bebé

Al terminar de tomar su té bajo la mirada, aún procesando todo lo que había soñado supuestamente.

No pudo evitar comparar a los chicos de su sueño con sus amigos.

Checo la hora nervioso cuando escucho que alguien entraba al cuarto.

—¿Todo bien?— pregunto Cáncer, quién se notaba también un poco cansado.

—Si, gracias.. estoy mejor—

—¿Que fue lo que pasó Géminis?—

—soñé con ustedes.. pero todo era muy diferente, eso es todo— suspiro de forma tranquila.

—Aja ¿Y que era lo raro de todo?— pregunto virgo, quién acababa de entrar también junto a capricornio. Estaban preocupados por su amigo.

—Pues.. aún éramos adolescentes, bueno, casi todos.. capricornio era nuestro profesor y Escorpio mi hermano— hizo una pequeña mueca.

Todos se miraron entre si sin saber que más decir.

—por cierto Geminis, Escorpio te quería ver hace unas horas pero se quedó dormido, vas cuando se despierte— susurro capricornio palmeando su cabeza.

/★•★\

Acuario acarició los cabellos del menor y sonrió un poco, amaba verlo así, entre sus brazos.

—¿Entonces si me perdonas?— murmuró Aries, quién empezaba a trazar círculos imaginario en el pecho contrario.

—Sabes que si. Solo estaba un poco enojado por lo que dijiste, pero ya.. olvidemoslo.—

—tengo miedo.. es que, no soy gay.. al menos no lo era antes.. ¿Y si esto no funciona? Aun tengo que hablar con libra. Y nunca había estado con ningún hombre así que-..

Antes de que continuará Acuario ya lo estaba besando, mientras lo abrazaba con más fuerza para disipar sus dudas.

—entre los dos.. haremos que no te arrepientas de nada—

/★•★\


Piscis brincaba de un lado a otro emocionada por lo que acababa de ver, mientras mordió levemente sus dedos sin poder contenerse.

Leo la miró confundido y río.

—¿Estás bien?—

—¡Claro que sí! Está pasando amigo mío. POR FIN.—

—¿Y se puede saber por qué tanto escándalo?— una tercera voz los hizo volverse, para poder mirar a el arquero.

—pff, nada importante, ya lo veremos después— le restó importancia la pescadita, huyendo de ahí para dejarlos solos.

—Yo te quería decir... Que si gustas salir a tomar algo— susurro sagitario un poco avergonzado —como amigos, claro—

—Sip, está bien—

/★•★\

—¡Oh por Dios libra! Cada vez está más grande tu pancita— Tauro acarició con cuidado el vientre de la adversa.

—Mi niña está creciendo mucho, seguro en unos dos meses más nace— dijo segura.

—¿¡Ya tienes siete meses!? No se te nota—

—Lo se, me cuido mucho.—

Aries entro con un semblante algo preocupado y se acercó a la chica.

—Tenemos que hablar—

Libra le restó importancia a su tono de voz y le sonrió.

—Dime amor.—

—Ya no puedo seguir contigo, me haré cargo del bebe pero.. nosotros no podemos seguir juntos—

—¿Que...?— susurro sin poder creerselo —¿¡QUE DIJISTE!?— Se levantó de la cama enojada y negó varias veces —¡No me puedes dejar!—

—¡Libra cálmate, le hace daño al bebé!— trato de tranquilizar Tauro.

—¡Al carajo con el bebé! ¡Ni le quiero!— grito desesperada y llorando, mientras tumbaba varias cosas del peinador.

—Libra, por el amor de Dios ¿Te estás escuchando?— Aries se alejó al ver que le había lanzado la lámpara.

En ese momento un Escorpio ya más recuperado entro a la habitación.

—¿Que carajos libra..?—

—¡ESTE IDIOTA ME QUIERE DEJAR! ¡NO SE LO VOY A PERMITIR!—

—Libra, por favor, cálmate, a nuestro hijo le-..

—¡Te regalo a tu estúpido hijo si quieres maldito mentiroso hijo de puta!—

Escorpio la abrazo por la espalda para que dejará de tirar cosas, y así poder calmarla un poco.

En unos minutos ya se encontraban todos un poco más calmados, por lo que el escorpión la soltó del agarre.

—maldito imbécil..— dijo libra, sintiendo un fuerte dolor en el vientre.

Soltó un quejido lastimero llamando la atención de los demás.

—¿Estás bien? ¿Que sientes? ¿Contracciones?— Tauro puso su mano en la frente de la chica.

—¡Si! ¡Si! El engendro ya viene, ayúdenme.—

Aries bajo la mirada un poco enojado.

En cuestión de unas horas los doce chicos se encontraban en el hospital, ya todos habían sido avisados.

—Todo salió excelente— sonrió el doctor, tranquilizandolos —lo único malo es que la señorita no quiere ni ver al bebé, ni mucho menos darle de comer. ¿Alguno de ustedes se ofrece a hacerlo?—

Todos miraron a Piscis, quién era la única mujer ahí.

—Si, si, yo lo haré. Solo por esta vez, pero que Aries la atienda luego, el es el padre.—

Aries, Acurio y Piscis fueron hacia donde estaba la pequeña bebita prematura.

Después de que Piscis le diera de comer a la pequeñita, se fue, para dejar solos a Aries y Acuario.

— Quedemosla nosotros— murmuró acuario acariciando el cachetito de la bebé.

—¿Seguro Acua? ¿Harías eso por mi?— sus ojos brillaron.

—Claro que si. Si libra no la quiere, yo sí. Será nuestra bebé ¿Que dices?—

—¡SI!—

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top