POV Josué
- Es complicado... solo te quiero pedir dos cosas.
- Claro, lo que sea.
- Quiero que cuides a mi hija y la hagas feliz, ella se merece eso y mas, eso primero.
- ¿Y lo segundo?
- Quiero que les des esto a mis hijos mañana - dijo Apuki entregándome un papel doblado, es una carta - Esta todo explicado ahí.
- ¿Por que no se las das tu? - pregunte confundido, tengo un mal presentimiento.
- Si pudiera hacer eso, no te lo estaría pidiendo - dijo Apuki levantándose de su asiento, yo hice lo mismo y él me dedico una sonrisa - Adiós, Josué.
Apuki se retiro mientras yo me quede viendo como se iba; la forma en que me miro, esa sonrisa... era como si se estuviera despidiendo. Estaba confundido y por alguna razón, alterado. Al día siguiente, fui a visitar a Jairo y Ana acompañado de Kala, necesitaba hacerle este favor a Apuki.
- Hola, chicos - la primera en saludar fue Kala - ¿Cómo despertaron?
- Muy bien, de hecho - dijo Ana animado - La cena de anoche fue excelente, hace años que no teníamos esa paz y armonía.
- Me alegro - dije - Por cierto, ¿dónde esta Apuki? Necesito hablar con él.
- Oh, parece que alguien ya esta listo para dar el siguiente paso - bromeo Jairo, luego se puso serio - Esta en su cuarto, me sorprende que aun este dormido.
- ¿Que? - dijo Kala mirando hacia el cuarto de Apuki... ¿desconcertada? - No, no... ¡no puede ser!
Ella entro a su cuarto corriendo mientras que nosotros quedamos estáticos por su reacción, ¿qué sucede? Cuando escuchamos su grito, entramos y la vimos arrodillada al lado de Apuki; ella estaba tratando de despertarlo pero por alguna razón no despertaba, además Kala estaba llorando, ¿por que?
- ¡Apuki, por favor! - dijo Kala sollozando mientras sacudía a Apuki - ¡No puedes dejar a tus hijos, no ahora!
En ese momento, una idea horrible se instalo en mi mente y me acerque rápidamente a Apuki con la esperanza de que no fuera lo que estaba pensando... por desgracia, termino siendo cierto.
- ¿Qué sucede con mi padre? - pregunto Ana con la voz temblorosa.
- Lo lamento tanto pero... - dije con todo el dolor que se instalo en mi pecho - su padre... esta muerto.
Ambos se desmoronaron casi al instante y, al igual que Kala y yo, se arrodillaron junto al cuerpo de su padre a llorarlo. Por pedido de Kala, fui a avisarle a Moisés lo ocurrido.
- ¿Pero que fue lo que le paso? - pregunto Moisés en cuanto le comunique la noticia.
- No estoy seguro, tío - dije con sinceridad - Anoche cene en su tienda y él estaba perfectamente bien... no lo comprendo.
- ¿Algún comportamiento fuera de lo normal antes o después de la cena? - pregunto mi padre tratando de encontrar una explicación a lo sucedido - Ansiedad, miedo, ¿algo?
- Pues... - dije tratando de recordar, entonces me vino a la mente un recuerdo especifico - Luego de la cena, lo encontré llorando en un banco, completamente solo. Cuando le pregunte que pasaba, solo dijo que no estaba listo.
- ¿Listo para que? - pregunto mi tío confundido.
- No lo se, no supo explicarme... - dije para luego recordar su sonrisa, esa sonrisa triste - pero me miro como si se estuviera despidiendo, como si supiera que iba a morir esa noche. Además, me pidió que le diera una carta a sus hijos y que en ella explicaba todo.
Continuara...