A Camille se le estaba escurriendo el cerebro , gota  a gota cada día , en cada minuto de clase en que asherton sonreía y hablaba divertido a otras personas , pero nunca se giraba intencionalmente a compartir palabra con la chica a su lado izquierdo  tres puestos atrás . . . Esa chica que no dejaba de mirar tres puestos adelante.

Esa chica que era Camille.

Camille Clark se trataba de justificar mentalmente diciendo que si a asherton le importara lo más mínimo pues ya habría hablado con ella , la hubiera disculpado porque todos nos equivocamos.

Pero llegaba la parte en que su opinión daba un giro 180 y se decía ¿ porque demonios tiene que buscarla? Después de todo el no hizo nada.

Para la chica esa era su gran dilema y aunque sabía su respuesta algo dentro de ella no le permitía intentarlo una vez más Aunque se estuviera muriendo por hacerlo

Aunque sus labios ardieran desde aquel día

Aunque su corazón se destornillara por la velocidad

Aunque sintiera lo que sea que estuviese sintiendo.

Quería pero no hacía nada.
Hasta que como creado por dioses en algúna parte de su bolso destacó ante sus ojos una pequeña tarjetita alias muestra de perfumería.

Ella tuvo una idea.