Argumento/ Prólogo.

La Guardia Imperial se veía superada por un brutal ataque Orko frontal y brutal estando parcialmente atrapados en una trinchera.

Les quedaban pocos cargadores de sus lasgun y estaban a punto de ser aplastados hasta que escucharon un sonido extraño en el aire como de aeronave y luego sueños metálicos rodando por detrás suyo extrañandoles.

Todos se giraron hacia atrás y entonces los vieron:

Extraños autómatas que comenzaron a desplegarse encima de tres patas y que activaban una especie de campo refractor alrededor suyo. Éstos comenzaron a disparar consecutivas ráfagas dobles de energía de color rojo contra los Orkos que se acercaban provocando que ya no quedaran más que manchas quemadas en el suelo...

¿De quién eran estos autómatas y porque los estaba ayudando?
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P.O.V comandante Lucius Saul del Quinto Regimiento de Cadia.

Lugar: Trinchera en planeta asediado junto mis 4 hombres restantes.

Aún estábamos confundidos. Nos habían salvado un grupo de misteriosos autómatas cuyo diseño no parecía concordar con ninguno imperial pues su diseño era vagamente insectoide y además eran capaces de desplegar un campo refractor esférico a su alrededor.

Estos autómatas se aseguraron de que habían terminado con los asquerosos pieles verdes que nos habían estado atacando hasta ahora.

Poco después algunos se quedaron como una especie de centinelas mientras otros se giraron hacia nuestra posición apuntándonos con sus armas:

Nosotros instintivamente les apuntamos con nuestros lasgun pero posiblemente si esos autómatas decidieran atacarnos no lo tendrían nada difícil para matarnos.

Sin embargo a pesar de todo no nos atacaron. Aunque los hubiéramos atacado posiblemente debido a que tenían activos esos extraños campos refractores nuestros lasgun no les harían nada posiblemente.

Al cabo de unos 5 minutos empezamos a escuchar pasos tranquilos de una persona. Todos seguíamos en alerta mientras observamos hacia atrás y esta persona se puso enfrente de nosotros sin darnos tiempo a verla.

Era una mujer joven de cabello blanco de ojos marrones en una especie de armadura de combate avanzada. Me extrañaba ver lo limpia que estaba su armadura en un campo de batalla como éste y estuve a punto de preguntarle cuando está comenzó a hablar:

- Buenas. Mi nombre es Lyudmila Semyonova la líder de los... autómatas que les han rescatado.

- Encantado señorita Semyonova. - dije ofreciendo la mano aún desconfiando de esta mujer. - Soy el comandante Lucius Saul del Quinto Regimiento de Cadia.

- Encantada comandante. - respondió estrechandome la mano. - Verá vi que se encontraban en apuros así que traje a mis droidekas conmigo. - dijo señalando sus autómatas. - Habría mandado más pero eran los más cercanos de mi base.

- No se preocupe. Aún así han sido de ayuda mas los pieles verdes que nos han atacado no eran más que un grupo de caza contra nosotros.

- Comprendo. Pero antes de lanzarnos ante su principal base de operaciones debemos ir a mi base para planificar operaciones de rescate de otros grupos de guardias imperiales.

- Me parece correcto. - respondí. - ¿Por casualidad sabe algo de la ciudad colmena que teníamos que proteger?

- Sí. Encontramos la ciudad al sur asediada por un grupo de Orkos con Dreaznaut pero pudimos echarlos. Me extrañaba que no hubieran más guardias imperiales por esa zona. - respondió la joven Semyonova. - Actualmente yo y los míos nos encontramos fortificandola mejor y reclutando para la futura invasión.

- ¿Han aceptado voluntariamente? - pregunté sorprendido. - Normalmente suelen ser bastante indisciplinados los de las Ciudades Colmena.

- Sabemos conseguir las cosas. Ahora acompáñenme a mi base.

Tiempo después...

Lugar: Base militar desconocida.

He de decir que nos sorprende la labia de esta mujer. Estuvimos un largo tiempo andando hasta llegar a su base.

Habían varios soldados de la guardia imperial que estaban siendo atendidos de sus heridas o que estaban con algunos vehículos tipo Valquiria junto con varios más de esas droidekas recorriendo toda la base ya fuera andando o en forma de bola y además en diversas variantes de droidekas.

Yo le pregunté a la joven Semyonova sobre esto:

- Tenía entendido de que no habían más guardias imperiales en su base más allá de nosotros.

- Oh no. Lamento la confusión pero no. Mi compañeros rescataron a varios más de la guardia imperial pero como ve no son tantos. Fue pura fortuna que los lográramos sacarlos de otros ataques orkos y mentalmente posiblemente no se recuperen...

Sea quien sea que guíe a estos Orkos es muy brutal.

- Es cierto que notamos mayor brutalidad y eficiencia en los ataques de los Orkos. Esperemos que no sea algo demasiado peligroso o sino podríamos enfrentarnos a otra Guerra de la Bestia.

- Pero ¿por qué atacar un planeta alejado de la Mano del Emperador? - preguntó uno de mis hombres. - Es decir podrían haber atacado mundos más importantes.

- Quizá para practicar antes de atacar planetas más importantes... - respondí. - Los Orkos son muy especiales en ese sentido.

- Bueno prosigamos con la visita. Ahora forman parte de la Resistencia contra la invasión Orka en el planeta ya que como ustedes dijeron este planeta se encuentra alejado de la mano del Emperador.

Y así comenzaba una "nueva" resistencia contra tamaña fuerza xeno.

Aquí primer capítulo gente. Espero que os guste y hasta pronto guapos/as.