Cama a las 12:00 AM

Especial de Halloween, me encanta esta fecha pese a que no se celebra mucho por aquí XD

Contiene escenas explícitas +18; espero que les guste! (◕ᴥ◕)

•••

Tomaba té en la mesa del comedor mientras esperaba a la cuatro ojos. Estoy a un paso de levantarme y mandarla a cagar como siga perdiendo así mi tiempo. Me bastaron diez minutos para vestirme, en cambio ella parece necesitar toda la puta eternidad; ni siquiera estaba seguro de querer ir. Las fiestas siempre me han parecido una excusa para beber y buscar a alguien desesperado por atención y sexo.

Y sin embargo, aquí estoy; llevando un estúpido disfraz para una fiesta de Halloween.

Compruebo mi aspecto una última vez. Un ridículo disfraz de vampiro que Hanji me compro—de esa forma no tendría excusa para no ir—. La fiesta será en casa de Petra, era eso o salir a pedir dulces; como si tuviéramos cinco puñeteros años, así que agradezco que al menos sea la fiesta. 

Podría rehusarme a no ir pero Erwin insistió en que fuera, y cito sus propias palabras “no sería lo mismo si no estás presente”. Aunque sabe cual es mi opinión al respecto, pero...no quiero que él se decepcione, solo eso.

Y por fin ,escucho pasos bajando las escaleras. 

—Siento haber tardado—Dice Hanji con una sonrisa descarada, le importa una mierda que lleguemos tarde. 

A diferencia de mi, Hanji se esforzó más en su disfraz, siendo una loca científica al estilo Frankestein. Se ve bien, pero no se lo diré después de haberme hecho perder el tiempo de manera catastrófica. 

No quiero ir a esa fiesta pero me molesta llegar tarde. Se llama tener principios.

—Andando—Dije mientras me pongo de pie, dejando la taza en la mesa, lo lavaré cuando vuelva.

—Estoy emocionada, ¿tu no?—Comenta Hanji mientras salimos de la casa.

—Podría estar haciendo algo mejor con mi noche.

—Si no quieres ir entonces no vayas—Hanji sonríe malvadamente—Cierto no puedes, se lo prometiste a Erwin.

—A veces quisiera romperte la mandíbula.

—No puedes, me quieres como amiga y compañero de cuarto—Tras decir eso suelta una risa tonta porque sabe que tiene razón.

Salimos y cerré la puerta con llave, entonces nos subimos al coche de Hanji, aunque decide que maneje yo. Ambos tenemos licencias pero Hanji cambió de gafas hace poco y aun no se acostumbra; no es capaz de mantenerse en la línea aunque le apostaran un millón por ello. 

Yo no tengo coche, sino una moto. Erwin me la regaló hace un año, porque sabía que quería una. Según Hanji, “eso fue un golpe al orgullo”, pero recuerdo que me sonroje hasta el carajo porque ese rubio cejón sabía darme sorpresas inesperadas. 

—Erwin estará encantado con tu disfraz—Comenta Hanji—Ya podrías haberme dado las gracias. 

—Hablando de eso, ¿cómo sabes mi talla de ropa?

—Fácil, le pedí talla enano. 

—Imbécil. 

—Homosexual.

—Oye, ¿qué? Es decir si pero…—Hanji suelta una risa ante mi reacción. 

—Aun recuerdo el día que te presenté a Erwin, hace ya cuatro años—Hanji mira por la ventanilla—En bachillerato, cuando llegaste por el programa de intercambio, que recuerdos…

—Supuestamente solo me quedaría un año.

—Pero no fue así, te quedaste...—Hanji me mira mientras yo poso mi vista en el camino—Erwin temió que te fueras después de graduarnos. 

—Lo sé. 

—También temí eso porque...bueno, eres mi mejor amigo—Es raro para ambos referirse de esa forma—Así que me alegro que estes aqui. 

—¿Porqué dices todo eso de golpe? No eres una melancólica. 

—No lo sé, quizás porque fue por estas fechas cuando nos graduamos hace ya cuatro años, en fin, ya paro, no quiero que te pongas a llorar. 

—Habla por ti, no querrás que se te corra el maquillaje. 

Y llegamos a la casa de Petra. Estacione el coche una media cuadra antes. Había más autos estacionados al frente así que debo suponer que algunos invitados ya llegaron. Nos bajamos y caminamos. 

—¡Ya llegué!—Exclama Hanji cuando abre la puerta. Su grito de loca provoca que algunas personas nos miren. 

Hanji camina directo con sus amigos mientras que yo busco a Erwin. 

—Levi, viniste—Me saluda Petra, disfrazada de alien, incluso se puso antenas y pintó su cara de verde—Bienvenido, sírvete lo que quieras. 

—Tu casa quedará un asco después de esto. 

—Supongo que es mi castigo por tener la casa mas grande, además, limpiarán mañana—Por su tono, lo dice como una afirmación, no como una sugerencia—Intuiré que buscas a Erwin.

—Intuyes bien.

—Aún no ha llegado, creo que viene junto a Mike, espero que traigan el hielo que les pedí. 

—Entiendo.

—Por cierto Levi…—Se acerca y me habla en voz baja—Si van a usar las habitaciones de huéspedes...está todo lo necesario en el baño de arriba, cajón a la izquierda. 

—¿Piensas ir de cacería?

—No no no—Puedo ver sus mejillas teñirse, Petra siempre ha sido tímida en estos temas—Lo digo porque algunos se enloquecen y no quiero problemas, otro castigo por tener la casa más grande.

—Si alguien pierde el control déjamelo a mí. 

—Gracias—Muestra una sonrisa como agradecimiento—Te lo digo a ti porque...tu sabes ¿no?

—No tengo intención de hacer nada esta noche, solo vine por Erwin. 

Petra baja un poco la mirada. A veces soy brusco con mis palabras, no suelo pensar antes de abrir la boca. 

—Te vendría bien socializar, nos conocemos de hace tiempo—Vuelve a sonreír—Aunque ya estamos acostumbrados a que pongas a Erwin como prioridad. 

—Suena a que soy una mierda como amigo. 

—Lo eres a veces—Suelta una risa—Tengo que revisar algunas cosas, nos vemos. 

Se da la vuelta y se va. Su traje de alien se ve bien, posiblemente Arduo ya le dijo un halago. Me acerque a la cocina y tomé una lata de refresco de la nevera, tras eso me senté en uno de los sillones de la sala; veo a los invitados y logro reconocer algunas caras. Veo a Hanji hablar con Moblit, un amigo de la universidad vestido de Frankenstein para estar en conjunto con el disfraz de Hanji. 

También observo a Gunther vestido de pirata, acompañado de Erd, disfrazado de momia. Petra está cerca de las escaleras, hablando con Arduo, quien se disfrazó de detective al estilo de Sherlock Holmes.

El resto de personas no las logro reconocer, debo suponer que son amigos de Petra. Entonces la puerta se abre, es Mike y Nanaba, el vestido de hombre lobo y ella de bruja, ambos están cargando una bolsa de hielo.

Maldita sea, ¿dónde está Erwin? Ninguna de estas personas se va a sentar a mi lado a sacar plata porque saben el humor de mierda que tengo.

En ese momento, Erwin entra detrás de Mike. Hijo de puta, su disfraz es de alguien mitad carnero. Su traje elegante donde sutilmente decidió no abrocharse los primeros tres botones, dejando descubierto gran parte de su pecho; además de que esos cuernos lo hacen ver imponente...se ve apuesto, por no decir sexy u otra palabra más subida de tono.

Esta para chuparle el rabo, ya está, lo dije.

—No creí que vendrías Levi, con lo serio que eres—Me comenta Mike.

—Mira quien lo dice—Responde Nanaba con una sonrisa sarcástica—Tampoco querías venir, tuve que obligarte.

El hombre perro siempre obedeciendo a los demás.

—Dejemos esto en la cocina—Dice la chica, y ambos caminan a la cocina. Erwin, se sienta a mi lado, dado que no está cargando nada, debo suponer que el presto su auto. 

—Gracias por venir.

—Siempre cumplo mis promesas.

—Igualmente gracias, se que no eres fan de la interacción social en general.

—Tampoco es para tanto—Me cruzo de brazos y lo observo—Me gusta tu disfraz.

—Me gustan tus colmillos falsos. 

—Puedo morderte si quieres.

Erwin se ríe de mi respuesta. Me gusta su sonrisa, y también me gusta saber que puedo hacerlo sonreir.

Me toma de la mano y nos pusimos de pie. Dejo que me guíe al patio trasero; Petra siempre ha tenido debilidad con las plantas, así que su jardín está bien cuidado, su maldita casa es enorme, ya quisiera yo una casa así. 

Estando en un sitio más privado, Erwin acaricia mi rostro mientras su otra mano sujeta la mía. Entonces levanto mis talones para entregarle un beso, él inclina su espalda para que la estatura no sea tanta. Maldita jirafa de melena rubia, pero carajo, amo el sabor de sus labios. 

Al separarnos inevitablemente nos volvemos a besar. Me abraza por la cintura mientras que abrazo su cuello; puedo oler su colonia, sentir su piel junto a la mía y acariciar su cabello. Este hombre me vuelve loco; siempre me ha enloquecido desde el primer jodido momento. 

Lo recuerdo bien...hace cuatro años, en la cafetería, Hanji me invitó a sentarme con ella en la mesa, y a su lado estaba ese rubio de ojos celeste y sonrisa engreída. 

Desde entonces no tengo suficiente de él. 

Interrumpe mis pensamientos cuando muerde mi labio con suavidad, nos separamos un poco necesitados de oxígeno.

—Vámonos…—Digo en un susurro—A donde tú quieras pero vámonos.

—Intenta sobrevivir esta noche ¿de acuerdo?—Vuelve a acariciar mi rostro—Un rato más y después nos vamos. 

Lo pienso un momento, puede que para mi no me importe la mayoría de las personas que están dentro de la casa, pero Erwin parece querer socializar un poco. Así que respeto eso.

—Esta bien, es un trato, pero la próxima haremos lo que yo quiera—Tomo su mano, ni siquiera había notado que lleva guantes—Me muero de frio, volvamos adentro.

Al entrar nos encontramos a varias personas bailando—según Petra siempre debe haber música en las fiestas—. Distingo a la loca de Hanji bailar con Moblit, o eso creo porque ese tipo es más tieso que una roca. Pero no son los únicos, varios invitados también están bailando. 

Mi mano sigue entrelazada con la de Erwin, así que es fácil para el guiarme a la pista de baile, ¿se puede saber en qué está pensando?

—Oye oye, estás caminando en la dirección equivocada—Digo mientras intento zafarme.

—Vamos Levi, me preocupa tu sociabilidad, será bueno para ti. 

—Lo que es bueno para mi es no quedar en ridículo, no soy antisocial, solo no soy fan de esto.

—Levi—Se detiene para mirarme a los ojos, esos malditos ojos son mi perdición—Yo tampoco soy la persona más divertida de la ciudad, también me agobia un poco pero...quiero intentarlo, no siempre podemos vernos así que quiero aprovecharlo, aunque tampoco voy a obligarte, tambien quiero que la pases bien. 

—Tsk…—Murmuro como respuesta; de nuevo debo tragarme mi orgullo por Erwin—Insisto en que la próxima haremos lo que yo quiera, ¿quedo claro?

—Siempre cumplo mis promesas—Vuelve a sonreirme, y no puedo evitar sonrojarme.

Y ahí estábamos. Un par de idiotas en la pista de baile; para bien o para mal, es una canción lenta y suave, exactamente el tipo de música que me provoca dormir. Miro a mi alrededor, todos envueltos en los brazos de su pareja, dejándose llevar. Erwin me abraza por la cintura y yo por su cuello—igual que en el jardín—. Esos cuernos de carnero y su ropa un tanto gótica vuelven a darme escalofríos. Quiero pensar que él siente lo mismo al verme disfrazado; no es por presumir pero me veo bien como vampiro. 

Bailamos torpemente. Mis pies se balancean mejor que los de Erwin, así que yo marco el ritmo; sonrió un poco, burlándome de su falta de coordinación. 

—¿Te diviertes?—Pregunta Erwin con una sonrisa.

—Por supuesto—Respondo, Erwin no es tan perfecto como la gente cree. 

—Me gusta tu disfraz, te queda bien.

—Lo sé, tú tampoco estás mal.

—No estaba del todo seguro, Mike me ayudó a elegir el disfraz.

—Pasas mucho tiempo con ese hombre perro—Digo con sarcasmo, siempre retengo mis celos en lo profundo de mi subconsciente.

—Tranquilo, no es mi tipo, mi tipo es Levi Ackerman.

Recargo mi cabeza en su hombro y nos seguimos moviendo al ritmo de la canción. Desde que nos graduamos, siento que Erwin y yo nos distanciamos cada vez más, poco a poco construimos nuestras vidas y ser pareja no significa que el otro será parte de ella; es un temor que también retengo. 

La canción termina y la música fiestera se eleva en toda la casa; definitivamente no bailaré así que me siento en los sillones, con Erwin siguiéndome. 

—Espera espera, ¿porque hay condones aquí?—Exclama Arduo, sentando en el sofá de al lado con Petra.

—¿Nunca has visto esas películas americanas?—Pregunta Petra—Siempre hay una pareja calenturienta que usa las habitaciones vacías, así que al menos no quiero problemas. 

—Petra Ral, ¿desde cuando hablas así?—Añade Erd.

—Cosas que aprendes en la universidad.

—Y pensar que en bachillerato eras tímida y ni siquiera habías dado tu primer beso—Comenta Arduo.

No lo recordaba: las habitaciones de arriba. La casa de Petra es enorme, literal podría hacerse pasar por un motel. Una habitación privada podría ser el único sitio donde realmente pueda relajarme; Erwin está sentado a mi lado...y ya he soportado bastante, es mi turno. Me levanto y tomo su mano.

—Erwin, vamos al piso de arriba.

—Que directo, ¿y porqué?

—Es mi turno, ahora haremos lo que yo quiera.

—Levi, necesito saber que pasa por tu mente.

Me inclino hacia él para hablarle en voz baja. 

—Quiero que vayamos a un lugar más privado...y hacerte notar lo mucho que amo tu disfraz.

Creí que con eso bastaría, pero no estaba convencido. Se levanta y subimos las escaleras, algunas puertas están cerradas, supongo que algunos no podían esperar. Entramos a una habitación, un cuarto sencillo con una cama hecha y aroma a detergente; justo como me gusta.

Pero Erwin no está pensando lo mismo que yo, se nota en su rostro.

—¿Tanto te aburre la fiesta?—Me pregunta de manera seria.

—Dije desde el principio que no quería venir.

—Pero viniste.

—Porque te lo prometí.

—¿Y porqué lo prometiste?

—Porque me lo pediste tú, vine por ti.

—Eso...eso está mal—Ahora el rostro de Erwin denota tristeza—Quizás tu veas a Hanji todos los días pero yo no, tampoco he visto a Nanaba, a Petra, a los demás en ya varios meses.

—Entonces habla con ellos.

—Si te dejo solo directamente te sentarás en un sillón y no hablaras con nadie más en toda la noche, idea que no me agrada mucho.

Entiendo, soy un estorbo; porque sino hablo con Erwin no hablo con nadie.

—Tampoco quiero ser un egoísta—Digo sintiéndome culpable—Está bien, bajemos y hablemos con alguien.

Supongo que mi plan acaba de irse al carajo. Hicimos lo que Erwin quería que hiciéramos: socializar. Ahora entiendo que Erwin no solo quiere que yo me involucre; él también quiere hacerlo. Así que pasamos las siguientes dos horas, charlando, bebiendo, robando comida del refrigerador y básicamente no siendo un parásito. 

Ni siquiera estaba al corriente de mi compañera de piso.

—¿Mudarte?—Pregunta Erwin; yo también estoy sorprendido—Siempre supe que tenías un instinto aventurero.

—Necesito explorar el mundo, saciar mi sed de curiosidad—Dice Hanji antes de darle un sorbo a su cerveza—El próximo mes estaré haciendo las maletas.

¿Entonces por eso estaba un tanto melancólica? 

—No me lo dijiste—Dije un tanto confuso.

—Nah, tampoco era tan importante—Vuelve a beber su cerveza.

No sabía que podía perder de cerca incluso a una persona que vive conmigo. 

La noche sigue su curso, y algunos invitados comienzan a irse. Hanji termina dormida sobre el sofá a causa de la ebriedad; dejaré que Moblit la lleve a casa. Petra también bebió de más así que no para de reírse como una tonta.

—Jeje, fue una bonita fiesta—Dice mientras se tambalea—¿Porque mi sombra me está siguiendo?

—Ni idea—Responde Erd mientras la ayuda a caminar—Tienes que dormir.

—¿Y quien va a limpiar todo esto? ¿Mi hada madrina?

—Ya lo pensarás mañana, a dormir.

Ambos comienzan a subir las escaleras. Si no estuvieran todos cansados los hubiera puesto a limpiar, ya se verá mañana. Erwin y yo salimos, lo acompaño a su auto, pues me di cuenta que no tengo transporte.

Nos subimos al coche; Erwin como conductor y yo como copiloto.

—¿Te llevo a casa?—Me pregunta.

—Es un poco temprano ¿no crees?

—Son casi las doce, ¿qué quieres hacer?

—Podría pasar la noche en tu casa—Respondí mientras me quito los colmillos falsos.

—Una propuesta un tanto atrevida.

—¿Podemos hacer lo que yo quiero al menos una vez esta noche?—Dije con una sonrisa burlona.

Erwin suelta una risa, entonces prende el auto y nos movemos. Pensé que me llevaría a casa pero grata fue mi sorpresa cuando estacionamos frente a su departamento.

—¿Mike no llegará?—Él y Erwin son compañeros de cuarto,.

—Lo encontré dormido en la bañera en casa de Petra, y conociéndolo, nada lo despertarás en las siguientes seis horas.

—¿Seguro que puedo pasar? No olvido tu instinto territorial.

—Tu siempre serás bienvenido—Me dice con una sonrisa, me siento más tranquilo, así que finalmente nos bajamos y entramos.

He estado varias veces en el departamento de Erwin, y aunque suene como un jodido cursi, me gustaría que viviéramos juntos, pero ninguno de los dos tiene un sueldo estable. Vivir juntos es una de mis próximas metas.

Llegamos a la habitación de Erwin, él se retira los cuernos para dejarlo en un mueble, todo está ordenado y pulcro como ya es habitual. Sonara estúpido pero esa fue la primera razón por la que me interesé en él hace cuatro años; eso y que es alto.

—¿Sigues molesto porque te obligue a socializar?—Me pregunta Erwin.

—No estoy acostumbrado, eso es todo.

—Gracias por haberlo hecho.

—Por haberlo intentado, querrás decir.

—Igualmente gracias—Me abraza por la cintura, igual que en la pista de baile—Te amo Levi.

—Yo también…—Coloco mis manos sobre su pecho—Te amo demasiado, espero que se note.

Me besa mientras una de sus manos acaricia mi rostro; siempre es cálido incluso en la noche más fría.

Correspondo sus besos, y no tengo necesidad de buscar más, pero Erwin sí, pues su cuerpo intenta apegarse al mío lo mayor posible. Tomo sus hombros y lo siento en su cama mientras yo me pongo en su regazo; me gusta que lleve el control pero mi instinto rebelde es elevado esta noche.

No soporto más el calor, así que me desabrocho la chaqueta con fuerza mientras Erwin lame y mordisquea gentilmente mi cuello. Un par de jadeos se escapan de mis labios, mi mente se está desorientando.

—Llevas deseando esto toda la noche, ¿verdad?—Dice Erwin en tono burlesco—Que te arrancará el disfraz y te hiciera gemir.

Malnacido. Erwin siempre ha sido de hablar durante el sexo; me habla sucio porque sabe que no puedo responderle. Se siente dominante, y eso le excita.

Comienza a lamer uno de mis pezones mientras acaricia mi trasero y entrepierna. Entrecierro mis ojos y no intento retener mis gemidos.

—Mmh...Erwin…—Pero me las apaño para empujarlo, cayendo sobre la cama y yo encima suya. Su oceánica mirada es reluciente en la oscuridad.

No quiero desvestirlo, me encanta su traje. Sus manos recorren mi espalda, y permito que tonteé todo lo que quiera; paseo mi mano por su pecho por debajo de la camisa, tocando sus pectorales, llego a su entrepierna, acaricio un poco, notando en primera fila el bulto de su erección.

—Te amo…—Me dice en un susurro, y me inclino a besarlo.

—También te amo—Vuelvo a besarlo mientras desabrocho sus pantalones—Estoy enloquecido por ti...y me encanta.

Bajo sus pantalones lo suficiente para que él pueda mostrar su pene fuera de la ropa interior; lo tomo con ambas manos, recuerdo que la primera vez que lo hicimos fue un problema su miembro enorme y nuestra poca experiencia. Pero ahora es distinto, ahora me siento orgulloso de poder manejarlo.

Procedo a hacer lo que pensé cuando lo vi disfrazado; recorro su miembro con mi lengua, él jadea con apenas el primer roce, tan adorable como siempre. Saboreo principalmente la punta mientras mis manos tocan el tronco. Lo introduzco en mi boca, y aunque es imposible que pueda meterlo todo, es suficiente para que la habitación se llene con los gemidos de Erwin.

Siento como mis pantalones arden pero complacer a Erwin es mi prioridad; porque sé que él también me hará sentir bien. 

—Verte con ese disfraz…—Dice entre jadeos, y ahora es él quien no puede terminar las frases.

Me alejo porque todavía no quiero que se corra. Me pongo de pie junto a la cama, y me quitó las botas y el cinturón, ¿debería desnudarme al completo? El parece gustar mucho de mi traje.

—Déjate la parte de arriba—Me dice como si hubiera leído mis pensamientos. Entonces bajo mis pantalones y mi boxer, vuelvo a sentarme sobre él; sintiendo su miembro frotar contra mi trasero.

Entonces Erwin nos cambia de posición. Yo con la espalda sobre el colchón y él entre mis piernas, nos volvemos a besar apasionadamente, su lengua explorando mi boca como si no la hubiera explorado suficiente estos cuatro años. 

—Erwin…—Digo en voz baja, no me importa si sueno suplicante—Entra de una puta vez...házlo…

—Paciencia—Estira un brazo para buscar entre los cajones.

No me gusta esta parte, pero es necesaria si no quiero estar incapacitado los siguientes tres días.

Erwin saca la botella de lubricante medio vacía. Me besa suavemente en el cuello, siempre intenta consolarme durante la preparación porque sabe que esta parte es la menos favorita, pero la más importante.

—Date la vuelta—Me dice en un susurro, entonces lo hago, con la cara en la almohada y la cadera un poco elevada—Relájate, solo será un momento, sabes que después vale la pena.

Un dedo suyo—con el lubricante ya vertido—entra despacio, intento fingir que no lo siento, pero inevitablemente, aprieto la mandíbula. Y cierro los ojos cuando siento el segundo. Sus dedos empujan de atrás hacia adelante mientras me besa la nuca.

—Mete el tercero…—Digo con impaciencia, entonces lo hace.

Minutos después comienza a moverlos con más rapidez, aprieto las sábanas debajo de mi. No voy a soportarlo mucho, entonces Erwin tiene la flamante idea de tomar mi miembro.

—Basta…—Digo harto, mirándolo de reojo—Deja de jugar…

Erwin ríe un poco; de nuevo ese lado dominante que surge cuando estamos a puerta cerrada. No odio esa parte suya, amar a Erwin significa amar todas sus caras, al igual que él ama todas mis facetas.

—Ya sufriste mucho—Dice mientras retira sus dedos lentamente—Bien, te daré lo que quieres.

Sucede. Simplemente sucede.

La punta de su pene entrando de forma lenta, dejando a flor de piel mis nervios, mi excitación, mi desesperación por sentirlo. Mi voz se quiebra y mis ojos se abren; estando completo dentro de mi, me apoyo en mis manos y rodillas.

—Erwin...Erwin…—Digo mientras empujo mi trasero, marcando un ritmo. Toma mi cadera, embistiendo con fuerza; sabe que no puede lastimarme porque no soy delicado.

Sigue empujando mientras me masturba también con fiereza. No puedo ni siquiera decir su nombre, estoy desorientado y con el placer recorriendo cada fibra de mi cuerpo. 

—Levi…—Dice cerca de mi oído en un murmuro—Dime que tan bien te sientes…

—No p-puedo…—Los gemidos se escapan sin control—Me estás…

Enloqueciendo. Como siempre, desde el principio hasta el final. Te amo con el corazón, Erwin Smith.

—Me encantas Levi…—Me dice mientras se mueve más rápido, ambos comenzamos a gemir más fuerte, se escuchan  nuestras pieles chocando y la cama moviéndose—Levi...yo..

—La vuelta…—Logro gesticular—Quiero verte…

Capta mi mensaje, así que me pone frente a cara. Nos besamos y nos acariciamos, perdido en el placer; no existen palabras que definan la pasión de nuestras acciones. Me embiste tan rápido que ni siquiera sé porque no me está destruyendo; antes hubiera cubierto mi boca con la mano, pero no puedo fingir fortaleza cuando Erwin me está haciendo sentir tan bien.

Me siento sucio...y totalmente extasiado.

No podemos ir más rápido, es físicamente imposible. Lo abrazo por el cuello y en un arranque de lujuria, muerdo su hombro, no puedo controlar mi cuerpo, y mi mente está al borde del deleite y la cordura.

—¡Erwin!—Mis piernas tiemblan y una calidez sube por mi abdomen. He llegado al orgasmo mientras que Erwin no deja de empujar.

Minutos después Erwin me besa de repente. Tengo el cuerpo cansado pero cruzo mis piernas en la cadera de Erwin para que su esperma quede adentro.

—Aah...Levi—Susurra mientras me ve a los ojos antes de cerrarlos de golpe. Algo espeso se desliza entre mis piernas, es tanto que mancha las sábanas.

Durante unos segundos tratamos de recuperar el aire. En eso nos miramos a los ojos, Erwin se inclina para besarme, esta vez con delicadeza. Me siento a salvo, lo cual es estupido porque no me sentía en peligro; pero ahora siento que todo estará bien. 

—Levi, no se si es el mejor momento pero…

—Dilo, ¿qué pasa?

—Vive conmigo.

—¿Eh, que?

—Lo digo en serio, busquemos un lugar, uno que sea solo nuestro.

Tardo un poco en procesarlo, entonces asiento con la cabeza, provocando que Erwin sonría.

—Si, mierda, claro que sí—Digo y también sonrío, aunque sea un poco.

Quizás podríamos cerrar el año de una manera en la que ambos demos un paso hacia adelante; estoy convencido de que esta noche—una noche de brujas mejor dicho—hicimos lo mejor que pudimos hacer.

Fin.

Estoy a gusto con el resultado ^^ 🖤 espero que lo hayan disfrutado. Me gusta mucho escribir desde el punto de vista de Levi XD es demasiado sarcástico y voluble.

Gracias por leer! Vota y comenta si quieren más historias así ;D feliz halloween! ✨

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top