03.- Bienvenida a la Liga de Villanos
No sabía cuánto tiempo llevaba en errada en aquella canica, pero empezaba a desesperarme. Había conseguido de mala manera romper los bordes inferiores de mi camiseta para vendar mis manos, pero el dolor de estas era casi insoportable. Eso, sumado dolor de estómago causado por el hambre, me impedía dormir.
Me encontraba al borde del desmayo, tirada en el "suelo" y encogida sobre mí misma, cuando las paredes de la canica desaparecieron y caí de golpe contra un frío suelo de cemento.
- ¿Lo veis? No está tan mal - oí decir a Shigaraki.
- ¿¡Pero qué te pasa en la cabeza!? - inquirió Magne - ¡La niña apenas está consciente! ¡No puedes tenerla ahí encerrada!
- Me da igual.
- ¡Es sólo una niña!
- También lo eran los chavales que había en el campamento, pero, vaya, ahí no tienes ningún problema en atacar - comentó Shigaraki.
- No he hecho daño a ningún niño - masculló Magne - Solo a aquellos héroes de pacotilla.
- Esto es ridículo - bufó él - Mr. Compress, enciérrala de nuevo en una canica.
- Por favor, no me volváis a meter ahí... - supliqué.
- No lo haré, Shigaraki - respondió el enmascarado - Creía que querías a esta chica como nuevo fichaje, no que me harías tenerla en pésimas condiciones solo porque te apetece.
- No puedes tenerla así para siempre - insistió Magne.
- Pues si tanto te preocupas por ella, encárgate tú, ¿No crees? - masculló Shigaraki - Cuando volváis, hablaremos de las condiciones de su estadía.
Magne asintió con la cabeza y se acercó a mí. Traté de apartarme de ella, pero estaba demasiado cansada, y terminé cediendo. Magne me ayudó a levantarme del suelo e hizo que me apoyase en su hombro para ayudarme a caminar.
- ¿D-dónde me llevas...? - pregunté, con la voz débil.
- Al aseo, necesitas un baño - respondió.
Me llevó hasta el cuarto de baño, cuyas paredes desconchadas, lavamanos roñoso, espejo roto y bañera oxidada no causaban una buena impresión.
- Ve desnudándote, iré preparando el baño - dijo Magne, soltándome y acercándose a la bañera.
- No puedo... - respondí.
- ¿Cómo que no?
- M-mis manos... Apenas puedo moverlas...
Suspiró profundamente.
- Está bien, te ayudaré...
Cuando Magne término de preparar el baño, incómoda a más no poder dejé que me quitara la ropa, y después me ayudó a meterme en la bañera. En cuanto estuve sentada, pegué mis piernas a mi torso, apoyando mis brazos en mis rodillas.
- ¿Dónde está Bakugo...? - me atreví a preguntar mientras Magne me lavaba el pelo - ¿Por qué ya no estamos en el bar?
- Los héroes asediaron el bar hace unos días, se llevaron a Bakugo y detuvieron a All For One - explicó.
- ¿Quién es All For One? Creo que Izuku dijo su nombre en el centro comercial... - susurré eso último.
- Es el maestro de Shigaraki. Tuvo una pelea fuerte con All Might y acabó perdiendo. Pero bueno, All Might ha tenido que retirarse, ya no puede luchar.
- ¿C-cuándo pasó todo eso?
- La noche siguiente a que aceptaras el trato de Shigaraki.
- Y no hay p-posibilidad de que sig-gan buscándome, ¿Verdad?
- No creo... Shigaraki mató a tu clon delante de Bakugo, y ambos le dijeron a All Might que habías sido desintegrada, así que...
- Si hubiera aguantado solo un poco más... - me lamenté.
- No digas eso ni en broma. Shigaraki está de muy mal humor, y si te oye decir algo así, créeme, no dudará en romper el trato.
Asentí con la cabeza. Nos quedamos en silencio mientras Magne terminaba de limpiarme todo el cuerpo, para después levantarse y acercar un botiquín a la bañera. Me quitó los trozos de camiseta que aún tenía cubriendo mis manos, y acercó la parte de estropajo de la esponja a mis manos.
- Vale, esto te va a doler, pero es necesario si queremos curarte las heridas.
Asentí con la cabeza, y Magne tomó mi mano derecha. Con el estropajo de la esponja, empezó a rascar las costras que cubrían los cortes de mi mano, haciéndome emitir un grito de dolor.
- Intenta no hacer mucho ruido, ninguna de nosotras quiere ver a Shigaraki más cabreado... - comentó.
Me mordí el labio para evitar gritar, hasta el punto de hacerlo sangrar. El agua de la bañera se iba tiñendo de un diluido tono rojizo, debido a la sangre que caía de mi mano. Cuando los cortes volvieron a estar abiertos, Magne repitió el proceso con mi mano izquierda. Una vez todas las costras retiradas, Magne desinfectó los cortes y me vendó las manos.
- Ya está... - suspiró - Tardarán un tiempo en sanar completamente, pero al menos ya no están infectadas.
Me ayudó a salir de la bañera y a vestirme, y después fuimos a la sala donde estaban los demás.
- ¿Por qué habéis tardado tanto? - masculló Shigaraki, notablemente mosqueado.
- Había que curarle las heridas - explicó Magne.
- Tsk - chistó - En fin, lo importante. Okamoto, vamos a hacer otro trato.
- ¿Otro...? - inquirí - Ya me he unido a vosotros, tal y como querías... ¿Por qué tengo que hacer otro trato...?
- Porque sigo pudiendo ir a matar a tus padres, y te aseguro que sufrirán bastante - dijo con una siniestra sonrisa.
- E-está bien... - respondí, nerviosa - ¿Cuál es el t-trato...?
- Tienes 2 opciones: O te volvemos a encerrar en la canica hasta que nos seas útil y te saquemos solo en esas ocasiones, o te dejamos fuera de la canica, pero tienes que cumplir todas y cada una de las órdenes del resto de la Liga, sin excepciones.
- Shigaraki, está claro que no puede volver a una canica, necesita comer y dormir - se quejó Magne.
- Me da igual - respondió - Y, aunque me importara lo más mínimo, sigo habiéndole preguntado a Okamoto, no a ti.
Shigaraki me miró, sus ojos rojos como rubíes atravesando mi mente.
- ¿Qué harás, Okamoto?
- M-Magne tiene razón, no voy a aguantar mucho si me volvéis a encerrar... - suspiré - Seguiré todas vuestras órdenes...
- Entonces, es oficial - dijo, con una sonrisa tétrica - Bienvenida a la Liga de Villanos, Shayumi Okamoto...
-----------------------------------------------------------
¡Gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top