#20
Espero que les guste~
Félix estaba usando su bolso una vez más como una especie de manguera conectada al extraño hidrante que había cerca, usando la fuerte presión para poder lavar toda la tinta posible que manchaba el suelo y aunque eso estaba ayudando mucho para los toons que luchaban por no dejarse atrapar, intentando centrarse en el gran problema que tenían en forma de La Mancha llena de frustración, eso no significa que pudiera deshacerse de todo desde su posición.
Y Cuphead estaba usando eso como toda una oportunidad para desahogar algunos sentimiento acumulados. La punta de su dedo humeaba ante cada disparo que hacia, logrando reventar a algunas de esas criaturas de tinta y esperando que no volviera a emerger ni nada por el estilo, usando esos grandes reflejos que había sido obligado a usar en su aventura contra Devil para moverse con agilidad y rapidez, cambiando con gran facilidad de disparo.
-¡Rayos!- pero incluso si con el enojo y la frustración como combustible, no podía negar que estaba cansado, ambos sentimientos solo creciendo ante cada criatura de tinta que lograba levantarse por ordenes de La Mancha e intentaba acercarse, luciendo como zombies de cierta manera, marionetas controladas que no podían rendirse así nada más. -¡Hey!- se alarmo al notar que el ratón estaba de rodillas en el suelo, el demonio llorando con angustia notable. -¿Qué sucede aquí?- corrió hacia ellos, confundido, dudando solo un segundo antes de apoyar su mano en el hombro del ratón de manera tentativa.
-E-Estoy bien- murmuro Mickey con los dientes apretados, sonriendo a pesar de que había una mueca de dolor en su rostro, algo que solo hizo que el otro frunciera el ceño. -En serio, estoy bien- hizo un pequeño gesto, tembloroso, como si intentara separar esa mano que acunaba en forma protectora contra su pecho pero eso solo logro que Cup bajara la vista, abriendo los ojos con horror y sorpresa ante las líneas rojas que noto.
-¿Qué rayos...?- tomo la mano ajena, obligándolo a estirar su brazos, murmurando una disculpa llena de arrepentimiento cuando el otro se quejo pero se permitió analizar aquello. Podía sentir al ratón temblar en su agarre, la taza frunciendo el ceño con frustración en crecimiento. Algo estaba sucediendo, justo bajo su gran nariz, y era molesto no tener idea de que pasaba, en especial en su mala situación. -Tu...- miro de reojo el pincel que Mickey sujetaba con su mano sana, analizando la punta rojiza, y volviendo a mirar las marcas, pudiendo unir ciertos puntos con algo de imaginación, incluso si le faltaban grandes pedazos a todo. -...esa cosa te hace daño- no entendía como funcionaba la magia de ese lugar pero tenía que ser demasiado ciego para no ver las pequeñas pistas que tenía en frente.
-Es un efecto secundario, pasara en unos segundos- aparto su mano y se obligo a mover los dedos, lento y con cuidado, tarareando para si mismo. La sensación ardiente se estaba calmando, aunque no desaparecía, y de alguna manera, su extremidad empezaba a sentirse entumecida. No tenía muy en claro si eso era bueno o no. -Tenemos que encargarnos de La Mancha- estaba dispuesto a continuar, sin importar que tanto doliera, iba a aprovechar el entumecimiento y aun empuñaría el pincel sin ningun tipo de arrepentimiento.
-¿Vas a luchar contra esa cosa, usando eso, a pesar de que te esta lastimando?- esta molesto, principalmente por la falta de información que se siente como algo importante teniendo en cuenta lo que sucede, pero también, esta preocupado. Mickey había sido quien dio la idea desde el principio, usar el pincel con el nuevo disolvente, sin siquiera parpadear o lucir asustado y sin hacer amague siquiera de retroceder ante eso. No tiene muy en claro como debería considerar eso, cree que puede ser algo nombre porque se notaba de lejos que el ratón solo quería ayudar en todo lo que podía pero también, siente que es algo realmente estúpido y él sabe de ese tipo de cosas, su hermano es testigo de las muchas estupideces que hizo en su vida. -Estas loco- sujeta su brazos sano para ayudarlo a levantarse. -Tu hermano va a envolverte en plástico burbuja cuando esto termine- bufo con burla ligera, porque eso es lo que haría si su hermano fuera el que estaba por hacer algo tonto.
-Espero que no- sonrío con nerviosismo, en serio deseando que tuviera la oportunidad de no tener que tocar ese tema con su hermano. Estaba seguro de que Oswald se pondría furioso por su enorme tontería, más allá de sus intenciones, porque sabía que había sido algo muy tonto la idea que había soltado y estaba enfrentando parte de las consecuencias de sus decisiones, aunque no había arrepentimiento, no si podía desintegrar a La Mancha y devolverle el color a todo.
-¿No piensas hablar con él?- enarco una ceja, extendiendo su mano al notar algo de reojo y disparando sin mucho problema, tarareando para si mismo. -En serio, tendrás muchos problemas- agrego al ver que el ratón desviaba la mirada con nerviosismo ligero, obviamente sin querer responder a eso.
Mientras tanto, Bendy observo al par con los ojos bien abiertos, parpadeando en un intento de aclarar del todo su vista y frunciendo apenas el ceño ante las lagrimas que no se detenían sin importar cuando lo intentara. Siente miedo, ansiedad y pánico, sentimientos que se remueven y se mezclan en su interior, creciendo con cada segundo que pasa. Retuerce sus dedos, sacudiendo bruscamente la cola, alzando la vista para ver al enorme monstruo al que Ink sigue insultando para tener toda su atención al parecer y no puede evitar fruncir el ceño, molesto pero su expresión se relaja en cuanto vuelve a mirar a sus nuevos amigos, fijándose en el ratón y recorriendo con la mirada las marcas rojas que marcan su brazo, admirando un poco como él aun podía sonreír y levantarse, empuñando el arma que lo esta lastimando, dispuesto a usar todo lo que tiene en su poder para poder continuar y ayudar a todos los que puede.
Y de repente, se siente como un cobarde.
Se estremece cuando un gruñido que resuena en su mente, algo que reconoce con horrible familiaridad. Sabe que no viene de La Mancha ni de ninguna de las criaturas a su alrededor, es algo mucho más complicado y profundo, un ser creado en su interior por la pura desesperación y miedo que se había acumulado hasta reventar después de muchos años. El demonio de tinta, esa versión aterradora y siniestra que todos en el estudio temen por razones que prefiere no saber de momento, ese monstruo que vive en lo profundo de su ser y que se esta retorciendo, ansiosos por salir. Es grande, salvaje, y puede sentir su furia, como algo que arde en su pecho. Ambos están conectados, así que esa cosa se alimenta de su frustración, miedo y molestia, haciéndose más fuerte.
Quiere salir y lo peor de todo es que cree que puede ser una buena idea. El demonio es fuerte, lleno de enojo acumulado, cree que su presencia podría servir de algo.
-¡Ninguno de ustedes podrá vencerme, montón de inútiles!- La Mancha esta furiosa en este punto. Las manos extra desaparecer, mientras los agujeros creados por los golpes con el disolvente rojizo luchan por llenarse y su figura de alguna manera se hace más alta, imponente, creando una sombra sobre todos ellos que se siente amenazante y casi fría. -Patéticos y simples toons- bufo, lleno de burla, sus ojos verdes brillando aun más, lleno de odio al parecer.
-¡Tu eres el único ser patético aquí, maldito!- todos están artos de la existencia de ese monstruo, cansados más allá del limite al decir verdad, e Ink lo demuestra abiertamente, lleno de enojo, sin importarle al parecer lo pequeña que es al lado de la gran amenaza que oscurece parte del Páramo con su tamaño. -¡No eras más que un accidente que nunca debió pasar!- y tampoco parece tener ningun problema en añadir leña al fuego de la ira de aquel ser.
-Y tu no eres más que un insecto insolente que estaré encantado de aplastar- se mueve con extraña facilidad para su gran tamaño actual, inclinándose, bajando una de sus grandes manos con una única intención que el pequeño grupo de toons apenas logra evitar con un chillido ligero. -Esta vez, me asegurare de encárgame de ustedes- suelta un gruñido profundo que resuena, riendo mientras los ve correr, sintiendo una cierta satisfacción y comparándolos con hormigas estúpidas en su cabeza. -Los convertiré en piedra, como lo hice con esa odiosa gata y todos los demás la primera vez- Oswald aprieta los dientes con fuerza, la mano que sujeta el control temblando de rabia, sabiendo que esa cosa esta hablando de su esposa. -Quizás, hasta los deje consientes para que me vean destruir cada pequeña parte de sus mundos y todos los demás tontos que no pudieron contra mi- Félix se eriza y sisea ante eso, mostrando los colmillos en un gesto salvaje, frunciendo el ceño. Cup y Mug aprietan los puños con fuerza, estos envueltos con llamas en preparación para disparar a pesar de que saben que sería en vano, uno molesto y el otro horrorizado. Bendy cierra los ojos con fuerza, lleno de miedo de solo pensar en lo que esa cosa podría hacer con Audrey y los demás, los gruñidos en su cabeza ganando fuerza y volumen.
-¡Púdrete!- Ink escupe con desprecio, resistiendo la tentación de tirarle su martillo, sabiendo que eso no haría ninguna diferencia pero mirando de reojo la mochila de la taza de azul que estaba en su lado, atenta, esperando por una distracción para agarrar otro de esos frascos.
-¡Ya basta!- Mickey siente desesperación pero también esta molesto. Maldice ese momento en el que decidió meterse con las cosas de Yen Sin sin siquiera preguntar, odia esta parte cobarde de si mismo que comento el error y huyo como todo un cobarde, sintiendo vergüenza por nunca haberse preocupado por lo que hizo. Si pudiera y tuviera la oportunidad, desearía nunca haber entrado a ese cuarto para que aquel mapa quedara limpio e intacto como debería haberse quedado, incluso si eso significaba nunca enterarse del conejo y todo lo demás, porque su hermano habría sido feliz en ese caso.
-Y tu, mi querido creador~- su voz esta lleno de un tono cariñoso fingido, inclinándose para poder ver al ratón más de cerca, quien se tensa y se estremece apenas, algo que intenta ocultar pero solo logra que la sonrisa del monstruo se agrande. -Me encargare de todos allí afuera sepan lo que hiciste- tarareo, el horror invadiendo el cuerpo del toon ante la sola mención de que eso pudiera llegar afuera. Todos podrían correr un gran peligro, sus amigos, su gente, los humanos. todo por su culpa. -Y lo último que verán, será tu rostro, marioneta- rio, algo horrible y que resuena, un eco de las pesadillas de Mickey, quien lucha contra las nauseas repentinas que lo invaden. Ink tenía razón, su presencia allí fue mucho más que solo un montón de sueños horribles y un mal presentimiento que le pesaba. Estaba en el Páramo para ser usado como un boleto de salida de allí, una marioneta para usar.
Los gruñidos de aquel demonio en el interior de Bendy se vuelven rugidos y gritos, al mismo tiempo que siente que algo en su interior se estremece hasta romperse.
La boca de Bendy se abre con un grito silencioso, sintiendo que se hunde en la oscuridad y en una zona familiar que cree que es lo profundo de su mente, con sus cuernos deformándose y parte de su frente derritiéndose una vez más, la tinta llegando al suelo de alguna forma hasta formar un charco. Hay lazos que salen de allí, casi como tentáculos, algo que rodea las extremidades del quieto demonio y volviéndose gruesos hasta cubrirlo, algo que sube a un ritmo rápido.
-Y alguien llego a su limite- los ojos verdes se entrecierra, llenos de sospecha repentina, moviéndose para acercarse al demonio esta vez.
-¿Bendy?- Cup frunce el ceño, confundido y perdido, moviéndose para poder agarrar la muñeca del ratón y empezando a retroceder unos cuantos paso, ninguno siendo capaz de apartar la vista de la extraña escena. Hay algo que parece un capullo que se forma alrededor del otro pero en vez de quedarse del tamaño que esperaban, eso crece y se extiende, la masa de tinta removiéndose mientras toma otra forma. Se forman extremidades, las cuatro contra el suelo como si caminara de esa forma, las traseras luciendo como patas mientras que las delanteras son manos en donde se forman dedos largos que terminan en forma de garras de aspecto afilado y con la cola alargándose, moviéndose bruscamente. No parece tener ojos pero si una gran boca que se abre con un rugido salvaje y animal, mostrando dientes blancos al puro estilo de un dragón casi, con las y notables cuernos formándose en la parte superior de su cabeza.
Es pequeño en comparación a La Mancha, lo cual tiene sentido porque devoro el color de tres mundos en este punto, pero aun así, tiene una apariencia aterradora que logra que los toons presentes traguen en seco. Y a pesar de la diferencia de tamaño, el extraño demonio no dudo en rugir, un sonido que se escucha para la sorpresa de todos, antes de lanzarse encima del monstruo y medio treparlo. Su boca se abre, clavando sus dientes en cada parte que esta a su alcance, y debe estar haciendo algún efecto porque el monstruo se enfurece.
-¡Lárgate!- intenta quitárselo de encima pero Bendy es hábil, casi como una bestia, cuyas garras se clavan con fuerza entre la tinta de alguna manera y escala sin problemas, logrando que La Mancha se mueva de su lugar, luchando a manotazos en un intento de quitárselo de encima.
-Oh, no...- Ink hizo una mueca al ver aquello, habiendo esperado que esa cosa no se presentara pero decidiendo que podían usar como una ventaja. -¡Vamos!- hizo un gesto hacia los demás, quienes reaccionaron ante su voz, y se dispusieron a acortar la distancia con los demás, logrando reunirse por primera vez desde la aparición de La Mancha.
-¿Qué le sucedió?- Oswald hace la pregunta que todos se hacen allí, frunciendo el ceño con preocupación. No necesitaban otro problema en forma de monstruo de tinta ni nada por el estilo, no cuando no se habían deshecho del que ya tenían.
-Es una larga historia pero no se preocupen, esta bien- la coneja fue rápida en decir, aunque no estaba del todo segura de lo que decía. Esa cosa era difícil de explicar y era más complicado decir si era consiente o solo era como una especie de animal salvaje, así que iba a dejar eso de lado de momento.
Tenían otros asuntos de que ocuparse.
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