7.- Necesidad
A la mañana siguiente me desperté a base de zarandeos.
- ¡Buenos días, Shayumi! - exclamó Toga.
- Veo que ya has vuelto... - suspiré, frotándome los ojos.
- Te he preparado el desayuno - dijo con una sonrisa - Aunque tuve que pedirle algo de ayuda a Dabi.
- ¿En serio? - pregunté, extrañada - Vaya, eso es muy amable por tu parte...
- ¡Anda, levántate! - me agarró del brazo y empezó a tirar de mí.
- Vale, vale, relájate un poco.
Me levanté del colchón, y Toga me llevó al salón con los demás. Después me soltó, cogió un plato con algo negro encima, y me lo tendió.
- Aquí tienes - dijo, con una sonrisa.
- ¿Qué demonios es eso? Huele a quemado.
- ¡Son huevos revueltos! Dabi me ha ayudado a cocinarlos - explicó.
- ¿Es que no sabes medir un poco tu fuego? - pregunté, mirando a Dabi.
- ¿Por qué no lo intentas tú? - masculló.
- ¿Me estás retando? - inquirí.
- Adelante - dijo, prendiendo su mano.
- Aizawa, no creo que sea buena idea... - comentó Magne.
- Pásame una manzana y podré - respondí.
Magne suspiró y me tendió una de las manzanas que había robado el día anterior. Empecé a comérmela mientras me acercaba a Dabi, y con mi mano libre empecé a manipular el oxígeno de la zona para que el fuego se separara de su mano y se acercara a mí.
- Ten cuidado - me advirtió Spinner.
- Sé lo que me hago, estuve entrenando el control del fuego mediante el oxígeno antes de que hicierais vuestra incursión al campamento - expliqué - Y era mucho más fuego, así que creo que con tan poco podré apañármelas. Espero...
Hice que el fuego se agrupara en una bola y la hice dar vueltas alrededor de nosotros.
- Parece que al final sí nos serás de utilidad - comentó Shigaraki, con una sonrisa ladeada.
- Si me dejas recuperarme en vez de forzarme a usar mi kosei hasta que me desmaye, pues sí - le lancé una mala mirada.
- Tsk, lo que tú digas - masculló.
Apagué el fuego.
- Nada mal, nada mal - comentó Dabi con una sonrisa.
- Pero si parece que lo controla mejor que tú / Lo ha hecho fatal - dijo Twice.
- Quiero creer que lo que piensas en verdad es lo primero que dices... - comenté.
- ¡Sí! / ¡Claro que no! - respondió.
Asentí con la cabeza, aún algo descolocada, y miré a Toga.
- ¿Fue bien la misión? - le pregunté.
- Conseguí el objetivo, pero supongo que no ha tenido el resultado que esperábamos... Ah, pero creo que tu amigo sí estaba.
- ¿Q-qué?
- ¿Es un chico alto y rapado que hace tornados?
La agarré por el cuello de su suéter.
- Como le hayas hecho algo... - mascullé, enfadada.
- ¡No no no! - negó con la cabeza - Dijiste que era tu mejor amigo, y que no querías que le hiciera nada, así que no le he hecho daño.
- Bien... - la solté.
- Qué violenta... - comentó Spinner.
- Él es una "manzana buena", quiero que esté bien... - expliqué.
- Entonces, ¿no estás enfadada conmigo? - me preguntó Toga.
- Supongo que no - dije, encogiéndome de hombros.
- ¡Yaaaayyy! - chilló, y se lanzó sobre mí.
- Quítate de encima mía, por favor.
Aún tuve que insistir un par de veces más, pero se acabó apartando.
- ¿Cuándo crees que podrías estar al 100% del potencial de tu kosei de nuevo? - me preguntó Shigaraki.
- ¿Al 100%? Nunca, mis manos están demasiado dañadas - respondí, encogiéndome de hombros - Pero dame un par de semanas e intentaré estar al 65%.
- Ahora que lo pienso... ¿Cómo se llamaba tu kosei, Aizawa? - me preguntó Mr. Compress.
- "Transformar", así lo llamaron los médicos - expliqué.
- ¡Mi kosei también se llama "Transformar"! - exclamó Toga - ¿¡Lo ves!? ¡Estamos destinadas a ser amigas!
- Ey, relájate un poco, me pones nerviosa.
- Entonces no eres tan buena aportación a la Liga como esperaba - masculló Shigaraki.
- A ver, no os he visto pelear mucho, pero juraría que soy la más versátil en cuanto a combate de aquí - dije, acercándome a él poco a poco - Soy buena en el cuerpo a cuerpo, mi kosei es bueno a distancia, puedo usar armas blancas y, en cuanto pueda descansar algo más, tendré bastante resistencia.
- Por "muy buena" que seas, no nos sirves de nada si no eres capaz de hacer nada sin llorar como un bebé.
- Si tan inútil soy, deja que me vaya, ¿no? - contesté - Deberíais libraros de los "estorbos".
- No bromees con eso, Aizawa - suspiró Magne.
Shigaraki desvió la mirada hacia Kurogiri.
- Abre un portal, a 10 minutos andando de la UA.
- ¿Qué cojones dices? - preguntó Dabi.
- ¿Qué mosca te ha picado, Shigaraki? - inquirió Spinner.
Kurogiri abrió un portal, y Shigaraki volvió a mirarme.
- Vete - dijo.
- ¿Qué? - pregunté, extrañada.
- Venga, vete de aquí - repitió - Pero, en el momento que te vayas, te juro que matar a tus padres será mi objetivo principal.
- Dudo que pudieras colarte otra vez en la UA.
- ¿Pero sabes qué si puedo hacer? Puedo usar la cabina telefónica que hay calle abajo para llamar a cualquier estación de policía y decirles que la asesina del héroe Slugger se ha infiltrado en la UA - dijo con una siniestra sonrisa - ¿Qué pensarán tus papaítos cuando se enteren de que su "perfecta y heroica hija" ha matado a un héroe?
- Eso fue en defensa propia... - mascullé.
- ¿Y crees que eso importará? Creía que ya sabías lo podridos que están los héroes - rió - No puedes volver a la UA, no puedes volver a tu casa,... No tienes ningún lugar en el que quedarte. Nosotros no te necesitamos; TÚ nos necesitas a nosotros.
Me quedé callada, no sabiendo qué responder.
- Así que baja esos humos de una vez, niñata - dijo, y miró a Kurogiri - Cierra el portal.
Kurogiri cerró el portal, pero seguía habiendo tanta tensión en el ambiente que se podía cortar con un palillo. Me di media vuelta y volví a la habitación, no queriendo quedarme más tiempo en la sala.
- Shayumi... - me llamó Toga, empezando a seguirme.
- Déjame, por favor; necesito estar sola...
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¡Gracias por leer!
Siento la tardanza. ¿Cómo estáis?
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