Bendición
- Por mis padres - dijo Jeremías, Elena y Aten lo miraron confundido - No se como reaccionaran.
- Creí que a tus padres les agradaba mi hermana.
- Les agrada, si... pero una cosa es que sea mi amiga y otra que sea mi esposa.
- ¿Quieres casarte con ella?
- Es lo que mas deseo en esta vida - dijo Jeremías sujetando la mano de Kala - Cuando estaba en Egipto, creí que no había posibilidad ya que Kala era hebrea y yo el heredero al trono pero... yo nunca perdí la esperanza de que estaríamos juntos como marido y mujer.
- ¿Y que les impide casarse? - dijo Aten, su esposa lo fulmino con la mirada - Digo, además de pedir nuestra bendición y de los antiguos gobernantes de Egipto.
- Esa parte es culpa mía - dijo Kala haciéndose cargo - Le prometí a Jairo que no me casaría antes que él y ustedes saben que yo siempre cumplo mis promesas.
- Eso lo se - dijo Elena - Solo una pregunta mas.
- Dime.
- ¿Quiénes saben que ustedes están juntos?
- Sin contar a los fallecidos... solo tres.
- ¿Los... fallecidos?
- La princesa Henutmire y el Sumo Sacerdote Paser fueron los primeros en saberlo, luego se lo confesé a Eliseba antes de... y el ultimo en darse cuenta fue Apuki.
- ¿Y... los otros tres?
- Jairo, Josué y Ana... Apuki lo dijo en voz alta en la cena de la ultima vez... que lo vi con vida.
Hasta el momento nadie lo noto pero Kala estaba llorando, recordar tantas perdidas le resultaba muy doloroso. Su novio y su hermana tardaron un rato en calmarla; desde que salieron de Egipto, Kala se ha mostrado mas susceptible a las emociones.
- Lo siento, lo siento - dijo Kala limpiándose las lagrimas por debajo de la venda - No quise ponerme así.
- Descuida, hermana. Todo esta bien - dijo Elena tomando la mano de Kala - Escucha, yo... te conozco desde que naciste, de hecho, fui la primera en cargarte y... lo que mas deseo es que seas muy feliz.
- ¿Significa que...?
- Tienes mi bendición para casarte si así lo deseas... y creo que mi esposo no tiene problema en aceptar mi decisión.
- No, ninguno.
- ¡¿Lo dices en serio?!
- Por supuesto.
Kala estaba tan feliz que se puso de pie de inmediato y rodeo la mesa para poder abrazar a su hermana, quien la recibió con los brazos abiertos. Por desgracia, la alegría no le duro mucho cuando escucho cierta conversación...
- Ada invento una historia absurda... - era Ana y sonaba como si estuviera llorando - se que mintió.
Continuara...
N/A: pondré en pausa esta historia hasta que regrese mi inspiración (y ganas de vivir) para continuar esta historia, hasta entonces los invito a leer mi propia versión de "Como entrenar a tu dragón" que estará en mi perfil a partir de hoy.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top