- ¿Y como nos vamos a defender? La mayoría no sabe pelear - dijo Jairo desesperado - Yo apenas pude con un par.
- Tenemos que planear una estrategia y atacar primero, no podemos arriesgarnos a que alguien mas salga herido - dijo Oseias recordando el estado de su madre.
En ese momento, un par de soldados que quedaron en el campamento salieron a la vista junto con Rachel que los estaba persiguiendo con su espada. La mayoría no esperaba que ella fuera tan buena en el combate cuerpo a cuerpo, mucho menos que lograra matar a los intrusos con tanta facilidad. Cuando termino, Rachel se desplomo en el suelo con la respiración agitada.
- ¡Rachel! - dijo Elena acercándose a su hermana - No debiste esforzarte tanto.
- T-Tenia que... defender a... mi pueblo - dijo Rachel cansada.
- Necesitas agua - dijo Amenhotep trayendo un vaso al que rápidamente lleno de agua y entrego a la necesitada - Te arriesgaste mucho.
Mientras que Rachel saciaba su sed, Moisés miraba fijamente a "Ezequiel"; cuando Rachel le pregunto si él podía vivir con su familia, Moisés accedió pero nunca vio a "Ezequiel" cara a cara y no por el hecho de que la tenia cubierta sino porque nunca lo vio.
- ¿Que sucede, tío? - dijo Oseias sacando al mencionado de sus pensamientos - ¿Por que miras a Ezequiel de esa manera?
- Oseias, ¿que sabes de ese muchacho? - cuestiono Moisés.
- No mucho, de hecho - dijo Oseias tratando de recordar lo que sabia - Es muy tímido, no habla mucho de él ni su pasado. No lo entiendo, ¿por que tanto interés de repente?
- No es posible que a nadie le parezca extraño que ese joven tenga la cara cubierta, alguien así suele ocultar algo - dijo Moisés mirando a "Ezequiel" de manera sospechosa.
- ¿Crees que sea algún espía? - dijo Oseias en un susurro.
- Mas que un espía creo que puede ser un fugitivo, no estoy seguro - dijo Moisés pensativo.
- Es mejor aclarar esto - dijo Oseias - ¡Ezequiel, ¿puedes venir un momento?!
El mencionado sintió pánico por un momento pero mantuvo la calma y avanzo hacia ellos, no era momento de causar sospechas... aunque el no sabia que, con su sola presencia, ya las causo.
- Déjame ver tu rostro - dijo Moisés de manera directa, "Ezequiel" se sorprendió - No puedo confiar en ti si no se quien eres.
Amenhotep miro un momento a Rachel, quien se había parado, ella asintió y regreso la vista a Moisés. Primero se quito la parte que cubría su cabeza y luego la cara, sorprendiendo a todos.
Continuara...