Nota: Dragón Ball y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a Akira Toriyama.

Lia estaba en el suelo, intentando levantarse mientras se apoyaba en uno de los tantos edificios destruidos. Su gi estaba desgarrado y roto, pero no era tiempo para pensar en su ropa.

Gohan, quien intentaba luchar en Super Saiyajin 1, fue lanzado hacia un edificio en el que quedo incrustado.

Lia separo sus piernas y llevo sus brazos hacia atrás y, soltando un grito, se convirtió en Super Saiyajin 1.

Cooler creo una esfera entre negra y morada, y luego la lanzo hacia Gohan, quien aun no se recuperaba.

Lia voló rápidamente hacia Gohan, poniéndose enfrente de el. Puso sus manos por encima de su cabeza y un destello amarillo apareció.

—¡Masenko!— grito lanzando su ataque.

Los dos ataques colisionaron y muchas ráfagas de aire empezaron a azotar la ciudad.

Lia logro que los dos ataques salieran volando hacia el cielo.

Jadeaba del cansancio. Miraba con el ceño fruncido a Cooler, quien solo se limitaba a reír.

—¿L-Lia?— pregunto Gohan recuperándose de el golpe anterior.

—¿Quien mas seria si no?— respondió aun jadeando y sin girarse a verlo.

—¡Están colmando con mi paciencia!— grito con enojo Cooler.

Empezó a lanzar esferas de energía que Lia bloqueaba con los brazos.

Lia voló hacia donde se encontraba Cooler e intento darle un golpe en la cara, pero este lo esquivo y le dio un golpe en el estómago, haciendo que escupiera algo de sangre. Se teletransporto encima de ella y junto sus manos, para luego golpear su espalda, mandándola al suelo.

—¡Lia!— grito Gohan

Cooler miro a Gohan con una sonrisa.

Lia se levantó del suelo y miro a Cooler.

Su cuerpo le pesaba y cada vez se sentía mas cansada. Si seguía así, ese maldito les ganaría.

No se dio cuenta de cuando llego Cooler frente a ella, ni tampoco de dio cuenta de cuando la había golpeado. Lo único que sintió fue dolor.

Gohan intentó ir a donde ella, y lo único que logró fue un duro golpe en el pecho.

Lia cayo al suelo, quitando su transformación. Seguía consciente, pero no podía moverse.

—Me entretuvieron por un rato, pero ya es hora de que ambos se vallan al infierno.— apunto con su dedo a Lia, y de este empezó a aparecer una pequeña esfera roja.

Lia apretó los dientes. No podía esquivarlo y mucho menos desviarlo. Cerro Los ojos, esperando el impacto.

—¡No!— escucho un grito.

Volvió a abrir los ojos, y se dio cuenta de que se trataba de Gohan. Su ki se incrementaba cada vez mas, y unos rayos azules lo empezaban a rodear. Su cabello se alzo mas de lo que estaba.

La tierra empezó a ir en diferentes direcciones gracias al viento que su ki creaba.

Su mirada era seria, cosa no muy común en el.

Cooler y Lia estaban asombrados. Lia por el cambio de Gohan y Cooler por la cantidad de poder que poseía el niño.

Lia sonrió. Sabia que el niño tenia potencial, pero no esperaba que en un ataque de ira la sobrepasara como si nada.

—Estas muerto, Cooler.— dijo sin quitar su sonrisa.

Gohan empezó a caminar hacia donde se encontraban ambos. Su mirada seria asustaría a cualquiera, menos a Lia, quien no se asustaba con cosas como esas.

Cooler, molesto y enojado, comenzó a lanzarle esferas de energía. El humo no dejaba ver que sucedía.

Cooler río, creyendo que había acabado con Gohan.

—¡Son muy débiles, y es por eso que deben ser exterminados!—

Lia río.

—¡Y tu deberías comprar algo para ver mejor!—

El humo se disipó, mostrando a Gohan sin ningún rasguño y aun tenia su aura dorada.

Cooler, algo asustado, empezó a caminar hacia atras. Apretó los dientes y los puños.

—¡Unos simples simios no me pueden vencer!— grito.

La batalla comenzó. Golpes, patadas, bloqueos y puñetazos.

Lia se arrastró en el suelo hasta una pequeña bolsa café que estaba enterrada entre los escombros. Saco de ella una galleta y se la comió, recuperando gran parte de su energía.

Se levantó del suelo. Sabía que Gohan le derrotaría.

Estaba en lo correcto. Gohan, con una técnica azul que nunca había visto, desintegró a Cooler, para luego comenzar a caer inconsciente.

Lia voló hacia donde estaba y lo sostuvo. Miro todo el desastre creado, y suspiro.

Voló hacia donde se encontraba la casa de ambos, para luego dejar a Gohan en su cama. Le dejo una de las galletas al lado de la cama y salió de la habitación, caminando hacia su estudio o taller.

Entro y lo primero que hizo fue cambiarse, pues la mayor parte de su ropa estaba destrozada.

Una vez que ya tenía puesto un gi nuevo, se puso una bata encima de este.

Se puso entonces a arreglar lo que había dejado a medias. No descanso hasta que logro repar aquella pieza.

Sonrio y empezó a saltar de emoción. Faltaba poco para poder reparar esa nave.

Camino hasta lo que seria una computadora, solo que esta se activaba con la voz.

—Busca algún planeta cercano el cual tenga el combustible que necesitamos, o el cual lo podamos conseguir.— hablo y en la pantalla se mostró un planeta de distintos colores de verde. —Namek...

Gohan y Lia se encontraban caminando por el bosque, apartando hojas y evitando a cualquier animal.

—¿A dónde vamos?— pregunto Gohan.

—Creo que ya es tiempo de que conozcas a una persona en especial.— hablo quitando una gran hoja.

Al otro lado, se logro ver una pequeña casa, de color verde.

Lia se acerco a la puerta y toco tres veces. Al instante, una mujer le abrió.

La mujer tenia el cabello algo alborotado. Tenia ropa similar a la de Lia. Tenia una cola de mono enrollada en la cintura, aunque casi no se veía por la cinta roja que traía. También traía una cinta roja atada a su frente, impidiendo que mechones rebeldes de su cabello le impidieran la vista.

Su cara cambio de confusión a sorpresa en cuanto vio a Gohan, quien miraba a ambas sin entender.

La mujer trataba de pronunciar alguna palabra, pero ningún sonido salia de su boca.

Su mirada cambio de Gohan a Lia.

Cerro los ojos y apretó los dientes, para luego golpear en la cabeza a Lia con el puño.

—¡Maldita cabeza hueca!— grito la mujer.

Lia se llevo sus manos a la zona afectada.

—Un gusto en verte de nuevo, Gine.— respondió con algo de sarcasmo.

Gohan miraba a Lia y a aquella mujer sucesivamente sin entender nada.