Introducción

CAFÉ DE LA MAÑANA (Mar 02) "Cuando una puerta de felicidad se cierra, se abre otra; pero a menudo no la vemos porque seguimos mirando la puerta cerrada". EL PAN DEL DÍA: Leer Isaías 55:6








Miren.

¿Qué es una coincidencia?

Para mí es algo que tiene un significado personal; son claves, pistas que aparecen para favorecer el cumplimiento de las intenciones.

Algunos dicen que no existen la casualidad si no la sincronicidad.

Seguro que alguna vez un libro o un anuncio publicitario te han dado la respuesta a esas dudas que continuamente te estabas planteando; que ibas a llamar por teléfono a una persona y en ese mismo instante, es ella la que te llama; que has tenido un encuentro inesperado en un lugar que ni siquiera pensabas o que has encontrado a la persona exacta cuando la necesitabas apareciendo de la nada…


Todos hemos experimentado en alguna ocasión una coincidencia que parecía tan improbable que nos resulta mágica y epifánica, como si existieran conexiones entre sucesos, personas o informaciones a través de hilos invisibles que tan sólo podemos vislumbrar por momentos. Según el psiquiatra suizo Carl Jung esto no es casualidad, sino sincronicidad, uno de los aspectos más enigmáticos y sorprendentes de nuestro universo.

¿Alguna vez mamá les ha dicho que son un pedacito de cielo? Qué vinieron al mundo porque papá y ella los querían mucho.

Tiempo después me di cuenta que eso no era tan cierto.

Muchos bebés son coincidencias, por qué en el cielo hay muchas almas volando buscando cuerpos donde vivir, luego aquí en la tierra ... Dos personas tienen sexo y ¡BOOM! Coincidencia.

Seguro han oído esas historias sobre cómo todos planean sus familias perfectas. Pero la verdad es que muchos bebés son producto de una noche de copas y falta de control natal.

Son accidentes.

Solo los que tienen problemas para concebir son los que lo planean.

.... Y si hablamos de mi, yo no soy una coincidencia. Fui un accidente.

Nací por una razón en específico, arruinar la vida de mi madre.

A veces me pregunto que hubiera sido si Victoria no hubiera salido esa noche. Tal vez aún estaría en el cielo o en otro lado, esperando ser llevada a un cuerpo aquí en la tierra.

No somos marionetas en manos del azar. La vida no es un accidente regido por la suerte ni las coincidencias. Por más que nos cueste creerlo, recogemos lo que sembramos.   Mi mejor amigo me dice que debo ver la vida como un continuo aprendizaje. Me cuesta creerlo.

Formamos parte de una sociedad materialista, desencantada del mundo en el que vivimos. Por eso, en general solemos creer que nuestra vida es un accidente regido por la suerte y las coincidencias. Es decir, que no importan nuestras decisiones y nuestras acciones, pues en última instancia las cosas pasan por "casualidad". Esta visión nos convierte en meras marionetas en manos del azar.

Pero ¿realmente la vida es un accidente que se rige de forma aleatoria? ¿Estamos aquí para trabajar, consumir y divertirnos? ¿Acaso no hay una finalidad más trascendente? Lo irónico es que la existencia de estas creencias limitadoras pone de manifiesto que todo lo que existe tiene un propósito, por más que muchas veces no sepamos descifrarlo. No en vano creer que no tenemos ningún tipo de control sobre nuestra vida refuerza nuestro victimismo. Y pensar que la existencia carece por completo de sentido justifica nuestra tendencia a huir constantemente de nosotros mismos.

Pero coincidencia o no, aquí estoy.







Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top