Capítulo 9-Hogar
La luz se disipó al cabo de un rato, nuestros magos de Fairy Tail estaban esperando a poder ver que había sucedido. Finalmente, vieron a todos los secuaces de Laxus inconscientes y derrotados en las gradas mientras que ellos dos aún permanecían de pie. El joven dragon slayer del fuego estaba completamente agotado, cayendo de rodillas al suelo por la magia.
—¿Lo he logrado?—se preguntó a sí mismo mirando a su adversario.
Laxus estaba cansado, con dolor y también cayó de rodillas. El rubio se llevó la mano al pecho y de pronto, un aura oscura emergió de su cuerpo mientras este gritaba de dolor. La oscuridad se disipó dejando a Laxus inconsciente.
La guerra había terminado, pero todavía quedaban muchas preguntas que solamente él podría dar. Mavis junto al resto del grupo apresaron a todos los secuaces de Laxus y los llevaron a prisión mientras Natsu se recuperaba en la enfermería del gremio.
—Echaba de menos estar aquí—pensaba tumbado.
El nuevo maestro de Fairy Tail aún tardaría en despertar unos días pues la oscuridad que estaba en su cuerpo había dejado secuelas en él y necesitaba recuperarse de ellas. Poco a poco, los miembros más antiguos y que se marcharon, regresaron cuando se dio la noticia.
La panda estaba reunida de nuevo, incluido Mira que tuvo que contar sus experiencias como modelo. El manager y abusador de ella acabó recibido una fuerte paliza por parte de Natsu y compañía antes de acabar en prisión.
Gajeel se marchó tras ayudar a nuestros amigos para irse de gira con su banda. Algunos de los miembros lloraron de emoción al verse de nuevo en el gremio, en su casa...en su hogar.
Cuando Laxus despertó, apenas recordaba algo de todo lo sucedido hasta el momento, solamente breves encuentros y la doctora que siempre estaba con Fairy Tail dijo que tardaría en recuperarse. Al enterarse de todo lo que había hecho, rompió a llorar. Eso y por haber fallado a su abuelo. En aquel momento de debilidad, Gray junto a los demás, sintieron pena y todo ese odio se fue de golpe. Ahora comprendían que aquel que enfrentaron no era el Laxus del gremio, sino uno corrompido por la oscuridad.
—Quien haya hecho esto que se prepare—dijo Natsu ya recuperado.
—Se que he hecho cosas malas, pero cuando me recupere y tenga mis recuerdos al completo, tal vez pueda arrojar algo de luz al asunto—Laxus estaba triste—lo siento, lo siento mucho.
—Deja eso para luego, ahora descansa—dijo Natsu.
Mientras tanto, Gray se haría cargo del gremio de manera provisional ya que según Natsu, era el más indicado por todo su esfuerzo como espía y jugarse el tipo.
En casa, Natsu fue recibido con un fuerte abrazo por Juvia quien comenzó a besarlo de manera apasionada, llevarlo a la cama, quitarle la ropa y ambos ser uno solo. Natsu aquel día se sintió sorprendido por Juvia pues sus caricias, como usaba sus manos y su boca le sorprendieron.
—Juvia desea más—dijo desnuda, con los pechos al descubierto y sobre él.
—¿Otra vez?
—Juvia está feliz, Natsu-sama—al decirlo en aquel tono, el joven liberó más poder y volvió a hacer el amor con ella repetidas veces.
Lo hicieron hasta que ninguno de los dos pudo más, tumbados desnudos y sudados sobre su cama, respirando para recobrar el aliento pero sobretodo, con una sonrisa antes de abrazarse y quedarse dormidos.
Natsu estaba feliz por el gremio, podía regresar cada día a ver misiones, a comer, a beber y sentirse de nuevo en casa. Laxus seguía recuperando poco a poco fragmentos en su cabeza, pero de momento no tenían pistas de lo sucedido. Según Mavis, esa oscuridad no era normal y necesitaban dar con la respuesta porque podría regresar en forma de otro peligro.
El tiempo pasó y todo regresó a la normalidad como antes de que Natsu se fuera.
Finalmente, Laxus recobró totalmente su memoria y comenzó a sudar. En sus ojos se veía miedo y tuvo que ser calmado para poder respirar bien.
—Fue...fue...fue mi padre...Iván—dijo finalmente—esa oscuridad...algo ha hecho...—pero perdió el conocimiento.
—Ahora sabemos que fue él, pero no sabemos donde se encuentra—dijo Mavis.
—Lo buscaremos—Erza estaba enfadada—él otra vez.
Pero aquel asunto solamente lo sabrían unos pocos del gremio, ahora que habían logrado la paz, no querían que se marchasen de nuevo ante un posible nuevo peligro.
Empezaron a trazar un plan de búsqueda para dar con él. Aunque no sería sencillo pues sería el miembro de un gremio oscuro ya que desde que se escapó de la prisión después de los Grandes Juegos Mágicos nadie sabe su paradero.
Los secuaces que estaban en prisión aparecieron muertos, los habían asesinado con un veneno mortal y agonizaron hasta dejar de respirar. Solamente uno de ellos logró decir algo.
—Cripta...Oeste...—luego falleció.
Con aquellas pistas, buscaron en el mapa hasta dar con la posible guarida. Pero en esa zona había muchas criptas, no quedaba otra que ir allí y buscar personalmente una por una. Natsu y Erza serían los encargados de ir allí mientras Gray ponía orden en el gremio y Juvia ayudaba a Mirajane y Lucy con el papeleo.
La zona Oeste era un bosque repleto de maleza, tardarían bastante en dar con la guarida de Iván si es que estaba allí, pero tenían fe en que podían lograrlo.
—Bien, vamos a ello—dijo Erza sacando su espada y empezando a cortar todo.
—Necesitamos dar con él—Natsu usaría su olfato pero allí con el polen, las flores y la maleza, no servía de mucho.
Por su parte, Laxus reposaba pensando en todas sus acciones. Estaba enfadado consigo mismo, había hecho daño de nuevo al gremio y tenía muchas ganas de llorar.
Fue en ese momento cuando sintió que algo apretaba su mano, al voltear, sus ojos se abrieron.
—¿Abuelo?—estaba ahí delante suyo.
—No atormentes más tu corazón, ahora solamente queda avanzar, avanzar hacia un futuro más brillante—le dijo—este gremio...siempre estará contigo.
Laxus se puso en pie, y su mirada se tornó seria.
—Le devolveré el golpe al viejo multiplicado por diez—unos rayos salieron de su cuerpo—porque este gremio es...mi hogar.
El fantasma de Makarov desapareció no sin antes levantar el dedo.
—Gracias...abuelo...hasta desde el más allá cuidas de mí—dicho esto, salió de la enfermería ante la sorpresa de todos.
Gray al ver su rostro, esbozó una sonrisa.
—Bienvenido de vuelta...Maestro.
Ante la mirada de todos, Laxus estaba en el piso de arriba ya con su capa de maestro, dispuesto a cobrar su venganza.
Continuará...
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