Al final pasaron unas semanas y no les fue tan complicado adaptarse a sus nuevos cuerpos.

Raito comenzó a tener salidas por las noches –y eventualmente en los días en la mañana– a salir con chicos y chicas, experimentando dice para ver qué tal puede llegar con ese atractivo.

Kanato después de salir de su momentáneo desliz de baja autoestima por la situación de las tres, se dió cuenta que cuando va a las tiendas y cafés con Teddy y usando las prendas que eligió que eran estilo Pastel goth, se dió cuenta que la gente no lo veían raro como antes siendo un chico comiendo dulces como niño, sino que ahora la ven ¿tierna? Pues le vale,pero ya será menos incómodo. Incluso puede sacar provecho de eso.

Mientras que Ayato, al no querer quedarse encerrado en la mansión decidió inscribirse en un equipo de baloncesto femenino que hacen prácticas entre semana, no estuvo seguro si iba a ser buena idea pero le ayudaría a despejar la mente y aparte estar en los vestidores y ver como todas se cambiaban era una ventaja para su conciencia masculina.

Para Karl las cosas no iban tan de viento a popa, localizar a la bruja era un tanto difícil y más sabiendas de quién era por unos informantes. Tenía que ver si habría solución para lo que les ocurrió a sus hijos y si no la había, valieron verga.