CAPÍTULO 29

Maratón 2/2

Mi hermana es tan bella, se parece demasiado a mí, es una locura siempre había querido una hermana a la cual poder cuidar, de todo aquel que le hiciera daño, si ella se hubiera criado conmigo ni siquiera hubiera dejado que alguien le hiciera daño, hay algo que me está carcomiendo la cabeza desde que salí de ahí dentro, tengo mucha intriga del porqué ella no se siente asustada ante la muerte, no creo que sea solo porque sí, debe haber algo o alguien que le ha hecho daño y ella no quiera seguir viva, y tan solo de pensarlo me hierve la sangre de saber que no he estado para ella, para defenderla.

Se acerca una chica al mostrador y me extiende una bolsa donde está lo que acabo de pedir, es tan agradable el olor a naranja que despide mi jugo, por lo que considero es natural, y me encanta eso.

— listo acá está su cuenta — me extiende la factura y procedo a sacar el dinero de mi bolsillo para pagar.

— Toma acá está el dinero— se lo extiendo y ella lo toma, me da las gracias y me retiro enseguida.

Me dirijo hacia la puerta que da a unas mesas, que están apartadas de las demás, es como donde se van a sentar a comer personas importantes o los doctores principales del hospital, pero me da igual y me voy directo a una mesa de esquina y me dispongo a comer lo que pedí, la comida y yo somos muy buenos amigos.

Estoy a punto de terminar cuando siento que mi teléfono comienza a vibrar en mi bolsillo, decidí terminar y dejó que el celular continúe sonando, sea quien sea si le importa va a volver a llamar y en efecto, mi teléfono no dejó de sonar, al fin termine de comer y me dispongo a coger el dichoso aparato ya harto de que suene y suene sin parar, ¿qué tanto les urge contactar conmigo? Y no es mi madre, porque a ella la tengo con un tono especial.

— ¿Hola? — contestó con un tono lleno de duda —

— ¡amigo! Pensé que nunca me cogerías la llamada ya comenzaba a dudar si había registrado bien tu número — y con solo escuchar su voz, sé dé quien es, y se forma una O gigante en mi boca.

— e, ¿oye te quedaste mudo o te arrancaron la lengua? — dice el muy idiota al otro lado de la línea.

—ja, ja, ja te volviste payaso últimamente, desde que te deje de ver has cambiado mucho.

— Si yo también te he extrañado amigo —

—ah ah por favor ya vas con tus malditas escenas dramáticas, en algunas cosas no cambiaste nada eh —

—vale voy a parar — dice el muy idiota

— ¿Cómo has estado? — me pregunta después de hacer una breve pausa — ah yo bien ¿y tú? Le respondo, — pues yo igual, ¿oye aún no has podido encontrar a tu hermana?

— Aún no, ¿por qué la pregunta? — porque sé cuan importante es para ti encontrarla, yo tengo a mi hermana y si le llegase a pasar algo me muero, es por ello que puedo hacerme una idea de cómo te sientes — me dice

Suena sincero, pero aunque quiera no puedo contarle nada a Marcos, pues mi madre me dijo que nadie debía de saber, pues no todos pueden guardar un secreto. — si lo sé y te agradezco por preocuparte, no sé que haría si no te tuviera como mejor amigo.

— oh vamos, me vas a hacer llorar de la emoción por tus palabras tan profundas y llenas de amor — y por su tono sé que está con una mano al corazón para luego simular que se limpia una lágrima falsa de sus ojos, lo conozco también como la palma de mi mano.

— ya no seas tan dramático, le quitas lo bueno a mis palabras, pero bueno debo dejarte tengo unos asuntos que hacer — oh claro te comprendo amigo

— Un día de estos quedamos para vernos ¿vale? — le digo — oh eso suena genial, así nos ponemos al día — me dice muy entusiasmado.

— Hasta pronto Marcos —

— Hasta pronto mejor amigo — dice

Marcos ha sido mi mejor amigo desde pequeños y él al ser de mi edad también lo es de Marce y creo que se llevarían muy bien si se conocieran, espero que eso se pueda dar muy pronto, él es muy bueno y se volvería un gran amigo para ella, en serio deseo que muy pronto todos sepan que ella es mi hermana.

Procedo a recoger todo lo que tengo en la mesa para así botarlo en la basura.

Me dirijo a la salida, y emprendo mi caminata por los pasillos del hospital, mientras voy caminando, empiezo a tararear una canción.

La tarde se aleja
El cielo esta gris
La noche aparece sin ti
Callado en la playa
Te lloro en silencio otra vez
Me ahoga esta pena
No puedo vivir
Las olas no me hablan de ti
Sentado en la arena
Escribo tu nombre otra vez
Por que te extraño
Desde aquel Noviembre
Cuando soñamos juntos
A querernos siempre
Me duele, este frio Noviembre
Cuando las hojas caen
A morir por siempre
Noviembre sin ti es sentir que la lluvia
Me dice llorando que todo acabo
Noviembre sin ti es pedirle a la luna
Que brille en la noche de mi corazón
Otra vez, otra vez
Quisiera decirte
Que quiero volver
Tu nombre va escrito en mi piel
Ya es de madrugada
Te sigo esperando otra vez
Por que te extraño
Desde aquel Noviembre
Cuando soñamos juntos
A querernos siempre
Me duele, este frio Noviembre
Cuando las hojas caen
A morir por siempre
Noviembre sin ti es sentir que la lluvia
Me dice llorando que todo acabo
Noviembre sin ti es pedirle a la luna
Que brille en la noche de mi corazón
Otra vez, otra vez
Noviembre sin ti es sentir que la lluvia
Me dice llorando que todo acabo
Noviembre sin ti es pedirle a la luna
Que brille en la noche de mi corazón
Otra vez, otra vez.

Justo cuando termino de tararear la canción llegó a la habitación dónde está ella. Abro la puerta con demasiada lentitud, ingreso y el Doctor ya está revisando sus signos vitales pues ella se encuentra dormida.

—¿Cómo se encuentra ella Doctor?— le digo observando la máquina

— Por el momento está bien, pero en cuanto se despierte deberás suministrarle un sedante para poder trasladarla a su casa.

— Entendido — le contesto a la vez que me dirijo hacía la mesa donde está lo necesario.

— ¡Por cierto! Tú vas a venir junto conmigo para cuidarla en su casa, ya pedí todos los permisos necesarios al hospital para que vinieras, y a la vez te darán un aumento ya que es un trabajo privado — vaya que suerte la mía, seguiré estando cerca de ella

— Está bien doctor gracias por tomarme encuenta para este trabajo— le digo tan sinceramente.

— Pero deberás mantenerlo en secreto, no podrás decirle a nadie con quién estás, ni mucho menos la ubicación. ¿Entendido?— me dice con una cara de " hablo en serio"

Eso me descoloca, y mi cerebro comienza a querer entender todo, pero no descifró nada.

— Dije, ¿Entendido?—

— Oh, si entendido doctor — le digo, más aún persiste la incertidumbre.

— La madre de ella lo pidió, debemos acatar pues por lo visto trabaja con gente peligrosa— dice

— Te voy a decir esto para que entiendas la magnitud de las cosas y no metas la pata— y yo solo logro asentir con la cabeza

— La mujer esa, no es su madre pero la cuida por órdenes de alguien más, y parece ser alguien peligroso y tendremos que averiguar bien— y yo quedo estupefacto con lo último, pues lo de la mujer ya lo sabia, mi madre es la madre de Marce.

— ¿Ah? —

— ¡Chico soy agente especial! Y atente a las consecuencias si revelas eso, es lo único que te puedo decir,¿me ayudarás si o no?— se queda viendo el atento a lo que diré

— Claro cuente conmigo— voy a investigar lo que has hecho padre, y te juro que si algo malo le a pasado a Marce, no me arrepentiré de lo que pasé.

“Los cambios se avecinan a la vida de todos”

Los lazos sanguíneos comienza a surgir, veremos cómo todo sale a la luz en plena oscuridad para darle un cambio inesperado.

¿Qué pasará?

¿Marce se recuperará pronto?

¿Que pasará con los chicos?

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