#21
Espero que les guste~
Nota: Intentar escribir una escena de pelea es super difícil pero hice lo mejor que pude. Ténganme piedad, porfis ^_^
Bendy, en su extraña forma actual, parece tan rápido y ágil como un animal salvaje al decir verdad, usando dientes y garras a pesar de que esta peleando con un ser hecho por completo de tinta, esquivando con facilidad los intentos de La Mancha por sacárselo de encima. Es extraño verlos, en especial para los toons que habían convivido durante un rato con el demonio de aspecto inofensivo y de actitud mayormente tranquila.
Aunque, es bueno ver parece lograr hacer algo de daño a ese monstruo en medio de su ataque lleno de furia y quien sabe que más.
-¿Qué se supone que hacemos ahora?- Mugman mueve la mochila para mirar el interior, frunciendo apenas el ceño con preocupación. -No tengo muchos frascos a estas alturas- e Ink hace una ligera mueca ante eso, bajando las orejas con cierta culpa, pero ella había logrando llamar toda la atención de aquella cosa y evitar que intentara lastimar a alguien más, un punto positivo en todo caso.
-¿Alguno tiene un plan?- Félix acomoda su bolso una vez más en donde esta acostumbrado a tenerlo, jugando con la tira y sacudiendo bruscamente la cola, sabiendo que no tienen mucho tiempo para planificar nada demasiado elaborado.
-¡No tengo nada!- la coneja sollozo de manera dramática, sintiéndose frustrada consigamos misma y la situación en general. -¡Mi cerebro esta totalmente en blanco!- tiro de sus orejas, sintiendo manos en sus muñecas que la obligaron a soltarse, optando por golpear apenas el piso en señal de la ansiedad que la invadía. -Soy una inútil-
-No digas eso, tonta- Cup le da un golpe en el hombro, haciendo que se quejara, manteniendo su agarre en la muñeca ajena por seguridad de momento. -Tuviste buenas ideas hasta el momento- le da un apretón ligero, ella mirándolo con ojos brillantes, luciendo al borde de las lagrimas al sentirse algo abrumada en ese punto.
-Mi control tiene un modo paralizante- Oswald parece mover el botón de este, casi como si fuera una perilla de algún tipo, con la pequeña antena iluminándose con electricidad pura por unos segundos. -No sé que tan bien funcionara contra La Mancha pero si puedo distraerlo, quizás Mickey lo pueda borrar de la existencia de una vez por todas- gruño con frustración e ira, muy concentrado en lo que estaba haciendo como para notar como su hermano desviaba la mirada, manteniendo su brazo herido oculto pero con sus dedos recorriendo las marcas rojas, frunciendo el ceño.
-Puedo hacerlo- Mickey hablo antes de que Ink y Cup pudieran quejarse siquiera. Los miro, sintiendo una punzada de culpa en su pecho ante sus expresiones tensas y llenas de preocupación, permitiéndose sonreír suavemente hacia ellos en lo que esperaba fuera un gesto de consuelo o calma, aunque eso solo logro que los labios de ella temblaran y él apretara los puños con fuerza. -Solo...se necesita que no se vaya muy lejos o algo así- porque no creía que fuera capaz de moverse libremente si usaba el disolvente una vez más o al menos, creía que no podría ser capaz de seguirle el ritmo.
-Me encargare de eso- el rey apretó los dientes con fuerza, el gato y la taza de azul asintiendo, dispuesto a ayudar a pesar de que no tenían muy en claro como, pero el ratón cerro los ojos con fuerza como para llenarse de valentía, con la coneja y la taza de rojo mirándolo con preocupación antes de compartir una mirada entre ellos.
Y justo en ese momento, se escucho un estruendo, seguido casi al instante por un lloriqueo animal.
-¡Bendy!- se voltearon a ver la escena justo a tiempo para ver como el demonio transformado era tirado con fuerza contra las casas vacías de Ostown. El pobre se remueve, agitado y alto atontado por la forma en la que se tambalea pero no llega muy lejos antes de que La Mancha lo golpee. Es brutal, es horrible y deja a los toons horrorizados congelados por unos tensos segundos.
-¡Maldita criatura!- gruñe, haciendo un gesto brusco lleno de ira, mientras el demonio se queda muy quieto y con la tinta que creaba su gran cuerpo al parecer derritiéndose, convirtiéndose en una gran mancha liquida que cubre los trozos de lo que queda de las casas en las que cayo. -¡Todos ustedes van a morir!- y parece haber llegado a su limite de paciencia también, rugiendo con fuerza, logrando que aquello resonara por todo el Páramo e hiciera temblar a los toons que se esconden, quienes cierran los ojos, llenos de miedo. Se voltea a ellos, los ojos brillantes el pequeño grupo que tensan y se preparan, dispuesto a acercarse por la forma en la que se mueve pero de repente, tropieza, cayendo con un fuerte y algo húmedo golpe al suelo, gruñendo con frustración como una especie de animal.
Más allá de esa cosa, se puede ver que Bendy logro levantarse por pura fuerza de voluntad y terquedad, incluso si se ve de lejos que esta temblando, con los cuernos deformes y parte de su frente derretida hasta el punto en el que parece caer encima de uno de sus ojos. Es incapaz de ponerse de pie por si mismo, esta abrumado y agotado, pero es no lo detiene del todo, con las manos enguantas hundidas en el charco de tinta que era lo único que quedo de su transformación anterior como si fuera más profundo de lo que debería, creando el par de manos más grande que puede para agarrar al monstruo. Lo hizo tropezar y lo mantiene allí como puede.
Y Oswald se apresura a acercarse, apuntando antes de apretar el botón de su control, enviando una gran corriente eléctrica hacia el monstruo que ruge y se remueve, parte de su tinta derritiéndose al parecer. El control se estremece, saliendo algo de humo debido a todo el poder que se esta usando en ese mismo instante pero el conejo lo ignora, manteniendo apretado el botón, poco dispuesto a retroceder.
-¡Mickey, hazlo de una vez!- ordena con voz tensa, haciendo una ligera mueca ante la sensación de que el objeto que sostiene se empieza a calentar, agarrando su muñeca para mantener su mano arriba y firme.
-¡E-Esta bien!- el ratón se mueve para parparse frente al rostro de la mancha, tragando en seco ante los grandes ojos verdes que lo observan con odio y burla, levantando la mano que sostiene el pincel, intentado quitarse la sensación de que ese ser esta analizando las marcas rojas que ahora son visibles.
-Ah, aun sigues sufriendo el daño de esa porquería- tarareo con encanto, su sonrisa agradándose, con un aire tétrico y malvado rodeándolo de repente. -Uffff, se ve doloroso, mucho peor que la última vez que logre ver eso- parece confiado, en especial al notar el temblor en el cuerpo ajeno. -¿Confías que vas a sobrevivir?- cree con firmeza que el ratón es egoísta, no arriesgaría su propia existencia y vida con todo lo que tenía solo para salvar un mundo de toons olvidados, muchos menos los mundos de otros. -¿O en serio planeas perder todo por nada?- uno de sus dedos se mueve, al mismo tiempo que la corriente eléctrica a su alrededor falla por un segundo y el conejo maldice ante las chispas que salen de su control. -¿Valdría la pena?-
-Siempre vale la pena salvar a otros, en especial cuando es mi culpa- no hay duda en sus palabras o en su expresión, algo que hace que La Mancha se moleste, frunciendo el ceño con un gruñido ligero. -Eres mi más grande error, nunca debiste existir, así todo el dolor que ocasionaste nunca hubiera sucedido pero sucedió, hice mal las cosas y tu eres el resultado de ello- los ojos del ratón brillan con decisión y seriedad, sus dedos apretando el mango de su pincel, con el monstruo empezando a luchar en un intento de liberarse.
-¡Soy tu creación!- su ira le da fuerzas suficiente como para apoyar las manos en el suelo, luciendo como si estuviera dispuesto a levantarse a pesar de los esfuerzos del conejo y del demonio, ambos teniendo que llegar más allá de sus limites para continuar, para mantenerlo en su lugar.
-Eres mi mayor arrepentimiento- no puede negarlo, lo odia, por todo el daño que causo y todo lo que vino con su simple presencia. La devastación del Páramo y las consecuencias que ese lugar aun enfrenta debido a lo que esa cosa hizo, el miedo de los toons, la paranoia de su hermano, y para agregar más cosas a su lista, el como arraso con otros mundos sin piedad y todo lo que hizo con los toons a quienes les arrebato todo lo que conocían.
-¡No puedes borrarme!- debajo de toda la ira, el resentimiento y todo lo demás, hay miedo, puro terror que lo invade de manera repentina al darse cuenta de que quizás, podría llegar a desaparecer por completo. No habría forma de sobrevivir esta vez, no con ese disolvente, y eso es desesperante, frustrante, y logra que sienta miedo por primera vez en toda su existencia. -¡Soy una parte de ti!- sus dedos se aplastan contra el suelo por la fuerza que esta haciendo, arañando la superficie casi, dejando marcas negras que pronto se van a desvanecer con todo su ser. -¡Y hay una parte de mi en ti!- mira las grandes gotas negras que salen del cuerpo del ratón y que revientan en el aire, a un ritmo rápido debido a su cercanía. -¡Nunca podrás eliminarme del todo!- lo mira directo a los ojos, temiendo por su existencia. -Siempre estaré ahí, para atormentarte- Mickey aprieta los labios ante eso, teniendo la sensación de que eso era verdad. Hay un poco de La Mancha en el, por eso la reacción de su cuerpo, algo que se mezclo con su propia tinta y cree que nunca desaparecer pero también, la presencia de esa cosa lo acosa en sus sueños, convirtiéndolos en pesadillas y terrones nocturnos que no tiene muy en claro si son por causa de esa cosa o es solo su propia mente que decide torturarlo. -Nunca podrás olvidar que existí, lo que hice, todo el dolor que cause. Eso siempre será por tu culpa, pequeño creador- esta intentando ganar tiempo, solo un poco más y podría liberarse, podrá convertirlos a todos en piedra y usar a su marioneta como quería.
Solo un poco más y podía salir de ese lugar olvidado por todos, para hacer lo que quisiera afuera.
-Eh, supongo que tienes razón- Mickey apunto con su pincel, sintiéndose entumecido más allá de su brazo marcado y con magia en la punta de sus dedos que se siente incapaz de controlar del todo. Estaba enojado, estaba arto, y eso solo empeoraba cada vez que ese monstruo abría la boca pero tiene practica en empujar eso hacia abajo, en ponerse una mascara y solo sonreír, aunque no intenta disimular como siempre. -Tendré que aprender a lidiar con eso, como siempre lo hago- su sonrisa, su tono y sus ojos, todo eso es frío, lleno de algo falso, y es suficiente para que La Mancha se estremezca porque lo sabe, nada de lo que diga podrá funcionar en este punto. -Pero tienes que desaparecer- las marcas en su brazo arden y sabe que eso solo iba a empeorar pero aprieta los dientes y se prepara para ello. -Me equivoque, y es hora de que lo arregle- cierra los ojos e ignorando el miedo que tiene, el dolor que aun siente, y todo lo demás, solo dispara.
Mickey grita, no puede evitar, no cuando el ardor y el dolor vuelven con venganza pero el rugido de La Mancha suena por encima de todo lo demás, lleno de ira y molestia que se mezcla con agonía mientras mientras el liquido rojo con verde cumple con su tarea, disolviendo a aquel ser hecho por completo de tinta. Es un proceso lento, horriblemente lento, y agonizante para el pobre ratón cuyas marcas rojas solo ganan terreno, empezando a cubrir todo su cuerpo pero ninguno de los presentes es capaz de ver eso, porque todos cerraron los ojos, sintiéndose incapaz de observar como alguien es borrado por disolvente.
Y de repente, después de quien sabe cuanto, todo queda en silencio.
-¿Eh?- Oswald es el primero que se atreve a abrir los ojos, jadeando y al fin dejando caer el control cuyos circuitos están quemados, estupefacto. -¿Se...termino?- no hay rastros de tinta, más allá de lo que aun rodea al pobre Bendy que esta luchando por pararse sobre sus temblorosas piernas, no hay marcas siquiera como prueba de que La Mancha estuvo allí alguna vez.
Ninguno de ellos puede verlo pero en aquellos mundos que sufrieron la ira de La Mancha, el cielo parece pintarse de muchos colores antes de que las nubes se acumularan y empezara a llover, luciendo como si eso pintara hasta la zona más pequeña de colores, haciendo que todo volviera a la vida. Es precioso, ver los colores brillantes volver a donde pertenecían, dándole vida a esos mundos una vez más, y con ello, liberando también a los toons petrificados, muchos de ellos tropezando con confusión pero llenos de alivio al mismo tiempo, sin tener muy en claro que había sucedido con exactitud más allá de saber que habían sido atacados y estuvieron en problemas. Entre todos ellos, en el mundo de Cuphead y Mugman para ser más específicos, uno de los liberados grita con horror y espanto ante los dibujos que logra ver en su rostro al verse en el reflejo más cercano pero eso es algo para otro momento.
-Se termino- Ink lo sabe, desde el momento en el que mira a Mickey y nota la falta de gotas flotando fuera de su cuerpo, sabe que todo había terminado. La Mancha fue eliminada, borrada del Páramo, y lo único que queda de esa cosa es lo que se mezcla con la tinta del toon famoso, nada más que eso.
Hay un momento de silencio entre ellos, llenos de incredulidad y alivio por igual, que es roto por el sonido de alguien que se desploma pesadamente en el suelo. Hay horror en todos los presentes al ver como Mickey cae al suelo cual muñeco al que le acaban de cortar las cuerdas, con el cuerpo cubierto por completo de marcas rojas brillantes y el pincel rodando lejos de él, la punta aun roja por el "super disolvente".
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