Naruto contaba el dinero que había juntado esa semana, apartó para un pequeño puesto que había visto libre en la aldea, sonrió ligero, se levantó del suelo donde dormía en una manta, acababa de amanecer, tenía tiempo para entrenar un poco antes de realizar sus planes, salió de su cabaña, comenzó a correr por el bosque evitando con agilidad los obstáculos mientras avanzaba hasta llegar a la meta, regresó con velocidad, nuevamente subía por la colina tratando de superar su velocidad, escuchó un grupo de kunais golpear contra madera, paró en seco respirando agitado, caminó con curiosidad entre los arbustos, sus azules ubicaron al culpable, el chico de aquel día corría a una velocidad increíble entre los árboles lanzando sus kunais con una habilidad admirable, sus azules se abrieron al ver chocar los kunais y rebotar al centro de las dianas, el azabache giró en el aire lanzando un grupo más de kunais.

Naruto parpadeó con sorpresa, mordió sus labios observando el movimiento en sus muñecas y la habilidad para predecir la trayectoria de los kunais, ¿él también podía hacerlo?, levantó su mirada observando el sharingan en sus ojos, recordó a Sasuke y un entrenamiento similar, caminó lentamente hacia atrás, su mirada se hizo gris al recordar a la policía Uchiha, cuando era niño se enseñaban con él, lo mejor era alejarse.

-¿Por qué te vas?- el mayor cayó al suelo en cuclillas observándolo -¿no deseas aprender a lanzar el kunai?, lo necesitas para tu exámen -Naruto levantó sus grises con duda al verlo acercarse a él -sí deseo aprender, pero no quiero ser un problema -el Uchiha observó al pequeño con curiosidad, su mirada era demasiado transparente, podía recordar que aquella vez había miedo, se veía algo vacía, algo no muy lejano a la mirada que ahora mismo le daba, sus azules mostraban una mirada fría a pesar de su edad, levantó su mano con dos kunais en ella -muéstrame ¿qué es lo que sabes? -Naruto lo vio con curiosidad, lamió sus labios al ver su mano estirada, tomó con duda ambos kunais, caminó un poco, levantó su mano, con bastante puntería y fuerza atinó a la diana.

Itachi lo vio con atención, era obvio que había entrenamiento, le recordó un poco el tipo de lanzamiento que usaba Kakashi, debió practicar observando a alguien- tienes fuerza y puntería, pero no es suficiente, dejas abierta tu defensa para un ataque, el enemigo puede predecir tus movimientos -Naruto observó su postura, rascó su brazo un poco apenado -observa el movimiento en mi muñeca- el rubio veía la velocidad en él, no había forma de predecir a dónde dirigía su ataque -necesitas aumentar tu velocidad, te recomiendo usar pesas ligeras en tus extremidades y después aumentar el peso cuando te sientas listo- Naruto veía al Uchiha repetir los movimientos de muñeca para que pudiera entender, acomodó los kunais en su mano nuevamente, trató de hacerlo algunas veces fallando totalmente. El mayor lo vio con atención, tomó la pequeña mano del rubio quien abrió sus ojos con miedo ante ese toque, zafó con velocidad su mano dando un paso para atrás.

Itachi lo vio con duda -te ayudaré a colocar la posición correcta, no te haré daño- Naruto se avergonzó un poco por su reacción -lo lamento tteba… -mordió sus labios, el Uchiha escuchó la leve muletilla corta en el susurro, le recordó a Kushina-san y a su hija, tomó nuevamente su mano suavemente dejando de lado el parecido al recordar que era huérfano, su miedo lo desconcertaba, le causaba curiosidad, tal vez fue lastimado, colocó su mano con el kunai en la posición correcta. Naruto observaba con atención cómo debía hacerlo -esta posición es más cómoda, le da fuerza, velocidad y oculta el movimiento -el rubio lanzó los kunais observando el resultado, sonrió ligero sólo un poco -gracias- susurró nuevamente.

Itachi lo observó lanzar el kunai algunos minutos, cada vez con mejor movimiento, podía ver que había habilidad -¿por qué me ayuda?- escuchó la pregunta tímida del menor. El Uchiha parpadeó con seriedad, el pequeño se veía desconcertado, eso era obvio -no estás muy acostumbrado a recibir ayuda, ¿no es así?- Naruto mordió su mejilla sin quitar su mirada de la diana, lanzó nuevamente acertando, corrió ligero a recuperar la herramienta y del mismo modo regresó, podía sentir la mirada del chico sobre él, tenía dudas sobre su ayuda, nadie daba nada de forma gratuita, eso era un hecho, lo había aprendido durante su vida -no, la gente no suele ayudar a gente como yo-

Itachi escuchó su susurro, era evidente que la vida del chico no había sido fácil -no hay un interés detrás, simplemente lo hago por ayudar- Naruto recordaba, no era característico de un Uchiha ser bondadoso, por otro lado, en su mundo nunca vio o escuchó del chico, tal vez había muerto durante la masacre Uchiha, aunque aún no escuchaba su nombre -hazlo en movimiento, hay un camino de dianas en esa dirección, te seguiré- Naruto levantó sus enormes azul grisáceo escuchando al azabache, asintió, si era ayuda desinteresada, no podía negarse, sólo debía mantener sus defensas arriba.