- Mi amor, aquí estas - entro Nefertari con una bandeja de pan, entonces se dio cuenta de las visitas - Lo lamento, no sabia que tenían compañía.
- Disculpa, ¿tu quien eres? - pregunto Zipora.
- ¿Pero donde están mis modales? Yo soy Nefertari, un placer - dijo la mencionada haciendo una pequeña reverencia.
Un silencio sepulcral se instalo en la tienda; tanto Ramsés como Moisés se pusieron nerviosos por la reacción de Zipora ya que ella sabia perfectamente quien era Nefertari.
- El gusto es nuestro, querida - respondió Jetro rompiendo el silencio - Yo soy Jetro, el suegro de Moisés. 
- Es un placer conocerlo, Moisés nos ha hablado mucho sobre usted y su familia - dijo Nefertari desviando la vista hacia Moisés y compañía - Y debo suponer que tu eres Zipora.
- ¿Y que te hizo notarlo? - pregunto Ada con sarcasmo, eso hizo que Nefertari se diera cuenta de que ellas sabían sobre su antiguo romance con Moisés.
- Bueno, Moisés no deja que cualquiera se siente sobre sus piernas - dijo Nefertari con una sonrisa juguetona, haciendo que la mencionada se levantara levemente avergonzada.
- Mi amor, ¿que haces aquí? - pregunto Ramses nervioso de que Zipora reaccionara violentamente contra su esposa después de semejante comentario.
- Gaiyi me enseño a preparar mejor el pan y quise que lo probaras - dijo Nefertari extendiendo la bandeja hacia su marido, quien acepto comer el pan gustoso - Ademas, recuerdo perfectamente que le prometiste a nuestro hijo que entrenarías con él.
- ¡Lo había olvidado! - dijo Ramses hablando con la boca llena y luego tragando - Lo lamento, mi amor, estaba de camino al campo de entrenamiento cuando un tumulto de gente empezó a reclamar frente a la tienda y tuve que intervenir para que la situación no se saliera de control.
- Supuse que eso había pasado, de todos modos Kala ya me aviso - dijo Jeremias entrando a la tienda - Shalom.
- Shalom, Jeremias - saludo Moisés, los demás lo hicieron a la brevedad - Dime, ¿Kala ya arreglo todo por allá?
- Si, ya esta todo resuelto, incluso el altercado que tuvo con Core hace poco - dijo Jeremias con una mueca de desagrado - ¿Te digo la verdad? Me cuesta mucho creer que sean primos.
- A ti y a todo el campamento - dijo Miriam recibiendo un codazo por parte de su madre - ¿Que? 
- No hables mal de tu primo - la regaño Jocabed.
- Core podrá tener mi sangre pero ya no es mi pariente - sentencio Miriam - Yo aun no olvido la cara que puso papa cuando finalmente lo supo.
Continuara...