Miro por quinta vez el reloj en su muñeca, mordiendo su labio sin saber aparentemente la razón.

Esperaba con ansias a que las personas que tanto anhelaba ver llegaran de una vez por todas.

Su corazón dio un brinco cuando escucho el timbre sonar, por lo que se levantó a tropezones y fue hacia allá, para poder abrir la puerta lo más rápido que pudo.

—¡Géminis! Cuanto tiempo— le regaló una sonrisa al chico frente a él y lo abrazó con fuerza, dejándose llevar por lo nostalgia del momento.

—¡Te extrañe mucho! Pero pasen chicos.— se hizo a un lado para dejarlos entrar a la casa.

Escorpio, Sagitario, cáncer y Katerine entraron a la mansión sin decir nada más, una tensión palpable se hizo presente apenas lo vieron.

Ofiuco los observaba con cierto rencor y enojó, como si quisiera hacerlos desaparecer.

—¡¿Ya llegaron?!— se escuchó una suave voz en las escaleras, más unos pasos algo apresurados.

Sagitario desvío su mirada hacia aquel lugar y observó al hermoso chico, quién solo prestaba atención al espejo que tenía en mano mientras terminaba de maquillar sus ojeras.

—¡Si vinieron!— sonrió en grande y se acercó hacia los cuatro.

Dejó un beso en la mejilla de todos.

Había madurado mucho, parecía no guardar rencor por el pasado, y tampoco parecía negarles algo en el futuro. Su corazón comenzó a palpitar con gran velocidad..

—¡Escorpio!— otra voz se escuchó en la entrada, enseguida unos brazos rodearon al antes nombrado junto a un beso ruidoso en su mejilla.

—ouh.. hola Tauro— susurro Escorpio un poco apenado por la situacion.

Todos los presentes se percataron de las crudas y frías miradas que Tauro y cáncer se lanzaban.

Katerine sin entender nada, se adentro un poco más a la sala para no interrumpir la pelea que ellos estaban teniendo. Hasta cierto punto respetaba la vida personal de su novio, y la de sus amistades.

Antes de alejarse por completo vio la mirada que Leo y sagitario se lanzaba, algo dentro de ella se oprimió pero decidió no decir nada, confiaba en él.

Géminis se acercó un poco a Escorpio y le susurro —yo que tú los calmaba antes de que se maten—

—¡Hey! ¿Y si mejor vamos directo a la cena? Sí que tengo hambre— bromeó Piscis, quién hace tiempo había llegado, pero no había dicho nada por respeto.

Rieron un poco y comenzaron a caminar hacia el comedor.

Escorpio miro a Géminis, quién también lo observó unos momentos para después guiñarle un ojo y alejarse, haciendo que el escorpión sé sonrojara un poco, pero nadie lo noto.

—¿¡Apoco ya llegaron?!— Libra se acercó para poder darles un abrazo suave a todos, feliz de verlos de nuevo.

—nosotros... Queríamos disculparnos por todo lo que paso— susurro algo dolido el arquero.

—hey, pasado pisado bebés— le restó importancia aries.

—claro. Todo lo que pasado hace tiempo fue superado. Tal vez no se olvida, pero si se supera y perdona— dijo Acuario sonriente.

—por cierto, bienvenidos de nuevo— capricornio medio sonrió.

—lo dicen como si nos fuéramos a quedar— cáncer los miro enternecido, pero a los segundos su mirada se volvió afilada, dirigiéndose a solo una persona —cosa que por ningún motivo pasara— sonrió con suficiencia —pronto me casare con Escorpio y haremos una vida aparte—

Tauro lo fulminó con la mirada y bufo molesto.

—espero que sean muy felices chicos— les regaló una sonrisa por demás forzada.

Escorpio miro hacia todos lados, hasta que chocó con una mirada llena de deseo. Géminis río tiernamente encogiéndose de hombros, para después dejar de verlo.

—¡QUE BIEN!— Grito Piscis distrayendo a todos de la mini discusión que estuvo a punto de continuar —servire la cena ¿Si? Todos siéntense y platiquemos un poco— fue hacia la cocina para comenzar a servir los platos.

Todos se sentaron en la gran mesa, sin atreverse a hablar. Tenían miedo de estropearlo de nuevo.

—bien, chicos. ¿Saben? Los extrañamos mucho— les dijo aries, soltando un suspiro por demás feliz. Dio un leve respingo cuando sintió la mano de Acurio en su pierna, la cual no se veía al ya estar sentado.

—lo apoyo—  Acurio hizo un mueca mientras lo veía.

—oigan.. ¿No les molesta si le ayudo a Piscis a servir la cena?— comento Katerine amable.

—por supuesto que no, es más, te acompaño— se levantó, comenzando a caminar junto a la chica.

Cuando llego a la cocina y no vio a Piscis por ningún lado se acercó a Katerine.

—se que tú también sabes lo que está pasando. Leo y sagitario se traen algo y quiero separarlos nena. Tú también lo quieres así, lo sé— susurro Ofiuco.

La mujer frunció el ceño y negó varias veces.

—te equivocas, yo confío en mi pareja. No tengo por qué estarlo vigilando, si el me quiere engañar, lo hará, así de simple. Pero se exactamente qué el no sería capaz de tal atrocidad— quiso alejarse, pero fue agarrada bruscamente.

—te vas a arrepentir—

—correre el riesgo— después de decir aquello volvió al comedor.

—¿Pasó algo?— capricornio la miro desconcertado por su rápida aparición, siendo que se veía emocionada de ayudar.

Katerine negó varias veces con la cabeza y se volvió a sentar en la mesa.

Enseguida aparecieron Piscis y Ofiuco, terminando por servir todos los platos.

Después de un rato de una amena charla, libra comento algo que hizo helar a casi todos.

—chicos.. es una nena— tocó su pancita feliz.

La felicitaron de inmediato, excepto una persona.

Acuario tenia una mirada triste y pesada en aquella pareja que parecía ser feliz con la llegada de su primogénita.

—felicidades chicos, lo digo sinceramente— virgo les miro contento.

Géminis llevo sus labios al oído de escorpio para poderle susurrar algo.

—ellos no te merecen. Ninguno— después de aquello soltó un suspiro que hizo helar por completo al escorpión.

Se separó como si nada hubiera pasado.

Por otro lado leo miraba feliz a todos reunidos, mientras estos conversaban, sin darse cuenta de todo lo que se venía y las trabas que tendrían en un futuro.

Oh Santa mierda.