Enfrentando al pueblo
Los soberanos agradecieron internamente y se pusieron la ropa, sorprendidos de lo cómoda que era. En el momento en que fueron al comedor y se sentaron, llego Rachel.
- Buenos días - dijo Rachel con el pan en las manos, los soberanos respondieron lo mismo - Veo que despertaron mas dispuestos, eso es bueno.
- Necesitábamos descansar, eso es todo - dijo Ramses tomando un pan y probandolo - Esta rico.
- Lo hizo mi hermana, yo me rendí de intentar hacerlo bien hace años - dijo Rachel frustrada.
- Tienes suerte de tener a alguien que te ayude en lo que necesites - dijo Nefertari algo devastada.
- Ustedes me tienen a mi y eso no cambiara, nunca - dijo Rachel tratando de darles apoyo, entonces alguien entra.
- ¿Karoma? - dijo Nefertari reconociendo a su antigua dama.
- ¡Mi señora! - dijo Karoma abrazando a su vieja amiga, luego rompió el abrazo - Ikeni me dijo que llegaron anoche y vine corriendo a ver como están.
- Descansados y con la esperanza de empezar de nuevo, después de todo lo que paso - dijo Nefertari con poco decaída, cosa que Karoma noto raro.
- No entiendo, ¿entonces Rachel no les dijo nada? - dijo Karoma confundida.
- ¿Decirnos que? - dijo Ramses mirando a Rachel.
- Se suponía que fuera sorpresa... - dijo Rachel mirando a Karoma de manera acusadora - pero les quiero presentar a alguien muy especial. Karoma, ¿lo puedes traer? Eso si, no le digas por que, quiero que sea sorpresa para él también.
- Enseguida - dijo Karoma saliendo de la tienda.
- ¿Que nos estas ocultando? - pregunto Nefertari entre acusadora y burlona.
Rachel solo se limito a sonreír y cambiar el tema mientras comía. Los soberanos estaban confundidos pero no insistieron, ya sabrían que ocultaba. Luego de un rato, se escucho un barullo fuera de la tienda.
- ¿Que es eso? - pregunto Nefertari entre confundida y preocupada.
- Es mi pueblo - respondió Rachel poniendo especial atención en los comentarios - Parece que los rumores de los recién llegados se esparció rápido.
- ¿Y ahora que hacemos? - dijo Ramsés un tanto asustado - Tu pueblo nunca nos aceptara en este campamento, no después de todo lo que hicimos.
- Tienen el permiso de Moisés, con eso basta - dijo Rachel de forma temeraria - Escuchen, no importa lo que pase, yo los defenderé hasta el final.
Aunque estaban asustados, tenían que enfrentar esto tarde o temprano, por lo que decidieron hacerlo ahora. Primero salio Rachel y luego ellos; los que los vieron, se sorprendieron mucho.
Continuara...
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