alerto ante la actitud de su hermano. Sabe que las cosas estaban mal desde que ese extraño monstruo apareció de la nada y convirtió a muchos en piedra, creando seres que parecen devorar el color a su alrededor y más resurgen cuando revientas a una, pero aun así, no esperaba que apuntara a alguien que no hizo nada en su contra hasta el momento. -¡Espera!- medio se lanza sobre el otro, dispuesto a obligarlo a bajar la mano, pero este esta demasiado furioso ante la vista de un demonio, otro más que arruina las cosas en su opinión, y dispara.

Ink se mueve sin pensar al decir verdad, abrazando al demonio contra su pecho para protegerlo y dándole la espalda al ataque, apretando los dientes ante la sensación ardiente que siente cuando los disparos impactan. Los hermanos presentes se muestran sorprendidos, uno jadeando con espanto y el otro haciendo una mueca llena de culpa al reaccionar, dándose cuenta de lo que acaba de hacer. Mientras, el demonio abre la boca en un grito silencioso, mirándola con preocupación y pánico, su cola retorciéndose con ansiedad y las manos flotando, sin saber si tocarla o no.

-Auch, no sé si dolió más o menos que el disolvente- hizo una mueca, moviéndose con mucha cautela, quejándose entre dientes. El golpe dolió, ardía como una quemadura al decir verdad, y todo eso fue suficiente como para que se tambalee, cayendo de rodillas ante sus piernas temblorosas que amenazan con dejar de sostenerla. -Eso...- parpadeo, sus ojos brillando con lagrimas repentinas que ella estaba intentando apartar. Ink tenía que ser sincera consigo misma, incluso si todavía había una parte fanática de si misma que estaba encantada con el hecho de estar allí como un toon más y tener la oportunidad de conocer a otros toons de los que solo había visto, no puede negar que todo a sido medio desastroso. Fue arrancada de una forma muy brusca de su mundo, solo sintiendo miedo y terror ante aquella cosa que se elevo por encima de ella y que intentaba arrancarle el corazón sin piedad, teniendo una noche algo inquieta por todo aquello y una mañana aun peor ante la aparición de La Mancha. -Eso me dolió mucho- sollozo, dejando caer las lagrimas por primera vez desde que llego allí, sintiendo que tenía un mar de sentimientos mezclados que se desbordaban en el peor momento posible. -¡Me dolió mucho!- es inútil pero aun así, intenta secarse las lagrimas, sintiéndose incapaz de detenerse una vez que empezó. Lo peor es que no tiene muy en claro si esta llorando por el dolor ardiente en su espalda o por todo el estrés que había logrado acumular, quizás una mezcla de ambos.

Bendy la mira, triste y preocupado, su labio inferior temblando. Su pecho aun duele por haber visto a su amiga siendo convertida en piedra y ese dolor solo empeora al ver a la coneja sollozar abiertamente, llena de angustia, pero se recuerda a si mismo que llorar sería inútil y no ayudaría en nada. Ink se mantuvo fuerte hasta el momento, incluso si él estaba seguro de ella había estado tan llena de miedo como él, conservo su sonrisa y mostro valentía, hasta ahora. Se golpea ligeramente las mejillas, empujando esa necesidad en lo profundo de su mente, a favor de arrodillarse a su lado y acariciar su espalda con suavidad, el mismo gesto que ella había hecho por él antes, esperando poder brindar algún consuelo.

-Mira lo que hiciste- Mugman golpeo el hombre de su hermano con molestia, lo suficientemente fuerte como para que al otro le doliera, mirándolo con el ceño fruncido lleno de decepción.

-¡Ella se metió en el camino!- Cuphead señalo de manera acusador, intentando ignorar la burbuja de culpa que crecía en su pecho, sabiendo que había cometido un enorme error pero sin saber que hacer a continuación. -Quería dispararle al demonio- una justificación barata que solo logro que su hermano menor lo golpeara en la nuca, molesto.

-Bendy no es Devil ni esa cosa loca que apareció, es inofensivo e inocente- se cruzo de brazos, el de rojo encogiéndose ante la mirada del otro, tragando en seco a través del nudo que se estaba formando en su garganta. -Pero tu no te detuviste a pensar y solo disparaste- miro a la coneja con tristeza, sintiendo una punzada en su pecho ante sus sollozos ahogados, notando como intentaba calmarse a si misma. Parecía que había algo más que dolor físico en esas lagrimas. -Eres un idiota- soltó y el mayor hizo una mueca, suspirando con cansancio, sabiendo que su hermano tenía razón.

-Lo soy- acepto, mirando como el demonio abrazaba a la coneja para consolarla, ella aferrándose a su ropa y medio hundiendo su rostro en su hombro. -Un gran idiota- se rasco la nuca, indeciso, tropezando hacia adelante cuando su hermano lo empujón brusco y algo bruto. -¡Hey!- lo miro con molestia, el de azul solo haciendo una seña de que siguiera adelante, y el de reojo hizo una mueca pero aun así obedeció, agachándose frente al par. Ignoro de momento al demonio, quien lo estaba mirando con el ceño fruncido y notable molesta, decidido a arreglar una cosa a la vez. -Oye, escucha, yo...- se sentía raro, no era el tipo que se disculpaba, pero no podía ignorar que se lo debía, al menos a ella en todo caso.

-¡¿Qué rayos te pasa?!- ella lo enfrento y aunque aun estaba llorando, angustiada, logro verse muy molesta de alguna manera, estirando una mano solo para poder empujarlo y Cuphead cayo de sentón, rápido en levantar las manos, sintiéndose aprensivo ante los ojos heterocromáticos que lo veían con ofensa y frustración. -¡¿Qué clase de idiota dispara así nada más?!- es un reclamo y ese tipo de cosas no le gustan a la taza de pantalones rojos, cuya cabeza parece humear por unos segundos.

-¡¿Y qué clase de loca se interpone en un disparo?!- su mal carácter domino por encima de la culpa en ese instante y detrás de él, Mugman suspiro con decepción, cruzándose de brazos.

-¡Estabas por lastimar a mi amigo, estúpido!- frunció el ceño hacia él, con las orejas en alto y el pelaje algo erizado, su molestia siendo suficiente como para dejar de sollozar al parecer e ignorar el dolor de su espalda que aun arde, como si fuera una quemadura.

-¡Es un maldito demonio, tarada!- se movió solo para enfrentarla del todo, molesto, su culpa olvidada por un tiempo y sus palabra son suficiente como para molestarla al decir verdad, los presentes pueden verlo en su expresión.

-Escúchame bien, pedazo de estúpido...- Ink no tiene problemas en estirar las manos, agarrando esa remera negra que el otro tiene puesta para obligarlo a acercarse un poco más para que no pueda desviar la mirada y Cuphead suda con nerviosismo repentino porque, de alguna manera, ella logra parecer amenazante a pesar de los ojos irritados y las mejillas mojadas. -...si intentas lastimar a alguno de mis amigos, te prometo que romperé esa cabeza hueca tuya con mi martillo y meteré tu tonto espíritu en una aspiradora, ¿me entendiste?- porque incluso si no los conocía de mucho, adoraba a cada uno de los toons que había conocido hasta el momento, incluso si ellos no tenían idea de lo que ella realmente era.

-Si, señora- acepto, intimidado, casi queriendo hacerse más pequeño porque estaba seguro de que la coneja iba a cumplir su palabra.

-Bien- lo soltó, secándose bruscamente el rostro, luciendo un poco más recompuesta y alerta pero mientras ella se paraba y se sacudía la ropa, sonriendo con torpeza para calmar al demonio que la miraba con preocupación, Cuphead no pudo evitar sentir una cierta sospecha.

-¿Cómo rayos sabe lo del espíritu?- pensó con el ceño fruncido en señal de confusión, moviéndose para pararse de igual manera.

-Rayos, ¿Cuánto tiempo hemos perdido?- paso sus manos por su pelaje, intentando alisarlo un poco, y justo antes de que cualquier pudiera reaccionar, es cuando una carcajada llega hasta ellos, resonando de alguna manera, y ante sus ojos, una figura negra se eleva por encima del paisaje cuyo color aun esta a medio consumir, sus manos estirándose para alcanzar el azul de cielo al parecer, con sus ojos verdes brillante y su sonrisa llena de victoria sádica. -Oh no...- se ve lejos, ella cree que quizás eso este cerca del casino o algo así, y parece distraído en su intento de seguir devorando color, por lo que aun es ignorante de los que seguro son los únicos que no han sido convertidos en estatuas de piedra. -Tenemos que irnos, ahora- es una orden, empezando a caminar en dirección hacia donde sabe que esta el portal, esperando no llamar la atención de esa cosa.

Bendy es el primero en seguirla, asintiendo en entendimiento, pero los hermanos comparten una mirada entre ellos, uno lleno de curiosidad y el otro algo molesto al decir verdad.

-¿Irnos?- Mugman ladea la cabeza, confundido, pero a pesar de eso, parece dispuesto a seguirlos por alguna razón. Se siente perdido y a pesar de la compañía de su hermano, se siente solo, abatido y angustiado por la falta de color a su alrededor pero sobre todo, desesperado por respuestas y una forma de salvar a todos, en especial a su abuelo. -¿A dónde?-

-Necesitamos algo de contexto aquí antes de seguirlos a donde sea- Cuphead solo camina para no perderlos de vista. No va a seguirlos, no sin conseguir algunas respuestas al menos, porque no confía así nada más a diferencia de su hermano.

-¿Quieres contexto? Bien- Ink se detiene frente al portal, volteándose a verlo, y por mucho que les gusten los hermanos que se paran frente suyo, esta fastidiada en ese punto, solo queriendo patear al otro en el trasero. -Esa cosa es un monstruo de tinta que esta mezclado con disolvente y tinta. Él y sus criaturas se alimentan del color, por eso todo esa transparente y hay estatuas de piedra- esta hablando un poco rápido y sin respirar, sintiendo ansiedad ante la vista del monstruo que esta en proceso de consumir el tono celeste del cielo y el blanco de las nubes de paso. -Tenemos que cruzar este portal para que pueda apagar el proyector y dejar a esta cosa encerrada aquí hasta que podamos idear un plan para derrotarlo- se llevo las manos a la cintura. -¿Eso te sirve?-

-¿Quieres encerrar a ese monstruo aquí? ¿En nuestro mundo?- el de rojo frunció el ceño, molesto ante la sola idea, mientras su hermano se retuerce los dedos con ansiedad. Mugman cree que puede entender un poco el contexto de todo, incluso si sabe que aun faltan detalles en todo ese resumen, y cree comprender un poco la razón tras ese plan que suena tan loco pero su hermano, no tanto. -Nuestro abuelo esta aquí, nuestros amigos, ¿Y quieres dejar a esa cosa encerrado aquí, con ellos? Ni hablar-

-Agh, eres una taza terca y testaruda- esta frustrada porque tienen un limite del tiempo antes de que La Mancha los descubra y no puede dejarlo volver al Páramo, no cuando sabe que Mickey esta herido y aun no tiene siquiera una idea de que hacer. -También eres un egoísta- bufo y la taza de rojo frunce el ceño, ofendido ante eso. -Puedo entender que te preocupe tu mundo y los que aquí habitan pero este lugar no es el único que resulto dañado- tiene muchos deseos de sacar su martillo y arrastrar al espíritu ajeno al Páramo, incluso tiene la tentación de déjalo allí y que se las arregle solo pero no es tan mala como para hacer ninguna de las dos, no de momento. -Esa cosa arraso con el mundo de Félix, invadió el de Bendy y si se apodera del Páramo, todo estará perdido para siempre- se cruzo de brazos, disfrutando un poco de ver como la expresión de él decae ante eso. -Tienes dos opciones. Puedes quedarte aquí y probar suerte con esa cosa, con toda la seguridad de que terminaras como una estatua más- enarco una ceja. -O puedes cruzar y hacer una lluvia de ideas con nosotros para armar un plan-

-...bien- suspiro con cansancio, pudiendo entender el punto ajeno. Su mundo no fue el único afectado y había mucho en juego, demasiado para aferrase a su terquedad.

-¡Iremos!- Mugman se ilumino, esperanzado de que pudieran solucionar todo aquello y que el color volviera a donde pertenecía.

-¡Genial!- sonrío, un contraste notable a su expresión sería y molesta de antes, lo suficiente como para que el de rojo la tache de bipolar en su mente. -Bienvenidos al equipo~- hizo un gesto teatral, con Bendy riendo con diversión por alguna razón antes de saltar al portal. -Necesito una siesta- ella bostezo antes de saltar de igual manera, dejando por unos segundos a los hermanos solos.

-Ella me agrada- sonrío Mugman con diversión pura a costa de su hermano, quien lo miro de reojo y con el ceño fruncido.

-Tienes un gusto raro en mujeres- bufo con burla, sintiéndose pequeño ante el carácter de la coneja por alguna razón. Ella le daba algo de miedo al decir verdad.

-Cualquier que pueda obligarte a dejar tu terquedad a un lado, me agrada- su sonrisa solo se agrando, tarareando al acortar la distancia y respirando profundo antes de saltar. El de reojo burlo, murmurando algo entre dientes mientras se acercaba al portal pero miro por encima de su hombro hacia su mundo, prometiendo en silencio que haría todo lo que pudiera para salvarlo, y termino por saltar.

Del lado del Páramo, Ink se paro cerca del proyector y sin que La Mancha lo supiera, lo apago, dejándolo ahí encerrado.

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