Capítulo 5 - De compras [2/2].
—¿Buena lencería? Creo que somos una buena influencia, E— Mal limpio una lágrima imaginaria de su rostro. Evie solamente asintió con una expresión de orgullo—. En fin, vamos a sentarnos por allá mientras ustedes hacen sus compras...— dijo cambiando radicalmente su estado de humor a uno serio, apuntando hacia unas sillas.
—¿Qué? No, Mal ¿Cómo sabré si me veo mal? ¿Qué tal si tengo los tobillos gordos y no me entran los zapatos? ¿Quién me ayudara, eh?— Benita empezó a soltar mil y un preguntas como estás, logrando sacar a su novio (De 1.57m) de sus casillas.
—¡Ya! ¡Está bien! Vámonos...
La hija de la emperatriz del mal rodó los ojos y tomó el brazo de el hijo de bestia. Estuvieron a punto de irse de no ser por Chad.
—Mm...— comenzó él— no creo que después de saber lo que hizo Benita, quieras ir con ella, Max.
Esto captó totalmente la atención de la pelimorada, al mismo tiempo que causó un sentimiento de horror bastante notable en la cara de Ben.
—¿Ah, sí? ¿Qué es lo que hizo Benita?— alzó un ceja y dirigió su mirada a su novia.
—El otro día...— Chad fue interrumpido.
—Accidentalmente tire a tu madre transformada en lagarto por el retrete y la intercambié por otro de la tienda de mascotas— confesó a una velocidad impresionante—. ¡Bien!— se acercó al chico de cabello morado— Nos vemos Maxy— beso su mejilla—. ¡Vámonos amiguis!
—¿¡Que hiciste qué!?— exclamó enojada. Pero ya era demasiado la chica de cabello castaño desapareció entre los pasillos del Mall.
El resto de las "chicas" imitaron la acción con sus respectivas parejas.
Los "chicos" tomaron asiento y se cruzaron de brazos.
—¡Dios! Nunca creí que estar en el centro comercial sería aburrido...— mencionó Audrey.
—Si, yo nunca creí que mi madre terminaría en un retrete— dijo la hija de maléfica con resentimiento.
Todos tomaron un suspiro largo al mismo tiempo y se formó un silencio incómodo en el lugar.
—Saben... Yo siempre quise dejarme el bigote— comentó la peliazúl.
Todos la miraron sorprendidos y extrañados.
Ella al ver la expresión de todos bajo la cabeza.
—Si... en realidad yo también— Lonnie tomó la valentía para hablar.
Después de esas extrañas confesiones nadie habló durante un muy, en realidad muy, largo tiempo.
Miraban al piso, algunos al techo, pero evitaban a toda costa el contacto visual, ¿Por qué? En realidad no lo sé.
Se escuchaban de vez en cuando algunos tosidos por parte de Mal.
—¿No quieren hablar de algo?— preguntó Lonnie cuando el silencio terminó siendo molesto.
—¿De que podríamos hablar?— preguntó de vuelta Audrey.
—Mm... Talvez...
—¿Cómo van las cosas con Rihanna, eh?— cuestionó en modo de burla Mal.
Los "chicos" rieron nuevamente ante el nombre que había escogido el hijo de Encantador.
Digo, no es que fuera muy normal llamarse Daisy o Jaynnie, pero ¿Rihanna? Bueno... Cada quien sus gustos...
—Pues muy bien para tu información— contestó la hija de Aurora. Levantó la barbilla y giro su mirada indignada.
—Yo simplemente quiero comentar que voy muy bien con Doug.
Evan se sentó erguido, sintiéndose orgulloso.
—Daisy, querrás decir— se burló de nuevo Max.
Rieron, hasta que la hija de la Reina Malvada les mando una mirada asesina a todos haciéndolos callar.
—No es como que Benita sea muy bonito.
Mal entrecerró los ojos.
—Sí, mejor cambiemos el tema— propuso la hija de Mulan intentando calmar el ambiente tenso.
—¿Para que lo intentamos? Igual va a ser aburrido...— contradijo Audrey con un tono pesimista.
Nadie contesto nada y volvió a aparecer ese silencio incómodo tan molesto.
—Seguro las chicas están divirtiéndose— Evie se quejó y se cruzó de brazos.
—Si nosotros estamos así de aburridos, seguramente las chicas lo estarán más, son chicas, ¿Qué cosa divertida les puede pasar?— trato de animarla Lonnie. Paso un brazo por los hombros de Evie.
—Sí, bueno, tienes razón, hermano...
Mientras tanto con las "chicas"...
—¡Fondo! ¡Fondo! ¡Fondo!— alentaba el hijo de Cenicienta.
Doug estaba tomando una botella de Vodka con suma rapidez, mientras Jay y Ben lo miraban atentos.
"Vamos de compras" decían. Sí, claro...
¿De donde consiguieron una botella de Vodka siendo menores de edad? Bueno, muchas cosas se pueden lograr cuando coqueteas con los chicos de mantenimiento.
—¡Si! Lo logré amiguis— exclamó Daisy arrastrando las palabras.
—Si, si, ya vámonos, que sí Evan se entera de esto se va enojar mucho— el hijo de bella como siempre, todo un aguafiestas.
—¿Qué? ¿No ves que ese es el punto?— le susurró Rihanna— ¡Así Evan será todo mío!— esto último lo grito demasiado fuerte.
Ben lo vio como si fuera un loco.
—¿Qué mi Evan qué?— preguntó Doug ingenuo.
—No... Nada Doug... Nada...
Benita miró primero a Chad y luego a Doug.
—¿Saben qué? Mejor vámonos, ya tengo lo suficiente para los próximos 2 años. Vayamos a buscar a John y a Carla.
(Jhon es Jane, para evitar confusiones).
—Sí, esto se... Esperen... ¿Escucharon eso?— cuestionó Jaynnie.
Unos sonidos provinientes de el probador se escucharon. Cuando de repente... ¡Un grito!
—¡Dios! ¡Vamos a salvar a Carlita!
—No lo sé, yo estoy bastante bien aquí.
—¡Cállate Chad!— se escuchó por parte de las tres muchachas restantes.
Las cuatro chicas tomaron algunos paraguas y se colocaron en posición, listas para atacar a cualquiera que estuviera dentro acosando a su amiga.
Jay tomó el pomo y lo giro.
La sorpresa que se llevaron al ver lo que ocurría dentro fue enorme.
Los dos menores estaban en una situación comprometedora, al ver los rostros de sus amigos se volvieron tomates.
—¡Carlita! ¡Jhonny! ¿¡Qué pasó con su inocencia!?— Daisy estaba realmente sorprendida, a la vez que aterrada por la situación.
Los dos chicos compartieron una mirada incómoda.
—¿Nos dejan terminar?— preguntó Jhon.
Doug, Jay y Ben salieron indignados.
¿¡Cómo se les ocurre jugar Calabozos y Dragones sin ellos!?
Sí, cómo lo oyeron, jugaban Calabozos y Dragones sin invitar a sus amigos del alma.
Qué decepción...
ΠΠΠ
Capítulo 5, espero haya sido bueno.
Intentaré actualizar 2 veces por semana. Lidiar con la universidad no es cosa fácil...
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