El daño está hecho.
CAFE DE LA MAÑANA: "No porque algo que te haya salido mal en el pasado, significa que siempre te vas a equivocar. Dios siempre restaura las cosas" EL pan del día: leer Job 33:27
18 de Marzo de 1995
Victoria.
La noche comenzó en el Ofelia, un club popular en la Ciudad de México. Ofelia es donde uno va a pasar el rato con sus amigos y a perderse en la música, todos olvidamos nuestros problemas por unas horas. Ahí fue donde conocí a Alonso Rivera, mi esposo, después de que nuestras miradas se cruzarán en la pista de baile.
Lo más importante es que Ofelia era el lugar donde muchos cantantes de distintos géneros iniciaron sus carreras. Y fue donde decidí grabar mi primer vídeo musical. Mi padre tenía una relación de negocios con Gustavo Cordero, el dueño de Ofelia. Gustavo nos dio permiso de grabar el vídeo en el club antes de que las puertas se abrieran alas 10:00 pm. Mi padre era uno de los productores más reconocidos de música latina. Siempre había sido mi más grande apoyo, especialmente en estos tiempos cuando yo estaba luchando por darme a conocer. El tenía planes de comprar tiempo comercial en radio y televisión para este vídeo y promover mi proyecto.
En ese entonces todavía no gana mucho dinero con mi música.
No querían tocar mis canciones en la radio porque me negaba a ser la típica cantante latina. Debería haber sido más guapa, más calladita, más tranquila ... Más tonta.
En la comunidad latina, las cantantes femeninas tenían que ser muy plásticas y su música sin sentido. Las cantantes latinas eran vistas, no escuchadas.
Pero yo no era una belleza.
Yo no tenía pechos enormes, no tenía piernas torneadas, ni una cintura demasiado delgada y que no podía cantar. Pero tenía la boca y las palabras para defenderme y creo que eso intimidaba a los hombres. Decían que las mujeres no éramos lo suficientemente fuertes o auténticas para cantar sobre el mundo peligroso. La gente en la industria trato de hacerme cambiar. "Si quiere tener éxito en este género ..." me dijieron.
Muchas mujeres se acostaron con hombres para su música fuera tocada en la radio.
¡Jamás lo haría!
Quería triunfar a base de mi talento o no triunfar en absoluto.
En el tiempo en el que intentaba luchar por ello, yo trabaja como camarera en algún restaurante que pudiera para mantenerme. La música era algo secundario. Francisco Rivera, el amor de mi vida, estaba cumpliendo una pena de prisión después de ser acusado de tráfico de drogas.
Quienes son condenados por acusaciones de posesión de drogas enfrentan un abanico de sanciones al momento de la sentencia, las cuales varían en función del estado. Las sanciones por posesión simple varían desde una multa de menos de $100 o unos pocos días en prisión hasta miles de dólares y varios años en una prisión estatal por el mismo delito.
Ni si quiera se yo lo que pasó realmente con el, jamás había creído que el tenía esos trabajos. El día que se lo llevaron no pude tener ninguna explicación de parte de el.
Me dijeron que podría verlo después de tres semanas. En tres semanas podría saberlo.
Cómo yo no quería ir sola, mi hermana Irati y su amiga Rosie me acompañaban cuando salía por la noche a algún concierto de música. Esa noche se sentaron en el club, que estaba vacío, viéndome hacer varias tomas de la canción. Pensé que hibamos a terminar alas 9, pero acabamos de grabar hacías las 10. Los clientes empezaban a llegar a la barra.
Antes de irnos pase al baño.
En cuanto salí de ahí, un hombre me tomo del brazo derecho para que le prestará atención.
¿No eres tú la vieja de El traficante?. Dijo
El traficante era el apodo de Alonso ahora. Hasta hoy en día aún puedo recordar claramente haber mirado los ojos verdes de ese hombre que me jaloneaba del brazo. Me estaba haciendo enfadar y el lo sabía.
¡Déjame en paz, imbecil! Le dije mientras me alejaba preguntándome cómo era que el conocía a Alonso y por qué le importaba si yo era su mujer.
Recogí mis cosas y salimos del club con Irati y Rosie. Tenia un poco de prisa ya que ellas estaban en la prepa y era entre semana. Quería llevarlas a casa lo más pronto posible para evitar problemas y para siguieran dejándolas salir conmigo. Yo tenía pocos amigos, asi que no podía perder su compañía. Y ahora que Alonso estaba en la cárcel , yo estaba sola. Pasar un tiempo con ellas era divertido y me ayudaba a distraerme hasta que dejaran salir a Alonso.
Primero deje a Rosie en su casa en la avenida Nogales y luego deje a Irati en casa de nuestros padres, a pocas cuadras de distancia. Eran las 10:30 pm así que nos salvamos de sermones.
Una vez que me asegure de que Irati cerrará la puerta, le subí el volumen a la música y me dirigí a casa. Ahora que viviría sola, había invertido en una casa más pequeña y vivir en ella un tiempo. No era el mejor lugar pero yo estaba feliz tener mi propio hogar.
Mientras conducía por la autopista 91 oeste, gire a la derecha en avenida central, el auto detras de mi encendía y apagaba las luces. Mientras más se acercaba yo reducía la velocidad, quizá era alguien que conocía. No reconocía el pequeño auto deportivo color blanco y no lograba ver quién manejaba.
El conductor encendió sus luces ... Otra vez.
¿Acaso estaba manejando demasiado lento? ¿O se me había olvidado poner la direccional?
De repente el auto acelero al lado de mi auto ... Con la clara intención de sacarme de la carretera. Fue entonces cuando me di cuenta de que no solo una, si no tres personas estaban en ese auto y empecé a asustarme.
Acelere, con la esperanza de que solo quisieran vacilarme.
No era así.
Manejaban detrás de mí y luego aceleraba y trataban de sacarme del carril para que me estrellara en algún lugar.
¡Que voy hacer ahora!
Me acercaba a mi casa y no quería que ellos supieran donde vivía. Alonso no está ahí ... ¡Y yo estoy sola!
Todo esto pasaba por mi mente, mientras daba vueltas a la cuadra, rogando que esas personas desaparecieran mágicamente. Todo mi cuerpo estaba temblando. Por último me detuve cerca de mi casa, aunque no frente a ella.
Lo más seguro es que ya se fueron ... ¡Que tonta!
El auto se detuvo detrás de mí y pude ver qué los hombres estaban listos para salir. No supe que hacer y el miedo se apoderó de mi. Decidí que iba a huir.
Me hecharia a correr los más rápido que pudiera.
Abrí el auto y corrí. Gritando lo más fuerte que pudiera. No mire hacia atras, podía escuchar sus botas corriendo detras de mi. Corrí. Grite más fuerte. Llore.
Ore, para que alguien me escuchará.
Si lo hicieron, nadie vino a rescatarme.
De repente sentí brazos agarrándome. ¡Me había atrapado! Trate de luchar les di una patada y grite. No me iba a dejar así de fácil. Pero eran tres contra una. Otro me tapo la boca con su mano enorme, el otro me jalo del cabello, arrastrándome a su auto. Fue entonces cuando vi esos ojos verdes de nuevo.
El imbecil del club.
Me violo en el asiento trasero. Una y otra vez repitió las palabras que le había dicho en el club, "déjame en paz, imbecil, déjame en paz imbecil". Se burlaba de mi en tanto me violaba. Mis lágrimas corrían por mis rostro, decidí no luchar más. Pensaba en mis padres, en mi hermana, tenía mucho miedo que me fueran a matar. Tal vez me dejarían vivir si yo me comportaba. Sentí como poco a poco me estaba dejando vencer. Podía sentir como mi fuerza abandonaba mi cuerpo y mi mente. Tenía miedo de que fueran a tomar turnos, pero en cuanto termino le dijo a su amigo:
_Saca a esta puta de mi auto_
En silencio al estrellarme contra la acera, le di gracias a Dios cuando me di cuenta de que la pesadilla había terminado ... Pero el daño estaba hecho.
Me senté en el banquete entumecida. No podía llorar. Me sentí aliviada por el simple hecho de estar viva.
En ese momento jure que no le hablaría a nadie de está vergüenza.
Dicen que cuando tienes un secreto te come por dentro pero pensé que era mejor así. Quería parecer fuerte delante de mi familia. No quería que nadie supiera de mi pena.
Pero en mis adentros sentía que había perdido un pedazo de mi misma que nunca recuperaría.
Mi alma se había roto.
•
Bien, esto es parte de un escrito de poco hace más de un año. Una idea algo olvidada, pero Dios es algo tan difícil de hacer en tan poco tiempo libre.
Tal vez estén un poco sacados de onda con este capítulo, corto, pero indispensable.
Mi personaje principal es Miren una chica que tengo muchos problemas con los cuales lidiar y entre ellos su madre, ya les contaré más adelante en capítulos próximos. Cómo se habrán dado cuenta Victoria es la madre de Miren y si como Miren lo contó en el inicio de está historia, ella llegó al mundo de la manera menos agradable, pero bueno ya nos iremos adentrando más en esta historia.
Mientras tanto déjenme en los comentarios que les pareció está nueva forma de retomar Wattpad, estoy abierta a consejos para esta novela.
¡Gracias por leer!
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