Capítulo 21
Naruto bajó su mirada observando sus manos unidas, apretó sus manos suavemente algo nervioso -cuando se entere de mi verdad, se alejará de mí, no soy la persona buena que cree que soy sensei- estaba por separar sus manos cuando el Uchiha las detuvo. Naruto levantó el rostro con sorpresa y algo de miedo, abrió sus azules al sentir sus grandes manos en sus mejillas acariciarlas suavemente -dije que no te traicionaré pequeño- el rubio aguadó sus azules, bajó su mirada, su corazón latía con fuerza no sólo por la cercanía, también por miedo a enfrentar su verdad, apretó el ceño analizando, no sabía qué hacer, no sabía qué pensar, ¿si se alejaba de él?, observó sus onix verlo con cuidado, simplemente sus labios se movieron -no soy… -mordió sus labios tratando de detenerse, pero ya había hablado -no soy… de esta Konoha-
Itachi apretó el ceño con duda -¿esta konoha?- Naruto asintió lentamente -vengo de otra dimensión -el azabache lo observó tratando de ser abierto, tratando de entender -vengo de una Konoha que traicionó mi existencia, mis sueños, mi vida, de una Konoha donde la soledad me asfixiaba, desde que tengo uso de razón el maltrato y el rechazo eran parte de mi vida -Itachi se sentó en el banco escuchando al rubio, apretó el ceño al escucharlo -es verdad lo que dijiste, no soy una persona normal, en mi mundo la gente me llamaba demonio cuando tenían oportunidad- el azabache abrió sus onix bastante -vivía siendo ignorante del porqué del rechazo de la aldea. Cuando era pequeño la aldea organizaba cacerías para lastimarme por diversión, querían vengar a su gente amada, yo no entendía de qué hablaban-
Itachi apretó el ceño con coraje al ver el dolor en sus azules -un día el tercer Hokage me encontró en el bosque, vivía en hueco bajo un árbol, me consiguió un departamento, me llevó con él, la gente dejó de lastimarme, cambió su actitud a una de rechazo e intolerancia, por lo menos ya no había golpes, sabía que no era bienvenido, creí que mi vida había cambiado, creí que había mejorado, entré a la academia, era un verdadero idiota, reía, jugaba, había hecho algunos amigos a pesar de todo- mordió sus labios recordando, temblaban.
-El día que hice gennin, todo cambió -levantó sus azules llenos de dolor. Itachi abrió sus onix al ver esa mirada, no se podía fingir -un sujeto me tendió una trampa, caí como estúpido, ese día me reveló que yo era el demonio de la aldea, al que todos odiaban más que a sus vidas, me reveló que era el jinchuriki del kyubi -Itachi abrió sus onix demasiado. Naruto lo vio con angustia, no quería que él lo rechazara, pero en su interior, deseaba que lo conociera y lo aceptara por quién era en verdad, observó que lo veía esperando que terminara la historia.
-El día de mi nacimiento había sido liberado el zorro, dejó en ruinas la aldea, asesinó a una gran parte de la población -el Uchiha veía con terror al chico sin poder creer todo, era demasiado -ahora todo era claro, me odiaban por lo que había en mi interior, decidí que podía aún así seguir con mi vida y demostrarles que yo valía por lo que era, no por el zorro, pero era difícil cuando nadie me tendía la mano y yo me pasaba de idiota, era parte del equipo siete, bajo la tutela de Kakashi Hatake, junto Sakura Haruno y Sasuke Uchiha -el azabache lo escuchaba con cuidado -¿el cuarto Hokage no existía?- Naruto negó -el día en que nací sacrificó su vida junto a su esposa para sellar al zorro en mí o por lo menos eso es lo que sé -el Uchiha recordó el parecido con el Hokage -eres su hijo, ¿no es así?-
Naruto apretó el ceño, su mirada se hizo gris. Itachi podía recordar esa mirada en el kage -sí, me usó como una maldita vasija -apretó sus puños con coraje viendo la barra -entiendo el porqué lo hizo, pero no puedo evitar sentir rencor, no he tenido una vida fácil sensei -el Uchiha tomó sus manos con cariño -¿cómo huiste? -Naruto bajó su mirada, sus azules se veían vacíos -un día caminaba a mi departamento, escuché un llanto de una niña, era una casa abandonada, mi curiosidad pudo más que yo, me introduje buscando ayudar, alguien me aventó a un sótano, los golpes llegaron, era mucha gente, no podía defenderme, no era muy hábil, aunque trataba nada resultaba, sentí como me apuñalaron, no una sino en varias ocasiones, perdí el sentido -Itachi abrió sus ojos demasiado -el zorro sacó parte de su chakra, mató a algunas personas para salvar mi vida, anbu y el Hokage llegaron, me encerraron en la cárcel bajo las instalaciones de anbu-
El Uchiha apretó suavemente sus manos preocupado -ahí escuché a Kakashi-sensei y a Shikaku-san pelear con el Hokage por mi vida, yo pensaba que Hiruzen era mi abuelo y me ayudaría, pensé que me quería, estaba bastante equivocado, dijo que era un peligro, que la aldea pedía mi cabeza y que era su deber mantener el orden, llamó a Danzo, el anciano cojo -Itachi apretó el ceño bastante -le dio la orden para conseguir a un nuevo jinchuriki y preparar al equipo de sellado para el zorro, el bastardo anciano dijo que era un jinchuriki defectuoso, Kakashi-sensei y Shikaku-san buscaron ayudarme al punto de dividir la aldea -Itachi lo vio con sorpresa, no le extrañaba, los mejores amigos del Hokage eran su padre y Shikaku Nara, Kakashi era su alumno.
-Algunos clanes y shinobis estaban a mi favor, los aldeanos me dieron la espalda, cuando estaban por asesinarme en un evento público, podía sentir el odio de la aldea y de algunos más, escuchaba como pedían mi cabeza, gritaban de emoción anhelado mi muerte, en ese momento escuché la voz del zorro -el Uchiha comenzaba a entender su mirada. Naruto apretaba sus manos con frustración al recordar los gritos de la gente en pequeños flash, parapdeó tratando de conectarse, levantó sus grises fríos sacando un escalofrío en el Uchiha -le entregué mi vida a cambio de llevarse al infierno a todos esos malditos -Itachi abrió sus onix bastante, la mirada gris lo veía con seriedad, no había mentira -así lo hicimos, destruimos a la mitad de la aldea -el mayor acarició sus manos suavemente pensando en todo lo que escuchó.
Naruto bajó sus grises con ansiedad y miedo a ser rechazado -yo quería ser el mejor shinobi, era la persona más fiel a esa Konoha, amaba a jiji, amaba mi aldea, siempre desee ser Hokage y ganarme el respeto de todos, pero ese día todo se fue a la mierda, el zorro usó un antiguo sello del clan Uzumaki, abrió una dimensión, me trajo aquí, me dio una segunda oportunidad de vivir y de ser feliz, dijo que no lo jodiera más, que no se me olvidara que debía liberarlo en algún lugar bonito y remoto antes de mi muerte, eso es lo que haré, fue claro, no quiere un jinchuriki mediocre y yo no pienso fallarle -
Itachi observó su mirada, era obvio que el pequeño lo analizaba, estaba buscando algún signo de rechazo de su parte, bajó su mirada ónix, tomó un mochi del bowl, lo levantó, lo metió a la pequeña boca del rubio -come- Naruto parpadeó desconcertado con un evidente sonrojó por la acción, su mirada perdió esa frialdad que mostraba, masticó el dulce lamiendo sus labios, la mermelada salía del mochi.
Itachi sonrió metiendo un dulce en su propia boca, ambos masticaba con una suave sonrisa viéndose el uno al otro -yo no ví, ni escuché nada, tu eres Naruto, un huérfano de Konoha con bastante habilidad, no sé más- el rubio sonrió lindo, vergonzoso, tomó un mochi más, tímido ante la mirada del Uchiha -gracias por no rechazarme, es importante para mí su opinión y su aceptación -Itachi lo observó por un momento sonreír suavemente, esa sonrisa era distinta a las de siempre, se veía sincera y libre, masticó lentamente algo perdido en la imagen del pequeño, últimamente deseaba verlo más, se sentía feliz en su compañía y eso no podía esconderlo, trataba de acomodar todas sus actividades y darse prisa para verlo aunque sea unos momentos, como ese día, había dejado un clon en la oficina Uchiha para estar a su lado, bajó su mano por un dulce al mismo tiempo que el pequeño quién se sonrojó por el contacto.
Itachi disfrutaba esa imagen que obtenía de él, sus sonrojos y actitud vergonzosa, levantó su dedo acariciando suavemente el dedo del rubio dentro del bowl en un suave movimiento torpe. Naruto levantó sus azules perdidos, Itachi observó que sus ojos se veían brillosos y dóciles ante él, disfrutaba provocar esa imágen, aunque realmente era bastante torpe en los sentimientos e ignorante de lo que sucedía entre ambos, lo vio acomodar su cabello tras su oído con timidez, levantó su mano, él mismo lo acomodó, sacó de su bolsillo un clip que había comprado para el rubio esa mañana, lo colocó en su cabello suavemente -este es para ti, lo vi en la plaza y como pensé, te queda perfecto -Naruto sonrió ligero -gracias ttebayo -susurró tímido, Itachi abrió sus onix con sorpresa al escuchar la muletilla, ya la había escuchado antes algo cortada, ahora entendía, sonrió divertido -aún tengo un poco de tiempo, muéstrame ese jutsu, veamos cómo podemos mejorarlo- Naruto asintió con emoción.
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