Tú.
Era una tarde como cualquier otra, aunque el día estaba algo nublado por lo que era claro que lloveria. Había cierto hombre que al parecer esto le agradó, éste se encontraba sentado en un sillón, mirando por la ventana hacia la calle, aquel hombre era de finas facciones; piel blanca como la porcelana, cabello negro como el azabache con un corte estilo militar y unos ojos afilados como cuchillas con los cuales parecía que podría matarte con la mirada si así lo quisiera.
Podía notarse en esa mirada de aquel hombre el deseo de salir a vagar por las frías calles. Cuando al fin tomó una decisión se levantó del sillón, tomó su abrigo y salió. Se podía apreciar que aquel era de baja estatura.
—Ah, que día tan aburrido —dijo soltando un suspiro, vagaba por las calles al parecer sin rumbo alguno, sacó su teléfono de uno de los bolsillos del abrigo y marcó un numero.
—Bue... Enanin hola. ¿Qué tal va tu grandioso día? —se escuchó por el teléfono, al parecer era una voz de mujer.
—Hola loca —dijo el azabache. —Mi día va algo aburrido pero supongo que bien, ¿y el tuyo?
—Pues algo apurado, con eso de que tengo que preparar la cena y todas esas cosas para esta noche, más aparte arreglarme y también a los niños es algo pesado, pero quitando todo eso mi día va muy bien. —dijo aquella mujer sonando bastante alegre. —¿Aburrido? Pero si hoy es Noche Buena, el día en que todas las personas celebran y se reúnen con sus seres queridos para celebrar al máximo.
Chasqueó la lengua. —Lo sé, lo sé, pero como se supone que celebre si no hay nadie con quien pueda hacerlo idiota, tu misma deberías de saberlo ya. —dijo en un tono algo fastidiado.
—Cierto enano, pero aun así, por lo menos deberías de hacer algo y no quedarte de amargado —rió.
—Ja, ja, que graciosa.
—¿Lo ves? Por eso deberías de ser mas sociable... Oh ya sé, por qué no vienes a mi casa a pasar la noche aquí y celebrar con tu grandiosa amiga, eh ¿que te parece? —preguntó entusiasmada. —Y además celebramos tu cumpleaños.
Hubo un silencio.
—Ja' gracias por la invitación, pero no creo que alguien amargado como yo pueda estar con personas tan locas como tú, creo que será para la próxima Hange —sonrío. —además tu hogar es bastante lejos de la mía. Sabes mejor que nadie que no me gusta pasar mucho tiempo fuera de casa.
—Ay Levi, sí, creo que lo sé mejor que nadie... —se escuchó del otro lado del celular como soltó un suspiro de resignación, sabía que no podría convencerlo fácilmente. —Bueno, tú te pierdes de probar mi deliciosa comida. —soltó una risa.
—Sí claro, ya me imagino, tal vez ni siquiera te lavaste las manos al prepararla... No, mejor no me arriesgo.
—¡Levi que cruel!
—Como sea, ya voy a colgar.
—Oh claro. ¡Adiós enano! Disfruta tu día y feliz navidad. No andes de amargado o vas a parecerte al Grinch. —se esuchó la fuerte carcajada que soltó.
—Cállate no lo soy. —chasqueó la lengua. —Adiós, feliz navidad loca. —dijo dando por finalizada la llamada. —Esa idiota, aunque debo de admitir que me alegro un poco el día. —sonrió mietras guardaba su móvil en uno de los bolsillos de su abrigo.
Al cabo de una media hora, Levi el cual es el nombre de aquel hombre, seguía caminando por las frías calles. Llegó al centro de la ciudad el cual se encontraba totalmente adornado de luces preciosas y de diferentes colores; en todas las calles, tiendas, centros comerciales, a donde sea que mirases, era realmente Hermoso. Levi quien observaba lo maravilloso que se veía comenzó a sentirse un tanto extraño por el motivo de que todas las personas que se encontraban ahí estaban acompañados por su pareja o ya sea su familia, aunque esto era de esperarse ya que era un día festivo "Noche Buena", por lo cual era bastante normal ver aquello. Esto al parecer le empezó a incomodar un poco, sin embargo trató de no tomarle importancia; pero es que era más que imposible ya que, a todo lugar que voltease veía a parejas, ya sea tomadas de la mano, riendo o dándose regalos.
—Esto está comenzando a incomodarme. —murmuró para sí mismo.
Levi trataba de ir a algún lugar donde no hubiese tantas personas, sin embargo se olvidaba de una cosa, una muy importante... se encontraba en Japón, a donde quiera que fuese había más y más personas.
Chasqueó la lengua. Mierda, me siento como un estúpido al haber venido aquí, ¿soy acaso la única persona que esta sola? Se preguntó soltando varios suspiros
Tratando de dejar eso a un lado, aquel hombre llamado Levi se dirigió al parecer a un centro comercial, tal vez para ir por algo de comida.
Una vez que entró, parecía estar buscando alguna tienda en especifico. Caminó por varios minutos sin dar al lugar. —Joder, ¿dónde está? —se escuchaba algo molesto. Volteaba de un lado a otro hasta que detuvo su mirada en un local, al parecer era una joyería. -Ahí está -dijo mientras se dirigía a aquella joyería.
Cuando se adentró en ella la cual era bastante grande, se dirigió hacia donde se encontraban los exhibidores buscando de un lado a otro algo que lo convenciera de comprar. Se detuvo en una parte de la joyería, donde se encontraban distintoas pulseras, collares, anillos, entre otro tipo de joyas de piedras preciosas; había Zafiro, Amatista, Diamante, Aguamarina, Rubí, entre otras más, todas realmente preciosas, sin embargo al parecer una llamó bastante su atención. Ea la piedra Esmeralda que se encontraba incrustada en dos círculos, en el primero se hallaba la piedra y el segundo lo separaban 4 pequeñas bolitas, era bastante sencillo a comparación de los demás, pero eso no le importaba a aquel hombre porque sin pensarlo dos veces llamó a alguien que lo atendiera.
—Disculpe, podría mostrarme ese collar —dijo señalándolo —Estoy interesado en comparlo.
—Oh claro señor, en un momento.
Al cabo de unos quince minutos Levi salió de aquel centro comercial ya con su compra, en su rostro podía apreciarse que estaba satisfecho pero decaído. De su bolsillo sacó una cajita color negra por arriba y esmeralda por debajo, la abrió y sacó el collar que hace unos minutos había comprado. Observó el collar por unos segundos con una expresión de tristeza pero a la vez felicidad. Era algo bastante extraño.
Soltó un gran suspiro.
—Ah, realmente se parece a los ojos de ese mocoso. —sonrió con algo de nostalgia mientras guardaba el collar y la cajita de nuevo en su bolsillo. —Me pregunto qué hora será. —revisó su reloj. —siete y media... parece que he estado fuera de casa por mucho tiempo, creo que él debe de estar preocupado, mejor me apresuro.
Caminaba un poco aprisa, sin embargo algo llamó su atención, y ese algo era nada menos que un árbol de navidad gigante que se encontraba al centro de todo, adornado hasta mas no poder, era la atención de todos. Varias personas sacaban sus móviles y le tomaban fotos o se tomaban en el árbol.
"Hermoso", fue lo que pensó aquel hombre sin quitar su mirada de ese gigantesco árbol; pero algo lo sacó de sus pensamientos, varias gotas que cayeron en su rostro.
—¿Lluvia? —dijo mientras se limpiaba el rostro. —En esta época del año... creo que ahora si mejor me apresuro. —dijo volteando hacia su lado derecho. La lluvia comenzó un poco más fuerte por lo que apresuro el paso igual que las demás personas. Había demasiada gente así que no podía avanzar mucho como él quería. —Que mal día para haber venido aquí.
Las personas trataban de refugiarse en algún local, lugar o árbol. Levi solamente trataba de salir de entre toda la gente pero le era un tanto difícil por el hecho de su estatura. Las personas lo aventaban o lo golpeaban por accidente por el hecho de que no lo veían. Después de varios minutos ahí adentro al fin pudo salir de ese mar de gente, algo mojado por el hecho de que estaba lloviendo.
—Mierda, pensé que no lo lograría, estúpidos todos. —comenzó a maldecir mientras se sacudía un poco su ropa. —Bien ya me he retrasado bastante, creo que mejor pediré un taxi. —dijo mientras sacaba su móvil. Mientras caminaba mirando su móvil, por accidente chocó con alguien haciendo que su móvil cayera al suelo.
—Mierda —soltó el azabache.
—¡Oh, lo siento! —se escuchó una voz, al parecer proveniente de un muchacho.
—No te preocupes, yo tuve la culpa, no estaba viendo el camino. —comentaba mientras se agachaba a tomar su móvil. Aun no veía el rostro de aquel muchacho, todo el tiempo tuvo su mirada fija en el suelo.
—No se disculpe, yo también tuve algo de culpa por no moverme. —dijo el chico agachándose para ayudarle a recoger el móvil del pelinegro. —¿Le sucedió algo a su celular? Porque de ser así tendré que pagárselo.
—No importa, de todas maneras ya iba a... —No pudo terminar de decir lo que quería, ya que en ese momento sus manos y su mirada se encontraron con aquel chico.
Era de piel bronceada, cabello castaño un poco largo, podía apreciarse que era de cuerpo bien definido y alto; pero había algo en el, algo que llamaba demasiado su atención... tenía unos ojos grandes de color esmeralda realmente radiantes. Eran tan hermosos que estos hipnotizaron a Levi, haciendo que abriera los ojos con gran sorpresa. ¿Acaso vio a un fantasma? De los labios del azabache salió:
—¿Eren? —dijo en tono sorprendido pero con voz muy suave, casi en un susurro. El chico que al parecer se llamaba Eren también tenia los ojos abiertos como si hubiese visto algo que realmente le sorpendió. ¿Qué es lo que estaba sucediendo?
—Heicho... —pronunció el castaño mientras sus ojos se llenaban de lagrimas.
Al escuchar aquello el pelinegro se levantó muy rápido, Eren hizo lo mismo tratando de acercarse a él, pero éste al parecer no quería que se le acercase, de alguna forma podía verse en la mirada del pelinegro miedo, ¿por qué? No lo sé, sin embargo mientras más se acercaba el castaño, el azabache más retrocedia hasta que sin previo aviso se dio la media vuelta y comenzó a correr.
—¡Heicho! —gritó Eren, yendo tras de él.
Comenzó a llover más fuerte, al punto de que Levi estaba totalmente empapado pero eso le importaba en lo másminímo, él sólo quería huir de Eren que venia tras él, en el mismo estado que el azabache, totalmente empapado por la fuerte lluvia.
Después de haber corrido varias calles, paró, sus pulmones pedían a gritos un descanso y se los concedió. Volteó hacia todos lados tratando de ver si Eren venía aún tras él, al no ver ni un rastro de él soltó un gran suspiro, apoyando sus manos en sus rodillas pensando que al fin se había librado de aquel castaño.
—Actúe como un maldito cobarde. —dijo retomando su postura y tratando de tranquilizar su respiración. —Bien, debo apresurarme en ir a casa. —se miro la ropa. —Estoy todo empapado y sucio. —soltó mientras hacia una mueca de asco, al parecer no le gustaba la suciedad. —Él debe de estar demasiado preocupado.
Como ya no había nada de qué temer, bajó la guardia tomando de nuevo su camino, sin embargo ese fue un grave error. Alguien inmediatamente tomó de su muñeca volteándolo para quedar frente a frente.
—Al fin... lo alcancé... —se escuchó una voz, y ésta pertenecía a aquel castaño llamado Eren, el cual se encontraba con la respiración bastante agitada, sonando bastante cansado.
—Tú ... —el pelinegro estaba sorprendido, él realmente pensó que lo había perdido.
—No es tan fácil escapar de mi —pronunció el castaño atrayendo el cuerpo del azabache hacia él.
—Oe mocoso, suéltame si no quieres morir.
—No, no lo hare —respondió con una ligera sonrisa, le hacia gracia las palabras del azabache.
—Bien, yo te lo advertí —dijó mientras trataba de zafarse, sin embargo Eren le mantenía fuertemente abrazado con sus brazos sin permitirle mucho movimiento. Cuando pensó que lo iba a lograr el castaño rápidamente tomó los dos muñecas del pelinegro y sin importarle nada... le besó.
Levi se sorprendió bastante ante aquello quedando unos segundos totalmente perplejo pero inmediatamente retomó su postura para después tratar de deshacer aquel beso más sin embargo le fue difícil, el hecho de sentir los cálidos labios de Eren sobre los suyos y que a cada segundo que transcurría le apegaba más a su cuerpo haciendo que el beso se hiciera más profundo hizo que cayera rendido ante ese beso. Parecía una escena cliché de película romántica, el tipíco beso bajo la lluvia, solamente que esto tenía una historia detrás que ninguna se le acercaba.
Pasaron algunos minutos y ellos seguían fundidos en aquel profundo beso lleno de tantos anhelos, dolor, amor, tristeza, un sin fin de emociones que no podrían ser expresadas con palabras. Se separaron lentamente, manteniendo sus cuerpos muy cerca del otro, para ellos fue como si el tiempo se haya detenido. Eren, quien aún seguía sosteniendo las muñecas de Levi, las soltó, mientras permanecía mirando fijamente a los ojos del pelinegro embonando una hermosa sonrisa. Levi no pude evitarlo y un ligero sonrojó se hizo presente en sus mejillas al ver esa sonrisa. Eren lo notó y no pudo evitar soltar una pequeña risilla por lo tierno que se veía el pelinegro, así que sin pensarlo le abrazó haciendo que Levi se sobresaltará un poco pero aún así correspondió el abrazo.
—Eres realmente lindo —dijo Eren mientras soltaba al de cabellos azabache.
—Cállate, eso no es cierto —dijo haciendo un ligero puchero.
—Lo ves eres demasiado lindo.
—¡Que no lo soy! —respondió mientras le deba un golpe en el brazo al castaño.
—¡Auch! Eso dolió —comentó sobándose el brazo.
—Claro que no, no seas llorón —le dijo cruzándose de brazos.
—No soy un llorón.
—Lo eres —sonrío levemente —En fin, necesito llegar a mi casa, estoy todo empapado y sucio -hizo una mueca de asco.
—¡Oh! Si gusta mi apartamento queda a unas cuadras de aquí, podemos ir, sirve que te das una ducha y cambias tu ropa... —sugirió —Por cierto, ¿ya comió?
—Creo que será para la próxima, ya que hay alguien esperándome en casa y respondiendo a tu pregunta, sí, ya co ... —algo lo interrumpió, un ruido que provenía de su estomago.
—Tal parece que no has comido —soltó una risilla —Anda ven, solo será por esta noche —dijo el castaño en un tono algo arrogante pero esto solo era para convencer a Levi, ya que él no era para nada así.
—No lo sé —volteó a ver a Eren, sin embargo no pudo decir que no, ya que vio su cara parecía todo un cachorro con esos enormes y bellos ojos, pareciera que le saldrían orejas y cola. —Está bien, solo por esta noche -soltó un suspiro.
—¿De verdad? ¡Wooo! Increíble —dijo dando varios brincos emocionado. Esto le causó un poco de gracia a Levi, llamando la atención del castaño. —¿Qué pasa? —preguntó
—No, nada, solo espero a ver cuando te calmarás y ya me llevarás a tu apartamento.
—Oh cierto, lo lamento. Me emocioné más de lo esperado —dijo mientras se sobaba la cabeza avergonzado. —bueno, vamos, antes de que la lluvia se haga más intensa.
—¿Más? —chasqueó la lengua. —No creo que se pueda, además ya estoy completamente empapado, ya no importa si llueve más.
—Tiene razón yo también estoy totalmente empapado —se miró las ropas. —así que mejor apresuremonos, sino luego pescaremos un resfriado —finalizó tomando la mano del pelinegro.
—Oe, ¿que haces? —preguntó.
—¿Eh? —dirijió su mirada al más bajo. —Sólo le tomo de la mano, ¿acaso eso esta mal? —ladeó su cabeza, con una mirada de total inocencia.
—Claro que sí, las personas nos verán extraño.
—Eso no me interesa, mientras este con usted lo demás me da igual.
Aquellas palabras terminaron convenciendo por completo a Levi, a lo cual emprendieron su camino, uno junto al otro, tomados de la mano.
Cuando llegaron al apartamento, Eren soltó la mano de Levi para poder abrir. Una vez hecho esto, entraron quitándose los zapatos para poder pasar, y adentrarse más. Levi observó el apartamento. En la entrada justo del lado derecho se encontraba la sala de estar. "Es linda" pensó. En medio tenia una alfombra grande.
Al lado izquierdo un poco más adentro, había una pared a la mitad que dividía a la cocina del comedor, y aún más al fondo habían varias habitaciones. Era acogedor el lugar, tenía que admitirlo y sobretodo estaba limpio, que eso era lo mejor.
—Heicho, ¿quiere meterse usted primero a la ducha?
—¿Eh? —se había distraido por completo al estar observando el apartamento. —No, adelante, tú primero, es tu casa o ¿no? —dijo. —Por cierto, deja de llamarme así, dime por mi nombre ¿entendido?
—Sí señor —respondió poniéndose en posición firme —Oh, lo siento —se rascó la parte trasera de su cabeza, avergonzado para después mirarle. —¿Seguro que no quiere ir usted primero?
—Sí, estoy seguro —dijo con voz firme.
—Está bien. —Eren no tuvo de otra más que hacer caso —Entonces ahora vuelvo, siéntase libre de hacer lo que quiera, está como en su casa. —le dedicó una tierna sonrisa.
—Anda ya ve a la ducha antes de que te enfermes —le empujó levemente por la espalda.
—No tardaré. —respondió mientras entraba al cuarto de baño, dejando a Levi sólo.
—Ah, ese mocoso —soltó un suspiro embonando una pequeña sonrisa.
Al cabo de unos minutos, Levi —que ya estaba un poco aburrido— comenzó a caminar por todo el apartamento, tratando de buscar algo, lo que fuese para distraerse, sin embargo por más que buscaba no encontraba nada, así que, mejor decidió ir a sentarse a la sala.
—Que día. —soltó mientras se dejaba caer en el sofá.
El pelinegro pudo notar que a un lado de él se encontraba un cuaderno, al parecer de dibujo ya que el tamaño de este era grande. Tuvo curiosidad por ver lo que se encontraba en él, por lo cual antes de tomarlo volteó para cerciorarse de que Eren aún seguía en el baño, sería demasiado vergonzoso si lo veía espiando sus cosas pensó el, aunque el castaño le haya dicho que podía hacer lo que quisiese, no se sentía con esa gran confianza. Una vez que estuvo seguro que no venía, tomó el cuaderno y comenzó a hojearlo.
—Vaya, nunca imaginé que este mocoso pudiera dibujar así. —mencionó mientras seguía hojeando el cuaderno. En una hoja podía apreciarse el dibujo de una chica que llevaba puesto un kimono, quien observaba un árbol de flores de cerezo, al parecer Eren la había dibujado sin que ella se diera cuenta. Y así tenia varios dibujos de personas que dibujaba ya sea en parques, calles, centros comerciales, entre distintos lugares más, además también tenía de animales y paisajes. Todos realmente increíbles y hermosos, sin embargo al llegar a la penúltima hoja, el de cabellos azabache notó una cierta cantidad de hojas arrancadas y dobladas. Esto le intrigó un poco "¿Por qué Eren tendría esto así?" pensó. La curiosidad en su interior le comenzó a decir que echase un vistazo para ver de qué se trataba, pero una parte de él decía que no debía hacerlo... y al final terminó gananando aquella pizca de curiosidad. Sin dar vuelta atrás, tomó las hojas comenzando a abrirlas. Al observar la primer hoja, su expresión calmada cambió totalmente, sus ojos se abrieron demasiado por la gran sorpresa de aquellas hojas.
¿Qué es lo que vio?
En la primer hoja se encontraba el dibujo de un castillo bastante grande y algo ya viejo. En la segunda, el dibujo de —al parecer— militares con una especie de uniforme, ya que era bastante extraño. En otro se encontraba a alguien de espaldas con el mismo uniform, sólo que éste traía puesta una capa con el dibujo de unas alas. Los siguientes dibujos eran unas murallas gigantescas que rodeaban una ciudad, pero lo más curioso fue ver que un una de las siguientes hojas había un dibujo de Levi con el mismo uniforme que vio anteriormente, más sin embargo esto no era todo; en las siguientes se encontraban más dibujos de él. Esto lo tenía de lo más sorprendido.
En algunos dibujos habían varias notas -algunas bastantes tristes- al parecer estas estaban dirigidas a Levi.
Al llegar al último dibujo, unas cuantas lágrimas comenzaron a caer sobre aquella hoja que tenía entre sus manos.
—Mocoso, ¿acaso esto fue... lo que tú sufriste? —dijo con la voz algo quebrada.
En el dibujo se veía a Eren llorando, sosteniendo el cuerpo de Levi que se encontraba destrozado del abdomen hacia abajo.
En realidad eran tres dibujos los que se encontraban ahí, el primero era el de hace unos momentos. En el segundo Eren se encontraba de rodillas, agarrándose la cabeza con desesperación, llorando incontrolablemente y gritando mientras recordaba la imagen de Levi en sus brazos. El tercero y último se veía a Eren con una pistola -muy antigua- apuntándose en la cabeza con lágrimas y una sonrisa en su rostro diciendo "Ahora podré ir con usted Heicho, podré verle de nuevo, sólo espere y nos volveremos a encontrar".
Ahí terminaban los dibujos sin ninguna otra explicación, aunque qué más se podía explicar, estaba más que claro lo que había sucedido. Levi estaba devastado, algo dentro de él se había quebrado, no sabía qué cara le daría a Eren después de haber visto todo esto, pero pudo al menos comprender algo de lo que debió de haber sentido Eren en aquellos momentos. El rostro del pelinegro estaba lleno de lagrimas."Como de un momento a otro las cosas pueden cambiar" pensó el. No quería ver a Eren, le daba miedo afrontarlo, pero, ¿por qué? ¿Que acaso eso no quedo ya atrás?
—De haberlo sabido, nunca hubiese tomado ese cuaderno —mencionó con la voz muy baja.
De pronto se escuchó una puerta abriéndose, el corazón de Levi se aceleró bastante. Trató de calmarse dejando rápidamente el cuaderno mientras se limpiaba las lágrimas de su rostro. Esperaba que el castaño no se diese cuenta de lo que había sucedido.
—Ya terminé, lamento haberme tardado tanto, es sólo que... —hizo una pausa. —Me quedé perdido un poco en mis pensamientos —dijo sobándose la cabeza y embonando una pequeña sonrisa.
—Tranquilo, no importa, después de todo es tu casa ¿cierto? —comentó levantándose del sofá tratando de evitar la mirada del ojiverde. Realmente no quería verlo, quería irse a su casa.
—Sí, pero usted es mi invitado.
—Como sea.
Hubo un silencio.
—Ci... cierto, si gusta ya puede ir a ducharse —su voz se escuchaba temblorosa. —Debe ser incómodo traer esas ropas mojadas y aún más para usted.
—Gracias, pero prefiero hacerlo en mi casa, la verdad es que ya tengo que irme —dijo dirigiéndose hacía la puerta de salida.]
—Eh, ¿irse? Pero si dijo que se quedaría aquí, además aún sigue lloviendo y no trae auto, ¿cómo piensa irse? —decía mientras lo seguía.
—Olvidé algo que tenia que hacer, y si es por la lluvia no importa, ya estoy mojado de todas manera y puedo llamar un taxi —respondía sin siquiera tratar de mirarle.
—¿Hacer algo? ¿A estas horas de la noche? La lluvia está algo fuerte y además con mayor razón no debe de mojarse más, va a resfriarse, y puede sucederle algo.
—No hay problema, sólo quiero ir a mi casa —dijo mientras se acercaba más a la puerta.
—E... espere.
—Gracias, espero no haberte causado molestias —tomó la perilla de la puerta, listo para salir lo más rápido de allí. Todo el momento evitó ver el rostro del castaño.
—¡Le digo que espere! —Dijo Eren mientras tomaba la mano de Levi y lo volteaba, acorralandolo en la esquina de la puerta, quedando frente a frente con él.
—Oe, déjame salir.
—No.
—¿No? ¡Que me dejes salir!
—No lo haré hasta que me diga en verdad qué le sucede.
—¿Qué me sucede? ¿A que te refieres? —preguntó.
—Sí, noté que le sucede algo, porque antes de que yo me metiera al baño usted estaba perfectamente bien y después de que salgo usted está extraño y sobretodo evitando mirarme a los ojos. Acaso...¿acaso vio o sucedió algo que no quiere contarme?
Levi se quedó en completo silencio, no estaba seguro si decirle o no lo que vio hace unos minutos atrás.
—No sucedió nada —volteó su rostro.
—Miente.
—¡No estoy mintiendo! —dijo el de cabellos azabache un poco exaltado.
—Claro que sí, su actitud lo delata.
Levi soltó algunos gruñidos mientras trataba de quitar a Eren quien le prohibía el paso. Eren trataba de calmar a Levi, quería saber qué era lo que había visto,lo cual estaba haciendo que se comportara de esta manera...
Después de unos segundos de analizarlo recordó algo bastante importante. Había dejado su cuaderno de dibujos en el mismo sofá en el que Levi se había encontrado sentado. "Mierda" pensó Eren.
—Acaso... ¿usted vio aquellos dibujos? —preguntó el castaño. Levi se quedó atónito no sabía si decirle la verdad o no; pero sin pensarlo respondió.
—Sí... —respondió agachando la cabeza.
—Ya veo... —soltó un leve suspiro —hay algo que quiero decirle —le tomó de la barbilla para que pudiese verlo a los ojos. —No tiene porqué tomarle importancia a eso, ya pasó, ha quedado en el pasado. No tiene que atormentarse con eso —tomó las manos del pelinegro.
—Tú, idiota, cómo jodidos quieres que no le tome importancia y lo deje pasar así como así... —soltó mientras comenzaban a brotarle lágrimas. Eren se sorprendió frente a tal imagen. —Gracias a eso pude darme cuenta lo que sufriste por culpa mía y a que cosas te llevó hacer el hecho de mi muerte —decía entre sollozos.
—H-heicho yo...
—¡Cállate! No digas nada y sólo déjame ir, no quiero causarte más dolor como el que te hice pasar.
—No, no lo dejare ir, ¿que no lo entiende? —preguntó —El destino quiere darnos otra oportunidad de poder estar al fin juntos, esos dibujos ya no tienen importancia porque al fin puedo estar con usted, puedo volver a tocarlo de nuevo —su voz comenzaba a quebrarse.
—Eren, yo... tengo miedo.
—No debe porqué temer —el castaño abrazó fuertemente al pelinegro.
—Tengo miedo de dejarte solo de nuevo, de hacerte sufrir otra vez. Es por eso que quiero alejarme de ti —decía aferrándose al cuerpo contrario.
—No, no la hará por que yo no le dejare escapar de mí, y si la vida quiere ponernos obstáculos, sé que los superaremos, así que por favor, quédese conmigo. —hundió su rostro en el cabello azabache. —Si no lo hace, no sé qué podría pasar conmigo.
—Yo... -Eren lo abrazo más fuerte. —Quiero quedarme contigo, no quiero alejarme de ti, de mi estúpido mocoso —al decir esto, Eren soltó un suspiro enorme como si la vida se le fuese y comenzó a llorar, eran lagrimas de alegría.
—Yo prometo hacerlo feliz y que no se arrepentirá de sus palabras.
—Está bien, eso espero mocoso —esbozo una pequiña sonrisa.
—Realmente extrañaba escuchar esa palabra de usted, "mocoso" —dijo tratando de imitar a Levi.
—Y yo extrañaba el de... —no pudo terminar sus palabras ya que un estornudo proveniente de él, lo interrumpió.
—Olvidé por completo que aún sigue con todas esas ropas mojadas, que idiota soy —se separó del más bajo —Vamos a llevarlo a la ducha ahora mismo —comentó mientras tomaba de la mano al pelinegro y lo llevaba al cuarto de baño.
Cuando llegaron se adentraron en él.
—La llave derecha es la caliente y la izquierda la fría —le indicó para después comenzar a dirigirse a la salida de la habitación, pero antes de salir completamente mencionó. —¡Por cierto! Antes de que se me olvide, ahí hay ropa para usted —señaló hacia un estante.
—Gracias, mocoso.
El castaño sonrió —Bien, ahora si me retiro —y por fin salió de la habitación.
Levi se quedó observando la puerta por unos instantes antes de comenzar a quitarse la ropa. No es que no confiase en Eren, pero conociéndolo podría ser capaz de espiarlo. Una vez que se despojó de toda su ropa abrió la regadera dejando caer primero el agua caliente para después abrir la fría. Cuando encontró la temperatura perfecta, se metió y al momento de hacerlo sintió lo refrescante del agua, soltó un profundo suspiro.
Eren se entraba en la cocina -al parecer preparando la cena- parecía querer dar su mejor esfuerzo, aunque era por una parte obvio, "Noche Buena" un día muy especial para pasarlo con tu familia pero sobretodo con tu pareja, por eso quería hacer un recuerdo hermoso haciendo lo mejor posible para que todo quedase perfecto.
Al cabo de unos 15 minutos, Eren ya tenía todo preparado, realmente se había esforzado, y justo a tiempo, ya que Levi salió al instante con una sudadera color roja que le quedaba algo grande y unos pans color negros que también le quedaban algo largos. "Que tierno se ve" fue lo que pensó Eren con un leve sonrojo en sus mejillas, totalmente embobado con la imagen de Levi.
—Veo que ya terminó, debe de tener hambre. Venga a tomar asiento —dijo mientras recorría una silla para que el pelinegro se sentase.
Leví hizo caso a las palabras del castaño y se dirigío hacia la silla del comedor. Al sentarse, observó la comida que se encontraba frente a sus ojos; al centro de la mesa se encontraba pollo asado que olía bastante bien, una ensalada de frutas, arroz y un pastel de fresas decorado con rojo y blanco. Todo se veía realmente exquisito, esto hizo que el estomago de Levi rugiera de hambre, pudo escucharse claramente. Eren al notarlo solamente soltó una risilla.
—Parece que tiene bastante hambre.
—Callate y sírveme —dijo con un gran sonrojo en sus mejillas, volteando su rostro.
—A la orden.
Al cabo de unos minutos se encontraban ya comiendo, Levi devoraba la comida súper rápido, se notaba claramente que tenia hambre, esto le causaba algo de gracia al castaño. Y así estuvieron por toda la cena, riendo, bromeando, platicando sobre sus vidas, qué era lo que hacían, a qué se dedicaban, trataban de saber todo uno del otro. Podía apreciarse una hermosa armonía.
—¿Hange está casada y tiene dos hijos? —preguntó con total asombro el ojiverde.
—Sí, ¿lo encuentras extraño?
—No, bueno... es sólo que me sorprende, pensé que ella se iba a terminar casando con la ciencia —rió el castaño.
—Sí, yo también pensé lo mismo, pero terminé equivocado.
—Los dos terminamos equivocados —sonrieron uno para el otro.
Cuando terminaron de cenar se levantaron y recogieron sus platos. Levi se encargó de lavar los mientras que Eren de recoger la mesa. El castaño terminó primero, así que fue a sentarse al sofá, vio el cuaderno y lo tomó, mientras esperaba a Levi comenzó a dibujar algo, cuando se dio cuenta de que el pelinegro venía cerro rápido el cuaderno y lo escondió.
—¿Pasa algo? —preguntó el pelinegro.
—No, absolutamente nada —respondió.
—Esta bien —dijo sentándose al lado del castaño.
Pasaron alrededor de unos minutos sin que alguno de los dos dijese algo. El silencio era el único presente en ese momento, Eren sólo observaba de reojo a Levi, y éste por su parte sólo tenía puesta la vista al frente. El castaño comenzó a desesperarse,rompiendo por fin el silencio.
—Mierda, ya no aguanto más —dijo, sorprendiendo al azabache. De un momento a otro, se abalanzó contra el pelinegro tirándolo completamente al sofá, quedando arriba de él con sus manos al costado.
—Ya llegué a mi limite, lo lamento -decía con sus mejillas todas rojas.
—Yo igual —el ojiverde se sorprendió ante las palabras de Levi. —sólo estaba esperando a que por fin decidieras dar el primer paso y si ni lo dabas, de todas formas yo lo iba a hacer —dijo en tono serio.
—Que bien que me decidí —comentó -Ahora con su permiso, voy a devorar esos apetitosos labios esbonzo una sonrisa algo traviesa, con la mirada llena de total lujuria.
Acercó lentamente sus labios hacia los del pelinegro, juntándolos poco a poco en un profundo y apasionado beso lleno de completo deseo y ahnelo. El castaño comenzó a levantar la sudadera del otro acariciando su abdomen, rompieron el beso a lo cual el ojiverde aprovechó para comenzar a besar y lamer el cuello de Levi. Éste por su parte se aferraba a los hombros del cuerpo contrario por el tacto en su cuello. De pronto el castaño paro.
—¿Qué... qué pasa? —preguntó el pelinegro con la voz agitada.
—No quiero hacerlo aquí —le miró.
—¿A que te refieres?
—Quiero que sea una noche especial e inolvidable para recordarla por siempre, así que... —se levantó del sofá haciendo que Levi hiciera lo mismo, y tomándolo por sorpresa , lo cargó como al estilo damisela. —Vamos a la cama —dijo llevándolo a su habitación.
Al llegar, el castaño se acercó a la cama y comenzó a besar al pelinegro mientras le recostaba en ella. Levi rodeo sus brazos alrededor del cuello de Eren, éste al sentir aquello fue metiendo sus frías manos dentro de la sudadera de Levi subiéndola, aquel tácto le provoco ciertos jadeos al pelinegro. El castaño rompió el beso para poder quitar la sudadera del pelinegro y de una vez quitarse él su chamarra y camisa para quedar sin prenda alguna en los torsos de los dos. Una vez ya hecho esto, observó al de cabellos azabache. Pudo ver su piel tan blanca como la porcelana, sin embargo algo llamó totalmente su atención, y ese algo fueron los pezones rosados de Levi. Algo dentro del castaño se movió como loco, y es que al ver tal imagen le hizo excitarse demasiado. Sin pensarlo dos veces fue directamente hacia ellos para devorarlos. Comenzó a lamerlos y chuparlos, el pelinegro al sentir tal acto en sus pezones comenzó a soltar pequeños gemidos pero al parecer trataba de contenerlos. Eren se dio cuenta.
—No retenga su voz por favor, déjeme escucharla —dijo mientras proseguía con lo suyo.
—E... es bastante vergonzoso —mencionó con voz temblorosa —Nngh... aah —no podía evitar que pequeños gemidos salieran de sus labios aunque tratara lo más que pudiese por retenerlos.
La entrepierna de Levi comenzó a abultarse, Eren lo sintió por lo cual dejó por un momento esos deliciosos botones rozas —que podría retomar en otro momento— para dedicarse ahora en aquello que sobresalía de la entrepierna del pelinegro.
—Por lo que veo, tal parece que no lo habían tocado en bastante tiempo, ya que se ha puesto duro demasiado rápido a como yo lo recordaba —dijo soltando una risilla juguetona mientras comenzaba a frotar el miembro del pelinegro.
Al sentir ese toque en su miembro, Levi no pudo contenerlo y soltó un gran gemido.
—Así, deje salir su voz.
—Ci... cierra la boca i..idiota... Ngh —decía entre jadeos y leves gemidos.
El castaño comenzó a bajar lentamente el pans del pelinegro tratando de dejar salir aquella erección, ya que seria doloroso si la seguía manteniendo guardada. Una vez que quedó al descubierto aquella erección, Eren llevó sus manos hacia ella comenzando a masturbarla lentamente mientras volvía con esos aquellos dos botones rozados. La habitación comenzó a llenarse de gemidos —obviamente provenientes de Levi— el castaño movía de arriba abajo el miembro del contrario, manteniendo un ritmo que hacia enloquecer al de cabellos azabache, provocandole soltar fuertes gemidos, y no sólo eso sino que también jugueteaba con sus pezones, chupándolos y mordiéndolos incontrolablemente.
—Ve..veo que ya n...no eres el mismo mo... mocoso inexperto y llorón d... de antes —soltó tratando de calmar su temblorosa voz.
—Hay muchas cosas en mi que han cambiado —dijo con voz totalmente ronca por la excitación del momento. El ojiverde mordió con algo de fuerza el pezón del pelinegro haciéndolo gritar de placer.
—I...idiota no hagas eso.
Al parecer no hizo caso ante las palabras dichas y siguió haciéndolo, mordiendo y lamiendo con mas desesperación y fuerza como si de verdad quisiera devorarlos, comenzó a mover más deprisa el miembro del pelinegro de arriba-abajo sin parar, quería darle el mejor placer posible, eso estaba más que claro y al parecer lo estaba consiguiendo porque Levi no paraba de gemir, su rostro estaba totalmente sonrojado con una expresión de profundo placer.
—Eren pa...para yo... —decía con voz agitada —estoy apunto de correrme.
—Eso es lo quiero —le miró con una expresión totalmente seria pero llena de excitación.
Siguió moviendo con rapidez el miembro del mayor. Acercó su rostro a él y comenzó a besarlo. Mientras mas rápido movía el miembro de Levi más profundizaba el beso. Jugaban traviesamente con sus lenguas haciendo aquel beso más apasionado y excitante. Levi trataba de no gemir para no interrumpir ese maravilloso beso, pero le era practicamente imposible. Eren trataba de calmar aquellos gemidos besándole, aunque quería escucharlos.
El pelinegro comenzó a sentir que el orgasmo venía en camino, su voz comenzó a agitarse mucho más, el castaño se dio cuenta, así que subió un poco la velocidad —ya que la había bajado por el beso— masajeándolo para que fuera placentero para el mayor. El azabache sintío como su su cuerpo comenzaba a contraerse para darle paso a ese gran orgasmo que venía deseando desde segundos atrás.
—¡Eren! —fue lo que dijo Levi al mismo tiempo en que se corría en las manos y abdomen del ojiverde como en el suyo. —Ah... —trataba de regularizar su voz agitada. Levi debía admitir que eso se había sentido como el cielo, además de que había pasado bastante tiempo sin haber sido tocado. Retomó su vista para ver qué se encontraba haciendo Eren, cruzaron miradas y el castaño sin despegar la mirada de él llevoó su mano derecha hasta su boca y lamio ese liquido blanquecino.
—Delicioso.
—Mocoso sucio y pervertido —se sentó quedando frente a frente con él —Ahora es mi turno. Tomó a Eren por los hombros y lo tiró de espaldas hacia la cama.
—Levi... —pronunció.
—Tú también estás excitado —señaló su entrepierna.
—Lo sé —sonrió de manera traviesa.
—Verás lo que es ser un adulto —bajó los pans y bóxer que traía puestos y comenzó a incorporarse arriba de Eren haciendo que el miembro de este quedara en su trasero, y empezó a frotarlo en el.
—Nhg —soltó un suave gemido Eren al sentir tal rose en su duro miembro. Levi siguió frotando lentamente mientras se sostenía de los hombros de Eren, volviendo loco al castaño con ello. Poco a poco comenzó a aumentar el ritmo de sus movimientos, provocando que de los labrios del castaño salieran leves gruñidos de placer, aquello de sobre excitaba de gran manera al pelinegro.
El ojiverde no pudo quedarse quieto por más tiempo, ya que sentía que iba a enloquecer y agarró el trasero de Levi apretándolo fuertemente "son realmente suaves" pensó. Al sentir tal acto en sus glúteos, Levi soltó un leve gemido, sin embargo no iba a parar por eso, así que, en forma de venganza se abalanzó hacia el cuello de Eren y lo mordió.
—¡Ah! —gritó Eren. El pelinegro al parecer lo mordió más fuerte de lo que creía, ya que al quitarse se pudo notar que Eren tenía un poco de sangre en la parte mordida. —¿Por qué hizo eso? —preguntó mientras llevaba una de sus manos a la parte afectada.
—Porque quise —respondió —¿Acaso no puedo?
—No, no es eso, es sólo que realmente dolió —se sobó la parte donde fue mordido.
—Te lo merecías —dijo el mayor, Eren hizo un puchero al escuchar eso —Bien, ahora continuemos —se bajó del castaño, miró que su miembro aún seguía duro así que, decidió que era mejor dejarlo al descubierto. Llevó sus manos hacia el pans de éste y comenzó a bajarlo totalmente hasta despojarlo de él. Una vez hecho esto bajó también los bóxers, arrojandolos a alguna parte de la habitación, y ahora si por fin dejando en total descubierto aquella erección. "Mierda" pensó Levi. Era bastante grande había que admitirlo, pero no había vuelta atrás.
—Siéntate —el mayor le ordenó al ojiverde, señalandole dónde debía sentarse.
—¡Sí señor! —se sentó, quedando recargado en la cabecera de la cama. Levi se puso de rodillas, bajó su torso quedando justo en frente del miembro de Eren, lo tomó con sus manos y se quedó observándolo. "Es demasiado grande" ese pensamiento pasó varias veces por su mente, más sin embargo lo deseaba bastante, el sólo hecho de pensar aquello dentro de él, le excitaba de gran manera. -
—¿Es... demasiado grande? —preguntó el castaño.
—No lo es —soltando aquellas palabras que eran claramente mentira, metió el miembro del ojiverde en su boca, y sí, efectivamente era demasiado grande para él, bueno, para su boca. Comenzó a chuparlo pero no como él quería hacerlo por el gran tamaño que tenía este, así que se lo sacó y empezó a dar pequeñas lamidas por todos lados con una fluidez increíble. Eren trataba de controlarse y no hacer algo indebido, soltaba suaves gemidos de placer, lo estaba disfrutando a más no poder, era muy claro. Levi paro por un momento, dejando a un castaño totalmente desorientado.
—¿Pasa algo? —pregunto, su voz estaba aún más ronca y agitada.
—Olvidé decirte que me avises cuando vayas a correrte ¿entendido?
—Entendido, señor —ladeó su cabeza hacia un lado mirandole totalmente con lujuria, mientras formaba una coqueta sonrisa.
Levi no pudo evitar sonrojarse y simplemente bajó su vista para seguir con lo suyo; pero esta vez comenzó a masturbarlo. El castaño al sentirlo el tacto de las frías manos, apretó las sabanas mordiendo su labio inferior,"esto se siente realmente bien" dijo en su mente.
—He... heicho —decía entre pequeños gemidos. —Esto... yo... Ngh.
—Guarda silencio.
—Aah...
El pelinegro paraba por momentos y lamía el miembro del menor, sin embargo llegó un punto en el que comenzó hacer las dos cosas al mismo tiempo, pero no duro por mucho ya que, prefirió mejor concentrarse en una sóla cosa y ésta fue para hecerle terminar más rápido, metió por completo el miembro de Eren a su pequeña boca —por que en realidad lo era o eso era lo que parecía—. El ojiverde quedó sorprendido ante tal acción, "¿Cómo fue posible que pudo metérselo todo?" fue lo que pasó por su cabeza. Al sentir la cálidez de la boca del mayor inundando su miembro perdió todo sentido de cordura, se sentía realmente bien, no podía negarlo. El pelinegro comenzó a chuparlo moviendo su boca de arriba a bajo sin parar. Eren ya no podía pensar claramente, el placer se apoderaba de él y sabía que estaba apunto de correrse.
Sin darse cuenta llevó sus manos hacia la cabeza de Levi. Ahora él era el que estaba llevando el ritmo. El castaño comenzó a mover la cabeza del pelinegro más adentro haciendo que llegase más profundo. Levi por su parte no pudo hacer más nada, sólo seguir el ritmo que le daba Eren, pero era algo molesto ya que se supone que era el turno de él, quería hacerlo a su manera, después se las pagaría. El menor comenzó a subir la velocidad en sus manos y sus caderas haciendo que Levi se sorprendiera, él sólo se sostenía de las piernas del castaño, soltando un par de lagrimas por la razón de que se estaba atragantando. Eren de un momento a otro aumento más la velocidad sintiendo que el orgasmo ya venia en camino.
—Ngh... Heicho yo... estoy apunto de... —decía con voz agitada y excitada a la vez, soltando gruñidos roncos y jadeos. —Un poco más... Ngn... —tensó sus caderas y como lo había "avisado" el castaño se corrió, sin embargo no lo hizo en la cama sino en la boca del pelinegro, haciendo que este se lo tragase todo. Levi se quitó rápidamente, aquel líquido escurría por las comisuras de sus labios, bajando por su barbilla y cuello. Trató de pasárselo todo pero el problema es que era demasiado por lo cual, espero un poco y se lo paso lentamente, pero al hacerlo comenzó a toser.
Eren al ver aquello volvío en si y retomó su postura acercandose al cuerpo del contrario. -¡Ah! ¡Lo siento, lo siento! -decía en posición de suplica. -en verdad lo lamento.
—¡No te dije que me avisaras cuando fueras a correrte! —tose —ahora estoy pegajoso por tu culpa —decía limpiándose la boca.
—En verdad lo lamento, no era mi intención. Es sólo que se sentía tan bien que no quería que parara, terminé perdiendo y tomando el control de usted —dijo. —En verdad lo siento tanto —hizo una reverencia, poniendo sus manos en sus piernas y agachando su cabeza. Levi le miró totalmente serio para después esbozar una ligera sonrisa.
—Te la cobrare después, estúpido mocoso. Levanta tu rostro.
—¡Sí! —respondió incorporándose de nuevo. —Ahora... ¿podemos continuar? —preguntó un tabnto inseguro, esperaba que el pago no fuese tener que parar ahora mismo.
Hubo un gran silencio. El ojiverde tragó en seco.
—Adelante —menciono el mayor.
A Eren se le iluminó el rostro, sabía que ya era tiempo de llegar a la parte final, la que más le gustaba a él. Tomó a Levi de los hombros volteándolo hacia el lado de la cabecera y recostándolo. Comenzó a dar pequeños besos por su cuello bajando hasta su abdomen donde empezó a bajar sus bóxers. Eren ya no traía los suyos así que, el último que faltaba era Levi. El castaño comenzó a bajarlos hasta despojarlos del cuerpo del pelinegro, éste sólo observaba los movimientos del menor con un leve sonrojo en sus mejillas, estaba algo nervioso por que ya sabía lo que seguía, el comienzo no era su parte favorita. Al quedar el mayor completamente desnudo, Eren llevo sus dos dedos derechos a la boca de Levi para que éste los chupase, el pelinegro al verlos frente a él abrió su boca para introducirlos y lamerlos. Una vez listo esto el ojiverde fue hasta la entrada del pelinegro e introdujo un dedo.
—¡Ah! —Levi gritó. Al parecer eso le causo bastante dolor. —Mierda olvide como dolía.
—Lo... lo siento, ¿quiere que pare? —preguntó preocupado.
—No, está bien, es sólo que no recordaba lo que se sentía.
—¿Seguro? No quiero lastimarlo.
—No te preocupes, continúa.
—Está bien, vera que se comenzará a sentir bien, pero si quiere que paremos en cualquier momento, hágame lo saber. —le sonrió. —Ahora, espere un momento. -se levantó de la cama y se dirigió a un mueble para abrir un cajón y así tomar algo de ahí. Regresó a la cama y se subió. El pelinegro observó bien lo que tenía en manos y se dió cuenta de que era un lubricante. El castaño lo destapó y vertió un poco en su diestra. Se acercó hacia Levi. —Bien, comenzaré de nuevo, esto será mil veces mejor para usted que como intenté hace unos momentos. —Metío de nuevo un dedo, Levi saltó un poco por la sensación, pero definitivamente se sintío mejor que en el primer intento. Eren comenzó a mover su dedo dentro de Levi, metiendo y sacando, haciendo movimientos circulares dentro para comenzar a dilatar, decidió introducir un segundo dedo al ver que Levi no se quejaba o hacia alguna mueca de dolor o incomodidad. Una vez con dos dedos dentro de la entrada del azabache, lo movimientos comenzaron a tomar su ritmo, introduciendose y saliendo, moviendo sus paredes para dilatarlas lo mejor posible al momento en que algo más grande se adentrara en ese lugar.
—Maldita sea —decía entre jadeos, el pelinegro.
—Sólo espere un poco más, en un momento encontraré su punto. —Al terminar de decir eso empezó a mover los dos dedos que se encontraban dentro en forma de tijeras, abriendo y cerrando rápidamente. Al sentir tales movimientos dentro de él, al pelinegro comenzó a agitársele la voz y la excitación comenzó a aumentar. Eren lo notó así que, decidió meter el tercer y último dedo. En cuanto lo metió, empezó a meter y sacar los tres dedos a la vez, después a explorar dentro de Levi tratando de buscar su punto, más sin embargo aún no daba con él. De repente, en un determinado momento el pelinegro soltó un gemido bastante alto, arqueando su espalda. —Lo encontré —dijo el castaño con una sonrisa, mientras seguía tocando ese punto.
Esto estaba volviendo loco a Levi, era algo realmente placentero, un tipo de placer totalmente diferente, para él tanto como para Eren.
—Aah... Eren... ya n...no puedo... —decía entre sus gemidos —Ahí, sigue tocando ahí.
—¿Aquí? —preguntaba el castaño tocando con sus dedos el punto.
—Sí... Ngh... ahí —mordía sus labios por el placer.
El ojiverde estaba disfrutando poder darle placer a Levi, por lo que, tomó el miembro del contrario, empezando a masturbarle para así comenzar a aumentar la velocidad de sus dedos dentro del mayor, haciendo que éste se aferrara fuertemente de las sabanas mientras trataba de contener su voz, aunque le era imposible. Estaba sintiendo tanto placer que no podía contenerse, sabía que pronto volvería a tener otro gran orgasmo.
—E...eren —dijo Levi mientras llamaba la atención de este. —quiero... te quiero a ti —mencionó estirando sus manos hacia Eren con sus ojos llenos de lágrimas y su cara totalmente roja. El castaño al verlo no pudo evitar sonrojarse "Un ángel" pensó el. Así que, sin pensarlo dos veces sacó sus dedos del interior de Leviy dejó de masturbarle. tomó un preservativo que había traído consigo cuando trajo el lubricante. Lo abrió y sacó para entonces colocarselo, cuando estuvo listo se posicionó entre las piernas del mayor. Tomó su miembro, introduciéndolo lentamente en la entrada del pelinegro, al comenzar a sentir la calidez del interior de Levi, soltó un suave gemido de placer junto con un gruñido.
—Ngh... en un momento lo haré sentir bien —dijo introduciéndose aún más, para así de una sola embestida quedar totalmente dentro del mayor. El calor que envolví a su miembro le hacía volverse loco de placer —Mierda, dentro de usted se siente tan bien —jadeo. El pelinegro al sentir el miembro del castaño dentro de él, no pudo evitar ponerse más duro de lo que estaba. Eren se quedó quieto por unos segundos esperando a que Levi se acostumbrase a él, a pesar de que le había dilatado por un rato, no quería hacerle daño, el tamaño de sus dedos con su miembro era totalmente diferente, así que espero. Por el contrario, el mayor ya no quería esperar más, estaba desesperado por sentir moverse en su interior el miembro del menor. Le importaba una mierda si llegaba a dolor, sabía que después se sentiría como la jodida gloria.
—Oe, mocoso —le tomó del rostro para que lo mirara. —muévete.
—Pero aun no ha pasado suficiente tiempo —le dijo preocupado, en realidad estaba aguantando demasiado para no moverse, y esas palabras estaban haciendo que llegase a su límite.
—No importa, solo hazlo —le jaló del cuello para atraelo a él y le besó. Eren correspondió el beso y obedeció las palabras del pelinegro, él también estaba demasiado ansioso por comenzar.
Comenzó a moverse lentamente tratando de llevar el ritmo para no lastimarlo pero, esto no duro mucho porque al sentir como las entrañas del mayor comenzaban a succionarle comenzó a excitarse más y a perder el control en sus movimientos.
—Heicho, su interior se siente tan bien —rompió el beso.
—Di... dije que ya n...no me llamaras así.
—Lo siento —dijo —Levi... dentro de usted es tan cálido —decía mientras seguía con las embestidas.
—Mo... mocoso pervertido, no di... digas esas cosas... —trataba de hablar pero sus gemidos no lo dejaban.
El castaño al sentir esa calidez mucho más en su miembro comenzó a subir el nivel de las embestidas, tomó el miembro del mayor y comenzó a masturbarlo conforme lo embestía. La habitación se llenó de gemidos provenientes de los dos pero más por parte de Levi, éste empezó a sentir como el miembro de Eren se hacia mucho más grande en su interior, se sentía exquisito, quería mucho más. El sentir como lé embestían y masturbaban a la vez lo volvían loco de placer.
—Eren más... dame más ngh —dijo mientras tomaba a Eren por el cuello atrayéndolo y aferrándose a él. Al menor esto le prendió de sobre manera por lo cual, subió a gran velocidad el nivel de embestidas volviendo a tocar el punto del mayor haciendo que éste gimiera hasta más no poder.
Se detuvo un momento, saliendo del pelinegro, quería cambiar de posición. Tomó a Levi y le dio la vuelta, poniendolo en cuatro puntos, sólo que le hizo bajar más su torse y flexionar sus codos. Esto para que su trasero quedase más elevado. Se acercó a la entrada del pelinegro y se introdujo dentro de él de una fuerte embestida. El placer volvío a inundar de nuevo a los dos, y así el ritmo de las embestidas comenzó. Le embestía de una manera tan apasionada y dura que sabían que el orgasmo estaba por llegar.
—Eren, dame más —su voz estaba temblorosa —más duro, por favor. —suplicó.
—Le... levi... —dijo con voz agitada, mientras sus estocadas se hacían más fuertes. El sonido de sus pieles chocando iba en aumento.
—Más fuerte... ngh... más —le suplicaba.
Las caderas de Eren estaban comenzando a cansarse y él lo sabía, así que en un movimiento rápido, levantó al pelinegro para seguir embistiendolo por detrás mientras le besaba. El castaño movió el cuerpo de los dos para ahora tomar otra posición, en la que él se dejó caer de espaldas en la cama y Levi quedó arriba de él dandole la espalda. Eren paró sus embestidas, dándole a entender al azabache que él continuase, y así lo hizo. Comenzó a moverse de nuevo, de arriba a abajo, llevando su propio ritmo que le provocaba gran placer. Eren se dedicaba a observar los movimientos del contrario, su pequeño cuerpo. Se mordió los labios y llevó una mano a su cabello, peinandolo hacia arriba, el aumento de temperatura le tenía sudando demasiado.
—Quiero ver su rostro —pidió Eren. Leví volteó sobre su hombro para verle y detuvo sus movimientos, para después leventarse y cambiar su posición, ahora quedando frente a él. Se agachó, quedando sus piernas separadas y el miembro del castaño cerca del trasero del mayor. El azabache comenzó ahora a frotarse sobre el miembro del ojiverde, volviendo loco de placer a este, y entonces comenzó a tentarlo, le hacia creer que iba a introducirlo pero terminaba por no hacerlo. Le gustaba ver la expresión del menor completamente de lujuria para después frustrado —Eso... no es... justo... —jadeo.
—Si no te gusta, entonces hazlo tú —soltó, esbozando una pequeña sonrisa juguetona. En ese instante, Eren tomó de las caderas de Levi y se introdujo dentro de él de una sola embestida, había sido demasiado rápida y fuerte, que Levi apenas pudo procesar aquello. El castaño se quedó quieto un momento, llevó sus manos al trasero del pelinegro y lo apretó fuertemente para despues darle una nalgada mientras lamía y chupaba uno de sus pezones. El mayor gimió, había sido una sensación tan placentera que sintió que si le hacia eso de nuevo, se correría.
Eren sonrió y comenzó a embestirlo con mucha más fuerza y rápidez, haciendo que el mayor encajara sus uñas en sus hombros, esto le iba a dejar varias marcas pero no importaba mientras fuera él quien las hiciera. Levi gemía sin parar repitiendo una y otra vez el nombre de Eren, lo hacia porque estaba a una nada de llegar al clímax junto con el ojivere, porque éste tampoco paraba de pronunciar el nombre de Levi.
El castaño se movía rápidamente a una velocidad increíble, las embestidas era cada vez más profundas y fuertes para el pelinegro, al tomarle de las caderas las estocadas se profundizaban demasiado, estaba haciendo sentir bastante bien al azabache, al igual que a él mismo.
Cuando Eren comenzó a sentir como las entrañas del mayor lo succionaban cada vez más, esto le avisaba que el orgasmo venía. Eren clavó más fuerte sus manos ahora en los glúteos de Levi. dando las últimas y fuertes embestidas.
—Levi, e...estoy por correrme.
—Yo... yo igual —dijo.
—O...oe no se te ocurra ma...mancharme de... —no terminó sus palabras porque Eren le dio una fuerte embestida —Nngh así.
El menor estaba haciendo sus últimas embestidas, la respiración y temperatura de ambos comenzó a elevarse muy rápido y sin más, el orgasmo se hizo presente al mismo tiempo, haciendo que se corrieran a la vez. El castaño, salió del pelinegro, retirándose el preservativo para después terminar de correrse en el estómago del mayo, éste se vino en su abdomen y también en parte del ojiverde. El menor se tiró al lado derecho del mayor. Los dos tenían las voces bastante agitadas, trataban de regularizarlas. Estaban llenos de sudor y esperma por todo el cuerpo.
—Eso estuvo increíble —dijo el castaño con la voz demasiado ronca y agitada.
—Sí, lo fue.
Eren tomó varios pañuelos de su buro y se los dio a Levi para que se limpiara —más que nada el semen del castaño—. El pelinegro los tomó y comenzó a limpiarse.
—Idiota. —le dio un golpe en la cabeza.
—Lo siento —se disculpó sobandose la parte donde recibió el golpe.
Al terminar de limpiarse tiró aquellos pañuelos en un bote que se encontraba cerca de ahí. Se recostó tapándose con las sábanas quedando frente a frente con el castaño, éste le sonrió, tomó su rostro y lo besó. —Lo amo —le dijo.
Las mejillas del pelinegro tomaron un color demasiado rojo al escuchar tales palabras, no respondió, no estaba listo, lo único que hizo fue acurrucarse en el pecho del castaño. Eren sonrió al ver tal acto, sabía que el pelinegro aún no estaba listo. No quería forzarlo por lo que, sólo le abrazo, y así permanecieron hasta quedarse dormidos.
A la mañana siguiente Levi se despertó, observó que Eren no se encontraba, así que dedujo que tal vez estaba en el baño; pero percibió un olor delicioso, a lo cual se sentó en la cama tomando la ropa que le prestó el castaño, una vez que se la puso se levantó de la cama pero un dolor intenso proveniente de su espalda y caderas hicieron que cayera de golpe al suelo. Eren quien se encontraba en la cocina escuchó el golpe e inmediatamente fue a la habitación y qué fue lo que encontró. Sin mas ni menos, se encontraba Levi tirado en el piso tratando de levantarse, pero no podía, así que, rápidamente fue ayudarlo a levantarse. El pelinegro se recargó en el castaño, éste lo llevó a la sala de estar, cuando llegaron le sentó en el sofá.
—¿Se encuentra bien? —preguntó muy preocupado.
—Sí, es sólo que olvidé lo que sucedía al día siguiente, eso es todo.
—Ya veo... pensé que algo malo en verdad le había sucedido, es un alivio que no —rascó su mejilla. —creo que fui demasiado rudo anoche —sus mejillas se volvieron totalmente rojas.
—No hay de que preocuparse mocoso —dijo el mayor —yo también tengo culpa, al pedirte que cada vez fueras más rápido. —le revolvió el cabello —Por cierto, ¿qué estás cocinando?
—Oh, sobre eso, espere un momento —Eren se fue por un momento a buscar ciertas cosas. Levi por su parte se quedó sentado en el sillón viendo hacia el techo y recordó algo.
—El collar... -susurró para sí mismo —joder, lo olvidér por completo, debe de estar en el abrigo.
En ese momento el castaño llegó con las manos detrás de é, como si estuviera escondiendo algo, se hincó frente a Levi, éste sólo le observo.
—Ya que hoy es un día muy especial para usted, decidí comprar esto —dijo sacando de atrás de sus manos una cajita roja —muy bonita— y abriéndola. El mayor abrió con asombro los ojos, al ver que en la cajita se encontraba un anillo, que al parecer había dos en un principio.
—Eren acaso tú...
—Sí —afirmó. —Dígame, ¿le gustaría comenzar una vida conmigo en este nuevo mundo libre de titanes que la vida nos ha regalado?
Los ojos del pelinegro comenzaron a llenarse de lágrimas, y por su mente comenzaron a pasar varios recuerdos de su vida pasada.
—Al fin, después de haber esperado tanto tiempo... por fin podremos estar juntos —hizo una pausa. —Mi respuesta es sí, Eren —dijo abalanzándose hacia el ojiverde. El menor lo abrazó fuertemente. De sus ojos comenzaron a brotar varias lágrimas y pudo verse a él de antes junto con Levi sonriendo y desapareciendo lentamente, "gracias" se dijo en su mente.
De los ojos de Levi no paraban de salir lágrimas, Eren tomó su rostro y lo beso de manera muy inocente, esto lo calmó un poco. Después de todo esto se levantaron.
—Por cierto —menciono el castaño —¡Feliz cumpleaños!
—Cierto... lo había olvidado, hoy es mi cumpleaños —esbozo una leve sonrisa. —Gracias mocoso —agradeció poniendo su mano en la cabellera del castaño y despeinándolo. El castaño se sonrojó.
—Po... por nada.
—Eren.
—¿Qué pasa?
—¿Dónde está mi abrigo?
—Ah, deje lo traigo —fue al cuarto de baño. Una vez que salió trajo consigo el abrigo y se lo dio a Levi. Éste comenzó a sacar de uno de los bolsillos algo y al encontrarlo sacó una cajita larga color negra por arriba y esmeralda por debajo, se la dio a Eren.
—Toma —se la dio, el castaño la tomó. —Ábrela. —El menor la abrió y vio un collar con una piedra Esmeralda —como sus ojos— en el centro.
—¿Esto es para mi?
—Sí, para quién más seria.
—Pero, por qué si no es mi cumpleaños.
—Es por que ayer lo compré pensando en ti. Ya que me recordaba a tus ojos, pero ahora que estoy contigo, ya no la necesito —sonrío —por eso te lo doy, además tómalo como un regalo de Navidad.
Eren se sonrojó bastante y abrazó fuertemente a Levi.
—Muchas gracias, en serio muchas gracias. —besó la mejilla del más bajo.
—No hay de que mocoso —se miraron, y acercaron sus rostros listos para fundir sus labios en un tierno beso, pero algo los interrumpió. Fue un sonido proveniente del estómago de Levi
—Veo que ya tiene hambre, venga vayamos a desayunar —le tomó de la mano mientras lo llevaba al comedor.
Después de unos minutos ya estaban comiendo, Levi como siempre estaba devorando todo con rápidez.
—Esto está realmente bueno.
—Gracias —soltó una pequeña risa.
—Enserio, ¿cómo es que aprendiste a cocinar?
—Mi madre me enseñó desde pequeño, porque yo siempre le insistía que quería ser un buen marido cuando me encontrase con usted —confesó, tenía su rostro apoyado en una palma de su mano, sonriendo.
Levi dejó de comer al escuchar esas palabras, su corazón dio un brinco y no pudo evitar sonrojarse.
—Mocoso... mi mocoso —dijo levantándose un poco de la silla y tomando a Eren por su camisa, dándole un beso. —Bien, sigamos comiendo —tomó asiento.
—Co... como ordene —aquello había tomado por total sorpresa al castaño, quien no pudo seguir con su desayuno ya que su rostro estaba demasiado rojo, no tuvo de otra más que taparlo con sus manos.
Y así se quedaron, platicando y comiendo en una fría pero a la vez tan cálida mañana de una hermosa y feliz navidad. Pudieron unir de nuevo sus vidas gracias a una lluvia, que no debía caer en esa época del año. Es así como se demuestra que el destino, puede lograr lo que sea, sin embargo, antes de que termine esta historia, hay algo que se está olvidando... ¿Quieren saber qué se encontraba dibujando Eren?
Bien, pues vayamos a su habitación. Sobre su cama se encontraba su cuaderno de dibujos. en la última hoja se podía apreciar a Eren y Levi de sus vidas pasadas, tomados de la mano. despidiéndose de los actuales con lágrimas en los ojos y sonriendo, con una breve nota escrita.
"Gracias por todo, ahora es turno de que comencemos una nueva vida en este mundo maravilloso".
Espero que haya sido de su agrado. Como les recuerdo, este One Shot lo tenía escrito desde 2014, a lo cual traté de editar lo mejor posible ya que no recuerdo del todo cómo fue que surgió la idea para escribirlo jajaj por eso mismo me disculpa las incoherencias que pueda contener🙇♀️
EN FIN, LES DESEO UNA MUY FELIZ Y BONITA NAVIDAD🥳🎄☃️🎇🎊🎉💕💕💕
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