Capítulo 2
Naruto sintió sangre salir de su cuerpo y labios, sintió tres puñaladas más, estaba en shock, comenzaba a sentirse inconsciente, chakra bijuu salió de su cuerpo quemando a sus atacantes -aaaaaaaahhh demoniooo, no lo dejen escapar -un shinobi con conocimientos en fuinjutsu hizo sellos de manos buscando sellar el chakra del niño, algunos aldeanos habían pagado bastante por su servicio. Naruto abrió sus azules con una rendija roja, levantó su mano, la bajó con velocidad desgarrando el rostro del sujeto -aaaaaaaahhh ¡atáquenlo!, ¡nos matará! -había garras de chakra cubriendo las pequeñas manos del Uzumaki, brincó escupiendo sangre evitando a sus agresores, estos entraron en pánico, comenzaron a atacarlo para salvar su vida.
Naruto estaba fuera de sí tratando de defender su vida con ese poder que salía de él -aaaaaaaahhh- zarpazos destruían carne y extremidades sin piedad alguna -¡déjenme en paz!- las puertas se abrieron dejando ver a un grupo de anbus y al Hokage en el lugar, la guardia anbu lo había llamado al escuchar el alboroto y sentir el chakra extraño, los gritos en la casa era exagerados, se había reunido gente en su exterior aterrada por lo que escuchaban.
El anciano abrió sus ojos demasiado al ver a personas retorcerse en el suelo con heridas graves, había carne y sangre en los muros y el suelo, algunos sujetos no se movían, no sabía si estaban con vida, otros evidentemente estaban muertos con heridas expuestas -¡Naruto!- gritó con fuerza el kage, el pequeño giró a la defensiva en cuatro patas, su cabello erizado mostraba su situación actual -¿Naruto?, ¡responde!, ¿aún estás conciente? -el rubio escuchó la voz de su jiji, sus ojos perdieron la rendija del zorro, se hicieron aguados, el chakra rojo comenzó a irse, habló con ansiedad y miedo, lloraba con dolor -jiji, me lastimaron, me tendieron una trampa, enterraron sus armas en mi cuerpo, yo -bajó su mirada observando la sangre regada por todo el lugar, tragó pesado nervioso, comenzó a temblar, observó sus manos y ropa llenas de sangre, estaba aterrado, levantó sus azules aguados con miedo- yo no… -el anciano negó con tristeza -arréstenlo- Naruto abrió sus ojos con dolor al escuchar sus palabras, bajó su mirada sintiendo las esposas de chakra debilitarlo, giró su mirada -cuatro muertos -se sintió mierda, se dejó llevar hasta la cárcel anbu de la aldea.
Al llegar a la base lo encerraron en una habitación, lo sentaron en una silla con una mesa al frente, la luz sobre esta tambaleaba, era un cuarto oscuro, brincó al escuchar la puerta abrirse mostrando a un sujeto bastante alto de apariencia tosca, había bastantes cicatrices en su rostro, usaba un paliacate, el hombre lo vio con molestia -¿un asesino?, tal vez esperaba más de ti mocoso -Naruto se hizo pequeño en su lugar, sus labios hicieron un puchero, lágrimas salieron de sus ojos -yo… yo sólo me defendí, querían matarme -Ibiki lo vio con cuidado, sintió un hueco en su estómago, su mirada no mentía, no era un asesino, giró su mirada al vidrio de la habitación, la puerta se abrió -Ibiki, demonios, el mocoso sólo se defendió, ese rostro no se puede fingir maldita sea- susurró una pelimorada al sujeto. Los azules veían a ambos con cuidado, estaba aterrado.
Ibiki asintió, giró su mirada -¿Qué sucedió? -Naruto mordió sus labios, tragó saliva tratando de calmarse, entre llanto habló -escuché en la casa abandonada a lado de los departamentos donde vivo un llanto, se escuchaba como una niña, me acerqué para ayudar, al llegar me lanzaron a un sótano cerrando la puerta a mi espalda, comenzaron a golpearme una y otra vez -bajaba y subía sus azules nervioso, sus manos jugaban entre ellas limpiando el sudor, suspiraba por el llanto -tenían máscaras, no pude identificarlos, todo era borroso, no podía defenderme, eran muchos y no me dejaban crear a mis clones para defenderme, de un momento a otro sentí como enterraron un kunai en mi abdomen -
Ambos interrogadores estaban cabreados, bajaron la mirada viendo los agujeros del kunai en su ropa, observaron como sus heridas aún podían verse un poco -llegaron más ataques, me sentía casi inconciente, sólo recuerdo después de esto haber estirado mi mano para defenderme, hasta que jiji me habló -hizo un enorme puchero- habían muchos heridos -el pequeño apretó sus puños -yo no pedí ser un monstruo, yo no pedí ser el zorro, yo no quería lastimarlos, sólo quería que pararan, tenía miedo -comenzó a llorar con frustración, levantó sus azules con dolor -yo no quería matar, no soy un asesino -lágrimas salían de sus ojos, ambos interrogadores no dudaban del chico, era obvio lo que sucedía, pero tampoco podían ayudar, giraron su mirada al vidrio esperando órdenes, tras de este Kakashi veía con terror la situación.
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