Capítulo 6 - Cambios de look.


—Y... ¿Qué dices? ¿Te gusta?

Evie estaba recargada en el marco de la puerta de su habitación, apuntando hacia su nuevo bigote.

Sip, cómo lo oyeron, un bigote.

El rostro de Evan cargaba con un abundante mostacho perfectamente recortado y con un estilo al que muchos llamarían Hipster.

Daisy al ver a su novio con ese aspecto inmediatamente cambio su expresión facial de una tranquila y amigable a una de asco total.

Qué loca, ¿No lo creen?

¿A quien no le gustaría que su novio pareciera un fontanero italiano?

—Si, ¡Está genial!— mintió con poca disimulación—. ¡Me encanta!— siguió— Pero, ¿Qué diría tu madre si te viera así? No creo que le guste, ¿Qué tal si lo recortas unos 10 centímetros? — el hijo de Tontín intentó persuadirla para eliminar ese prominente mostacho.

—Eso es lo mejor, cariño, ¡Mi madre no está aquí!— contradijo él irradiando una inmensa alegría— Y ahora es el momento perfecto para cumplir mi mayor fantasía. Ven, dame un beso.

Evie intento acercar a Doug. Este se alejó un paso hacia atrás evitando lo que sucedería.

En lo general el nunca se atrevería a negarle un beso, pero en esos momentos es lo que menos le apetecía.

—Talvez en otro momento, tengo práctica con la banda, ¡Hasta luego!— el chico se esfumó a  través de la puerta.

Sacó un espejo de su bolsillo y empezó a peinar su bigote.

—De lo que se pierde...— susurró para ella misma.

A todo esto se preguntarán que sucedió con lo de el centro comercial. Bueno... En pocas palabras el chico de lentes recibió una reprimenda que nunca olvidaría.

Aunque al parecer, con el paso de los días eso a Evan se le ha olvidado, ahora está más feliz que una perdiz.

(Con Mal, en la habitación de el hijo de Bestia)

—Benita— canturreó Mal—. Ven, esto te va a fascinar.

Benita estaba dentro de el armario, tomando su vestimenta para su cita esa noche.

—¿Qué sucede Max...? Oh... Por... Dios...— salió del guardarropa solo para encontrarse con una versión verdaderamente extraña de Wolverine.

La imagen es tan insólita a los ojos humanos que me es imposible describirla con palabras, así que dejaré una guía visual por aquí.⬇️
                  


Así es, cómo lo vieron ahí arriba, Mal portaba un corte bastante... Fuera de lo común, acompañado de barba y patillas. Se podría decir que es un Wolverine (Lobezno) extraño en su totalidad, tomando en cuenta además su disminuida estatura.

—¿¡Qué te has hecho Maxy!? ¿¡Qué pasó con tu cabello!? ¿¡Y qué es esta cosa!? ¿¡Te dejaste la barba acaso!?— la desesperación y ansiedad invadió el cuerpo de Ben.

—¿Qué? ¿No te gusta? ¡Si está genial!

—¡No puedo con esto Max! ¡Vas a volver a la peluquería de la que viniste y cuando vuelvas quiero que estés cómo antes!— demandó ella.

—¿Qué? ¡No! ¿Por qué?

Benita se acercó y entrecerro los ojos.

—Si no lo haces en este instante...

—Bien, bien, capte la referencia, no tienes que llegar a tal extremo— rápidamente tomó sus cosas y se dirigió a la habitación que compartía con Evie.

Al llegar se encontró con la persona a la que buscaba dentro.

—¡Evan! Ayúdame, tienes que remediar esto.

La hija de Grimhilde seguia cepillando su mostacho, cómo si fuera lo más importante del mundo en ese momento.

Justo cuando la pelimorada estuvo a punto de sacar a su amiga de ese trance mediante un golpe, Audrey, sin un pelo en el cráneo, entro por la puerta.

—¿Qué te paso?— la apuntó Evie saliendo de su trance viendo su reluciente cuero cabelludo.

No sé le veía muy buen humor a la hija de Aurora en esos momentos.

—¡A Chad no le ha gustado en absoluto mi decisión de raparme!— se tiró en la cama de Evie.

—Y cómo no, estás hecho todo un asco— se burló la hija de la emperatriz del mal.

—Mira quién lo dice...— defendió el peliazúl.

—¿Ah, si? Pues seguro que Doug no te quiere por tu bigote de Mario— replicó la ofendida.

—¡Basta!— mandó Audrey—. Ese no es el punto— se sentó—. Saben, creo que Charlotte ya no es la misma de antes...

—¿Charlotte? ¿Qué no era Rihanna?— preguntó Mal con un tono burlón.

—Lo hablamos, Max, legalmente cambio su nombre a Rihanna Charlotte Charming Segunda— reprochó el chico de piel caramelo—. Como sea, ya no es la misma... Siempre habla de tí, Evan y empieza a sudar como loca cuando te ve... Además la he escuchado hablar de dejarme.

Evie guardo su epejo y su cepillo.

—¡No! No puedes dejar que eso ocurra Bro, ¡Tu tienes que dejarla! Demuestra quién tiene los pantalones— aconsejó Evie.

Audrey asintió. Se levantó, se paró erguida y cambio su estado a uno más seguro.

—¿Saben qué? ¿Qué tal si tenemos una de esas noche de chicos? Me ayudaría a alegrarme.

Los tres chicos se miraron entre sí con una media sonrisa y asintieron eufóricamente.

—Si, pero ponte un sombrero o algo, tu calva brilla mucho— se quejó el pelimorado poniendo una mano frente a sus ojos.

ΠΠΠ


Buenas, queridos. El siguiente capítulo tratara de la noche de chicos. Por si alguien tiene la duda, no se incluirán las chicas, en este caso Carlos, Jay, Chad, Ben o Doug.

Gracias por votar y comentar. 💙

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