Capítulo 10 - ¿Chicos perdidos?


Los días pasaron nuevamente, haciendo olvidar todo lo sucedido y haciendo ver a este otro día normal, dentro de lo que cabe. Incluso los chicos volvieron a sus looks usuales... bueno, más o menos.

Max como era costumbre dormido, apresar de que estuviese apunto de sonar la campana que determinaba el inicio de la primera clase.

Evan apenas saliendo de bañar. Vestido, pero aún con el cabello húmedo y como buen amigo se dió a la tarea de despertar a su querido pelimorado.

Este emitió un sonido que dió a entender su flojera.

Se levantó aun con los ojos cerrados y se dirigió al baño.

—Date prisa, a Benita no le gustará que llegues tarde.

Max asintió medio dormido.

Evan ya habiendo terminado tomó su mochila particularmente femenina y salió, directo a clase.

Orientación y educación socioemocional. Una de las pocas horas escolares que compartía con su grupo de amigos.

Llegando ahí se encontró con el salón vacío, a excepción de la profesora que se encontraba arreglando su escritorio.

El peliazul se limito a decir "buen día" y eligió un asiento.

Al poco tiempo llego el resto, y al igual que el primero tomaron asiento.

Sonó el timbre. Entonces la profesora se dispuso a impartir clase.

—Bueno como ya— alzo una ceja percatandose de una anomalía—, ¿dónde están esos chicos? los tutifruti— todos se vieron extrañados, en especial algunos que recientemente habían cambiado de sexo—. Sí, ¿no los recuerdan...? Maria, Carlos, Evie, Jason... y los otros...

La clase se quedó callada, solo escuchándose algunos murmullos.

¿Quiénes? ¿Los chicos tuti qué?

—Bueno, da igual— tomó algunos papeles—. Hoy les daré un hijo de plastico. Formaré parejas de cualquier tipo. Les dare el bebé un mes. Sin reproches de nada. Deben ingenearselas para cuidarlo. Calificación total del semestre. Gracias.

Directa le llamarían algunos.

Todos quedaron sorprendidos, pues una tarea como esa nunca les había sido encomendada.

Las parejas habían sido formadas y todos estaban listos para retirarse, algunos molestos, otros simplemente indiferentes.

—Oh, ¡la siguiente clase el Hada Madrina evaluará su desempeño individual!— exclamó antes de que la última alumna de la clase, en este caso Carla, saliera.

El Hada Madrina... Mmm...

Sabe que la necesitaban, pero ¿para qué?

Intentó recordar, sin llegar a lograrlo, así que se dió por vencida y siguió su curso con un espermatozoide evolucionado en manos.

(...)

Jaynnie caminaba tranquilamente por el campus en búsqueda de el padre de su hijo, que en este caso era Max.

"Espérame en las bancas" le había escrito.

En su trayectoria se encontró con un cartel peculiar, que se encontraba clavado en un árbol.

"Se buscan niños perdidos"

La hija de Jafar les encontró un lejano parecido a ellos mismo.
Pero claro que no, eso es una tontería, ellos estaban ahí.

Aunque bueno, tomando en cuenta el principio de la incertidumbre de Heisenberg... A ver, no, sin mecánica cuántica.

Ella no era un chico alto, fornido y con rasgos asiáticos, no.

Seguro eran otros.

O eso pensaba ella...

No le tomo más importancia, pues había avistado al pelimorado que buscaba.

Se saludaron con su choque de manos secreto de mejores amigos.

—Muy bien, primer paso, ponerle nombre— dijo Max leyendo una hoja con varios puntos marcados.

—¿Qué es eso?— preguntó ella evitando reír.

—Lo he sacado de internet... ¿Wikiwow? Eh... Algo así.

Jaynnie simplemente se echo a reír y Max fingió indignación, para terminar ambos riendo.

—Bueno, es niño... Yo le pondría... Archivaldo James— propuso la chica de piel bronceada mientras hacía ademanes (ademanes tipo el "imaginación" de Bob Esponja) en el aire.

—Mm... está— el chico se vió interrumpido por su propia curiosidad—. ¿Has visto este cartel?— preguntó apuntando al mismo que ella ya había revisado—, me parecen conocidos...

—Sí, ya lo he analizado yo, en la vida los he visto.

—Oh, bien...

(...)

Por otro lado de la institución, específicamente en los jardines delanteros, se encontraba caminando una chica rubia de un lado a otro, desesperada por la "impuntualidad" de su compañera; era Charlotte en definitiva.

Daisy llegó, a punto de estallar por tanto correr, pues su pareja pensó que debían verse en el punto más alejado de la preparatoria.

—¡Llegas tarde!— dijo mostrando su reloj con un minuto más a la hora acordada.

La chica de lentes no contesto a tal tontería, pero sí se percató de la figura que se encontraba detrás de su amiga y de inmediato lo señaló con la mirada.

—¡Rey Bestia!— exclamó Charlotte dando un brincó—. Qué sorpresa verlo por aquí.

—Eh, sí, ¿te conozco?— ninguna respondió simplemente se miraron confusas—. Bueno, el punto, ¿han visto a mi hijo? Ben lleva desaparecido algunos días.

Nuevamente ambas compartieron una mirada, ¿Ben? Dónde habían escuchado ese nombre...

ΠΠΠ

La historia está a punto de terminar.

Gracias por los votos y comentarios. 💙😝

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