El celo de Dawi
Saludos 😊 Hace mucho tiempo desde que puse este aviso, pero aquí vamos (se aclara la garganta) 😁
🚨ATENCIÓN🚨
En este capítulo encontrarás contenido adulto, si no quieres/puedes leer este tipo de contenido, te invito a que dejes de leer la parte que encontrarás entre los banner +18. En realidad, me gustaría poder decir que paséis al siguiente capítulo cuando aparezca el banner, pero enmedio tiene lugar una conversación que creo que es importante.
Y sin más que añadir, adelante 💖
La oscuridad lo rodeaba. La oscuridad más absoluta mientras el frío del suelo entraba en él hasta los huesos, helándolo. ¿La cueva? ¿Qué hacía allí? ¿Que Nalbrek viniese a sacarlo solo había sido un sueño? Aquello no era posible. Sintió como su respiración se volvía errática a medida que el pánico lo dominaba y es que, ¿estaba allí? ¿De nuevo? Aquello no podía ser real, no quería morir allí. No quería.
Abrió los ojos alerta con el corazón acelerado tardando unos segundos en entender que estaba en su cabaña, en su cama, durmiendo con Nalbrek al lado en su forma de lobo. Se tapó la cabeza obligándose a respirar hondo hasta que se tranquilizó. Casi una semana, ya había pasado casi una semana desde que regresaron a su casa entonces, más de una semana desde que Nalbrek fue a sacarlo. Entonces, ¿por qué aún despertaba con aquellos sueños? ¿Cuánto tiempo hacía falta para dejarlos atrás? Porque cuando estaba en el bosque lo entendía, ¿pero ahora? Hasta Nalbrek había dejado de despertarse demasiado cansado después de tantas noches sin dormir.
Tanto presumir de que estaban unidos y cuatro noches sin dormir bastaban para que su conexión dejase de funcionar?.
—Eres un inútil, nubecita —le advirtió dejándose caer en la cama antes de girarse hundiendo la cara en su pelo y aquello lo hizo sentir mejor. ¿Por qué, cada vez que se dormía, tenía aquella desagradable sensación, como si un terrorífico animal que lo seguía desde que estuvo con los humanos, en la cueva, aprovechase cuando estaba durmiendo desprevenido para entrar en él y helarle la sangre? Le disgustaba ser tan débil, estar tan asustado sin motivo y le disgustaba que lo único que pareciese ser capaz de hacer huir a aquel monstruo fuese Nalbrek y su olor, su presencia. Había estado tan seguro de que aquellas pesadillas desaparecerían con el tiempo, pero ahora empezaba a dudarlo.
A pesar de estar en su cama, a pesar de tener a Nalbrek a su lado, a pesar del tiempo que había pasado, aquella sensación seguía con él, esperando a que cayese la noche, a que se durmiese, para despertarlo y no dejarlo dormir.
—Todo lo contrario que tú —murmuró disgustado antes de morder con fuerza. El problema es que, tal y como le dijo Nalbrek una vez, sus dientes humanos no podía hacer nada contra el pelaje de un lobo. Pero lo peor no era eso, lo peor es que tener la boca llena de su olor lo ayudaba a sentirse seguro.
A veces odiaba su vínculo.
Sacó la cabeza poniéndola de lado mientras comenzaba a acariciar distraído su pelaje. Lo cierto es que era muy suave, pero no reconocería aquello ni bajo tortura.
Quería dormir, su cuerpo estaba exhausto, pero, como siempre que despertaba así, se sentía demasiado ansioso como para, incluso, cerrar los ojos. Y mientras, aquel lobo estúpido durmiendo.
Ojalá nada de aquello hubiese ocurrido, pero el pasado no se podía cambiar, solo le quedaba hacer frente a las consecuencias.
Consecuencias.
El día antes de llegar al pueblo, el celo producido por el afrodisiaco se detuvo por fin por completo dejando de producir feromonas. Aquello lo hizo sentir aliviado, no podía negarlo, recuperar el control de su cuerpo y obtener el permiso de Sarnat para entrar en el pueblo era a todo lo que podía aspirar en ese momento. Aquel último día se sintió diferente, pero no le dio importancia ya que, después de lo ocurrido, ¿cómo no sentirse así? Lo extraño hubiese sido no sentir nada fuera de lugar. Ni siquiera cuando a la mañana siguiente fue a ver a Sarnat y este lo miró severo se preocupó de verdad, solo asintió cuando Sarnat le dijo que no comiese carne fresca por el momento, descansase, se quedase en casa recuperándose y le avisase ante cualquier cambio. Así que regresó a su vida, a su rutina, haciendo pequeñas cosas en la casa mientras descansaba más de lo que gustaría e ignoraba la desagradable sensación que crecía dentro de él hasta que, al llegar la noche, ya no pudo negarlo. Algo dentro de él estaba mal. Incluso Nal se dio cuenta, pero él se limitó a llamarlo exagerado e irse temprano a dormir y es que su compañero ya tenía bastante con Baem y todos los enviados de los pueblos que llegaban queriendo hablar con él sobre lo que había pasado, y, de manera más disimulada, exigirle una explicación sobre por qué había buscado a los pueblos más cercanos para advertirle de la presencia de los humanos. Y aunque Baem les recordó que los lobos, cuando están preocupados por su pareja, no son la especie más racional, sabía que Nal había pasado mucho tiempo justificando su comportamiento ante extraños a los que no debía nada y él no quería añadir más problemas. Además, ¿para qué? Por más que fuese su compañero, este no sabía nada ni de celo ni de medicinas y no quería preocuparlo, sobre todo cuando ni siquiera estaba seguro de lo que pasaba y todo podía ser solo aprensión.
Pero la sensación no desapareció, todo lo contrario, cada hora, cada minuto, la sensación de que algo dentro de él se estaba destruyendo, perdiendo, aumentaba, así que finalmente, y en contra de su buen juicio, comió un poco de carne fresca sin resultado. Aquello hizo que su corazón se acelerase por un momento controlándose de inmediato, ya que ¿qué era un poco de carne después de tanto tiempo? Nada. Así que intentó activar su celo. Lo intentó una y otra vez, pero sin resultado. No había nada.
¿Había perdido su celo? ¿De verdad lo destruyeron los humanos? Como le explicó al humano, ellos no tenían ningún interés en el sexo, pero el celo usaba la copula para establecer un vínculo con alguien y las feromonas los ayudaba a mantener y fortalecer ese vínculo. Era cierto que, a veces, las parejas se rompían, pero lo habitual era tener dos a lo sumo tres parejas y no era tan raro tener solo una ya que, una vez que establecías el vínculo, era más fácil para ambos mantenerlo. Por lo tanto, las feromonas eran imprescindibles para mantener la relación, tan solo, al final, después de décadas de fortalecer el vínculo, ya no era necesario copular.
Pero ellos no estaban en esa etapa. Ellos estaban comenzando a construir su vínculo y si él no podía segregar feromonas, si no era capaz de responder a ellas porque su celo estaba roto ¿qué hacer? ¿Obligarse a estar con su pareja a pesar de que su cuerpo no querría? ¿Obligar a Nalbrek a respetarlo durante el resto de su vida a pesar de que su vínculo no estaba construido del todo? ¿Romper la relación y no perder más tiempo? ¿O intentarlo a pesar de no saber si tenía algún sentido? Todas esas alternativas le daban miedo, tanto o más que el miedo que sentía cuando se quedaba dormido. Necesitaba saber si podía estar con su pareja o no, si su celo estaba destruido como parecía o podía ser salvado. Ya sabía que no tenía permiso de Sarnat, pero tampoco se sentía capaz de esperar. Todo dentro de él le gritaba que, si no hacía algo rápido, se arrepentiría el resto de su vida.
—Nalbrek —lo llamó—. Nal —repitió zarandeándolo.
—¿Qué? ¿Qué haces despierto? —le preguntó este abriendo los ojos con dificultad mientras intentaba centrarse.
—Transfórmate en humano —le pidió.
—¿Transformarme por qué? ¿Ocurre algo? —inquirió haciéndolo.
—Vamos a hacerlo —le explicó.
—Hacerlo. ¿Hacer qué?
—Copular.
—Ahhhh. Un momento —le pidió levantando la mano—. ¿Quieres que tengamos relaciones? —inquirió y él asintió mientras se preguntaba qué tenían todos en contra de la palabra copular. No lo entendía—. Dau, eres consciente de tu estado, ¿verdad? Sarnat dijo que debíamos esperar al menos tres días más.
—Lo sé pero necesito hacerlo, saber si puedo copular o no.
—Dawi, no es buena idea.
—No me importa.
—Dawi...
—No me importa —lo interrumpió—. Necesito saberlo, ¿entiendes? No encuentro mi celo y necesito saber si queda algo —le explicó mirándolo—. Sé que Sarnat me dijo que esperase, pero mis instintos me dicen que, si no hago algo ahora, me arrepentiré, y tú eres mi pareja, así que ¿me ayudarás? —le pidió.
—Sé que no es buena idea y que mañana Sarnat me matará cuando se entere, pero también sé que no te rendirás, ¿verdad?
—Necesito comprobarlo —asintió.
—Está bien —aceptó pasándose las manos por la cara—. Tan solo dos condiciones.
—¿Cuáles?
—La primera es que si notas que las cosas no son como deberían, me lo dirás y nos detendremos para pensar qué hacer. La segunda es que iremos poco a poco y, en cuanto ocurra algo extraño, nos detendremos y tú lo aceptarás. Son mis condiciones —le advirtió cuando él iba a hablar—. Tu cuerpo no está recuperado aún y no quiero hacerte daño.
—Está bien —aceptó disgustado, pero Nalbrek tenía razón. Sería mejor detenerse si pasaba algo—. Todo esto es más fácil cuando puedo usar las feromonas —se lamentó.
—¿No eres capaz de segregarlas?
—¿Tú notas algo? —le preguntó a su vez y Nalbrek negó.
—Nada en absoluto.
—Pues eso significa que no —suspiró.
—En tal caso lo haré yo —le dijo Nalbrek y al poco notó el familiar olor haciendo que sintiese un cosquilleo en la piel, pero nada más.
Es difícil cortar una escena, así que la dejaré por aquí... 🤔
🚨A partir de ahora comienza el +18. Si no quieres leer este tipo de escena, pasa hasta el siguiente banner +18. Para los demás, adelante 😁
—Comencemos —decidió dándose la vuelta.
—¿Estás seguro?
—Ahora mismo no soy capaz de segregar feromonas, pero puede ser que, si empezamos, pueda hacerlo. Mi cuerpo responde a tus feromonas y creo que eso es una buena señal.
—Te morderé —le ofreció—. ¿No quieres? —le preguntó al ver su reacción.
—Sabes que no me gusta que me muerdas —le recordó—. Pero imagino que si hay un momento en que pueda ser útil esa costumbre de los lobos, es esta.
—En tal caso, lo haré —asintió apartándole el pelo y al poco sintió como le mordía haciendo que se estremeciese mientras la habitación se llenaba del olor de Nalbrek. Este estaba segregando feromonas de forma activa y, en condiciones normales, habría respondido haciendo que ambos perdiesen el control. Pero no lo estaba haciendo.
—Vamos —lo azuzó arrodillándose y separando las piernas.
—Dawi, no estás respondiendo.
—Precisamente, así que hazlo —repitió mientras intentaba mantener bajo control el miedo. Miedo a que ya no tuviese el celo, a tener que decidir si condenar a Nalbrek a una vida sin una pareja real o a él mismo a la soledad al no ser capaz de tener un vínculo con nadie.
—Dawi, aunque perdieses el celo y no pudiésemos copular de nuevo, yo no rompería contigo.
—Lo sé —admitió—. Pero necesito comprobarlo —repitió y es que tal vez Nalbrek no lo dejase, pero él tampoco podía condenarlo a estar con una pareja así.
—Está bien —aceptó por fin—. Pero dime si te hago daño —le advirtió y él asintió respirando hondo.
Para ellos las relaciones sexuales eran bastante fáciles incluso la primera vez debido al celo, que hacía que los instintos se hiciesen cargo de todo, incluso entre hombres, como fue su caso, era así. Y después de que el celo acabase tenían las feromonas, entre estas y la experiencia, las relaciones solían ser satisfactorias para los implicados. Pero en su caso, el afrodisiaco parecía haber destruido su celo y con él todo lo demás, incluida la producción de feromonas y todos los mecanismos que tenía su cuerpo para ayudarlo a tener una relación cuando apenas si tenía un par de meses de experiencia, por lo que todavía no tenía trucos suficientes para compensar aquello. Si a eso le añadían que su pareja era un lobo... la situación era, por decirlo con suavidad, descorazonadora.
Por eso quería comprobar si respondía a Nalbrek o no, si, en caso de no hacerlo, podía acostarse con él o no y cuando lo sintió entrar supo la respuesta. Aquello dolía y mucho. Demasiado. Intentó relajarse, pero sus peores temores se cumplieron al darse cuenta de que hasta ahora podía hacerlo gracias a su celo, un celo que ya no existía.
—No —le pidió al comprender sus intenciones cuando este se detuvo.
—Dau, esto no está funcionando, te estoy haciendo demasiado daño.
—No me importa —negó y es que sabía que, si se lo dejaba ahora ya no podría hacerlo una segunda vez y aquello le daba mucho más miedo que todo el daño que pudiese hacerle.
—A ti no, pero a mí sí —replicó Nalbrek saliendo y él se quedó contra la cama intentando asimilar que no habían podido, lo que eso significaba—. Espera —le pidió al percibir lo que estaba pensando—. No es necesario romper.
A partir de ahora se puede volver a leer. Para poner en situación, Dawi no ha podido tener relaciones con Nal sin su celo.
—Pero es que no he podido. No voy a poder —murmuró con la mirada perdida sintiendo como los ojos se le llenaba de lágrimas así que apretó los ojos con fuerza mientras intentaba asimilar la situación y es que hacía un par de meses estaba intercambiando los regalos mientras pensaba que, a pesar de todo, estaba satisfecho de que Nalbrek fuese el compañero con el que pensaba pasar el resto de su vida y ahora, de repente, aquel futuro se deshacía delante de sus ojos sin que él pudiese hacer nada.
¿Desde cuándo aquella relación se había vuelto tan importante para él? ¿En qué momento lo hizo? ¿Y qué importaba ahora?
—Nalbrek... —comenzó.
—No lo digas —le advirtió.
—Mañana... mañana iremos con Baem y romperemos esta relación —decidió sentándose.
—Me niego.
—No me importa. Iremos mañana y romperemos.
—No puedes romper la relación si yo me niego.
—Lo que no puedo hacer es obligarte a estar con una pareja que no tiene celo.
—Eso es decisión mía.
—No, no lo es. Tú tienes derecho a tener una pareja con la que establecer un vínculo y eso es algo que yo no puedo darte. Romperemos.
—Tú eres mi pareja.
—Una pareja con la que no puedes tener un vínculo.
—No me importa.
—¿No te importa? ¿No te importa lobo estúpido? ¿Cómo no va a importarte? Lo que diferencia a una pareja de cualquier otra relación es el vínculo y para crear el vínculo hay que copular. ¿Cómo no va a importarte? Sin un vínculo no somos nada.
—No me importa porque ya tenemos un vínculo, estamos unidos, eres mi pareja.
—No, Nalbrek. Estábamos formando un vínculo, pero no podemos seguir fortaleciéndolo por mi culpa, así que, aunque este era bastante fuerte a partir de ahora se debilitará hasta que desaparezca y, entonces, solo seremos dos hombres sin relación que conviven en una casa. No puedo condenarte a eso, sobre todo cuando tú sí tendrás tu celo y este te hará buscar a alguien con quien crear un nuevo vínculo, crear una familia.
—No lo haré. Tomaré inhibidores.
—No digas tonterías —lo interrumpió molesto—. ¿Sabes lo que te harán los inhibidores si empiezas a tomarlos sin motivo? No pienso cargar con esa culpa. Soy yo el que ha perdido el celo, no tú. No puedes tomarlos desde tan joven para permanecer al lado de alguien con quien no tendrás ninguna relación.
—Sí tenemos una relación, eres mi pareja. Además, es mi decisión.
—No lo es.
—Sí lo es. Tú eres mi pareja y...
—¿Quieres dejar de repetir eso? —le gritó molesto—. No soy tu pareja, no soy nada. Solo soy un zorro sin celo que nunca podrá ser pareja de nadie.
—Eso aún no lo sabemos, Sarnat no ha dicho que no hay nada que hacer.
—Es mi cuerpo, lo sé. No hay nada —repitió.
—Iremos —se reafirmó—. Pero incluso aunque diga que no puede hacer nada, eso no cambiará lo que eres para mí. Pase lo que pase, encontraremos la manera de superar esto —le aseguró.
—¿Pero por qué no quieres entender que no hay nada que superar? —le preguntó exasperado—. Arruiné mi vida, ¿lo entiendes? Al dejar que esos humanos me atrapasen, me diesen tanto afrodisiaco, arruiné mi vida, mi futuro, pero no quiero arruinar el tuyo también. Ya es suficiente conmigo. ¿Por qué no quieres entender eso? —murmuró dejando caer la cabeza.
—¿Tan importante es para ti el celo?
—No. Pero sin el vínculo, ¿en qué nos convertiremos? —inquirió después de lo que cual cayó un pesado silencio.
—Está bien, lo intentaremos de otra forma —decidió Nalbrek de repente sacándolo de sus pensamientos.
—¿Otra forma? —repitió mirándolo sin comprender.
—Ahora mismo no tienes celo, lo cual significa que tienes más que ver con un humano que con un cambiante —comenzó—. Pero los humanos, aunque no tengan celo, pueden copular.
—¿Pretendes hacerlo como los humanos? —cuestionó con cautela.
—Sí, tal y como dices, has perdido el celo, es lo único que se me ocurre. Hilmar se dio cuenta de que, cuando lo hacía con el humano mirándose, era más fácil para este y quizás también para ti.
—Los humanos tienen unas costumbres sexuales muy retorcidas —le recordó.
—No es solo por eso. Los humanos no son tan sensibles a las feromonas como nosotros, tanto porque su olfato es peor como porque sus instintos están atrofiados, pero al hacerlo mirándose, la cantidad de feromonas que respiran es mayor le explicó—. Y si eso ayuda a los humanos, con más razón a ti, que tienes un olfato más sensible.
—Pero copular así... —negó. ¿Qué tipo de depravado creía que era para pensar que podía gustarle verle la cara? ¿Mostrársela?
—¿Se te ocurre otra idea? Porque hacerlo como siempre parece imposible pero tampoco estoy dispuesto a dejar que rompas esta relación sin más —le advirtió y él lo miró por un momento.
—Está bien —accedió. Tal y como había dicho, si existía la posibilidad de copular, de reactivar su celo, tenía que intentarlo por más que la forma no le agradase.
🚨Aquí comienza de nuevo el +18. Si queréis saber el resultado, id al final del capítulo. Para los demás, adelante 💖
Se tapó la cara con los brazos mientras sentía como Nalbrek le separaba las piernas para ponerse entre ellas.
—¿Qué haces? —le preguntó este al verlo.
—No soy un humano pervertido —le explicó.
—Creo que estás exagerando.
—No estoy dispuesto a que me veas la cara —se negó en redondo.
—Como prefieras —aceptó cansado mientras él sentía las feromonas de Nalbrek en el aire y aunque no parecía estar segregando más, sí que era más consciente de ellas, sintiendo aquel cosquilleo en la piel un poco más fuerte así que comenzó a respirar hondo y, al hacerlo, sintió su olor haciendo que se relajase lo suficiente como para que aquella vez, cuando empezó a metérsela, fuese mucho más llevadero.
—Parece que funciona —le dijo mientras entraba despacio.
—Es más fácil que antes —admitió con los dientes apretados.
—¿De vedad? —le preguntó Nalbrek con duda deteniéndose.
—De verdad, así que sigue —le pidió y cuando Nalbrek comenzó a empujar de nuevo apretó los puños. No era fácil, pero ahora, le parecía posible. De repente sentía mucha más lástima por el humano. Y también más respeto.
Sintió como Nalbrek comenzaba a moverse y aunque por un instante se preocupó por si sería capaz de soportar las embestidas, rápidamente se dio cuenta de que tenían un problema mayor. Hasta ese momento sus caderas quedaban trabadas facilitando la relación, pero en aquella ocasión, su cuerpo no colaboraba y él no tenía ni la experiencia ni la fuerza para hacerlo.
—Probemos algo —dijo Nalbrek bajando hasta que su peso lo aprisionó contra la cama.
—Pesas mucho —se quejó separando un poco los brazos para verlo.
—De eso se trata. De esta manera puedo sujetarte, pero no corro el riego de herirte.
—¿Otra vez Hilmar? Vosotros dos... —comenzó molesto, pero antes de poder seguir, aquel lobo comenzó a moverse—. No... creas... que... —lo intentó de nuevo, pero se dio cuenta de que era inútil —hablaremos... des... pués —se obligó a decir antes de taparse la cara de nuevo con los brazos mientras poco a poco una conocida sensación volvió, al principio tan tenue que no la podía identificar, pero luego un poco más clara: la sensación de irrealidad que tenía cuando estaba con Nalbrek, como si todo fuera más nítido y más difuso a la vez. Tal vez no era ni una tercera parte de fuerte que normalmente, pero estaba ahí, haciendo que su cuerpo se relajase lo suficiente como para hacer aquello más llevadero hasta que, por fin, Nalbrek acabó.
—¿Lo notas? —le preguntó y él abrió los ojos para verlo encima—. Este olor, ¿lo reconoces?
—¿Nuestro olor? —contestó después de olfatear.
—Segregaste feromonas al final —le explicó.
—Menos mal —murmuró sintiendo como se le quitaba un peso de encima. Su celo no estaba roto por completo—. Gracias por no rendirte.
—De nada.
Bueno, Dawi ha recuperado su celo, o eso espero porque Sarnat va a estar muy molesto cuando sepa lo que ha pasado 😅
Y perdón por los banners, espero que no os haya molestado demasiado 👉👈
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